Authors: Leandro Palencia
Hiraoka Kimitake
14 de enero de 1925 en Tokio, Japón — 25 de noviembre de 1970 en Tokio, Japón
Descendía de una familia samurai de rancio abolengo. Desde niño estuvo influido por su opresiva abuela, con quien vivió hasta los doce años. A ella le disgustaba el comportamiento rudo de los chicos y prohibió a Mishima que se relacionara con ellos o que los imitara. De hecho, la abuela le solía vestir como a una niña. Desde el principio Mishima sólo tuvo patrones femeninos con los que construir su identidad y con el tiempo se volvió misógino y obsesivo con la búsqueda de la masculinidad (prefería vestir con uniformes) y las manifestaciones homoeróticas que pudieran enmascarar su ambigüedad sexual. Mientras estudia en la Universidad comienza a publicar, con la oposición de su violento padre, que a menudo destruye los manuscritos de su hijo. La popularidad y la aclamación crítica de sus escritos —poesía, novelas, ensayos (sobre Jean Genet u Oscar Wilde)— le acompañan durante el resto de su vida. Durante la Segunda Guerra Mundial finge tener síntomas de tuberculosis y es declarado inútil, una simulación de la que más tarde se arrepentiría. "Confesiones de una máscara" (1949) es su primera novela, semiautobiográfica, la exposición de los conflictos sociales de un joven gay desde los cuatro años. En ella asocia el homoerotismo al sadomasoquismo y a la muerte, a raíz del cuadro de Guido Reni sobre San Sebastián. Imagen que incita al protagonista, ya con doce años, a masturbarse por vez primera: «Aquel día cuando mi vista se posó en el cuadro, todo mi ser se estremeció de pagano goce. Mis manos de una manera totalmente inconsciente iniciaron unos movimientos que nadie les había enseñado. Sentí que algo secreto y radiante se elevaba, con paso rápido, para atacarme desde dentro de mí. De repente estalló y trajo consigo una cegadora embriaguez. Esa fue mi primera eyacula-ción. Y también fue el principio, torpe y totalmente imprevisto, de mi "vicio"».
"Colores prohibidos" (1951 y 1953) fue otra novela de tema homosexual. Con la excusa de prepararla frecuentó los marginales locales gays de Tokio. Escribiéndola quiso erradicar la idea generalizada de que las relaciones gays se modelan a partir de las heterosexuales, donde el hombre toma una actitud activa y la mujer pasiva. Según Mishima las relaciones gays superan tal dicotomía para establecerse sobre el amor entre dos hombres. En su obra también señala que «la amistad, el amor de los camaradas, la filantropía, el amor entre maestro y protegido"» son variantes del amor homosexual. "Ba-ra-kei: Ordeal by Roses" (1963) es un libro de fotografías eróticas en el que Mishima muestra narcisistamente su cuerpo desnudo sobre la nieve ataviado con las joyas de su esposa y una espada del siglo XVI. Era un fanático del culturismo, acudiendo los últimos quince años de su vida a un gimnasio tres veces por semana donde se obligaba a levantar pesas con su propio abdomen sin utilizar las manos, porque para él un cuerpo que mereciera llamarse varonil, requería de dolor y sangre. Su necesidad de convertirse en un hombre de acción le llevó a exhibirse en películas. Como actor interpretaba papeles dispares, a menudo de menor importancia, en los que anuncia constantemente su voluntad de morir. Por ejemplo, hace de gángster y escribe el guión de
El muchacho de los vientos fríos
(Yasuzo Masumura, 1960). En
El lagarto negro
(1968), protagonizada por el gay Akihiro Maruyama (o Miwa), un
onnagata
o actor travestido que hace de una poderosa criminal que se enamora de un detective, Mishima tiene un papel como estatua humana —también hace el guión-, Pero además dirige y produce películas como en el caso de
Patriotismo/Ritos de amor y muerte
(1966) donde interpreta a un oficial que se hace el
seppuku
tras una revuelta fallida, negativo que quiso ser destruido por su viuda, Yoko Mishima. A parte, claro está, de las numerosas adaptaciones que se hicieron de su obra, entre las que él destacó
Enjo
(Kon Ichikawa, 1958), basada en "El pabellón de oro", sobre un muchacho afligido por un complejo de inferioridad. Mishima estaba fascinado por el Japón Imperial y por las tradiciones de los samuráis de honor, belleza, artes marciales y nacionalismo. Anhelando tal ideal de culto a la masculinidad y a los lazos viriles —no muy lejano del modelo militar pederástico de Esparta— fundó la Sociedad del Escudo, una organización paramilitar de extrema derecha formada por cien jóvenes. Con tres de ellos intentó un golpe de estado con el que pretendía «restaurar la verdadera forma del Japón», el militarismo abolido tras la Segunda Guerra Mundial, pero fracasó y cometió
seppuku.
