The Chicano/Latino Literary Prize (32 page)

BOOK: The Chicano/Latino Literary Prize
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If anybody wants to know, no one, not even his mother, knew where Maromas got his name, but Penguin got his name from the time he ran away from Fort Grant, the reform school. They say that they used to lock up the boys' shoes so they couldn't escape through the cactus, but Penguin ran away barefoot through the desert anyway. When he got to Tucson his feet were all cut up and swollen and he walked like a penguin in a zoo.

At first he used to beat up anybody that called him a penguin, but later he changed his mind and liked his nickname. He even got a penguin tattooed on his arm with India ink after he was captured and sent back to Fort Grant.

“Virginia Jaramillo?”

Never mind how Miss Folsom said
that
but it was Peanut Butter's real name. And if you want to know why she was called Peanut Butter, it was because the guys in the junior high school said she was just like the commercial on television about some peanut butter: “smooth, creamy, and easy to spread.” And the name stuck even though some of us didn't get the joke.

Miss Folsom finally figured out that Maromas was really Antonio Salazar so everybody in the last row had to move one seat down to make room for him. Fidelia was in the last row where she didn't belong, and we were laughing at her 'cause Miss Folsom had skipped her. Fidelia walked up to Miss
Folsom's desk when she saw Miss Folsom put her list in the drawer, and to get even with us, Fidelia did her usual showing off.

“My name is Fidelia Medina. Fidelia means ‘faithful' but everyone calls me ‘Della,'” said the liar 'cause that was the first time any of us had heard her being called
that
. And God punished her for lying and sat her right next to stinky Hortensia Martínez. Fat Hortensia's name stayed almost the same except that now it sounded like ‘whore'.

Miss Folsom had finished off the names quick. Chop, chop and she was done. By the end of the week we were all using our new names. Some of us even forgot our old ones. Except for Maromas. He just pretended to be deaf when Miss Folsom called him Tony.

So that was how our last year in elementary school started.

1988-89

Silviana Wood

First Prize: Drama

Una vez, en un barrio de sueños …
(excerpt)

(
Una vez, en un barrio de sueños …
consists of an introduction and three short plays, with a cast of ten to twelve actors. [ … ] And please also note that the playwright has attempted to recreate the voices of the Chicano working class with authenticity and respect; therefore, the syntax, spelling, and pronunciation should remain without change. The play takes place in a small southwestern town in 1971. Set is dimly lit, soft guitar music; actors enter with stylized movements to music.)

NARRATOR: Una vez, havía un muchachito muy flaco y muy cochino que se llamaba Federico Narices de Perico, y que vivía en el barrio más pobre y miserable en un desierto donde el sol quemaba las viñas y hojas de la madreselva, y nada se atrevía a crecer aquí sólo algún o dos árboles de piocha.
(Lights up.)

NARRATOR: Aquí no havía padres; todos los hombres jóvenes se havían ido a la prisión en Florence, desaparecido a California, o convertido a cheques de mantenimiento del govierno.

NARRATOR: Las mujeres jóvenes se quedaban adentro de la casa todo el día, alejadas del resecante sol, mirando las telenovelas que casi las hacían llorar …

FEMALE ACTOR: Will you love me forever?

MALE ACTOR: Yes, Ericka, yes, yes, forever.

FEMALE ACTOR: No, you won't.
(Lights up.)

MALE ACTOR: Yes, my love, I will.

FEMALE ACTOR: Will you love me even after you learn my terrible secret?

MALE ACTOR: Yes, my sweetheart, I will love you. Please marry me.

FEMALE ACTOR: But the shame.

MOTHER: But you can't marry her. She is your …

ANNOUNCER: And now a word from our sponsor.
(Same male and female will do a dandruff shampoo commercial.)

FEMALE VOICE:
(As though reading female actor's mind. Notices male sitting next to her.)
Hmmm, I think he's cute.

MALE VOICE: (Also as though reading male actor's mind. Notices girl.) Hmmm, I think she likes me.
(Female actor fluffs her hair and smiles at male actor. He is horrified to see: dandruff! He exits. She exits in tears.)

ANNOUNCER: Tune in tomorrow, etc.

NARRATOR:
(Returning to story.)
Hasta en la tarde, cuando entonces se pintaban sus caras con el maquillaje Avon y se vestían en vestidos muy pretty del Lerners, y se paraban afuera como ficheras en un cabaret. Pero sin música.

NARRATOR: Y los viejos se sentaban afuera todo el día, sin miedo al sol porque su piel ya se havía cambiado a cuero de zapato, y se sentaban allí, las sillas ladeadas a la pared, esperando que nada pasara, asoleándose como cachorras perezosas en las tumbas de un panteón.

NARRATOR: Esperando. Todos esperando. Porque en este barrio no havía sueños. No miento. Sí, havía sueños. Pero eran sueños que sólo se hallaban en un botecito de pintura. Aquí nadien crecía joven y nadien soñaba despierto.

