Los masones (24 page)

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Authors: César Vidal

Tags: #Ensayo, Historia

BOOK: Los masones
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Empecemos por Alphonse-Louis Constant, denominado «el último de los magos» y también «el renovador del ocultismo en Francia», y más conocido por su pseudónimo de Éliphas Lévi. Nacido el 11 de febrero de 1810, Constant fue ordenado sacerdote católico. Su interés por el ocultismo le llevó a redactar algunas obras de magia —
Doctrina de la magia trascendente
, 1855;
Ritual de la magia trascendente
, 1856, e
Historia de la magia
, 1860— ya antes de ser iniciado en la masonería.

La iniciación tuvo lugar el 14 de marzo de 1861 en la Logia Rosa del Perfecto Silencio de París, subordinada al Gran Oriente francés. De manera bien reveladora, la iniciación obedeció a la petición de sus amigos Fauvety y Caubet, que eran masones y que consideraban que los conocimientos mágicos de Constant podían resultar de interés para la logia. También lo creía Constant, que al ser iniciado afirmó que venía a «mostraros el objetivo para el cual fue constituida vuestra asociación».
[21]

El 21 de agosto de 1861, la logia confirió a Constant el grado de maestro y el mes siguiente pronunció en su seno un discurso sobre los Misterios de la iniciación. El tema despertó una enorme expectación, pero también provocó el sentimiento anticatólico de alguno de los masones, como un tal Ganeval. Constant acabó retirándose de la logia precisamente por ese comportamiento que interpretó como una señal de anticatolicismo y que le parecía indigno.

Gérard Anaclet Vincent Encausse, alias
Papus
,
[22]
fue otro ejemplo de ocultista estrechamente relacionado con la masonería. Nacido en La Coruña el 13 de julio de 1865, hijo de un químico francés y una española, siendo joven Encausse se dedicó al estudio de la cábala, el tarot, la magia, la alquimia y los escritos de Éliphas Lévi. Se unió a la Sociedad Teosófica —de la que luego hablaremos— al poco de ser fundada por madame Blavatsky, aunque no tardó en abandonarla al contemplar cómo su interés se desplazaba hacia Oriente.

Papus estaba muy influido por el marqués Joseph Alexandre Saint-Yves d'Alveydre, que había heredado los papeles de Antoine Fabre d'Olivet, uno de los padres del ocultismo francés. En 1888, Papus, Saint-Yves y el marqués Stanislas de Guaita fundaron la Orden cabalística de Rosacruz. Tres años después, Papus estableció la Orden de los Superiores Desconocidos, comúnmente conocida como la Orden de los Martinistas. La orden en cuestión se basaba en dos ritos masónicos extintos, el rito de los Elegidos Cohen de Martínez Paschalis (o Pasqually) y el Rito rectificado de Saint Martin de Louis Claude de Saint-Martin, «el filosófo desconocido». La orden martinista sería la ocupación principal de Papus en los años siguientes y ha perdurado corno una parte central de su legado. La ocupación principal, que no la única. En 1893, Papus fue consagrado obispo de la Iglesia gnóstica de Francia, fundada por Jules Doinel en 1890 con la intención de resucitar la religión de los cátaros. Por si fuera poco, en 1895 Papus se unió al Ahathoor Temple de la Golden Dawn (Aurora Dorada) de París.

El interés de Papus por la masonería fue extraordinario. Le desagradaba el carácter ateo de algunos masones del Gran Oriente francés, pero, a la vez, organizó para el 24 de junio de 1908 una conferencia masónica internacional. Fue precisamente en el curso de esta conferencia donde Papus recibió del masón Theodor Reuss la patente para establecer un Supremo Gran Consejo General de los ritos unificados de la masonería antigua y primitiva y, muy posiblemente, el control de la OTO, a la que luego nos referiremos, en Francia.

Papel mucho mayor representó la masonería en la fundación del grupo ocultista más importante del siglo XIX. Nos estamos refiriendo a la Sociedad Teosófica. Fundada en 1875 por Helena Blavatsky,
[23]
su primer presidente fue el coronel Henry Steel Olcott, un masón. El 24 de noviembre de 1877, la propia Blavatsky fue iniciada en la masonería. Sin embargo, más importante que ese episodio es la manera en que para sus puntos de vista se basó en la
Royal Masonic Cyclopaedia
, publicada ese mismo año y debida a Kenneth Mackenzie.

Madame Blavatsky desarrollaría su especial visión del ocultismo en
La doctrina secreta
e
Iris sin velo
, dos obras a las que se ha acusado no sin razón de contener abundante material plagiado. Sin embargo, lo más interesante no es su carácter no original —algo que compartiría, por ejemplo, con las visiones de la adventista Ellen White— sino la existencia de no pocos paralelos con la visión gnóstico-masónica de Pike. En madame Blavatsky también existe una insistencia en el enorme valor de las religiones paganas —especialmente de sus manifestaciones mistéricas— en la minimización del cristianismo como Verdad, en creencias como la posibilidad de autodeificación del ser humano o la reencarnación, e incluso en un luciferinismo muy similar al que Pike muestra en sus obras. Dentro de una línea históricamente típica en la gnosis, madame Blavatsky contraponía al positivo Lucifer frente al Jehová bíblico, al que identificaba, ni más ni menos, que con Caín, el protoasesino.
[24]

Madame Blavatsky fue un personaje enormemente comprometido al que se acusó, con razón, de perpetrar fraudes en sesiones de espiritismo y de aprovecharse de sus adeptos. En ese contexto, la asociación de la ocultista con la masonería resultaba un tanto delicada y hubo quien se atrevió incluso a cuestionarla. Sería la propia Blavatsky la que defendería la realidad de su iniciación en una carta publicada por el
Franklin Register
de 8 de febrero de 1878.

