Así habló Zaratustra (51 page)

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Authors: Friedrich Nietzsche

BOOK: Así habló Zaratustra
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Un desarrollo de esta idea puede verse en el 269 de Más allá del bien y del mal.

{484}
Topfe und Geschópfe. Nietzsche aprovecha aquí una expresiva ali teración en alemán para aludir al hecho narrado por la Biblia de que Dios hizo al hombre de barro, como un alfarero. Véase Génesis, 2, 7: «Entonces el Señor Dios modeló al hombre de arcilla del suelo».

{485}
En El saludo, 1, Zaratustra comprobará que este día que comenzó de modo tan malo y difícil «va a acabar bien».

{486}
En Las mil y una noches Sindbad el marino describe con palabras muy parecidas un valle que contempló desde una colina durante su segundo viaje: también aquel valle está llena de serpientes gor­das.

{487}
Zaratustra mencionará otras dos veces este «gorgoteo» que pro duce el más feo de los hombres cuando quiere comenzar a hablar, como si fuera tartamudo; véase El despertar, y La canción del sonámbulo, 1.

{488}
Alusión al Evangelio de Mateo, 5, 10: «Bienaventurados los perse guidos por razón de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos.» Nietzsche juega aquí además con las palabras alemanas, de idéntica raíz, Erfolg (éxito), verfolgen (perseguir) y folgen (se guir). El «éxito» aludido es la bienaventuranza.

{489}
Véase, en la segunda parte, De los compasivos.

{490}
Véase el Evangelio de Juan, 14,6: «Yo soy el camino, la verdad y la vida».

{491}
Alusión al subtítulo de esta obra: Un libro para todos y para nadie.

{492}
Véase, en la segunda parte, De los compasivos.

{493}
Véase el 16 de El Anticristo: «Ese Dios pe netra a rastras en la caverna de toda virtud privada».

{494}
En Ecce homo Nietzsche describe un hecho similar, que le ocurrió a él mismo: «Hallándome en un esta do semejante, yo advertí en una ocasión la proximidad de un reba ño de vacas, antes de haberlo visto, por el retorno de pensamientos más suaves, más humanitarios: aquello tenía en sí calor...»

{495}
Alusión a Jesús, quien predicó el «sermón de la montaña».

{496}
Cita irónica del Evangelio de Mateo, 18, 3: «En verdad os digo, si no os convirtierais e hicierais como niños no entraréis en el reino de los cielos.»

{497}
Paráfrasis de Evangelio de Mateo, 16, 26: «Si el hombre conquista se el mundo entero, pero malograse su alma, ¿de qué le serviría?» Sobre el significado del «rumiar» en Nietzsche puede verse La ge nealogía de la moral.

{498}
Véase la nota 188. Véase también, en la segunda parte, La canción de la noche, y en la tercera parte, El retorno a casa; y la nota 188.

{499}
Paráfrasis de Evangelio de Lucas, 6,20: «Bienaventurados vosotros los pobres, porque vuestro es el reino de Dios.»

{500}
Véase antes La sanguijuela, y Jubilado.

{501}
La «sombra» de Zaratustra ha aparecido ya en la segunda parte, De grandes acontecimientos.

{502}
Cita del Evangelio de Juan, 18, 36: «Mi reino no es de este mundo».

{503}
«Contigo he aspirado a todo lo prohibido»: la «sombra» de Zara tustra se aplica a sí misma la fórmula de Ovidio (3 Amores, 4,17): nitimur ni vetitum, que Nietzsche utiliza también en Más allá del bien y del mal y en La genealogía de la moral. En Ecce homo dice de ella: «Bajo este signo vencerá un día mi filosofía, pues hasta ahora lo único que se ha prohibido siempre, por principio, ha sido la verdad».

{504}
Véase la nota 104.

{505}
Véase el 180 de Más allá del bien y del mal: «Hay una inocencia en la mentira que es señal de que se cree con buena fe en una cosa».

{506}
Nietzsche juega en alemán con las palabreas suchen (buscar), Heim (hogar) y Heimsuchung (aflicción).

{507}
Reminiscencia del Evangelio de Lucas, 10, 42: «Sólo una cosa es ne cesaria.»

{508}
En la primera parte, De viejecillas y jovencillas, dice Zara tustra que la mujer piensa así «cuando obedece desde la plenitud del amor».

{509}
Alusión a Génesis, 2, 2-3, donde se dice que Dios descansó de la creación el séptimo día.

{510}
A que el alma de Zaratustra debe «cantar» se ha aludido ya antes en varias ocasiones; véase, en la tercera parte, El convaleciente, 2, Del gran anhelo, y Los siete sellos, 7.

{511}
Véase la nota 248.

{512}
Nietzsche alude aquí al episodio evangélico según el cual, tras la muerte de Jesús, veíanse por todas partes resucitados. Véase el Evangelio de Mateo, 27, 50-53: «Jesús dio otro fuerte grito y exha ló el espíritu. Entonces la cortina del santuario se rasgó en dos, de arriba abajo, la tierra tembló, las piedras se rajaron, las tumbas se abrieron y muchos cuerpos de santos que habían muerto resuci taron; después que él resucitó, salieron de las tumbas, entraron en la ciudad santa y se aparecieron a muchos».