NARRATOR: Desde un principio, Federico era un pendejo.

CHORUS: Allí va el pendejo, allí va el pendejo …

NARRATOR: En las mañanas veraniegas antes que el swimming pool abriera a las doce, o más tarde si el lifeguard de la universidad tenía una buena cruda por los estudios, en lugar de dormir tarde o vagar por la vecindad en busca de cosas buenas pa' robar, Federico se sentaba en cuclillas en frente de su casa y jugaba en la tierra entre la banqueta y la pared de su casa, y hacía pretend que era un ranchero muy rico.

Con un palito puntiagudo, trinchaba zurcos en la tierra seca, y sembraba hojas arrugadas de las piochas, y las regaba con interminables recorridas a la llave en la yarda detrás de la casa con una lata vacía de la sopa chicken noodle soup de Campbell's.

NARRATOR: Inútil es decirlo, pero las hojas de piocha jamás hecharon raíz.

NARRATOR: De todos modos Eddie Spaghetti y Tony Baloney pronto pasaban, bamboleándose, con sus sesos fritos por inhaling paint, con narices rainbow colors. Y pataleaban con gusto la plantación de Federico, y luego marchaban como madriles borrachos, riendo locamente.

NARRATOR: ¿Como qué?

EDDIE AND TONY: Like drunk baboons.

NARRATOR: Ahhhhh.

NARRATOR: Luego Federico se iba a nadar hasta que el swimming pool cerraba a las seis y regresaba a su casa un poco más limpio pero muriéndose de hambre. Se comía los frijoles helados directamente del refrigerador porque su madre no se los freía antes de la hora de cenar.

MOTHER:
(Reclining on sofa, smoking, watching T.V..)
Es tu culpa; tú nomás tienes hambre por andar nadando todo el día. Todo mundo sabe que te da hambre, es como tomar vitaminas, la misma cosa. Tú tienes la culpa.

CHORUS:
(In conga line.)
Tú tienes la culpa. Tú tienes la culpa. Tú tienes la culpa.

NARRATOR: Ella decía mientras veía la televisión, resoplando sin fin sus “cagarillos”, tomando sus Pepsi-Colas.

NARRATOR: Los días de summer vacation terminaron, y la escuela empezó el día después de Labor Day y ahora Federico se tenía que sentar en su desk, bored to death, sus pies dolientes por tener que volver a usar zapatos otra vez. Con la excepción de Geography, Federico odiaba la escuela.

NARRATOR: ¿Y por qué le gustaba la geografía?

NARRATOR: Porque en la clase de geografía Federico podía ver otros mundos, otras tierras, y en su mente, él creía escaparse del barrio.

NARRATOR:
(Laughing.)
¿Escaparse del barrio? Qué absurdo. Nadien se escapa del barrio. ¡Ni las cucarachas!

NARRATOR: Anyway, cuando el día terminaba, corría pronto a su casa antes de que el Eddie Spaghetti y Tony Baloney pudieran golpearlo por no tener dinero que darles para comprar más pintura to inhale, o porque el Federico nunca quería juntarse con ellos cuando ellos tenían una lata nueva de pintura.

MOTHER: Es tu culpa, por no defenderte.
(Gives him money.)
Corre, ve pa' que'l Chino y traime una paca de cagarros. Malboros.

NARRATOR: Federico iba a la tienda, y como si tuvieran antenas, el Eddie Spaghetti y el Tony Baloney sabían que estaba allí, y lo golpeaban cuando salía de la tienda. Además, le robaban los cigarillos de su madre, y luego ella lo jalaba de las greñas por haber ‘perdido' los cigarillos y porque tenía que dejar la televisión antes de que la película terminara. Todos los días, le parecía a Federico, lo golpeaban, y algún día, Federico bien sabía, tendría que defenderse. Y él tenía miedo. Mucho miedo.

NARRATOR: Y en este barrio vivía un viejo muy antipático que no tenía nada que hacer mas que sentarse afuera en su porche y leer hasta que sus ojos débiles se cansaran. Luego allí se sentaba con sus ojos medios cerrados, sin moverse, y esperaba como un reptil mesozoico para que las moscas pararan cerca de él y …

ALL: ¡Juácate!

NARRATOR: Matarlas con su matamoscas. Don Anselmo era su nombre, sencillamente, y él era odiado por todos los buquis del barrio. Don
Anselmo estaba bien enterado de esto y esto le hacía sentirse muy, muy contento.

DON ANSELMO:
(Brushing fly with fly swatter.)
E Pluribus Unum.

NARRATOR: Decía mientras echaba a un lado las moscas muertas del barandal. Impacientemente esperaba que la campana de la escuela sonara porque al merito enseguida de la banqueta, en la tierra más cerca a la calle, don Anselmo havía ordenado a su yerno, el hallelujah, que pusiera inmensas piedras, más bien penas, por ninguna razón mas que para hacer tempt a los buquis que venían de la escuela, a subirse en ellas y brincar de una a la otra, para que don Anselmo pudiera despertar, y pararse, y gritar fuertes malas palabras.
(Kids jump from one block to another.)

