La Historia de las Cosas (3 page)

Bien, la respuesta de mi país a esta limitación es simplemente ¡ir y tomar los recursos de otros! Es decir, del Tercer Mundo, que –dirían algunos– es otra expresión para referirse a cosas nuestras que de alguna forma se encuentran en tierras de otros
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Así que, ¿cuál es el panorama?

El mismo: la destrucción del entorno.

• El 75% de los recursos pesqueros del mundo actualmente está siendo explotado al límite de su capacidad o sobreexplotado
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• El 80% de los bosques primarios del mundo ha desaparecido
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• Tan sólo en la Amazonía estamos perdiendo 2000 árboles cada minuto. Esto equivale a cinco campos de fútbol por minuto
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¿Y qué sucede con la gente que vive allí? Bien, según estos individuos
, no son dueños de esos recursos aunque hayan vivido allí durante generaciones, no poseen los medios de producción y no compran muchas cosas. Y en este sistema, si no posees o compras muchas cosas, no vales nada
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Bien, en la etapa siguiente, los materiales entran en la «producción» y lo que sucede ahí es que usamos energía para mezclar químicos tóxicos con los recursos naturales para fabricar productos contaminados con tóxicos.

Hoy día hay más de 100.000 químicos sintéticos en uso en el mercado
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. Sólo unos pocos han sido analizados para conocer sus impactos en la salud humana y NINGUNO de ellos ha sido analizado para identificar los impactos sinérgicos que puedan tener en la salud, es decir, los impactos que generan al interactuar con todos los otros químicos a los que estamos expuestos cada día
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Así que no conocemos realmente el impacto total en la salud y el medio ambiente de todos estos químicos tóxicos. Pero sí sabemos una cosa: los tóxicos que entran, salen. Mientras sigamos utilizando químicos tóxicos en nuestros sistemas de producción, seguiremos teniendo sustancias tóxicas en las cosas que llevamos a nuestros hogares, lugares de trabajo y escuelas. Y, claro, a nuestros cuerpos
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Como los BFRs, o retardantes de llama bromados. Son unos químicos que hacen a los productos más resistentes al fuego, pero son súper tóxicos
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. Son neurotóxicos, es decir, tóxicos para el cerebro. ¿Qué hacemos utilizando químicos como éstos?

Y sin embargo, los ponemos en nuestros ordenadores, en nuestros electrodomésticos, sillones, colchones y hasta en algunas almohadas. De hecho, cogemos nuestras almohadas,

las sumergimos en estos neurotóxicos