También resulta significativo el hecho de que las dos continuadoras de la obra de madame Blavatsky, las ocultistas Annie Besant y Alice Bailey, tuvieran una vinculación muy estrecha con la masonería. Annie Besant, feminista, partidaria de la independencia de Irlanda y de la India, y fundadora de distintas instituciones destinadas a la expansión del ocultismo, es un personaje esencial para comprender la entrada del orientalismo en Occidente décadas antes de la segunda guerra mundial. Presidenta de la Sociedad Teosófica desde 1907 hasta su muerte en 1933, había sido ya iniciada en la masonería el 26 de septiembre de 1902. En 1911 se convirtió en vicepresidenta y Gran Maestra del Consejo Supremo de la Orden Internacional de la Comasonería, una obediencia que permite la iniciación de mujeres y que había sido fundada en Francia en 1893. La comasonería se extendería precisamente a Gran Bretaña en 1902 gracias al empeño de la Sociedad Teosófica y, muy especialmente, de Annie Besant.

Por lo que se refiere a Alice Bailey, debe indicarse que su marido, Foster, era masón —llegó a colaborar en el
Master Masos Magazine
— y autor del libro
El espíritu de la masonería
. El texto de Foster Bailey seguía la línea de Pike y de otros autores masones anteriores y posteriores en el sentido de vincular las enseñanzas de la masonería con la cábala, la gnosis, los misterios de Isis o el culto de Krishna. Al igual que madame Blavatsky o Annie Besant, Alice Bailey profesaba un claro luciferinismo y debe ser considerada como un claro precedente del movimiento actual de la Nueva Era o New Age.

La vinculación entre la Sociedad Teosófica y la masonería no ha disminuido con el paso de los años. Todavía en la actualidad son masones los principales difusores de esta secta y no deja de ser significativo que Mario Roso de Lunas
[25]
(1872-1931), el teósofo español más conocido, que, como Cagliostro y Joseph Smith, pretendía poder encontrar tesoros ocultos, y que fue autor de una biografía hagiográfica de madame Blavatsky, fuera iniciado en la masonería en Sevilla, en enero de 1917. Pero la Sociedad Teosófica no fue una excepción.

De The Golden Dawn a Aleister Crowley

La Sociedad Teosófica no fue, ni con mucho, el único grupo ocultista nacido en el siglo XIX en conexión con personajes pertenecientes a la masonería. De hecho, un caso aún más acentuado es el de la Orden Hermética de la Aurora Dorada o Golden Dawn, una denominación propia de la masonería y que incluso dio nombre a una de las primeras publicaciones de los Testigos de Jehová. La Golden Dawn fue fundada en 1888 por los masones Samuel Liddell MacGregor Mathers y William Wynn Westcott, junto a William Robert Woodman. Westcott fue iniciado en la masonería el 24 de octubre de 1871 y ascendido a maestro seis años después. MacGregor Mathers, por su parte, fue iniciado el 4 de octubre de 1877.

La Golden Dawn tenía una cosmovisión totalmente ocultista que —no puede negarse— derivaba de la propia masonería. Como en el caso de Pike, hacía referencia a la cábala, a las religiones mistéricas del paganismo y al antiguo Egipto. También como Pike, sostenía la posibilidad de alcanzar un status divino. A todo esto añadía referencias al sistema mágico de Eliphas Lévi y un enorme interés por los grímorios medievales. Por la Golden Dawn pasaron personajes ilustres enormemente interesados en el ocultismo, como W. B. Yeats, Arthur Machen, A. E. Waite y Aleister Crowley, al que nos referiremos más adelante en este capítulo.

No menos importante que la Golden Dawn en la historia del ocultismo contemporáneo fue la Ordo Templi Orientis (OTO). Su fundación se debió también a un masón, en este caso de nacionalidad austriaca y de nombre Carl Kellner. En 1895, Kellner abordó el tema de la fundación de una Academia Masónica con su amigo Albert Karl Theodor Reuss, que había sido iniciado en la masonería el 9 de noviembre de 1876. Finalmente, ambos llegaron a la conclusión de que el nuevo colectivo debía ser denominado Orden Templaria Oriental y que el círculo interior debía estar organizado en paralelo a los ritos masónicos de Menfis y Mizraim. Para entrar en ese círculo sería obligatorio el haber sido iniciado en la masonería y las mujeres, de acuerdo con la tradición masónica más generalizada, quedarían excluidas.

