Los cuadernos secretos (43 page)

Read Los cuadernos secretos Online

Authors: John Curran

Tags: #Biografía, Ensayo, Intriga

BOOK: Los cuadernos secretos
8.57Mb size Format: txt, pdf, ePub

Método del asesinato, etc.

El fármaco que ha robado Sarah

Abricina… Robada por Sarah… Muerte súbita y violenta de la señora Pl
[att]

¿Ácido prúsico en unas sales de olor?

Digitalina

Un narcótico con el almuerzo

Una de las criadas le lleva algo de beber (¿un té?)… Lady M toma un té que no lo es

Si es veneno… Coniína… Digitoxina… Coramina

Si es coniína o coramina… ¿Fueron lady MacMartin y la señorita Pierce a hablar con ella? Ella no contesta

Si es insulina, la señora P se la inyecta ella misma

Lo que importa de la coniína (o la coramina) es la parálisis muscular

La anciana está sentada… Todos los miembros de la familia se acercan a hablar con ella… Todos ven que ha muerto, pero nadie lo dice

La adaptación escénica, hasta el momento del desenlace, es en gran medida similar a la novela. Sin embargo, como ya sucede en otras obras teatrales —
Sangre en la piscina
,
Muerte en el Nilo
,
Vuelta a asesinar
/
Cinco cerditos
y
Cartas sobre la mesa
(aunque no adaptadas por Christie)—, se prescinde de Poirot. La principal diferencia es la novedad del final, aunque también hay una discusión en el acto II, escena 1ª, acerca de la trayectoria que ha tenido la señora Boynton como funcionaria de prisiones. Una y otra cosa se comentan en las notas. Y es la señorita Price, en apariencia tan insignificante, la que aporta la vital información que desemboca en la solución, tal como esboza Christie en este diálogo sumamente revelador:

¿Sabe usted…? ¿Ha hecho usted tal vez algún trabajo de rescate? Una funcionaria de prisiones. La señorita P está incómoda… Se levanta, se dispone a marcharse. Sarah, que está sentada cerca de ella, interrumpe… «Eso explicaría muchas cosas… ¿No renunció usted a su trabajo cuando se casó? Ha seguido al pie del cañón. La necesidad de dominar, etc.»

Ser drogadicto… qué triste debe de ser para la familia

S: Señorita Pierce, ¿qué está usted diciendo?

Señorita P: Nada… No es nada.

S: ¿Está usted insinuando que la señora Boynton tomaba drogas?

Señorita P: Lo descubrí… por puro accidente, claro está. Sabía que era mucho peor.

S: Pero entonces eso significa… Que la señora Boynton era drogadicta.

Señorita P: Sí, querida. Lo sé.

S: Dígame… Me tiene que decir…

Señorita P: No, no diré nada. La pobre mujer ha muerto, y…

S: Dígame… ¿Qué es lo que vio, qué es lo que oyó…?

La señorita P cuenta lo que vio… porque se encuentra entre la espada y la pared. Sarah llama al coronel Carbury… Acuden todos… La sacan del aprieto.

E
s interesante que tanto en
Cita con la muerte
como en la novela siguiente,
Navidades trágicas
, publicada seis meses después, aparezcan dos de las creaciones más monstruosas de Christie, la señora Boynton y Simeon Lee, respectivamente. Ambos abusan de sus familias, aunque en ninguno de los dos casos sea su tiránico comportamiento el móvil de sus asesinatos. La solución alternativa que se propone en la versión teatral de
Cita con la muerte
lleva ese dominio abominable a nuevas cotas. Esta novela también contiene un ejemplo aún temprano de una mujer joven que vive de su profesión, la doctora Sarah King. En algunas novelas anteriores hubo mujeres independientes —dejando a un lado a Tuppence Beresford, están Emily Trefusis en
El misterio de Sittaford
, Frankie en
La trayectoria del bumerán
y Anne Beddingfeld en
El hombre del traje marrón
—, pero la doctora King es la primera en ejercer la profesión de médica.

Misterio en el Caribe
16 de noviembre de 1964

Estando de vacaciones en las Antillas, la señorita Marple se ve sujeta a los inacabables recuerdos que le cuenta el comandante Palgrave. Tras morir éste de pronto, ella lamenta no haber prestado más atención cuando le habló de un asesino al que había conocido. ¿Es posible que ese mismo asesino esté planeando la comisión de otro crimen en St. Honore?

En
Misterio en el Caribe
, Christie utilizó los recuerdos de unas vacaciones en Barbados del año anterior. Es el único caso de la señorita Marple en el extranjero, aunque Christie había pensado enviarla fuera del Reino Unido poco antes de empezar
El tren de las 4:50
:

La señorita Marple… en algún sitio, de viaje… o en la playa

Las notas para
Misterio en el Caribe
están esparcidas en un total de catorce cuadernos, aunque muchas apenas pasan de ser apuntes pasajeros o ideas aisladas que Christie fue incorporando a la trama cuando comenzó a escribir la novela, en 1963. El Cuaderno 4 muestra algunas meditaciones tempranas y en el Cuaderno 48 hallamos ya especulaciones en torno a las dos parejas:

1961, proyectos

En el Carribe
[sic]
… La señorita M… tras una enfermedad… Raymond y su esposa… Hija… ¿o hijo? El falso comandante Taylor… como un sapo… entorna los ojos Idea A Parejas Lucky y Greg Evelyn y Rupert
[Edward]

Greg es un norteamericano muy rico… Lucky quiere casarse con un joven… Sin embargo, el que la pretende es Rupert… tiene una aventura con él. La cuestión es si R. mata a Greg o si Evelyn mata a G por error, tomándolo por R. En realidad es el jovenzuelo el que mata a Greg

