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Authors: P. D. Ouspensky

Tags: #Autoayuda, #Esoterismo, #Psicología

Fragmentos de una enseñanza desconocida (42 page)

BOOK: Fragmentos de una enseñanza desconocida
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"Vemos así que nuestro organismo posee las diversas clases de combustibles necesarios para los diferentes centros. Los centros se pueden comparar a máquinas que usan combustibles de varias calidades. Una máquina puede trabajar con residuos de gasolina, otra requiere gasolina refinada, una tercera puede marchar con petróleo. Las substancias finas de nuestro organismo pueden compararse con substancias de diferentes «grados de combustibilidad», y el organismo mismo se puede comparar a un laboratorio, donde a partir de diversas especies de materias primas se preparan combustibles diversos, necesarios para los diferentes centros. Pero por desgracia, algo funciona mal en el laboratorio. Las fuerzas que controlan el reparto de combustibles entre los diferentes centros a menudo cometen errores, y los centros reciben un combustible, ora demasiado débil, ora demasiado inflamable. Además una gran cantidad de todos los combustibles producidos se gasta de manera totalmente improductiva; hay fugas y simplemente se pierden. Además de esto, en el laboratorio ocurren a menudo explosiones que destruyen de golpe todo el combustible que había sido preparado para el día siguiente, o aun para un período de tiempo mucho más largo, y pueden causar daños irreparables a la fábrica entera.

"Debe notarse que el organismo produce habitualmente durante un solo día todas las substancias necesarias para el siguiente. Y sucede muy a menudo que todas las substancias se gasten, se consuman por alguna emoción completamente inútil, y por regla general, completamente desagradable. Los malos humores, el bullicio, la angustiosa expectativa de algo desagradable, la duda, el temor, un sentimiento de ofensa, la irritación, cada una de estas emociones, en cuanto llegan a un cierto grado de intensidad, en media hora o aún en medio minuto pueden quemar todas las substancias que habían sido preparadas para el día siguiente; es más, una simple explosión de cólera o cualquier otra emoción violenta, de un solo golpe puede hacer explotar todas las substancias que habían sido preparadas en el laboratorio y dejar a un hombre completamente vacío por largo tiempo, si no para siempre.

"Todos los procesos psíquicos son materiales. No hay ni un solo proceso que no exija el gasto de cierta substancia correspondiente. Si esta substancia, está presente el proceso se desarrolla. Pero cuando la substancia se agota, el proceso se detiene."

Capítulo
diez

¿De dónde parte el camino? La ley de accidente. Diferentes clases de influencias. Las influencias creadas en la vida. Las influencias creadas fuera de la vida, conscientes solamente en su origen. El "centro magnético". En busca del camino. El descubrimiento de un hombre que sabe. Tercera clase de influencias: consciente y directa. Cómo liberarse de la ley de accidente. Los "escalones", la "escalera" y el "camino". Condiciones especiales del cuarto camino. Posible existencia de un centro magnético equivocado. Cómo reconocer los caminos equivocados. El maestro y el alumno. El saber comienza con la enseñanza de los cosmos. El concepto habitual de dos cosmos: "Macrocosmos" y "Microcosmos". La enseñanza integral de siete cosmos. La relación de un cosmos a otro es la de cero a infinito. El principio de relatividad. "El camino hacia arriba es también el camino hacia abajo", ¿Qué es un milagro? El "periodo de dimensiones". Mirada al sistema de los cosmos desde el punto de vista de la teoría pluridimensional. Una observación de G.: "El tiempo es respiración". ¿Es el "Microcosmos" el hombre, o el "átomo"?

Un día llegaron numerosas personas que nunca habían asistido anteriormente a nuestras reuniones. Una de ellas preguntó: "¿Dónde comienza el camino?" La persona que hizo esta pregunta no había oído lo que G. había dicho de los cuatro caminos, y empleaba la palabra "camino" en el sentido religioso o místico ordinario.

—La idea del camino es especialmente difícil de comprender, dijo G., porque uno cree ordinariamente que el
camino
(acentuó esta palabra), comienza en el mismo nivel en que se desenvuelve nuestra vida. Pero esto es completamente falso. El camino comienza en otro nivel muy superior. Esto es justamente lo que no se comprende. El punto de partida del camino se juzga mucho más accesible de lo que es en realidad. Voy a tratar de explicárselo.

"El hombre vive
bajo la ley del accidente
y bajo dos clases de influencias, que dependen también del accidente.

"Las influencias de la primera clase están creadas
en la vida misma
o por la misma vida. Son las influencias de raza, nación, clima, familia, educación, sociedad, profesión, maneras, costumbres, fortuna, pobreza, ideas corrientes y así sucesivamente. Las influencias de la segunda clase se crean, por el contrario,
fuera de esta vida,
son las influencias que nos llegan del círculo interior o esotérico de la humanidad; en otras palabras, han sido creadas bajo otras leyes, aunque sobre esta misma tierra. Estas influencias difieren de las primeras ante todo en que son
conscientes
en su origen. Esto significa que han sido creadas conscientemente por hombres conscientes, con fines determinados. Las influencias de esta clase habitualmente toman cuerpo bajo la forma de doctrinas o de enseñanzas religiosas, de sistemas filosóficos, de obras de arte y así sucesivamente.