Uno de sus compañeros, Masakatsu Morita, de quien se rumoreaba era su amante, fue incapaz de decapitarlo tal como exigía el rito heroico de los samuráis y Morita también se quitó la vida, lo que algunos interpretaron como un
shinju
o suicidio de dos amantes o amigos. La muerte de Mishima tuvo una amplia repercusión internacional. Unos meses antes se había fotografiado como si fuera San Sebastián. Tuvo dos hijos. Según se dice, sólo tuvo
affaires
gays cuando viajaba al extranjero. Paul Schrader rodó su
biopic
en
Mishima
(1985), donde se oculta su identidad sexual por mandato de su viuda.
En la cinematografía japonesa los géneros sobre samuráis y yakuzas o "gángsters" siempre han estado abiertos a interpretaciones homoeróticas. A principios de los años sesenta los estudios Nikkatsu lanzaron un nuevo género, el
pinku eiga
o "película rosa", una especie de porno blando sadomasoquista con pretensiones artísticas que a finales de la década se radicalizó con temas políticos. Quizá sea Nagisa Oshima el más conocido de los directores que las rodaron. Hay miles de ellas y con frecuencia se realizan con bajo presupuesto, se producen rápidamente y duran una hora. Solían introducir escenas lesbianas para deleite de un público masculino y a partir de los años ochenta también tienen un interés homosexual. Japón es la única cinematografía del mundo que crea tramas homoeróticas protagonizadas por jóvenes destinadas al placer
voyeurístico
de jóvenes mujeres heterosexuales. Son las
shonen ai
o "amor de chicos", generalmente ideadas por féminas y que incluyen coqueteos, travestismo, romances y erotismos gays. Un consumo de imágenes que quizá tenga su base en la cultura misógina japonesa, pues en esas cintas la mujer puede identificarse con un rol masculino. También la producción en masa del
manga
y del
anime
ha hecho más notorio para un público infantil y adolescente la sexualidad transgresiva
queer,
porque esos personajes, sean masculinos o femeninos, son dibujados prácticamente con los mismos rasgos y sólo les saca de su neutralidad/ambigüedad el corte de pelo. Que esto sea así se debe a las leyes de censura japonesa que prohiben la desnudez frontal. A principios de los años noventa Japón experimentó el llamado
gay boom,
saturándose los medios de comunicación de masas con curiosidades sobre la homosexualidad y promoviéndose muchas novelas y películas sobre el tema. La mayoría fueron criticadas por trivializarla.
El continente asiático ha producido diversas obras de interés sobre la homosexualidad que luego fueron exportadas, Como la chinahongkongiense
Adiós a mi concubina
(Chen Kaige, 1993) sobre un travesti, encarnado por el andrógino actor gay Leslie Cheung (1956-2003), la taiwanesa
El banquete de bodas
(Ang Lee, 1993) sobre homosexuales, la indiocanadiense
Fire
(Deepa Mehta, 1996) sobre lesbianas, la hongkongniense
Happy Together
(Wong Karwai, 1997) sobre gays o las tailandesas
Iron Ladies
(1999) y
Beautiful Boxer
(Ekachai Uekrongtham, 2003) sobre transexuales.
