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Authors: Edgar Allan Poe

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Cuentos completos (129 page)

BOOK: Cuentos completos
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El personaje de Legrand fue igualmente trazado del natural y Poe le incorporó el genio analítico de Dupin. Pese a ello —según Krutch—, «su único esfuerzo por crear personajes realistas fue un fracaso abismal, y jamás logró Poe describir nada que se vinculara ni remotamente con la vida que lo rodeaba». Aparte de la exageración de este juicio, cabe preguntarse si verdaderamente Poe se proponía tal cosa; este relato no debe su belleza a los elementos realistas, sino al misterio que late, ambiguo y amenazador, en la primera parte, y a la brillante labor de raciocinio que llena la segunda.

Los crímenes de la calle Morgue

The Murders in the Rue Morgue.

Graham’s Lady’s and Gentleman’s Magazine
, diciembre de 1841 (28)

En Estados Unidos se ha llamado a Poe el padre del cuento,
the father of the short-story
, afirmación que tiene defensores e impugnadores igualmente encarnizados. Concretamente, nadie negará que inventó el cuento «detectivesco», lo que hoy llamamos cuento (o novela) policíaca. Parece ser que Conan Doyle se burló, por boca de Sherlock Holmes, de los métodos del
chevalier
Dupin; a ellos le debía, sin embargo, su técnica analítica, y hasta el truco de utilizar como representante indirecto del lector a un supuesto amigo o confidente, por lo general bastante bobo.

Este memorable relato, que inicia la serie de los del
chevalier
Dupin, figura en casi todas las listas de los-diez-cuentos-que-uno-se-llevaría-a-la-isla-desierta. La combinación felicísima —salvo para paladares demasiado delicados— de folletín truculento y frío ensayo analítico es de las que atacan al lector con fuegos cruzados.

Parece ser que Poe tomó el nombre «Dupin» de la heroína de un relato publicado en el
Burton’s Gentleman’s Magazine
, que se refería al famoso Vidocq, el ministro de policía francés. Las pesquisas de Vidocq debieron interesar a Poe, quien critica su método en el curso del relato (la historia se repite, como se ve) y lo aprovecha para explayar su propia teoría sobre los inconvenientes de ser demasiado profundo.

El misterio de Marie Rogêt

The Mystery of Marie Rogêt.

Ladies’ Compartían
, noviembre-diciembre de 1842, febrero de 1843 (37)

Mary Cecilia Rogers, empleada del negocio de tabacos de John Anderson, en Liberty Street, Nueva York, fue asesinada en agosto de 1841. Poe parece haberse procurado todos los recortes periodísticos concernientes a este famoso crimen, y los delegó al
chevalier
Dupin, instalando la escena en París para exponer con más libertad su teoría, tendiente a probar que el asesinato había sido cometido por un solo individuo (un enamorado de la víctima) y no por una pandilla de malhechores. En general, este cuento ha merecido todos los reparos que se hacen a Los
crímenes de la calle Morgue
, sin ninguno de sus elogios.

La carta robada

The Purloined Letter.

The Gift: A Christmas, New Year’s and Birthday Present
, Nueva York, 1845 (53)

Para Brownell, «el efecto de la desdeñosa altanería de Dupin predomina sobre el que produce su habilidad». Baldini ve en este cuento «una comedia en dos actos con tres interlocutores. Muy escasas son las referencias al margen del diálogo, destinadas solamente a ilustrar el ambiente donde se desenvuelve la escena y a sugerir, se diría, los movimientos de los actores encargados de representarla».

La incomparable aventura de un tal Hans Pfaall

The unparalleled adventure of one Hans Pfaall.

Southern Literary Messenger
, junio de 1835. Título original:
Hans Pfaall: A Tale
(11)

Padre del cuento policial, Poe lo es también del de anticipación científica, que Julio Verne, su discípulo directo, llevará al campo de la novela; con la diferencia, que alguien ha señalado acertadamente, de que Poe utiliza elementos científicos sin admirarlos ni creer en el progreso mecánico en sí, mientras Verne ilustra el entusiasmo finisecular por los descubrimientos y sus aplicaciones a la conquista de la naturaleza.

Von Kempelen y su descubrimiento

Von Kempelen and his Discovery.

The Flag of Our Union, 14
de abril de 1849 (65)

Poe quiso publicarlo como si se tratara de un hecho cierto, aprovechando el entusiasmo público por los descubrimientos auríferos en California, y la consiguiente «fiebre del oro»; las circunstancias no se prestaron a la farsa y el relato apareció como tal; de todos modos, a juzgar por lo ocurrido con
Valdemar
, es de suponer que tuvo también sus creyentes.

El cuento mil y dos de Scheherazade

The Thousand-and-second Tale of Scheherazade.

