La cruz de la perdición (39 page)

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Authors: Andrea H. Japp

Tags: #Novela histórica

BOOK: La cruz de la perdición
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Orient et Occident au temps des croisades
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, París, Robert Laffont, 1982.

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Vie et mort de l’ordre du Temple
, París, Seuil, 1989.

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Chevaliers du Christ, les ordres religieux au Moyen Âge, XI
e
–XVI
e
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, París, Seuil, 2002.

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, París, Hachette Littératures, 1998.

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Art et beauté dans l’esthétique médiévale
, París, Grasset, 1997.

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Le Jardin médiéval de la commanderie templière d’Arville.

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Le Manuel des inquisiteurs
, París, Albin Michel, 2001.

FALQUE DE BEZAURE, Rollande:
Cuisine et potions des Templiers
, Coudray-Macouard, Cheminements, 1997.

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GAUVARD, Claude:
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au XV
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, París, PUF, 2004.

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, París, Le Livre de Poche, 1993.

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Pour en finir avec le Moyen Âge
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Le Moyen Âge pour quoi faire?
, París, Stock, 1986.

REDON, Odile, SABBAN, Françoise y SERVENTI Silvano:
La Gastronomie au Moyen Âge
, París, Stock, 1991.

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, Condé-sur-Noireau, NEA éditions, 2001.

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, París, Fayard, 1996.

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, Céton, ed. Fédération des amis du Perche, 2000.

VERDON, Jean:
La Femme au Moyen Âge
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, París, Le Livre de Poche, 1995.

ANDREA H. JAPP o Lionelle Nugon-Baudon, nacida el 17 de septiembre 1957 en París, es una escritora francesa de novelas de detectives. Es doctora en bioquímica, toxicóloga de profesión, y reconocida investigadora. Es considerada como la «Reina del crimen» francés.

Como autora, ha publicado numerosas novelas, colecciones de historias cortas y guiones para películas de televisión y los cómics. A partir de 2004 tradujo también algunas novelas de Patricia Cornwell. Sus traducciones son en su mayoría bajo el seudónimo de Helen Narbona.

En 1991 ganó el Festival de Cognac con su obra
La Bostonienne
.

Para saber más sobre su obra,
ver el las páginas sobre ella
en la web de su editorial francesa, Calman-Lèvy.

Notas

[1]
Soldados de infantería que precedían a la caballería y cuyo comportamiento hizo que su nombre se convirtiera en un insulto.
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[2]
Utensilio empleado por carpinteros, ebanistas o toneleros, compuesto por una plancha de hierro muy larga y cortante insertada perpendicularmente en un mango.
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[3]
Herramienta empleada en las minas y desmontes formada por un hierro en punta curvada enastado en un mango largo.
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[4]
Durante el asedio, en este templo fueron masacradas cerca de siete mil personas.
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[5]
A este respecto, véase la nota del apéndice histórico sobre Arnau Amalric.
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[6]
Miembros de la Iglesia cátara que practicaban un estricto ascetismo (sexual, alimentario, etcétera).
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[7]
Tela muy fina, transparente, de hilo o seda.
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[8]
1165-1223, hijo único de Luis VII y de la reina Adela de Champaña. Abuelo de Luis IX el Santo.
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[9]
Así llamaban a los cónsules en el sur de Francia, elegidos entre las familias de los notables «de buena reputación». Pese a estar sometidos por lo general a la autoridad señorial, se encargaban de organizar la vida de la ciudad y administrar la justicia civil.
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[10]
Por muy sorprendente que pueda parecer en la actualidad, esa era la principal justificación de las cruzadas contra los herejes y de la Inquisición, aunque también existieran poderosos móviles políticos y económicos de por medio.
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[11]
Larga capa.
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[12]
Capucha forrada de pieles.
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[13]
Calzones cortos, más o menos ajustados, que los hombres usaban a modo de pantalón.
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[14]
Broche de orfebrería, hebilla usada para sujetar la ropa e incluso libros. Cierre.
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[15]
Sillas, a veces sillones.
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[16]
Sociedad laica.
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[17]
Canon pagado al señor.
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[18]
Del latín
bilancia
, de
bi
, «dos», y
lanx
, «platillo».
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[19]
Xeroderma pigmentosum.
Esta afección, descrita por primera vez en 1870, es una rara fotodermatosis genética caracterizada por una hipersensibilidad de la piel a la luz solar. Se traduce en lesiones cutáneas de color rojizo y ampollas. Además, el riesgo de desarrollar un cáncer de piel o de ojos se multiplica por mil, algo que ocurre cuando el niño alcanza la edad de diez años aproximadamente. Otros trastornos que provoca son: queratitis, pérdida de pestañas, de la audición, microencefalia, etcétera. La alteración de los glóbulos rojos o la palidez de la piel por la falta de exposición solar han hecho pensar a varios autores que dicha enfermedad podría haber originado la leyenda de los vampiros. El único «tratamiento» existente a día de hoy es evitar a toda costa la exposición a los rayos ultravioletas.
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[20]
Hipertricosis.
<<