"Estas influencias son lanzadas en la vida para una meta definida, y se mezclan con influencias de la primera clase. Pero no hay que olvidar nunca que estas influencias son conscientes solamente en su origen. Cuando penetran en el gran torbellino de la vida, caen bajo la ley común del accidente y empiezan a actuar
mecánicamente;
en otras palabras, pueden actuar o no sobre tal o cual hombre, pueden o no alcanzarlo. Al sufrir toda clase de cambios y alteraciones en la vida por el hecho de su transmisión e interpretación, las influencias de la segunda clase se reducen a influencias de la primera clase, es decir se confunden en cierta manera con ellas.

"Pensemos en ello, y veremos que no es difícil distinguir las influencias creadas en la vida de las influencias cuyo origen se encuentra fuera de la vida. Es imposible enumerarlas o hacer un catálogo de unas y otras. Hay que
comprender.
Todo dependerá de nuestra comprensión. Nos preguntamos dónde comienza el camino. El comienzo del camino depende precisamente de esta comprensión o de la capacidad de distinguir las dos clases de influencias. Naturalmente su distribución es desigual. Tal hombre concuerda mejor con las influencias cuyo origen está fuera de la vida y recibe más de ellas; otro recibe menos, un tercero está casi aislado. Pero esto es inevitable. Esto ya es el destino. Es necesario considerar la regla general: el hombre normal vive en las condiciones normales; siendo estas condiciones más o menos las mismas para todo el mundo, se puede decir que la dificultad es la misma para todos; ésta consiste en separar las dos clases de influencias. Si un hombre no las separa al recibirlas, no ve o no siente su diferencia, su acción sobre él ya no estará separada, es decir que ellas actuarán de la misma manera, en el mismo nivel y producirán los mismos resultados.

"Pero si en el momento en que recibe estas influencias, un hombre es capaz de efectuar las discriminaciones necesarias y poner aparte aquellas que no son creadas en la vida misma, entonces gradualmente se le hace más fácil el separarlas, y después de cierto tiempo ya no las podrá confundir con las influencias ordinarias de la vida.

"Los resultados de las influencias cuya fuente está fuera de la vida, se acumulan en él, las recuerda todas en conjunto, las
siente
todas en conjunto. Comienzan a formar en él un cierto todo. Él mismo no se da cuenta claramente de qué se trata; no percibe ni el cómo ni el porqué, o si trata de explicárselo lo hace mal. Sin embargo, lo esencial no está ahí, sino en el hecho de que al acumularse, los resultados de estas influencias forman progresivamente en él una especie de
centro magnético,
que atrae todas las influencias relacionadas, y de esta manera crece. Si el centro magnético de un hombre recibe un alimento suficiente y si los otros lados de su personalidad, que resultan de las influencias creadas en la vida, no ofrecen fuerte resistencia, el centro magnético comienza entonces a influir sobre su orientación, lo obliga a efectuar un viraje y aun a ponerse en marcha en cierta dirección. Cuando su centro magnético ha adquirido la fuerza y el desarrollo suficiente, un hombre comprende ya la idea del camino y comienza a buscarlo. La búsqueda del camino puede tomar muchos años y no conducir a nada. Esto depende de las condiciones, de las circunstancias, del poder del centro magnético, del poder y de la dirección de las tendencias interiores a las que esta búsqueda no interesa en forma alguna, y que pueden desviar a un hombre de su meta en el preciso momento en que aparece la posibilidad de alcanzarla, es decir de encontrar el camino.

"Si el centro magnético trabaja correctamente y si un hombre busca verdaderamente, o aun si siente en una forma justa, fuera de toda búsqueda activa, puede encontrar a
otro hombre
que conozca el camino y que esté conectado, directamente o a través de personas intermediarias, a un centro cuya existencia escapa de la ley de accidente, y de donde proceden las ideas que crearon el centro magnético.

"Nuevamente aquí hay múltiples posibilidades. Pero hablaremos de ello más tarde. Por el momento imaginemos que alguien haya encontrado a un hombre que conozca realmente el camino y que esté dispuesto a ayudarlo. La influencia de este hombre le llega a través de su centro magnético. Desde este momento
en este sitio,
el hombre se libera de la ley de accidente. Comprendámoslo, la influencia del hombre que conoce el camino sobre aquel que no lo conoce, es un tipo especial de influencia, diferente de las dos primeras, ante todo por el hecho de que es una influencia
directa
y, en segundo lugar, una influencia
consciente.
Las influencias del segundo tipo que crean el centro magnético son conscientes en su origen, pero luego son lanzadas en el torbellino general de la vida, donde se mezclan con las influencias creadas por la vida misma, y caen a su vez bajo la ley de accidente. Las influencias de la tercera clase escapan de esta ley por completo; están ellas mismas fuera de la ley de accidente, y su acción está asimismo libre de ella. Las influencias de la segunda clase pueden llegarnos a través de libros, de sistemas filosóficos, de ritos. Las influencias de la tercera clase no pueden actuar sino directamente de una persona a otra, por medio de la transmisión oral.

