Scorpius (37 page)

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Authors: John Gardner

Tags: #Aventuras, #Policíaco

BOOK: Scorpius
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La primera bala dio al joven en un brazo, justamente cuando su mano tocaba ya el interior de la chaqueta. La apartó bruscamente cuando la segunda bala le dio de lleno en el pecho. Levantó los pies y cayó de espaldas, mientras Pearlman se abalanzaba hacia él esgrimiendo su arma dispuesto a descargarle el tiro de gracia en el caso de que fuera necesario.

El sombrero de amplias alas había saltado de la cabeza del joven y también su pelo rubio, que no era más que una peluca. El pelo rojizo de Ruth surgió de improviso como un grotesco truco de magia. La joven se retorció una sola vez, pero Bond no la miró siquiera. Había experimentado de pronto una extraña y acuciante sensación.

Volviéndose en redondo, atravesó el grupo de grandes personajes, sumido ahora en la más completa confusión, mientras los hombres del Servicio Secreto y los guardaespaldas se adelantaban para protegerlos. Pero uno de ellos no obró del mismo modo. Un miembro del Servicio de Vigilancia del primer ministro se había separado del grupo. Horrorizado, Bond reconoció a aquel hombre y al momento todos los detalles empezaron a encajar.

El superintendente Bailey había sacado su pistola y se situaba en posición de hacer fuego. Tenía las piernas separadas en perfecto equilibrio y los ojos fijos en su objetivo. El arma, como una extensión de sus brazos, estaba encañonada hacia el primer ministro.

Bond efectuó un movimiento de giro. En aquel instante, y por un momento infinitesimal, lo vio todo claramente, lo supo todo, comprendió por qué Scorpius siempre les había tomado la delantera. Bailey era el traidor. Se encontraba allí en el lugar que normalmente hubiera ocupado el jefe de la sección. Había estado presente en toda aquella operación. Bailey era el secuaz de Vladimir Scorpius.

Mientras las ideas se agolpaban en su mente durante una fracción de segundo, Bond apretó el gatillo dos veces más. El hombre de la Sección Especial no se dio cuenta de que iba a morir y no pudo prever de dónde provenían los tiros. Su cuerpo se estremeció ligeramente y fue a caer sobre unos rosales.

«El último enemigo» quedaba abatido. Bond se guardó la pistola y se reunió con los otros funcionarios del Servicio de Seguridad que intentaban restablecer la calma. De una cosa estaba seguro y era de que los desactivadores de bombas tendrían que enfrentarse a una tarea muy distinta a la suya normal. Porque no era frecuente que tuvieran que librar a un cadáver del peligro de volar por los aires.

—Un trabajo bien hecho, 007. Triste pero…, la verdad, es que no deberíamos tener que insistir en estas cosas.

M no miraba a Bond a los ojos. Habían transcurrido dos días desde el incidente. La prensa estuvo pendiente del caso durante toda la jornada, pero el Servicio Secreto de Inteligencia no fue mencionado en ninguno de sus comentarios. En cambio el Servicio Secreto norteamericano había recibido un trato bastante duro e incluso tuvo dificultades en el Congreso.

Los acontecimientos de la isla de Hilton Head no habían merecido ni una sola línea.

—No —M parecía inquieto—. De nada serviría seguir comentándolo.

—No, señor —respondió Bond, que parecía desprovisto de su calma habitual.

—Yo en su lugar me tomaría unas vacaciones.

—Sólo tres o cuatro días, si me lo permite.

—Tres o cuatro semanas, si así lo desea.

—Tendré que volver al trabajo lo antes posible, señor.

—Haga lo que mejor le parezca, comandante Bond. Firme la hoja y le daré curso.

—Gracias, señor.

Se levantó y empezó a caminar hacia la puerta.

—James…

—Diga, señor.

—Esa chica, la Shrivenham. La joven Trilby…

—Sí.

—La han traído aquí y Molony le está dando una ojeada. Según él, en pocos días estará fresca como una rosa.

—Me parece estupendo.

—Ha pedido verle… Es decir, si usted lo cree oportuno.

—Mejor dentro de una semana o cosa así. Primero tengo que asistir a un par de funerales en Estados Unidos. Luego, bueno, ya veremos.

