Camino al futuro (16 page)

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Authors: Peter Rinearson Bill Gates

BOOK: Camino al futuro
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Ambos tipos de servicios de búsqueda han generado una gran cantidad de intereses en las comunidades financieras porque satisfacen una necesidad obvia: la de encontrar cosas en una red en la que el incremento de las cantidades de información es asombroso. Sospecho que aparecerán en los próximos anos un gran número de servicios adicionales, porque es relativamente fácil establecer uno y hay muchas maneras de ofrecer un valor único.

Contaremos con modos más ricos y más satisfactorios de encontrar información en Internet, a medida que avance la tecnología y que los negocios respondan a nuestras necesidades de información. La tecnología y los servicios editoriales se combinarán para ayudarnos a encontrar datos en un cierto número de modalidades. El sistema de navegación ideal expondrá de forma parecida cantidades sin limite de información y aún seguirá siendo fácil de usar.

Consultas, filtros, navegación espacial, enlaces y agentes serán cinco de las técnicas de selección primaría de información como lo son ya en distinto grado. Un modo de entender las diferencias entre estos cinco en foques es pensar en ellos de manera metafórica. Imaginemos una información específica: una colección de hechos, una historia impresionante, una lista de películas, todo en un almacén imaginario. Una consulta viaja a través de lodos los artículos del almacén para ver si satisfacen alguno de los criterios que hemos establecido. Un filtro es una comprobación de todo lo nuevo que entra en el almacén para ver si satisface ese criterio. La navegación espacial consiste en deambular por el almacén verificando el inventario para encontrar una localización. Los enlaces, sean de textoo gráficos, nos llevan directamente a la información requerida. Quizá el enfoque más intrigante y el que promete ser más fácil de usar por todo el mundo será el agente personal que nos representará en la red. Lo más común será que el agente consista en software, pero tendrá una personalidad a la que podremos hablar, o al menos de comunicarnos con él. De una u oirá forma. Emplear un agente será como mandar a alguien a que busque por nosotros en el catálogo de información.

He aquí como funcionarán los diferentes métodos de selección. Con un sistema de consulta podremos hacer una amplia gama de preguntas y obtener respuestas completas. Si no podemos recordar el nombre de una película, pero recordamos que está protagonizada por Spencer Tracy y Kalharim; Hephurn y que en ella hay una escena en la que él le hace numerosas preguntas y ella está tiritando, podríamos teclear una consulta que preguntara por todas las películas en las que pudiera encontrarse:

«Spencer Tracy Katharine Hepburn frío preguntas». Como respuesta, un servidor en cualquier lugar de la red nos daría la comedia romántica Devk Set, en 1957, en la cual Tracy interroga a una Hepburn que está tiritando en una terraza en lo más crudo del invierno. Podríamos mirar la escena, contemplar la película, leer el reparto, examinar revistas sobre la película y leer cualquier comentario público que Tracy o Hephurn hubieran podido hacer sobre la escena. Si se hubiera hecho un doblaje o se hubieran puesto subtítulos para la proyección de la película fuera de los países de habla inglesa, podrían verse también las versiones extranjeras. Éstas pueden estar almacenadas en servidores en varios países, pero usted las tendría disponibles al instante.

El sistema de consulta se acomodará a cuestiones directas tales como «enséñame lodos los artículos que tratan en el mundo del primer niño probeta», o «haz una lisia de lodos los almacenes que tengan dos o más clases de comidas para perros y que entreguen una caja en 60 minutos en mi dirección», o «¿con cuál de mis parientes no tengo contacto hace más de tres meses?». También pudra dar respuestas a cuestiones mucho más complejas. Podríamos preguntar «¿qué gran ciudad tiene el mayor porcentaje de gente que ve vídeos de rock y que lee regularmente sobre comercio internacional?». Generalmente, las respuestas no lardarán mucho tiempo en producirse porque es probable que la mayor parte de las preguntas se haya planteado ames y que las respuestas estén ya computadas y almacenadas.

Los filtros son, en realidad, clasificadores de preguntas. Funcionan en todo momento, examinando la información para descubrir aquella que satisfaga nuestro interés y filtrando lo demás. Se podrá programar un filtro para reunir información sobre nuestros intereses particulares, como equipos deportivos locales o noticias de descubrimientos científicos específicos. Si lo más importante para nosotros es el clima, nuestro filtro colocará esta cuestión al principio de nuestro noticiero personalizado. Algunos filtros los creará la computadora basándose en la información que tiene sobre nuestras características y temas que más nos interesen. Un filtro de esta clase podría alertarme sobre un importante acontecimiento referente a una persona o institución de mi pasado: «un meteorito cae en el colegio de Lakeside». También podremos crear filtros explícitos, consultas en curso sobre algo particular, como «se busca un Nissan Máxima de 1990 para piezas» o «dime lo que sepas sobre cualquiera que venda recuerdos de la última Copa del Mundo», o «¿hay alguien que esté buscando quien le acompañe en bicicleta los domingos por la noche, este el tiempo lluvioso o seco?». «Un tilín» de esta clase seguirá buscando hasta encontrar la respuesta. Si encuentra un potencial compañero para pasear en bicicleta el domingo, por ejemplo, buscará automáticamente cualquier otra información que la persona hubiera podido publicar en la red. Tratará de responder a la pregunta «¿cómo es?», que es la primera que probablemente nos hagamos acerca de un posible nuevo amigo.