DON ANSELMO: Cabrones, bastardos sin padres, hijos de la chingada, pachucos, voy a llamar a la polecía.

DOÑA REBECCA: Anselmo, por favor.

NARRATOR: Así le rogaba su esposa flaca, doña Rebecca Nalgas Secas desde adentro por la ventana. Éstas eran las únicas palabras que se oían de ella, jaladas en un tono martirizado. Ella sabía que si don Anselmo se agitaba demasiado, comensaría a toser, volviéndose rojo, y tuviera que meterse para adentro. ¿Adentro?

DOÑA REBECCA: ¡Dios no lo quiera!

NARRATOR: Bueno, un día Federico se tubo que quedar after school a escribir las palabras que no sabía spell veinticinco veces cada una, y para cuando hizo finish, todos, incluyendo Eddie Spaghetti y Tony Baloney, se habían ido a sus casas y Federico se fue andando slowly a su casa.

NARRATOR: Al llegar a la casa de don Anselmo, vio que don Anselmo estaba bien dormido, y entonces Federico se subió a la primera piedra. Luego se sentó en la segunda para estudiar la tercera. Las rocas estaban llenas de agujeros, y él estaba sintiendo la textura áspera y arenosa muy atentamente que actualmente perdió algunas de las palabras cochinas de don Anselmo. As a matter of fact, don Anselmo ya había terminado con su repertorio general y estaba desesperadamente tratando de pararse de su silla y el matamoscas se le cayó y él estaba muy gordo para poder agacharse y levantarlo.

DON ANSELMO: Cabrón, sí, tú, cabrón. ¿Qué estás haciendo con mis piedras?

DOÑA REBECCA: Anselmo, por favor.

FEDERICO: Estudiándolas.

DON ANSELMO: ¿Quién eres tú que crees que sabes algo de mis piedras?

NARRATOR: Don Anselmo le preguntó pero sabía perfectamente bien que el muchacho no iba a saber, pero le caiva bien porque no se havía arrancado como los otros miedosos.

FEDERICO: Yo sé que son piedras volcánicas.

DON ANSELMO: ¿Volcánicas? A ver, pruébamelo.

FEDERICO: ¿Ve estos hoyos? Cuando el volcán esplotó, hace mucho tiempo, la lava se derritió y cuando le dio el viento helado, los gases calientes adentro se hicieron bombitas y se reventaron en estos hoyitos, o algo así.

DON ANSELMO:
Ben travato, linguini
. ¿No me entiendes? Es italiano.

Quiere decir que lo que me acabas de decir es bien pensado.
(Pause.)
¿
Capici
, Alfredo Fettucini?

FEDERICO: Me llamo Federico. ¿Es usted italiano?

DON ANSELMO: No, soy mexicano, como tú, pero yo sé muchos idiomas, de aquí,
El Diccionario de Frases Foráneas
.
(Shows
FEDERICO
book.)

FEDERICO:
(Impressed.) Dictionary of Foreign Phrases.
¿Puede decir otra cosa? ¿Puede decir algo de volcanes? ¿De Vesuvius? Está en Italia, ¿verdad?

DON ANSELMO: ¿Vesuvius? Seguramente está en Napoli:
vedí Napoli e poi muori!
Eso es lo que yo quisiera hacer: ver a Napoli y después morir.
(Turns to house.)
Rebecca, dale al muchacho unas galletas para que se vaya a su casa.
(
REBECCA
passes cookies, only her hands are seen.
DON ANSELMO
closes his eyes.
FEDERICO
eats cookie, picks up fly swatter and places on porch rail.
DON ANSELMO
opens his eyes.)
Tú me gustas. Puedes venir a visitarme después de la escuela y me puedes decir todas las cosas que estudias, y yo te enseñaré todos las idiomas que yo sé. Is it a deal?
(Puts out right hand.)

FEDERICO:
(Shakes his hand.)
Yes, it's a deal.

DON ANSELMO:
(Stands fiercely, like a samurai warrior.)
Sayonara!

FEDERICO: Sayonara!
(Mimics
DON ANSELMO,
walks away.)

DON ANSELMO: Y no te vuelvas a subir en mis cabronas piedras.
(Chuckles to himself.) (
FEDERICO
exits happily eating other cookie.)

NARRATOR: Y Federico se fue pero volvió muchas veces a pasar el año de escuela. Ahora que Federico tenía a alguien con quién hablar, alguien que lo escuchaba, que le contestaba sus preguntas, le gustaba la escuela y geografía también se hizo la clase favorita de don Anselmo. Cambiaban información seria al empezar la visita, pero después, mientras comían danish rolls con peanut butter y miel de abeja, la plática se volvía poco absurda, chistosa.

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