Read El poder está dentro de ti Online

Authors: Louise L. Hay

Tags: #Autoayuda

El poder está dentro de ti (11 page)

BOOK: El poder está dentro de ti
13.47Mb size Format: txt, pdf, ePub
ads

A veces preferimos morir antes que cambiar un hábito. Y nos morimos. He visto que muchas personas prefieren morir a cambiar un hábito alimentario Y se mueren. Esto es bastante terrible cuando le sucede a un ser querido y nos damos cuenta de las opciones alternativas que podría haber tomado.

Sea cual sea la elección que hagamos, siempre será la correcta para nosotros, y no hay nada de qué culparse, incluso en el caso de que abandonemos el planeta. Todos dejaremos el planeta tarde o temprano, y encontraremos la forma de hacerlo en el momento oportuno para nosotros.

No nos culpemos por fracasar o por hacer mal las cosas. No nos sintamos culpables. No hay ninguna culpa. Nadie hace mal nada. Todos hacemos las cosas lo mejor que podemos con el entendimiento y la información de que disponemos. Todos tenemos nuestro Poder interior, recuérdalo, y hemos venido aquí a aprender ciertas enseñanzas. Nuestro Yo Superior conoce nuestro destino y sabe lo que necesitamos aprender para progresar en nuestro proceso evolutivo. No hay ningún modo equivocado o malo de hacer las cosas, simplemente «hay». Todos estamos embarcados en un viaje infinito por la eternidad, y tenemos una vida tras otra. Lo que no resolvemos en una vida lo resolveremos en alguna otra.

Los sentimientos reprimidos llevan a la depresión

La depresión es la rabia vuelta hacia dentro. Es también la rabia que pensamos que no tenemos derecho a sentir. Por ejemplo, es posible que consideres que no está bien sentir rabia contra tu padre o tu madre, o contra tu pareja o tu mejor amigo. Sin embargo la sientes, y además te sientes atascado por ello. Esa rabia se transforma en depresión. Actualmente hay muchísimas personas que sufren de depresión, incluso de depresión crónica. Cuando se llega a este extremo es muy difícil salir de ella. La persona se siente tan inútil, tan desesperada, que le cuesta un enorme esfuerzo hacer cualquier cosa.

Por muy espiritual que seas, tienes que fregar los platos de vez en cuando, No se pueden dejar los platos sucios amontonándose en el fregadero con la excusa: «Ah, es que yo soy metafísico». Lo mismo ocurre con los sentimientos: si quieres tener una mente que discurra libremente, deberás lavar tus platos sucios mentales.

Una de las mejores formas de hacerlo es darse permiso para expresar parte de la rabia, y así reducir un poco la depresión. Actualmente hay terapeutas que se especializan en liberar la rabia. Una o dos sesiones con alguno de ellos te serán de gran utilidad.

Personalmente creo que todos necesitamos golpear la cama una vez a la semana, con o sin rabia. Hay algunas terapias que animan a entrar adentro de la propia rabia; yo pienso, sin embargo, que de este modo te sumerges en la rabia durante demasiado tiempo. Como cualquier emoción que aflora, la rabia dura sólo unos minutos. Los bebés entran y salen de sus emociones con mucha rapidez. Es nuestra reacción ante la emoción lo que nos hace aferrarnos a ella y reprimirla.

Elisabeth Kübler-Ross emplea un maravilloso ejercicio en sus seminarios; ella lo llama «exteriorización». Hace que los participantes agarren un trozo de manguera de goma y golpeen con ella unos cuantos listines de teléfono viejos una y otra vez, dejando emerger todo tipo de emociones.

Cuando liberamos la rabia, es normal que nos sintamos un poco avergonzados, sobre todo si expresarla va contra nuestro código familiar. La primera vez que lo hagas te sentirás violento, pero una vez te acostumbres, hasta puede ser divertido, y en todo caso es muy poderoso. Dios no te va a odiar por enfadarte. Una vez que hayas liberado parte de esa vieja rabia, serás capaz de mirar tu situación bajo una nueva luz y de encontrar soluciones.

Otra cosa que sugeriría a una persona deprimida es que trabaje con un buen dietista para limpiar su dieta. Es sorprendente el efecto beneficioso que esto tiene en la mente. Las personas deprimidas suelen comer muy mal, lo cual aumenta el problema. Todos necesitamos que los alimentos que tomamos sean buenos para nuestro cuerpo. Además, muchas veces nos encontramos con que hay un desequilibrio químico en el cuerpo que se agrava aún más por la ingestión de algún tipo de medicamento.

Otro maravilloso tratamiento para liberar sentimientos es el
rebirthing
(
renacimiento
) porque va más allá del intelecto. Si nunca has hecho una sesión de
rebirthing
, te recomiendo que lo pruebes. Ha ayudado enormemente a muchas personas. Es una modalidad de respiración que te ayuda a conectar con problemas pasados de ‘nodo que los puedas liberar de forma positiva. Algunos terapeutas de
rebirthing
te hacen repetir tus afirmaciones mientras dura la sesión.