"El momento en que un hombre que busca el camino encuentra a un hombre que lo conoce, se llama el
primer umbral
o el
primer peldaño.
A partir de este primer umbral, la
escalera
comienza. Entre la «vida» y el «camino» se encuentra la «escalera». Sólo por medio de la «escalera» puede un hombre entrar en el «camino». Más aún, el hombre asciende esta escalera con la ayuda de su guía; no puede subirla por sí solo. El
camino
comienza solamente al final de la
escalera,
esto es, después del
último peldaño
o del
último umbral
en un nivel muy por encima de la vida ordinaria.

"Por lo tanto, es imposible contestar a la pregunta:
¿Donde empieza el camino?
El camino empieza con algo que de ningún modo está en la vida. ¿Cómo sería posible entonces precisar su origen? A veces se dice que en el ascenso de la escalera el hombre nunca está seguro de nada, que puede dudar de todo, de sus propias fuerzas, de la justeza de lo que hace, de su guía, y del saber y de los poderes de este último. Lo que alcanza es muy inestable; aun si ha llegado bastante alto en la escalera, puede siempre caer y tener que recomenzar todo. Pero cuando ha franqueado el último umbral y entrado en el camino, todo cambia. En primer lugar todas las dudas que podía tener acerca de su guía desaparecen, y al mismo tiempo su guía se vuelve mucho menos necesario que antes para el. En muchos aspectos ahora puede aun ser independiente, puesto que sabe hacia dónde va. Luego no puede perder tan fácilmente los resultados de su trabajo y no puede volver a caer al nivel de la vida ordinaria. Aun si se aleja del camino le será imposible regresar a su punto de partida.

"Esto es casi todo lo que se puede decir, en general, de la «escalera» y del «camino» —pero hay diferentes caminos. Hemos hablado ya de ellos. Por ejemplo, en el cuarto camino hay condiciones especiales que no existen en los otros. Así una de las condiciones para el ascenso de la escalera en el cuarto camino es que un hombre no puede alcanzar el peldaño siguiente antes de poner a alguien en su propio peldaño. El otro, a su vez, tiene que poner a un tercero en su lugar, si es que él mismo quiere subir un peldaño más. Entonces, cuanto más asciende un hombre, más se encuentra bajo la dependencia de los que lo siguen. Si ellos se detienen, él también se detiene. Situaciones tales se encuentran igualmente en el camino. Puede ser, por ejemplo, que un hombre alcance poderes especiales y que tenga luego que sacrificarlos para elevar a otras personas a su nivel. Si las personas con las que trabaja alcanzan su nivel, le será devuelto todo lo que había sacrificado. Pero si ellos no alcanzan este nivel, él puede perderlo todo.

"Hay también diversas posibilidades en cuanto a la situación del maestro, en relación al centro esotérico, de acuerdo con lo que más o menos sepa sobre este centro, ya sea más o ya sea menos. Por ejemplo, el maestro puede saber exactamente dónde está el centro esotérico y cómo se puede recibir de él una ayuda; o bien, puede ignorarlo y conocer solamente al hombre de quien él mismo ha recibido su saber. En la mayoría de los casos, al comienzo, el discípulo no conoce sino el escalón que le es inmediatamente superior. Y no es sino a medida de su propio desarrollo que él podrá ver más allá y reconocer de dónde viene lo que él sabe.

"Habiendo tomado a su cargo el papel de maestro, poco importa que un hombre sepa o no sepa exactamente el origen de lo que enseña; los resultados de su trabajo dependerán ante todo de este hecho: ¿Vienen o no sus ideas realmente del centro esotérico? ¿Comprende él mismo las
ideas esotéricas,
es decir, es capaz de distinguir las ideas del conocimiento objetivo de las ideas subjetivas, científicas o filosóficas?.

"Hasta ahora he hablado del verdadero centro magnético, del verdadero guía y del verdadero camino. Pero puede suceder que el centro magnético haya sido mal formado. Puede estar dividido el mismo centro, es decir, puede incluir contradicciones. Además, influencias de la primera clase, creadas por la vida, pueden haber entrado en él bajo la apariencia de influencias de la segunda clase, o bien los rastros de las influencias de la segunda clase pueden haber sido desnaturalizados hasta el punto de haberse convertido exactamente en lo contrario de lo que eran. Un centro magnético mal formado no puede dar una orientación verdadera. Un hombre cuyo centro magnético es de esta clase puede también estar en busca del camino, y puede encontrar a otro hombre que se llame a sí mismo un maestro, que pretenda conocer el camino y estar conectado con un centro fuera de la ley del accidente. Pero puede ser que este hombre no conozca realmente el camino y no esté conectado con un centro tal. Aquí también hay muchas posibilidades:

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