La navegación espacial se modelará según el modo físico como localizamos información hoy. Cuando deseamos encontrar algo sobre cualquier tema. Es natural que nos dirijamos a una sección con cartelitos en una biblioteca o en una librería. Los periódicos contienen secciones de deportes, inmobiliarias y de negocios, donde la gente «va» a buscar cierto tipo de noticias; también presentan informes sobre el clima en el mismo sitio.

La navegación espacial, que se utiliza ya en algunos productos de software. Nos permitirá ir donde esté la información, capacitándonos para interactuar con un modelo visual de un mundo real o simulado. Podemos concebir tal modelo como un mapa: una tabla de contenidos ilustrada y tridimensional. La navegación espacial será particularmente importante para interactuar con televisores y con las PC portátiles y pequeñas, que no es probable que estén doladas de teclados convencionales. A la hora de hacer una operación bancaria podríamos ir a un cajero de la calle principal, apuntar en la pantalla, utilizar un ratón o un control remoto, o incluso nuestro dedo en el cajero de un banco. Apuntaremos a un tribunal para ver qué casos se están viendo y quiénes son los jueces, o cuál es la causa de los retrasos.

Apuntaremos a la terminal del autobús para saber los horarios y si el que queremos circula a su tiempo. Si pensamos alojarnos en un hotel podremos ver si se pueden reservar habitaciones y examinar también un plano del mismo; si el hotel tiene una cámara de vídeo conectada a Internet podremos ver sus salones y restaurantes y comprobar si están muy llenos o no en ese momento.

Podremos adentrarnos en cualquier plano, de manera que podamos navegar por una calle o por las habitaciones de un edificio. Podremos utilizar un zoom para acercarnos y alejarnos, y tomar una vista panorámica de diferentes lugares muy fácilmente. Supongamos que queremos comprar un cortacésped. Si la pantalla muestra el interior de una casa, podremos entrar a través de la puerta trasera y ver los planos, en los que se incluye un garaje. Un clic con el ratón nos introducirá en el garaje, donde podremos ver las herramientas, incluido un cortacésped. Otro clic en este último nos proporcionará diversas categorías de información pertinente. Que incluirá anuncios, revistas, manuales del usuario y lugares de venta en el ciberespacio. Será muy fácil efectuar rápidamente alguna comparación comprando sobre la base de cualquier información que podamos reunir. Cuando hagamos clic en la imagen del garaje y parezca que entramos en él. La información relativa a lo que hay dentro del mismo llegará a nuestras pantallas desde servidores extendidos a través de miles de millas en la red.

Cuando apuntamos a un objeto en la pantalla para obtener información acerca del mismo, estamos utilizando una forma de hiperenlace. Los hiperenlaces, o simplemente enlaces, permiten a los usuarios saltar de un lugar informativo a otro de manera instantánea, igual que la nave espacial de ciencia ficción salta de un lugar geográfico a otro a través del hiperespacio. Cualquiera que haya utilizado la Word Wide Web de Internet está familiarizado con los enlaces, que tienen forma de botones, imágenes y palabras subrayadas sobre las que se hace clic para trasladarse a otro lugar del documento, a otra página de la Web o a otro lugar. En la futura red de banda ancha, los enlaces nos permitirán encontrar respuestas a las preguntas cuando se formulan y en el momento en el que estamos interesados. Supongamos que estamos viendo las noticias en la televisión y que vemos a una mujer, que no reconocemos, caminando al lado del primer ministro británico. Queremos saber quién es. Entonces, utilizando el control remoto de la televisión o el ratón de la PC, apuntaremos a dicha persona. Esta acción hará que se nos proporcionen una biografía y una lisia de otros noticieros en los que ha aparecido recientemente. Apuntando a cualquier cosa que aparezca en la lista podremos leer cosas sobre ella o contemplarla, saltando de tema en tema todas las veces que queramos y reuniendo información en vídeo, audio y texto procedente de todo el mundo.