21 de abril de 1963 en El Paso (EE.UU.)
De múltiples talentos —actor, cantante, guionista, director— tuvo un amplio reconocimiento público con la comedia existencial
Hedwig and the Angry Inch
(2001), una película inusual e irresistible que se basaba en su éxito teatral homónimo de 1998. La cinta fue definida como una
ópera-punk-ultra-glam
aunque Mitchell prefiere hablar de ella como "«un cuento de hadas de
rock'n'roll
». Trata de un transexual aspirante a cantante internacional y el título hace referencia a la chapucera operación de cambio de sexo que la dejó con una «pulgada airada». Las canciones y las letras, con una gran variedad de estilos, son de Stephen Trask y se inspiran en las de sus ídolos David Bowie, Lou Reed e Iggy Pop. Una de las más emocionantes, "The Origin of Love", relata la fábula de Aristófanes para explicar la orientación sexual siendo recogida de
El banquete
de Platón. Según canta Hedwig, «Entonces había tres sexos. Uno que parecía dos hombres pegados espalda con espalda. Se llamaban los Hijos del Sol... Las Hijas de la Tierra eran como dos chicas fundidas en una pieza. Y los Hijos de la Luna... eran mitad sol y mitad tierra, mitad hija y mitad hijo». Los dioses los partieron por la mitad y los separaron y «Nos convertimos en criaturas solitarias de dos patas». Al final de la cinta Hedwig, aceptando su soledad y sufrimiento, canta «Respira. Ama. Da. Libera... sabes que estás completado y que estás brillando como la estrella más brillante». Hedwig es una criatura dividida. En Berlín del Este era Hansel. Después de enamorarse de un soldado estadounidense le persuaden para que se opere y así pueda salir del país y casarse. Pero, como cantará más tarde, «Mi ángel de la guardia se durmió. Ahora tengo una entrepierna de Barbie... Tenía seis pulgadas, me quitaron cinco». Y continúa con humor y desesperación, «Me sangraba entre la pierna. ¿Mi primer día de mujer y ya me toca?». En la escena de apertura se hace un paralelismo entre su personaje, la caída del muro de Berlín y la carencia de una identidad: «Hedwig es como ese muro. De pie ante ustedes en brecha entre oriente y occidente. Esclavitud y libertad. Hombre y mujer. Arriba y abajo». Hedwig es la revolucionaria encarnación del deseo. ¿Un transexual?, ¿un
drag queen
? La operación no la ha proporcionado un género definido sino más bien ambiguo, ambivalente. Un híbrido múltiple indeterminado al igual que la misma película, parte musical, parte
biopic,
parte animación, etc. Un símbolo de la identidad
queer,
que elige, reconstruye su identidad. Porque ésta sea racial o sexual o de cualquier otra clase, no es una identidad estática y esencializada sino un estado fluido constituido por una serie de
performances. Hedwig and the Angry Inch
es el epítome de la película
queer.
La actriz Miriam Shor, encarna al muy masculino Yitzhak, el segundo esposo de Hedwig y aspirante a
drag queen.
Mitchell conoció a Trask en 1997 en un vuelo y le propuso que compusiera canciones para Hedwig. El personaje lo representó primero en un club
drag punk
de Nueva York, donde Mitchell combinaba los números musicales con monólogos, a la par que desarrollaba la apariencia del transexual. Mientras, para financiar su proyecto, interviene en
sitcoms
o en anuncios. Cuando el espectáculo se hace más largo se presenta en el off-Broadway, siendo saludado como uno de los mejores de rock nunca producidos. Christine Vachon lo ve y se siente cautivada. La película le valió a Mitchell el premio al mejor director y del público en el Festival de Sundance. Era su debut detrás de las cámaras. Como Hedwig está estupendo, su vestuario es sorprendente —se pone 41 conjuntos diferentes, algunos de Jean Paul Gaultier— y la música es maravillosa. Este musical sobre tema
queer
ha sido una excepción que ha atraído a un gran número de aficionados heterosexuales. Al igual que los musicales dirigidos a un público gay,
Hedwig and the Angry Inch
comparte el culto a la diva, elemento esencial en la relación de los homosexuales con el género.