{513}
Deutsch und deutlich: frase hecha alemana similar a la española «al pan pan, y al vino vino». Se base en que deutsch y deutlich tienen la misma raíz, diot, «pueblo». El rey de la izquierda replicará inme diatamente a Zaratustra que deutsch estaría mejor emparentado con derb, «tosco». Deutsch und derb, la expresión usada por el rey, podría traducirse por «a lo bestia».

{514}
Véase la nota 54.

{515}
Véase luego, El signo.

{516}
Véase luego, El signo.

{517}
Véase, en la segunda parte, De la redención, donde también Zaratustra interrumpe de repente el discurso que está pronun ciando.

{518}
El título de este apartado es una clara referencia a la «Ultima Cena» de Jesús, narrada por los Evangelios. La palabra alemana empleada, Abendmahl, subraya aún más que la castellana la cita da alusión.

{529}
Véase antes, A mediodía, la nota 507.

{520}
Esta alusión al «pan» y al «vino» vuelve a subrayar lo indicado en la nota 518, es decir, el intencionado paralelismo entre esta Cena y la narrada en los Evangelios.

{521}
Cita paródica del Evangelio de Mateo, 4, 4: «El hombre no vive sólo de pan, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios.»

{522}
Sobre la procedencia de estos dos corderos véase, en la tercera parte, El convaleciente, 2.

{523}
Si se tiene en cuenta que Jesús es llamado también «el Cordero», se verá que el antagonismo entre esta Cena y la evangélica alcan za aquí su cumbre.

{524}
Véase, en la primera parte, Del nuevo ídolo.

{525}
Véase, en la primera parte, De los compasivos.

{526}
Nueva referencia al subtítulo de esta obra: Un libro para todos y para nadie.

{527}
Véase, en la primera parte, De la virtud que hace regalos, 3.

{528}
También en la primera parte, De la virtud que hace regalos, 3, aparece esta misma frase.

{539}
«El hombre tiene que mejorar y que empeorar» es enseñanza repetida a lo largo de toda esta obra; véase, en la segunda parte, De la cordura respecto a los hombres, y en la tercera parte, De tablas viejas y nuevas, 2, y El convaleciente.

{530}
Alusión a Jesús. Véase el Evangelio de Mateo, 8,17: «El tomó nuestras flaquezas y cargó con nuestras enfermedades.»

{531}
Paráfrasis del Evangelio de Mateo, 19, 30: «Los primeros serán los últimos, y los últimos serán los primeros.»

{532}
Más tarde el concienzudo del espíritu aludirá a este «animal interior» mencionado aquí por Zaratustra. Véase De la ciencia. Nietzsche utiliza el mismo término: inwendig, empleado por Lutero en su traducción de Romanos, 7, 22. En ese pasaje Pablo alude a «el hombre interior» (der inwendige Mensch). Este «animal interior» (das inwendige Gethier) es, pues, clara antítesis del hombre paulino.

{533}
Irónica alusión realista a que san Antonio Abad, padre de los ere mitas y protector de los animales, suele ser representado en com pañía de un cerdo. El «cerdo» actúa aquí como metáfora de la «su­ciedad» en todos los sentidos.

{534}
Cita del Evangelio de Lucas, 6, 25: «¡Ay de los que reís ahora, por que vais a lamentaros y a llorar!»

{535}
Véase el Evangelio de Mateo, 8, 12: «Los hijos del reino serán echados a las tinieblas exteriores; allí será el llanto y el rechinar de dientes.»

{536}
Véase, en la tercera parte, Del espíritu de la pesadez, donde Zaratustra rebautiza a la tierra con el nombre de «La Ligera».

{537}
Cita del prefacio de la misa: Sursum corda (levantad los corazones).

{538}
Esta corona de rosas aparece como antítesis de la «corona de espi nas» de que hablan los Evangelios. Véase el Evangelio de Mateo, 27, 27-29: «Los soldados... trenzaron una corona de espinas y se la pusieron en la cabeza».

{539}
Wahrsager, Wahrlacher. Wahrsager significa, por su composición, el que dice (sagen) verdad (Wahr), y asimismo el adivino; Wahrla cher es palabra creada por Nietzsche por analogía con la anterior. El significado de este juego de palabras sería, pues: Zaratustra es el que vaticina (o dice verdad) tanto con sus palabras como con sus risas.

{540}
La palabra alemana utilizada aquí por Nietzsche (Widersacher) es el término empleado en la traducción de la Biblia de Lutero para designar al demonio.

{541}
Alusión al portal de Belén; véase el Evangelio de Lucas, 2, 12: «El ángel les dijo: “... os doy esta señal: encontraréis un niño envuelto en pañales y acostado en un pesebre”».