También son recomendables trabajos corporales como el
rolfing,
que consiste en un tratamiento de profunda manipulación del tejido conectivo. Este método fue creado por Ida Rolf, Tenemos, asimismo, las técnicas Heller y Trager. Todos estos procedimientos son excelentes formas de liberar pautas de comportamiento restrictivas que se almacenan en el cuerpo. Una determinada terapia puede ser buena para algunas personas y no para otras. La única manera de descubrir cuál es la que nos va mejor es probar diferentes posibilidades.

La sección de autoayuda de las librerías es un excelente lugar para informarse sobre las distintas alternativas. Las tiendas de alimentos dietéticos suelen tener información sobre reuniones y clases. Cuando el discípulo está dispuesto, aparece el maestro.

El temor es falta de confianza

El temor se ha extendido por el mundo. Lo vemos y lo escuchamos cada día en los telediarios. Está presente en forma de guerras, asesinatos, codicia y mucho más. El temor es falta de confianza en nosotros mismos. Debido a eso no confiamos en la Vida. No confiamos en que estamos protegidos en un plano superior, de modo que necesitamos controlarlo todo en el plano físico, Es lógico, pues, que sintamos miedo porque no podemos controlarlo todo en nuestra vida.

Cuando deseamos superar nuestros temores aprendemos a confiar. Esto se llama dar «el salto de fe»: confiar en el Poder interior que está conectado con la Inteligencia Universal. Confiar en lo que es invisible en lugar de confiar únicamente en el mundo físico y material. No quiero decir que nos quedemos cruzados de brazos sin hacer nada, sino simplemente que si confiamos vamos a pasar por la vida con mucha más facilidad. ¿Recuerdas lo que dije anteriormente? Yo creo que todo lo que necesito saber se me revela. Confío en que se me cuida y se me protege, aun cuando no tenga el control físico de todo lo que sucede a mí alrededor.

Cuando surge un pensamiento de temor, en realidad lo que intenta es protegerte. Te sugiero que le digas: «Sé que quieres protegerme y aprecio tu deseo de ayudarme. Gracias». Reconoce que el pensamiento de temor está ahí para cuidar de ti. Cuando tienes un susto de tipo físico, tu cuerpo bombea adrenalina para protegerte del peligro. Lo mismo sucede con el temor que fabricamos en la mente.

Observa tus miedos e identifícalos. Ellos no son tú. Piensa en el miedo de la misma forma en que piensas en una película: lo que ves en la pantalla no está ahí en realidad. Las imágenes que se mueven son solamente trozos de celuloide que cambian y desaparecen con rapidez. Nuestros temores vienen y van con la misma rapidez que esas imágenes, a no ser que insistamos en aferrarnos a ellos.

El temor es una limitación de nuestra mente. La gente tiene muchísimo miedo de ponerse enferma, de quedarse sin casa o de cualquier otra cosa. La rabia es el temor que se convierte en mecanismo de defensa. Trata de protegerte, y, no obstante, te sería muchísimo más provechoso hacer afirmaciones para dejar de recrear situaciones terribles en tu mente en el intento de amarte a través del temor. Nada nos viene de fuera. Estamos en el centro de todo lo que sucede en nuestra vida. Todo está en nuestro interior: toda experiencia, toda relación, es el reflejo de una pauta mental que tenemos dentro.

El temor es lo contrario del amor. Cuanto más dispuestos estamos a amarnos y a confiar en nosotros mismos, más atraemos esas cualidades hacia nosotros. Cuando pasamos por una racha de verdadero miedo, inquietud o preocupación, o no nos sentimos a gusto con nosotros mismos, ¿no es sorprendente cómo todo va mal en nuestra vida? Una cosa tras otra. Parece la historia de nunca acabar.

Bien, pues, lo mismo pasa cuando nos amamos verdaderamente. Todo comienza a ir por la senda del triunfo, «las luces se nos ponen verdes» y encontramos «sitios para aparcar». Todas esas cosas que hacen tan agradable la vida, las pequeñas y las grandes. Nos levantamos por la mañana y el día se despliega bellamente.

Ámate para que puedas cuidar de ti mismo. Haz todo lo que puedas para fortalecer tu corazón, tu cuerpo y tu mente. Vuélvete hacia tu Poder interior. Busca una buena conexión espiritual y esfuérzate por mantenerla.

Si te sientes amenazado o asustado, respira conscientemente. Con frecuencia retenemos el aliento cuando estamos asustados. Respira hondo unas cuantas veces. La respiración abre el espacio interior que es tu poder, fortalece la columna vertebral, abre la caja torácica y deja al corazón más espacio para dilatarse. Al respirar empieza a echar abajo barreras y a abrirte. Di: «Soy uno con el Poder que me ha creado. Estoy seguro y a salvo. Todo está bien en mi mundo».