Godey’s Lady’s Book
, febrero de 1845 (54)

Poco original, pues repite un procedimiento caro al siglo XVIII, este relato marca en la presente ordenación el comienzo de las composiciones secundarias de Poe. A su tema se le puede aplicar la observación de Brownell: empeñado siempre en hacer creer lo increíble, Poe invertía a veces su técnica. Aquí, en efecto, la verdad pasa por pura fábula.

El camelo del globo

The Balloon Hoax.

New York Sun
, 13 de abril de 1844 (46)

La noticia que figura al comienzo es absolutamente exacta. En la peor miseria, recién llegado a Nueva York con su mujer, Poe vendió el relato al
New York Sun
, sugiriendo que se publicara como «noticia de último momento». Ganó unos pocos dólares y el placer de contemplar a la multitud que se agolpaba frente a las oficinas del diario y se arrebataba los ejemplares, algunos de los cuales se vendieron a cincuenta centavos de dólar. «Preciso es convenir —señala Colling— que el genio intuitivo de Poe se aplicaba aquí admirablemente. Esta idea de un globo orientable a voluntad, llevado por las corrientes aéreas y recorriendo las mayores distancias, era extraordinariamente nueva, osada, hermosa».

El globo de Mr. Monck Mason aterriza en las vecindades de Fort Moultrie, es decir, en los recuerdos juveniles del soldado Poe,
alias
Edgar Perry. En su libro
The Fantastic Mirror
, Benjamin Appel proporciona interesantes datos sobre las circunstancias en que este relato vio la luz.

Conversación con una momia

Some Words with a Mummy.

American Review
, abril de 1845 (55)

La nostalgia de una inmortalidad en la tierra, de la posibilidad de prolongar indefinidamente la vida, tiñe el trasfondo de esta sátira contra el arrogante cientificismo de la época. Poe aprovecha también para arremeter contra la democracia demagógica, los ídolos técnicos y otros males de su tiempo.

Mellonta tauta

Mellonta tauta.

Godey’s Lady’s Book
, febrero de 1849 (63)

El título significa: «en un futuro próximo». Anterior a
Eureka
, aunque habría de publicarse después, proporcionará a aquélla el texto satírico de su parte inicial, donde se comentan las vías tradicionales del conocimiento. Cuento con retrospección imaginaria, contiene entre muchos párrafos curiosos uno donde se anticipan los rascacielos de Nueva York, y otro en el que se alude a los turbios procedimientos electorales —anticipo trágico de lo que habría de ocurrirle en Baltimore en octubre de 1849.

El dominio de Arnheim, o el jardín-paisaje

The Domain of Arnheim.

Columbian Lady’s and Gentleman’s Magazine
, marzo de 1847 (62)

Con los tres siguientes, este cuento constituye la mayor aproximación de Poe a la naturaleza, profundamente modificada por su especial visión y por su idea —que Baudelaire recogerá— de que la confusión de lo natural debe ser reparada por el artista. Poe escribió una primera versión, que tituló
El jardín paisaje
, y la perfeccionó en el presente texto. Hervey Allen ha señalado la probable influencia del
Prince Linnœan Garden
, paseo público de Nueva York, donde existían variedad de especies vegetales, invernáculos con 20.000 plantas en macetas, todo ello en una superficie de 30 acres. Poe y Virginia iban allí a pasear en 1837. Señala asimismo que Poe atribuía gran importancia a este relato y a su complemento,
El cottage de Landor
, por considerar que tenían un
sentido espiritual
secreto.

El cottage de Landor

Landor’s Cottage

The Flag of Our Union
, 9 de junio de 1849. Título original:
Landor’s Cottage. A Pendant to «The Domain of Arnheim»
(67)

El
cottage
se basa en el de Fordham, donde murió Virginia. «Annie» es Mrs. Annie Richmond, a quien Poe conoció en ese tiempo.

La isla del hada

The Island of the Fay.

Graham’s Lady’s and Gentleman’s Magazine
: junio de 1841 (30)

«Lo que más me asombra en este relato —dice Colling— no es su tono filosófico, la apelación a la música y a la soledad, y ni siquiera el elemento encantado, sino el aspecto absolutamente insólito de un paisaje visto
acostado
, de un paisaje observado por alguien tendido, que sueña pero no duerme. Hay allí una óptica que recordarán de ahora en adelante los paisajes de Poe, quien por lo demás ha escrito: “Siempre podemos duplicar la belleza de un paisaje si lo miramos con los ojos entornados”».

El alce

The Opal: A Pare Gift for the Holy Days
, Nueva York, 1844.

