Cuentos completos (128 page)

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Authors: Edgar Allan Poe

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BOOK: Cuentos completos
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Eleonora

Eleonora.

The Gift: A Christmas and New Year’s Present for 1842
. Filadelfia, 1841 (33)

Existe acuerdo casi total en ver en este cuento una evocación de la vida de Poe con Virginia Clemm y su madre. A George Snell debemos estas aclaraciones: «Eleonora representa para el narrador su amante, una dualidad de naturalezas, y luego de su muerte reaparece para él como Ermengarda, con la cual aquél se casa. Una de las versiones originales del cuento contiene pruebas directas de que Poe buscaba que entendiéramos así su texto: “Mientras asistía, arrobado, a sus humores alternados de melancolía y de júbilo, no pude dejar de soñar que en ella había encerradas dos almas separadas”. Cuando Ermengarda llega para reemplazar a la muerta Eleonora, el texto decía: “Y hubo un exaltado delirio en el amor que sentí por ella cuando me sobresalté al ver en su rostro la idéntica transición de las lágrimas a las sonrisas que me habían asombrado en la perdida Eleonora”. Luego Poe suprimió ambos pasajes, aumentando lo indefinido del relato, pero sin alterar su sentido».

Morella

Morella
.

Southern Literary Messenger
, abril de 1835 (9)

Este relato constituye la primera expresión de uno de los temas capitales de la narrativa de Poe, que alcanzará su perfección en
Ligeia
(véase nota correspondiente). Poe tenía alta estima por
Morella
, y en una carta de 1835 escribe: «El último cuento que he escrito se llama
Morella
, y es el mejor que he compuesto», opinión que luego traspasaría a
Ligeia
.

Charles Whibley ha señalado aquí la presencia de la risa, «que se convierte en terror», y que Poe usa en la frase final de su relato, en
La cita
(donde la risa es una diosa) y en
El tonel de amantillado
.

Berenice

Berenice

Southern Literary Messenger
, marzo de 1835 (8)

Uno de los primeros cuentos de Poe —hay quien lo cree el primero—, tiene ya toda la eficacia de los mejores: el horror se instala aquí de lleno en unas pocas páginas impecables. La primera versión (la que tradujo Baudelaire) contenía pasajes referentes al opio y una visita del narrador a la cámara donde están velando a Berenice. Al suprimir varios pasajes, Poe mejoró sensiblemente el cuento. En 1835 escribía a White: «El tema es demasiado horrible, y confieso que vacilé antes de remitirle el cuento… El relato nació de una apuesta; se dijo que yo no podría lograr nada efectivo con un tema tan singular si lo trataba en serio… Reconozco que llega al borde mismo del mal gusto, pero no volveré a pecar tan egregiamente…».

Ligeia

Ligeia.

American Museum of Science, Literature an the Arts
, Septiembre de 1838 (18)

Poe proporciona interesantes noticias sobre la concepción de este cuento —su preferido— en una carta a Philip P. Cooke: «Tiene usted razón, muchísima razón, acerca de
Ligeia
. La percepción
gradual
del hecho de que Ligeia vuelve a vivir en la persona de Rowena constituye una idea mucho más elevada y excitante que la expresada por mí. Me parece que ofrece el campo más amplio a la imaginación y podría llegar a lo sublime. Mi idea era precisamente ésa, y, a no ser por una razón, la hubiera adoptado; pero había que tener en cuenta a
Morella
. ¿Recuerda usted
la gradual
convicción del padre de que el espíritu de la primera Morella habita la persona de la segunda? Puesto que
Morella
estaba escrita, se hacía necesario modificar
Ligeia
. Me vi obligado a contentarme con la súbita semiconciencia que tiene el narrador de que Ligeia se alza ante él. Hay un punto que no he desarrollado completamente: hubiera debido insinuar que la
voluntad
no alcanzaba a perfeccionar su intención; hubiérase producido una recaída, la última, y Ligeia (quien sólo habría logrado provocar una idea de la verdad en el narrador) hubiese sido finalmente enterrada como Rowena, al desvanecerse gradualmente las modificaciones físicas. Pero puesto que
Morella
ha sido escrita, dejaré que
Ligeia
quede como está. Su afirmación de que es “inteligible” me basta. En cuanto a la multitud, dejémosla que hable. Me sentiría agraviado si creyera que me comprende en este punto».

Joseph Wood Krutch menciona una nota, escrita a lápiz por Poe y agregada a un poema que éste envió a Helen Whitman: «Todo lo que he expresado aquí se me apareció de verdad. Recuerdo el estado mental que dio origen a
Ligeia
…». Las referencias al opio en el relato se enlazan desde la ficción con estas palabras, que sería insensato creer falsas.