La limpieza de las adicciones

Las adicciones son formas que tenemos de enmascarar nuestros temores: suprimen las emociones para que no sintamos. Hay muchos tipos de adicciones además de las químicas. También están las que yo llamo «adicciones a pautas», a esos hábitos que adoptamos para evitar estar presentes en nuestra vida. Cuando no queremos afrontar lo que tenemos delante, o cuando no deseamos estar donde estamos, echamos mano de una pauta o hábito que nos mantiene desconectados de nuestra vida. Para algunas personas puede ser una adicción a la comida o a algún producto químico. Puede que haya una disposición genética al alcoholismo, pero la opción de seguir enfermo es siempre individual. Muchas veces, cuando hablamos de que algo es hereditario, se trata en realidad de la aceptación por parte del niño pequeño de la forma de afrontar el temor que empleaban su padre o su madre.

Para otras personas, están las adicciones emocionales. Se puede ser adicto a encontrar defectos en la gente. Pase lo que pase, siempre se encuentra a alguien a quien echarle la culpa: «La culpa es suya, ellos me hicieron esto».

Hay adictos a las facturas. Muchas personas son adictas a endeudarse; hacen todo lo posible por estar siempre llenas de deudas. Y por lo visto, esto no tiene nada que ver con la cantidad de dinero de que dispongan.

También hay personas adictas al rechazo. Dondequiera que vayan atraen a gente que las rechaza. Encuentran rechazo por todas partes. Sin embargo, el rechazo del exterior es un reflejo de su propio rechazo. Si estas personas no se rechazaran, nadie las rechazaría, y aunque lo hicieran, ciertamente a ellas no les importaría. Si éste es tu caso, pregúntate: « ¿Qué es lo que no acepto de mí?».

Hay muchísimas personas adictas a la enfermedad. Siempre están enfermas o preocupadas por el temor de enfermar. Es como si pertenecieran al Club de la Enfermedad del Mes.

Si has de ser adicto a algo, ¿por qué no lo eres a amarte a ti mismo? Podrías ser adicto a hacer afirmaciones positivas o a llevar a cabo cosas que te apoyen y te alienten.

La necesidad compulsiva de comer en exceso

Recibo muchísimas cartas de personas que tienen problema de exceso de peso. Siguen una dieta para adelgazar durante dos o tres semanas y la dejan. Entonces se sienten culpables por haberla abandonado. En lugar de apreciar que hicieron cuanto pudieron, se enfadan consigo mismas y se sienten agobiadas por la culpa. Para castigarse, pues la culpa siempre busca castigo, van a restaurantes y comen alimentos que no son buenos para su cuerpo. Si estas personas lograran reconocer que durante esas dos o tres semanas que siguieron un determinado régimen hicieron algo maravilloso para su cuerpo, y dejaran de cubrirse con capas y más capas de culpa, podrían romper el hábito. Podrían comenzar a decir: «Yo tenía un problema de peso; ahora me doy permiso para tener el peso perfecto para mí», y el hábito de comer en exceso empezaría a marcharse. Sin embargo, no es necesario concentrarse demasiado en el problema de la comida porque no es ahí donde está el verdadero problema.

El hecho de comer en exceso siempre significa que hay una necesidad de protección. Cuando uno se siente inseguro o asustado, se cubre de una almohadilla o capa de seguridad. El peso no tiene nada que ver con la comida. La mayor parte de la gente se pasa la vida enfadada consigo misma por estar gorda. ¡Qué desperdicio de energía! Lo que hay que comprender, más bien, es que hay algo en nuestra vida que nos hace sentir inseguros o en peligro. Puede tratarse del trabajo, el cónyuge, la propia sexualidad o la vida en general. Si tienes un problema de exceso de peso, dé jalo a un lado, no te preocupes por la comida y presta atención a esa pauta interior que dice: «Necesito protección porque me siento inseguro».

Es asombrosa la forma en que responden nuestras células a estas pautas. Cuando desaparece la necesidad de protección, cuando comenzamos a sentirnos seguros, la grasa se diluye. Lo he observado en mi propia vida: cuando no me siento segura y a salvo, comienzo a engordar. Cuando mi vida transcurre muy acelerada, y trabajo demasiado y me siento desbordada, experimento una necesidad de protección, una necesidad de seguridad. Entonces digo: «De acuerdo, Louise, ya es hora de que trabajes para sentirte segura. Quiero que sepas de verdad que estás a salvo, que todo va bien y que puedes hacer lo que quieras, estar donde quieras y tener todo lo que está sucediendo ahora mismo. Estás a salvo y yo te amo».

BOOK: El poder está dentro de ti
13.47Mb size Format: txt, pdf, ePub
ads

Other books

My Kind of Wonderful by Jill Shalvis
Riverrun by Andrews, Felicia
Bonded by Blood by Bernard O'Mahoney
Moonlight by Amanda Ashley
Desperate by Daniel Palmer
Cripple Creek by James Sallis