Título original:
Morning on the Wissahiccon
(43)

Poe vio efectivamente un alce durante uno de sus paseos por las afueras de Filadelfia; pertenecía a un sanatorio, donde había diversos animales domesticados para entretenimiento de los pacientes.

La esfinge

Le Sphinx.

Arthur’s Ladies’ Magazine
, noviembre de 1846 (60)

Ópticamente imposible, la ilusión que domina al narrador podría derivar plausiblemente de una dosis de opio. Poe alude a su «estado de anormal melancolía»; quizá no quiso mencionar el remedio que tenía al alcance de la mano.

El Ángel de lo Singular

The Angel of the Odd.

Columbian Lady’s and Gentleman’s Magazine
, octubre de 1844. Título original:
The Angel of the Odd: An Extravagance

Baudelaire señaló que la obra de Lamartine que Poe llama
Peregrinaje
debe ser
Voyage en Orient
.

El Rey Peste

King Pest.

Southern Literary Messenger
, septiembre de 1835. Título original:
King Pest the First A Tale Containing an Allegory
(12)

Shanks ha visto aquí «una bufonada increíblemente estúpida e ineficaz». Quizá cupiera ver también un gran fracaso; la primera mitad del relato es excelente, y la descripción de Londres bajo la peste parece digna de cualquiera de los buenos cuentos de Poe; pero hay algo de callejón sin salida al final, y hasta podría pensarse en una resolución vertiginosa como la de los sueños, un brusco viraje que echa abajo el castillo de naipes. Baldini ve en este cuento algún eco de
I Promessi Sposi
, de Manzoni, que Poe había reseñado unos meses antes. Para R. L. Stevenson, «el ser capaz de escribir
El Rey Peste
había dejado de ser humano».

Cuento de Jerusalén

A Tale of Jerusalem.

Saturday Courier
, 9 de junio de 1832 (3)

Uno de los primeros relatos de Poe. Según George Snell, tiene alguna semejanza con los de Charles Brockden Brown (quien también debió influir en
El pozo y el péndulo)
.

El hombre que se gastó

The Man that was Used-up.

Burton’s Gentleman’s Magazine
, agosto de 1839 (21)

Tres domingos por semana

Three Sundays on a Week.

Saturday Evening Post, 27
de noviembre de 1841.

Título original:
A Sucession of Sunday
(34)

Julio Verne utilizará este cuento para la sorpresa final de
Le Tour du Monde en quatre-vingt Jours
. El personaje del tío recuerda la figura de John Allan.

«Tú eres el hombre».

«Thou are the Man».

Godey’s Lady’s Book
, noviembre de 1844 (51)

Bon-Bon

Bon-Bon.

Saturday Courier
, 1 de diciembre de 1832.

Título original:
The Bargain Lost
(5)

Brownell atribuye a la ebriedad el que Poe admitiera el ingreso de este cuento entre los suyos. Aludiendo al término «grotesco» aplicado a las narraciones, dice George Snell: «Es un término descriptivo, pues tales relatos apenas pasan de caricaturas, escritas con un extraño humor habitualmente mecánico y raras veces eficaz, del que
Bon-Bon
ofrece un excelente ejemplo».

Los anteojos

The Spectacles

Dollar Newspaper
, 27 de mayo de 1844 (44)

De no mediar cierto vocabulario, ciertos giros inconfundibles, costaría creer que este cuento es de Poe. «Tengo la imborrable sospecha de que (Poe) apreciaba bastante las repelentes bufonerías de un cuento como
Los anteojos»
, dice Shanks, fundándose en que el relato es extenso y ha sido escrito con evidente cuidado y complacencia.

El diablo en el campanario

The Devil in the Belfry.

Saturday Chronicle and Mirror of the Times
, 18 de mayo de 1839 (20)

Julio Verne se acordó de este relato al narrar los experimentos del doctor Ox. Adriano Lualdi lo ha utilizado para escribir una ópera en un acto. Jean-Paul Weber señala la importancia del tema del reloj en la obra de Poe.

El sistema del doctor Tarr y del profesor Fether

The System of Dr. Tarr and Prof. Fether.

Graham’s Lady’s and Gentleman’s Magazine
, noviembre de 1845 (58)

Brownell, tan riguroso en sus juicios sobre Poe, encuentra que este relato «posee excepcional interés por ser un estudio inteligente —sin pretensión de profundidad— de una fase mental y del carácter bajo ciertas condiciones y en cierta circunstancia, escrito con una insólita liviandad de toque y una alegre apariencia. El escenario, empero, es el de una
maison de santé
, y los personajes son sus pensionistas. Nada resulta más característico de la perversidad de Poe que su ficción más normal constituya la representación de lo anormal».

Nunca apuestes tu cabeza al diablo

Never Bet the Devil your Head. A Tale with a Moral.

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