La navegación espacial puede utilizarse también para hacer turismo. Si queremos ver reproducciones de las obras de arte de un museo o galería, podremos «caminar» por representaciones visuales navegando entre las obras como si estuviéramos allí. Cuando queramos ver detalles de un cuadro o de una escultura, podemos utilizar un enlace. Todo esto sin multitudes, sin prisas y con la posibilidad de preguntarlo lodo sin preocuparnos por parecer que somos analfabetas. Podemos tropezar con cosas interesantes tal como lo hacemos en un museo, pero no será lo mismo que caminar por una galería de arte real, sino una aproximación gratificante, lo mismo que la contemplación de un ballet o de un partido de baloncesto en televisión puede ser placentera aunque no estemos en el teatro o en el terreno de juego.

Si otras personas están visitando el mismo «museo», podemos elegir verlas e interactuar con ellas o no, según queramos. Nuestra visita no tiene por qué ser una experiencia solitaria. Algunos lugares se utilizarán puramente como socialización en el ciberespacio; en otros no se podrá ver a nadie. Algunos nos obligarán a aparecer en cierto modo tal como somos, otros no. La manera como veamos a los otros usuarios dependerá de lo que elijamos y de las reglas de los lugares particulares.

Museos de todo el mundo tienen ya sitios Web en Internet aunque. Hasta ahora, la mayor parte de ellos muestran sólo un escaso número de imágenes. En las mejores paginas de museos, como la del Louvre de París (http://www.culture.fr/louvre). Pueden explorarse las colecciones con todo detalle. La experiencia de la búsqueda es sorprendentemente gratificante, aunque no como cuando se está en París.

Cuando utilizamos la navegación espacial, el lugar por el que nos movemos no tiene por qué ser real. Podremos crear lugares imaginarios y volver a ellos cuando queramos. En nuestro propio museo podremos cambiar las paredes, añadir galerías imaginarias y reconfigurar el arte. A lo mejor queremos que se muestren juntas todas las naturalezas muertas, incluso si una es un fragmento de un Fresco de Pompeya que cuelga en una galería de arte antiguo-romano y otra es un cuadro cubista de Piccaso que está en una galería del siglo XX. Podremos jugar a ser curadores y reunir imágenes de nuestras obras de arte favoritas de todo el mundo, para «colgarlas» en nuestra propia galería. Supongamos que deseamos incluso un cuadro, que recordamos con mucho placer, de un hombre dormido y que es acariciado por un león, Perú que no podemos recordar ni el nombre del artista ni dónde lo vimos. Podremos describir lo que deseamos y efectuar una búsqueda. La consulta pondrá a nuestra computadora o a cualquier otro dispositivo de información a buscar por los almacenes de información para proporcionarnos la obra que se ajusta a nuestras especificaciones.

Inclusive, podremos pasear a nuestros amigos por nuestra galería de arte lanío si están sentados junto a nosotros como si están mirando desde el otro lado del mundo. «Mira, entre el Rafael y el Modigliani», podremos decir, «está mi cuadro favorito, que pinté con los dedos cuando tenia dos años».

El último tipo de ayuda para la navegación, el más útil de todos, es el agente. Se trata de una búsqueda o un filtro que ha adquirido personalidad y parece tomar iniciativas. El oficio de un agente es asistirnos. En la era de la información eso significa, por supuesto, que el agente está ahí para ayudarnos a encontrar información.

Si queremos entender la forma como el agente puede ayudarnos a realizar diversas tareas, consideremos el modo como el agente puede mejorar la interfaz de la PC actual. El actual estado del arte es la interfaz gráfica de usuario, como en los sistemas operativos de! Macintosh de Apple y el Windows de Microsoft. Una interfaz gráfica de usuario presenta información y relaciones en la pantalla gráficamente, en lugar de describirla mediante un texto. Las inlerface1' gráficas también permiten que el usuario apunte a tos objetos para moverlos por la pantalla.

Pero la interfaz gráfica de usuario tiene sus limitaciones. Hemos puesto ya tantas opciones gráficas en la pantalla, que los programas o las características que no se utilizan regularmente desalientan a los usuarios. Las características son convenientes para las personas que las utilizan con la frecuencia suficiente como para recordar su funcionamiento pero, para el usuario medio, la interfaz gráfica de usuario por sí misma no proporciona la guía suficiente como para utilizar las características. En los sistemas del futuro, los agentes remediarán ese problema.

Un agente sabrá como ayudarnos parcialmente, porque la computadora recordará nuestras actividades pasadas. Será capaz de encontrar pautas de uso que le ayudarán a trabajar para nosotros con más eficacia. A través de la magia del software, parecerá que las aplicaciones de información conectadas a la red aprenden de nuestras interacciones y nos harán sugerencias. A esto lo llamo «softer software».

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