En 1902, la orden no sólo estaba funcionando sino que incluso editaba una publicación masónica titulada La Oriflama. En 1905 falleció Kellner, y Reuss asumió el control absoluto de la OTO. Cinco años después, Reuss se encontró con Aleister Crowley y lo inició en la orden. Crowley es un personaje incómodo para muchos masones dado que era un satanista confeso e incluso estuvo envuelto presuntamente en la realización de sacrificios humanos. Sin embargo, lo cierto es que había sido iniciado en la masonería y que sus credenciales debían ser lo suficientemente sólidas como para que Reuss, en 1912, lo nombrara además Gran Maestro Nacional General X de la OTO para Gran Bretaña e Irlanda.

Crowley comenzó a practicar los ritos de los grados inferiores con el nombre de
Mysteria Mystica Máxima
o MMM, lo que no tardó en ocasionar protestas. Crowley no deseaba problemas legales y alegó que la OTO era una academia masónica pero no una orden masónica y, por lo tanto, no infringía «los justos privilegios de la Gran Logia Unida de Inglaterra». En 1913, Crowley introdujo la misa gnóstica en la OTO, que debía corresponderse con la misa católica. No pocos interpretaron aquel acto como una misa negra en la medida en que estaba destinada a maldecir a Dios más que a alabarlo.

La tensión iba a agudizarse en 1916 cuando Reuss, masón a fin de cuentas, revisó la constitución de la OTO para enfatizar su carácter masónico. Al año siguiente, la policía irrumpió en la logia de Crowley en Londres y la cerró bajo el cargo de que se dedicaba a «predecir la fortuna», un delito que, muy sensatamente, figuraba en las leyes británicas. Cuando concluyó la primera guerra mundial, Reuss siguió insistiendo en la autoridad masónica de la OTO. En 1920 asistió al congreso de la Federación Mundial de la Masonería Universal, donde se planteó la posibilidad de que la misa gnóstica de Crowley se convirtiera en «la religión oficial de todos los miembros de la Federación Mundial de la Masonería Universal en posesión del grado 18». La propuesta fue rechazada y, al parecer, Crowley intentó en 1921 distanciar el grupo del control masónico y así se lo planteó a Reuss. Sea como fuera, lo cierto es que en 1922 Reuss se retiró y dejó el control de la OTO en manos de Crowley como su sucesor oficial.

Crowley fue, a su vez, sucedido en 1942 por el alemán Karl Germer. La historia de Germer no deja de ser interesante porque, al llegar los nacionalsocialistas al poder en Alemania, fue detenido por hacer proselitismo masónico entre los estudiantes. Por suerte para Germer, sólo pasó recluido unos meses —meses en los que afirmó haberse encontrado con un ángel que le ayudó—, al cabo de los cuales fue puesto en libertad y pudo exiliarse a Estados Unidos. Sin embargo, el carácter político de la OTO no debía resultar muy claro porque durante los años 1944 y 1945 sus logias fueron aniquiladas pero por la Resistencia francesa. Dos años después, Crowley fallecía.

La muerte de Crowley puso fin a una de las vidas dedicadas más intensamente a la causa del ocultismo, vida, dicho sea de paso, que no dejó de entrecruzarse con la masonería y los masones. Icono de los Beatles en la portada del LP
Sargeant Pepper
, nacido el 12 de octubre de 1875 en Leamington Spa, Inglaterra, Edward Alexander (Aleister) Crowleyr era hijo de unos padres pertenecientes a los Hermanos de Plymouth, una denominación evangélica. Crowley fue creciendo con un odio profundo al cristianismo, hasta el punto de que, siendo niño, puso a una rana el nombre de Jesucristo, y, acto seguido, se divirtió crucificándola. Gustaba asimismo de identificarse con el 666, el número de la Bestia del Apocalipsis. Estudió en Cambridge y en 1898 fue iniciado en la Golden Dawn.

Crowley no tardó en desilusionarse con la Golden Dawn y en 1900, estando en México, fue iniciado en la masonería, según él mismo relata en sus
Confesiones
.

En 1903 se casó con Rose Kelly y marchó a Egipto para pasar la luna de miel. A inicios de 1904, encontrándose en El Cairo, Rose comenzó a entrar en trance y a decir a su marido que el dios Horus deseaba hablarle. Dado que Rose no había tenido previamente este tipo de experiencias, Crowley la llevó al Museo Boulak y le pidió que le señalara al dios en cuestión. La mujer se detuvo ante una estela funeraria donde aparecía Horus y que estaba numerada con el 666. Del 8 al 9 de abril de 1904, Crowley recibió, según él, una revelación a la que daría el nombre de
Liber AL vel Legis
o
Libro de la Ley
, inicio de la era de Horus que sería gobernada por la ley de Thelema (la palabra griega para voluntad). Esa ley podía resumirse en la fórmula: «Haz lo que quieras.» Antes de que concluyera el año, Crowley fue iniciado en la logia anglosajona n. 343 que desde 1964 se encuentra bajo la jurisdicción de la Gran Logia Nacional Francesa de París como n. 103.

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