{442}
Al igual que ocurre con la canción anterior (véase la nota 470), también este poema fue compuesto por Nietzsche en el otoño de 1884 y no estaba destinado originariamente a Así habló Zaratustra. Con algunas variantes, Nietzsche lo insertó entre los Ditiram­bos de Dioniso con el título de ¡Sólo necio! ¡Sólo poeta!

{543}
Véase antes, Del hombre superior, 13, y la nota 532.

{544}
Véase el Evangelio de Mateo, 5, 44: «Amad a vuestros enemigos.»

{545}
Remedo de las palabras que los discípulos dicen a Jesús tras la re surrección, durante la cena en Emaús. Véase el Evangelio de Lucas, 24, 19: «Quédate con nosotros, pues atardece y el día ya declinó.»

{546}
Más adelante, en El despertar, 1, repetirá Zaratustra que sus alimentos son «para hombres».

{547}
También este poema, compuesto en el otoño de 1884, se halla reco gido en los Ditirambos de Dioniso con el título de Entre hijas del de sierto. En realidad Nietzsche inserta en los Ditirambos todo este capítulo, incluida la parte inicial en prosa; en el poema introduce algunos ligeros cambios y. sobre todo, le añade unos versos finales.

{548}
Nietzsche toma la palabra Sela de los salmos bíblicos, en los que aparece con mucha frecuencia. Aunque el significado de esta pa labra es discutido, parece que era una indicación musical y mar caba una pausa.

{549}
La «docta alusión» se refiere, evidentemente, al episodio bíblico de Jonás, tragado por una ballena. Véase Jonás, 2, 1.

{550}
Estos dos nombres los tomó Nietzsche, sin duda, el primero del canto sexto del Don Juan de Byron, y el segundo del Diván orien tal-occidental, de Goethe.

{551}
Se traduce aquí literalmente esta palabra inventada por Nietz sche: umsphinxt, es decir, «rodeado de esfinges».

{552}
Expresión bíblica. Véase 1 Reyes, 2, 2 (palabras de David, al mo rir, a su hijo Salomón): «Yo me voy por el camino de todos; esfuér zate, pues, y sé hombre.»

{553}
Expresión muy difundida en Alemania y que se atribuye a Lutero, quien la habría pronunciado el 18 de abril de 1521 en la Dieta de Worms. Con ella parece haber acabado su respuesta a la pregunta de si quería retractarse. Nietzsche la emplea varias veces; por ejemplo, en La genealogía de la moral, tratado tercero, «¿Qué sig nifican los ideales ascéticos?», 22.

{554}
Véase antes, Del hombre superior, 15, y 20.

{555}
Estos «gritos y risas» de los hombres superiores le parecen a Zara tustra una buena señal, al contrario que los «gritos y bailes» del pueblo, que enfurecen a Moisés hasta el punto de llevarlo a rom­per las tablas de la ley (véase Éxodo, 32, 15-20).

{556}
Véase antes, Entre hijos del desierto, 1.

{557}
Véase antes, La canción de la melancolía, 1, donde los ani males de Zaratustra adoptan la misma actitud que aquí.

{558}
Aunque «la fiesta del asno» es el título del capítulo que sigue a éste, la citada fiesta comienza propiamente ahora.

{559}
Todo este párrafo es cita literal, según la traducción de Lutero, de Apocalipsis, 7,12.

{560}
Véase la nota 359.

{561}
Zaratustra acumula en esta sola frase hasta cuatro citas literales de la Biblia, a saber: Salmo, 68, 20: «Dios lleva nuestra carga»; Filipen ses, 2, 7: «Dios tomó figura de siervo»; Números, 14, 18: «Dios es paciente y misericordioso»; y (cambiando el sentido) Hebreos, 12, 5: «El Señor, a quien ama, lo castiga». Por otra parte, como el re buzno del asno es siempre I-A (que en alemán significa también «sí»; véase la nota 359), Zaratustra puede afirmar que el Señor (=asno) no dice nunca no.

{562}
Paráfrasis de Génesis, 1, 31: «Y vio Dios todo lo que había hecho: y era muy bueno».

{563}
Leibfarbe: literalmente, «color del cuerpo»; pero también, en el uso ordinario, «color favorito». El color «favorito» de los asnos suele ser el gris.

{564}
Véase Génesis, l, 26: «Dios creó el hombre a su imagen y semejanza».

{565}
Véase el Evangelio de Mateo, 19, 14: «Dejad que los niños vengan a mí y no se lo impidáis; pues de ellos es el reino de los cielos».

{566}
Véase Proverbios, 1, 10: «Hijo mío, si intentan engañarte los per vertidos, no cedas». Nietzsche utiliza la traducción luterana, que aquí dice bóse Buben («muchachos malvados»).

{567}
Un título anterior para este apartado era La vieja y la nueva fe. Este es el título de la obra de D.F. Strauss contra la cual publicó Nietzsche en 18731a primera de sus Consideraciones Intempesti vas. Como se ha señalado antes en la nota 558, «la fiesta del asno» se relata propiamente en el apartado anterior.

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