A pesar de la presencia de las dos parejas con nombres casi idénticos en la novela, ninguna de las diversas combinaciones y permutaciones aquí consideradas hallaron cabida en
Misterio en el Caribe
. Y en el Cuaderno 35 enumera lo que habían de ser tres novelas, aunque la secuencia alfabética resulte extraña. Tal vez sea el orden en el cual se propuso escribirlas, aunque en realidad se publicaron en el orden que se expone a continuación:

1962, Notas para 3 libros

Y. Los relojes (?)

Z. Misterio en el Carribe
[sic]

X. El Terreno de los Gitanos

Algunas de las ideas que Christie anotó en sus diversos cuadernos —el comandante con cara de sapo, alguien que cuenta interminables relatos sobre un asesinato, la administración de una droga alucinógena y un marido que «salva» a su esposa unas cuantas veces, aunque «fracasa» y no la salva en un momento posterior— aparecen en efecto en la novela. También se recuerda en varias ocasiones los detalles de «El toro de Creta», de
Los trabajos de Hércules
, y el empleo de las drogas alucinógenas:

Mirar el envenenamiento por datura como lo administraban las mujeres de los indios a sus maridos… y releer El toro de Creta

Libro sobre la idea del toro de Creta… La locura inducida por dosis sucesivas de belladona

Obra teatral o libro… según sea la idea crucial de Matar es fácil o El toro de Creta… Todo se va acumulando poco a poco en una persona que termina acorralada… Pero orquestado por otra

Una mujer casada se ahorca… Él corta la cuerda a tiempo. En realidad, el marido está allanándole el camino del suicidio… ¿Lo hace conchabado con un médico? O tal vez otro oficial recuerda otro caso parecido… es el mismo hombre

Historia sobre… la mujer que se ahorcó… El marido cortó la cuerda a tiempo… Se calló lo sucedido

Uno de los hechos más pasmosos que revelan los cuadernos es lo distinta que podría haber sido
Misterio en el Caribe
. En los primeros borradores del Cuaderno 3 vemos nacer el germen de una idea estrafalaria, que no se cultivó y que se elabora en el Cuaderno 18. Nótese también la posibilidad inicial de incluir a Hércules Poirot. Tan sólo puedo especular sobre la posibilidad de que prescindiera de Poirot en favor de la señorita Marple porque Christie, ya tan anciana como su personaje, había pasado unas felices vacaciones en el Caribe:

(Idea feliz) Libro sobre las Antillas… ¿La señorita M? Poirot

Chica lisiada por la polio… ha abandonado a su novio… se marcha a donde fueron de luna de miel… Lleva consigo una enfermera… Un personaje un tanto dudoso… La muchacha mata a todo el que es feliz

Las Antillas

La señorita Marple y seguramente Jean Brent… Víctima de la polio y una enfermera, Doran Watson (¿señorita? ¿Señora?)

Podríamos empezar por la muchacha… Jean… lisiada… dice a su novio que ha de abandonarlo… él rechaza la idea, protesta, todos los demás aplauden a la muchacha… hace entonces un viaje porque desea alejarse de lo vivido. Raymond tal vez ha de cerrar un acuerdo previo con la señora Watson, que se marcha con el viejo señor Van Dieman (rico)… (a darle tal vez un masaje todos los días)…

Si es una Jean perversa, que detesta tener noticia de la felicidad ajena, si es la asesina… ¿cómo lo lleva a cabo?

¿Veneno? ¿Narcóticos? ¿Tranquilizantes? ¿Sustitución de las mismas pastillas para la digestión…? ¿Qué droga…?

Combinar la polio de Jean… (o un accidente de coche) con un sacrificio con el comandante cara de sapo (en las Antillas)

Hay tres páginas seguidas en el Cuaderno 3 que contienen tres elementos importantes de
Misterio en el Caribe
:

Idea del libro sobre el toro de Creta… La locura inducida mediante dosis sucesivas de belladona.

2 matrimonios… B y E aparentemente encariñados… En realidad, B y G (Georgina) tienen una relación amorosa desde hace años… Brian, el marido de G, ¿lo sabe de verdad? En realidad son un marido y una mujer distintos… El marido es el que mata a la mujer. El viejo comandante «cara de sapo» lo sabe… Lo ha visto antes… Aparece asesinado

Y es en el Cuaderno 18 donde hallamos la principal fuente de informaciones erróneas (aun cuando se mencione con frecuencia), la idea del ojo de cristal.

Una historia distinta que cuenta el comandante P… el ojo de cristal ¿dónde se apoya? (1)?

(2) pero en realidad se apoya sobre Jean y la enfermera Boscombe

Es interesante que en el mecanoscrito original, al final del capítulo 23 y después de «mal de ojo… ojo… ojo…», lo cual es una pista clara, aparezca la frase «La señorita Marple se quedó boquiabierta». Podría deberse a que se consideró demasiado atrevido y no aparece en la versión publicada. Y en el Cuaderno 23 hallamos un improvisado esbozo, literalmente, de esta escena crucial, cuando el comandante se acerca a mirar por encima del hombro de la señorita Marple. Christie aquí se inspira, seguramente para aclararse ella también, en el marco físico de la acción, ya que la señorita Marple escucha la historia que cuenta el comandante e interpreta erróneamente su mirada:

Other books

Forget Me Not by Stormy Glenn
The Last Picture Show by Larry McMurtry
The Heartbroker by Kate O'Keeffe
The Book of Knowledge by Doris Grumbach