—Es una chica adecuada para usted, James. Excelente familia y todo lo demás…

—Sí, sí. Ya lo veo, señor. Pero ahora si quiere perdonarme…

Cuando se marchaba ni siquiera dijo adiós a Moneypenny. Se sentiría mejor cuando hubieran terminado aquellos funerales. Quizá M tenía razón. Tal vez fuera oportuno llevar a Trilby a cenar o algo por el estilo. Estaba seguro de que Harry lo aprobaría.

JOHN GARDNER, nace en 1926. Hijo de un pastor anglicano, se enrola de joven en el ejercito, participando durante la Segunda Guerra Mundial en las campañas en el Extremo Oriente. De regreso a la vida civil, en 1953 es ordenado sacerdote anglicano, a lo que renuncia por falta de fe cinco años después, trabajando de mago, crítico teatral y periodista.

Comienza su carrera de novelista en 1965 con
El liquidador
, la primera de una saga de caricaturescas aventuras protagonizadas por Boysie Oakes; un tipo cobarde, que odia la sangre y tiene miedo a volar, algo difícil de asumir cuando no sólo se tiene licencia, sino obligación de matar.

Su producción literaria va de los trillers al estilo John LeCarré hasta el pastiche, recreando el universo sherlockiano con una trilogía sobre Moriarty. Tal vez por este espíritu a medio camino entre la renovación y la sumisión a los arquetipos, es elegido para dar nueva vida a James Bond.

En 1981 publica
License Renewed
, en la que vemos a un Bond acorde con los tiempos que corren, que renuncia casi por completo al alcohol, se hace fabricar por la casa Morland cigarrillos ligth y adquiere un Saab 900 Turbo tras vender su amado Bentley, a consecuencia del constante aumento en el precio de los carburantes.

Gardner muere en 2007, dejando tras de sí catorce novelas sobre el agente británico además de dos novelizaciones.

Fuente:
wikipedia.org
y
Biblioteca del Dr. Vértigo
.

Notas

[1]
Novelas
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Fecha
/
Título
1981
Licence Renewed
1982
For Special Services
1983
Icebreaker
(
Operación Rompehielos
; Grijalbo, 1984)
1984
Role of Honour
(
Misión de honor
; Grijalbo, 1986)
1986
Nobody Lives For Ever
(
Nadie vive eternamente
; Grijalbo, 1987)
1987
No Deals, Mr. Bond
(
Muerte en Hong Kong
; Grijalbo, 1988)
1988
Scorpius
(
Scorpius
; Planeta, 1989)
1989
Win, Lose or Die
1989
Licence to Kill
(
Licencia para matar
; Planeta, 1989. Novelización de la película del mismo título)
1990
Brokenclaw
1991
The Man from Barbarossa
1992
Death is Forever
1993
Never Send Flowers
1994
SeaFire
1995
GoldenEye
(
GoldenEye
; Planeta, 1995. Novelización de la película del mismo título)
1996
COLD

[2]
Véase
Misión de Honor
, de John Gardner.
<<

[3]
En dicha novela Bond recibe una herencia.
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[4]
En realidad, el apodo de Ann Reilly es «Q´ute», juego de palabras intraducible que fusiona «Q» con el adjetivo «cute» —cuyo significado es «lindo»—. Otras formas en que podemos ver traducido «Q´ute» son «La bella Q» o «Cuca».
<<

[5]
«Bonk», verbo transitivo que significa «golpear». También es la forma vulgar de «hacer el amor».
<<

[6]
«Harvester» es una empresa dedicada a la fabricación —entre otros productos— de maquinaria agrícola, de ahí el comentario de M: «
espero que la "cosecha" sea buena
». (Nota del Editor)
<<

[7]
Spycatcher
recoge las memorias del ex agente de los servicios británicos de espionaje Peter Wright. Las memorias de este ex espía constituyen un demoledor ataque contra la corrupción política, la ineficacia y la permeabilidad a la penetración soviética del MI-5, el contraespionaje británico. Denuncia complots contra grandes líderes políticos y deja al descubierto filtraciones y procedimientos ilegales, práctica común de este organismo. La por entonces Primera Ministro Margaret Thatcher, provocó un terrible escándalo al empeñarse personalmente en que
Spycatcher
fuera prohibido, anteponiendo la «seguridad de los secretos de Estado» a la libertad de expresión.
<<

[8]
The intouchables
, dirigida por Brian de Plama en 1986. Recrea la persecución del gangster Al Capone —Robert de Niro— por parte del agente del tesoro Elliot Ness —Kevin Costner—. El actor al que se refiere es Sean Connery, quien se hizo famoso por su papel de James Bond.
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