D. H. Lawrence ha analizado la mutua destrucción de los enamorados, su vampirismo espiritual, la lucha encarnizada de sus voluntades. Según Snell, el cuento debe ser entendido de otra manera: «El narrador, loco, ha asesinado a Rowena, y sólo la lectura literal de la segunda parte puede dar la impresión de que una transmigración de identidades ha tenido realmente lugar». La frase en que el narrador dice haber creído ver que unas gotas caían en el vaso, «es la prueba concluyente de que
él
la ha envenenado… Desea la vuelta de Ligeia, la quiere, y en su locura le parece (tratando, además, de persuadirnos) que las convulsiones de Rowena en la agonía son la lucha del espíritu de Ligeia para entrar en su cuerpo. Y cuando, al fin, se convence de que el atroz drama ha terminado, la megalomanía final lo envuelve y el relato se cierra cuando “una locura inenarrable” se apodera de él». En
Sex Symbolism, and Psychology in Literature
, Roy P. Basler aporta un nuevo e interesante análisis de las motivaciones de Poe, y de la pugna del escritor entre su racionalismo teórico y los impulsos irrefrenables que se abren paso en sus mejores relatos.

La caída de la Casa Usher

The Fall of the House of Usher.

Burton’s Gentleman’s Magazine
, septiembre de 1839 (22)

«Poe no consiguió superar jamás esta creación de una atmósfera maléfica» —ha dicho Colling—. Si los temas son repetición de los de otros relatos —el opio, la angustia, la enfermedad, la hiperestesia mórbida, el entierro prematuro, los sentimientos incestuosos—, «el genio parece aquí un fluido que todo lo sensibiliza». Hervey Allen insiste en la carga autobiográfica: Usher es «el retrato de Poe a los treinta años»; Lady Madeline es Virginia. «Sus extrañas relaciones con su hermano y la inconfesable razón de éste para desear su entierro en vida, todo ello recuerda las prolongadas torturas de Poe junto al lecho de su moribunda
esposa y prima hermana».

El
tono
del relato le parece a Brownell su personaje central: «Nada ocurre que no sea trivial o inconvincente comparado con su eficaz monotonía, su atmósfera de fantástica lobreguez y melancolía desintegradora». D. H. Lawrence lo ha estudiado partiendo del incesto como tema central y del principio de que todo hombre tiende a matar aquello que ama. Para Shanks,
Usher
es «la presentación de un estado de ánimo». Como en
Eleonora
, hay aquí un estrecho paralelismo entre el drama y las alteraciones del mundo exterior. La «casa de Usher», cae en un doble sentido: como linaje y como edificio. El mismo Shanks podrá decir irrefutablemente: «La casa de Usher es una imagen del alma misma de Poe, y en ella encontramos como un epítome de sus supremas contribuciones a la literatura mundial. Es la historia de una debilidad, y, sin embargo, su fuerza nace de ese mismo abandono a la debilidad. Posee en ella la esencia de lo que los admiradores extranjeros de Poe habrían de encontrar admirable en él, y aunque no es la más perfecta de sus narraciones, debe considerársela, por sus cualidades típicas y la extravagante riqueza de su presentación, como la suprema entre todas».

Baldini —coincidiendo desde otro ángulo con Brownell— ha mostrado sagazmente las analogías
musicales
de la estructura de este cuento. En general, los personajes de Poe «están regulados por una ley semejante a la que regula entre ellos y justifica las pasiones de los personajes del drama musical. Éstos no ceden a sus instintos, a sus deseos, no rigen sus impulsos, no frenan la voluntad para bien o para mal, sino mediante una ley armónica y estructural, y sería vano y estéril tratar de explicarse el mundo de sus efectos mediante la confrontación con los humanos. Ahora bien, el sentimiento del horror, del miedo, del abatimiento, como también el de la alegría desenfrenada y salvaje, son, para Poe, como otras tantas tonalidades o tiempos musicales, con los cuales organiza la estructura de sus dramas… y sólo un orden similar al armónico preside y regula las relaciones entre la intriga y aquellos a quienes sería mejor llamar
figuras
antes que personajes, y que deben habitarla…
La caída de la casa Usher
constituye la obra maestra de esta poesía, a la vez que el corolario de esta poética. El argumento —que también tiene su relieve—, los personajes, sus contrastes y, en una palabra, su drama son movidos como otras tantas estructuras indispensables para conseguir la armonía de la composición, pero no más que eso. Es interesante notar, así, que las tres imágenes
o figuras
del huésped, Lady Madeline y Usher, son después la
misma figura
, la cual se reviste de ese triple ropaje tan sólo para poder habitar más intensamente, y ubicarse con mayor libertad en el escenario, en la atmósfera del cuento; atmósfera que, más fácilmente susceptible de cuajar en torno suyo esa musicalidad (en el sentido antes expuesto), constituye la protagonista absoluta de este excepcional ciclo poético».