[21]
Una de las formas de la polidactilia.
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[22]
En el siglo XIV ya no se cree en las quimeras ni en otros monstruos mitológicos como los unicornios, los dragones o las sirenas. Por el contrario, la gente continúa pensando que los monstruos no pueden ser criaturas de Dios, convicción que incluía a las personas con anomalías genéticas.
<<

[23]
Monja que suplía a la semanera, a la cual se le asignaba una tarea o faena cada semana.
<<

[24]
Lanzas.
<<

[25]
Sirviente laico encargado de portar los mensajes de la abadía, principalmente a caballo.
<<

[26]
Sirviente laica responsable de abrir y cerrar las puertas siguiendo las órdenes de la hermana portera.
<<

[27]
Hecho con harina de cebada y centeno poco refinada.
<<

[28]
Correspondía con frecuencia al quinto plato, entre el antepenúltimo y el último servicio. Si bien su composición podía variar en función del fasto que rigiera en la mesa y del número de comensales, normalmente consistía en una golosina ligera, como un gofre, dulce de frutas o un vaso de vino tibio aromatizado.
<<

[29]
Caballo para paseos, desfiles o ceremonias, de temperamento dócil que montaban las damas.
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[30]
Véase
Monasterio
, Sevilla, Bóveda, 2009.
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[31]
Del latín
discretus
, «capaz de discernir». Se refería a las sabias: la cillerera, la tesorera, la portera, la depositaria y otras dos monjas.
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[32]
A los ojos de nuestra sociedad contemporánea puede parecer muy corta edad para desempeñar tal cargo. Sin embargo, en la época era algo perfectamente «admisible»: Jacqueline-Marie Arnault se convirtió en madre abadesa de Port-Royal, una de las abadías de mujeres más prestigiosas del reino, con tan solo once años.
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[33]
Este práctico adorno existía ya desde la Antigüedad.
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[34]
Envenenada.
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[35]
Prostitutas que deciden ingresar en un monasterio para lavar sus «pecados». La Iglesia solía animarlas a hacerlo.
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[36]
De «hijo de bienes», que da «hidalgo».
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[37]
En la Edad Media circulaban numerosas historias de fantasmas, si bien la creencia en los mismos es muy anterior al cristianismo. Las almas en pena solían ser víctimas de una muerte prematura, injusta o violenta que no lograban abandonar el mundo material y atormentaban a los vivos para vengarse o solicitar ayuda. Asimismo, se encuentran referencias a sanguinarios muertos vivientes que seguían conservando su cuerpo carnal.
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[38]
Numerosos clérigos de la época dan cuenta de sueños, durante los cuales las almas en pena les visitan y les piden que recen por ellos. Dichos relatos se consideraban fidedignos.
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[39]
Asamblea de monjes o monjas que reglaba la vida interna de un monasterio.
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[40]
Religiosa a cargo de la ropa blanca y de la vestimenta.
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[41]
Religiosa responsable de la gestión de la abadía: se encargaba de las provisiones y los alimentos del convento, de inspeccionar los graneros, los molinos, las cervecerías, los viveros de peces y los almacenes. Asimismo, controlaba el suministro de muebles y objetos diversos, además de supervisar las visitas.
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[42]
Rico gremio de comerciantes que vendían, aunque no fabricaban, telas, ropas e incluso orfebrería a las clases más acomodadas de la sociedad. Se encargaban igualmente de teñir la seda, en oposición a los tintoreros, que se ocupaban de tejidos menos suntuosos. El oficio de mercero llegó a ser uno de los más prestigiosos y sus integrantes no tardaron en formar parte de la burguesía acaudalada.
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[43]
Monja encargada de «supervisar» y encauzar a las ociosas y charlatanas por el recto camino.
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[44]
En el departamento francés de Sena Marítimo. Fundada en 654 por san Filiberto, con el apoyo de Clodoveo II y su esposa Batilde.
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[45]
Este priorato, fundado hacia 1023-1026 en Dame-Marie, no lejos de Bellême, fue un obsequio de Albert de la Ferté, su fundador, a los monjes de Jumièges.
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[46]
Letra mayúscula, por lo general muy adornada, que encabeza un capítulo o un párrafo.
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[47]
Motivo ornamental formado por elementos que se entrelazan.
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[48]
48. Adorno de ramas y hojas.
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[49]
Se utilizaban muy a menudo en los manuscritos de la Edad Media para ahorrar tiempo y papel. La mayoría desapareció con la invención de la imprenta.
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[50]
La abundancia de abreviaturas dificultaba la lectura de algunos escritos.
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[51]
La aféresis es la supresión de las sílabas iniciales de una palabra, mientras que el apócope es la de las sílabas finales.
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[52]
Utilizadas a partir del siglo XIII. Se veían como un signo de enfermedad, por ello se solían esconder con celo.
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[53]
Nota que el copista ponía al final de los manuscritos, donde a veces introducía comentarios sobre su trabajo o precisaba la fecha y el lugar.
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