Hijo de un oficial del ejército estadounidense y de una ama de casa escocesa vivió en varios lugares del mundo debido al oficio de su padre. Este fue comandante militar en Berlín Oeste de 1984 a 1988 y allí Mitchell conoció a una mujer que hacía de canguro para los hijos del personal militar y, a tiempo parcial, se prostituía. Fue la inspiración para Hedwig. El personaje de Tommy Gnosis, solitario y confuso, se basa más en su propia vida. Mitchell creció despreciándose por ser gay pero con veinte años se desarmarizó ante su familia. Ellos le apoyaron. Estudió teatro en la Universidad pero la abandonó antes de graduarse. No obstante, manifestó que «Me expulsaron de la Universidad después de que entregara una brillante tesis sobre la agresiva influencia de la Filosofía alemana sobre el
rock and roll,
titulada "You, Kant, Always Get What You Wan't"». O al menos eso repetirá Hedwig. En California poco a poco va consiguiendo pequeños papeles en musicales y en la televisión. Regresa a Nueva York y ya apuesta por el teatro. En 1992 recibe elogiosas reseñas y un Obie Award por su interpretación del joven Ned Weeks en "The Destiny of Me", del gay Larry Kramer, controvertido escritor pionero de una repuesta política al sida. En 1994 interpreta a dos personajes gays en "Hello Again", un musical de Michael John LaChiusa, considerado el heredero de Stephen Sondheim. Actualmente Mitchell quiere concentrarse en la dirección. Su última obra es
Shortbus
(2006), una cinta sexualmente explícita —homosexual y heterosexualmente— sobre la búsqueda del amor en Nueva York y desarrollada «alrededor de un "salon"
underground
moderno y multisexual inspirado en el modelo parisino de Gertrude Stein y los salones neoyorquinos contemporáneos que he conocido: música, literatura e incluso sexo en grupo». En su estreno en Cannes tuvo una tibia acogida. Junto a Gus Van Sant produjo
Tarnation
(2004), sobre la vida del gay Jonathan Caouette.
Norman Jean Baker
1 de junio de 1926 en Los Ángeles (EE.UU.) — 5 de agosto de 1962 en Los Ángeles (EE.UU.)
«Cuando comencé a leer libros me encontré con palabras como "frígida", "marginada" y "lesbiana". Me preguntaba si yo sería las tres cosas... Además, estaba el hecho de que siempre me emocionaba al ver a una mujer atractiva». Marilyn Monroe fue el icono erótico del siglo XX. Su aproximación natural y libre al sexo la convirtió en una especie de pionera del amor libre. A veces los hacía como favores para cimentar su carrera o como mero agradecimiento. «Dejaría que cualquier chico o chica hiciera lo que quisiera si creyera que es mi amigo». Los rumores sobre sus relaciones lesbianas surgieron incluso antes de su muerte. Norman Mailer acusó a Elizabeth Taylor de llamarla "bollera". Monroe comentó sobre los mismos: «La gente comenzó a decir que yo era lesbiana. Sonreí. Ningún tipo de sexo es malo si hay amor». Parece que en sus días de principiante Joan Crawford la invitó a su casa para ofrecerle ayuda y consejo y aprovechó para intentar seducirla. Según Matthew Smith en "Victim: The Secret Tapes of Marilyn Monroe" (2003) ésta comentó, «Nos metimos en la cama y nos echamos en los brazos la una de la otra. Craw-ford tuvo un orgasmo gigantesco y gritaba como una maníaca. La siguiente vez que la vi ella quería otro asalto. La dije que yo no disfrutaba mucho el sexo con mujeres. Después de eso se volvió rencorosa».