Gioconda de Poe, caja de resonancia por excelencia,
La caída de la casa Usher
ha suscitado las más variadas y contradictorias interpretaciones. Arthur Hobson Quinn, Lyle H. Kendall, Jr., Harry Levin, Darrel Abel, Richard Wilbur, Edward H. Davidson, Maurice Beebe, James M. Cox, Marie Bonaparte, por no citar más que un pequeño número de críticos y exégetas, han escrutado este relato en busca de sus claves y del secreto de su fascinación.

Revelación mesmérica

Mesmeric Revelation.

Columbian Lady’s and Gentleman‘s Magazine
, agosto de 1844 (48)

Por lo que respecta al episodio, de este relato habrá de salir
Valdemar
; en cuanto a su contenido especulativo,
Eureka
desarrollará muchos gérmenes aquí presentes.

El relato refleja el vivo interés contemporáneo por el mesmerismo. Poe se familiarizó con el tema, leyendo su abundante bibliografía científica o seudocientífica y asistiendo a conferencias de «magos» tales como Andrew Jackson Davis, de quien se burlaría más tarde. Jamás aceptó los principios del mesmerismo, pero usaba sus materiales con la destreza de que da cuenta un episodio registrado en
Marginalia
, CCIV.

El poder de las palabras

The Power of Words.

United States Magazine and Demacratic Review
, junio de 1845 (56)

Éste y los dos cuentos (o poemas, o diálogos metafísicos) siguientes continúan en el plano del relato anterior. La búsqueda de lo absoluto, de un nivel angélico de esencias, halla aquí un acento de profunda intensidad.

Para A. Clutton-Brock:
«El poder de las palabras
vale por todos los cuentos famosos de Poe… Es uno de los más admirables trozos de prosa del lenguaje inglés, tanto por la forma como por el tema… (El relato) implica la filosofía de alguien para quien el mismo Cielo está lleno de deseo y de pasión de infinitud; para quien es pasión antes que delicia, pues sólo la pasión contaba para él en este mundo».

La conversación de Eiros y Charmion

The Conversation of Eiros and Charmion.

Burton’s Gentleman’s Magazine
, diciembre de 1839. En 1843 se publicó con el título:
The Destruction of the World
(24)

Sin duda Poe conocía las teorías estoicas de los ciclos y de la destrucción del universo por el fuego. Un biógrafo concienzudo ha hecho notar que Poe pudo ver una lluvia de meteoritos en Baltimore, en 1833. Incidentalmente, de este relato pudieron nacer dos novelas de Julio Verne:
Hétos Servadac
y
El experimento del Dr. Ox
.

El coloquio de Monos y Una

The Colloquy of Monos and Una.

Graham’s Lady’s and Gentleman’s Magazine
, agosto de 1841 (31)

El admirable relato que hace Monos de su muerte explica entre tantas otras pruebas la prodigiosa influencia de Edgar Poe sobre los simbolistas franceses. La interfusión de los sentidos (donde se ha señalado la presencia del opio), la visión por el olfato, la visión como sonido, preludian las
correspondencias
que Baudelaire habría de ilustrar en su famoso soneto, y las sabias sustituciones de Des Esseintes en la novela de Huysmans.

Silencio

Silence: A Fable.

The Baltimore Book and New Year’s Present
, Baltimore, 1837. Título original:
Siope: A Fable
(17)

Una «fábula», y mejor aún poema en prosa, que la tradición induce a incluir entre los cuentos. La metafísica alemana, a través de Coleridge, parece haber influido en estas páginas, que Poe presentó «a la manera de los autobiógrafos psicológicos». Allen dice de ellas que son «la contribución más majestuosa de Poe a la prosa», lo cual parece una confusión de géneros.
Silencio
es poesía, exige ser leído como un poema, escondido rítmicamente, salmodiado como un conjuro o un texto profético. El lector pensará en William Blake, en ciertos pasajes de Rimbaud, en ciertas cadencias del primer Saint-John Perse.

El escarabajo de oro

The Gold Bug.

Dollar Newspaper
, 21-28 de junio de 1843 (40)

Poe vendió este cuento por 52 dólares al editor Graham. Enterado luego de que el
Dollar Newspaper
ofrecía 100 dólares al vencedor de un concurso, lo permutó por unas reseñas y ganó el premio. Probablemente es hoy el cuento más popular de Poe, pues la enorme latitud de su interés abarca todas las edades y niveles mentales. Como en la novela de Stevenson, como en
A High Wind in Jamaica
, de Richard Hughes, el atractivo mundo de los bucaneros vuelve memorable cada una de sus líneas.

Aparte de algunos detalles orográficos (no hay montañas en la zona de Charleston), Poe utilizó fielmente los recuerdos de su vida militar en Fort Moultrie. Hay una abundante bibliografía sobre este cuento, y no faltan quienes han reconstruido el misterioso escarabajo, suponiendo que Poe combinó tres especies conocidas para lograr su
bug
(véase Allen,
Israfel
, págs. 171 ss).

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