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Authors: Maurice Nicoll

Tags: #Autoayuda, #Esoterismo, #Psicología

Comentarios psicológicos sobre las enseñanzas de Gurdjieff y Ouspensky (18 page)

BOOK: Comentarios psicológicos sobre las enseñanzas de Gurdjieff y Ouspensky
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He hecho esta digresión con el fin de mostrar cómo el Centro Intelectual al trabajar en su totalidad es necesario para la plena comprensión de este sistema y cómo el sistema está construido para este propósito y puede organizar justamente todo el Centro Intelectual para que sea un instrumento capaz de responder a las influencias provenientes de los Centros Superiores. Pero como este tema pertenece al "Pensamiento Relativo" (que es el único que suscita una acción correcta en el Centro Intelectual) retornaremos aquí a las divisiones del centro en un
lado positivo
y
otro negativo
y los consideraremos en relación al trabajo equivocado de los centros (y de las partes de los centros).

Ocupémonos del
pensamiento negativo.
El pensamiento negativo tiene lugar en un hombre cuando piensa siempre o casi siempre con el lado negativo del Centro Intelectual. Para su pensamiento usa la parte negativa. Como se dijo, los dos lados, positivo y negativo, deberían trabajar juntos y confrontarse el uno al otro. Ahora bien, si un hombre empieza a pensar, digamos en este Trabajo, desde el lado negativo del Centro Intelectual y permite que este lado prosiga su actividad sin
confrontación
alguna, llegará seguramente a una negación del Trabajo, porque el lado negativo sólo puede asociar las cosas en la forma de una creciente
negación.
Por lo tanto el resultado final será
No.
Este
pensamiento negativo,
acerca de los temas a que se refiere el Trabajo, es muy común hoy, pero con el fin de prosperar se debe descartar, rechazar o menospreciar todo cuanto no está de acuerdo con el Trabajo.

El pensamiento negativo adopta muchas formas según las diferentes personas. Algunas personas tienen sistemas bien desarrollados de pensamiento negativo acerca de diferentes cosas que nunca fueron confrontadas, acerca de sí mismas, acerca de otras personas, acerca de la vida, acerca del mundo, el Universo, etc. Esos sistemas se formaron a sí mismos independientemente del lado positivo del Centro Intelectual y por lo tanto son parciales, no están confrontados, no están en pugna con cualquier pensamiento
opuesto, y
a menudo son el origen de muchos males.

Una de las cosas más fáciles de hacer es
disentir.
Para disentir es preciso habitualmente usar la parte negativa del centro. El habitual disentimiento, la desaprobación, la denigración, el desacreditar, etc., es usar el centro negativo sin confrontación alguna: y un hombre que piensa negativamente es, en suma, un hombre a quien hay que evitar, porque tratará de destruir todo lo que se le diga. No puede evitar proceder de este modo porque es, por así decirlo, intelectualmente
invertido y
sólo puede marchar hacia atrás. Todo ello se debe al
uso
equivocado de un centro.
Por otra parte, una persona que piensa, digamos, sólo en el lado afirmativo de este sistema, nunca llegará a aprehenderlo. Nunca llegará a ser real para ella, porque no habrá pasado a través de las tentaciones que se relacionan con este sistema, ni habrá luchado ni se habrá empeñado en vencerlas.

En el Trabajo se dice que antes el hombre era perfecto. Este hombre estaba en contacto con los "centros superiores". De hecho, se decía de él que conversaba con los dioses. Pero era muy débil, porque, al no haber nunca negado y haber siempre afirmado, no sabía cómo enfrentarse con la
negativa.
Por eso le fue tan fácil caer de su elevada posición, porque carecía de fuerza de pensamiento y de comprensión de sí. Ahora tiene que buscar su camino para regresar al lugar donde antes estaba, empleando el poder de la negación para que lo ayude.

NOTA ADICIONAL

Cabe decir cosas muy interesantes respecto de las dos divisiones, positiva y negativa, del Centro Intelectual, si las contemplamos en conjunción con los otros centros, tal como el Centro Emocional. Por ejemplo, un hombre puede tener un
pensamiento negativo y
un
sentimiento o una voluntad positiva
hacia una cosa. O, por el contrario puede tener un
pensamiento positivo
y un
sentimiento o voluntad negativa.
Con el fin de ilustrarlo, este ejemplo tomado de los Evangelios nos será útil para reflexionar sobre este particular.

"Un hombre tenía dos hijos, y acercándose al primero, le dijo: Hijo, ve hoy a trabajar en mi viña. Respondiendo él, dijo: No quiero: pero después, arrepentido, fue. Y acercándose al otro, le dijo de la misma manera. Y respondiendo él, dijo: Si, señor voy, y no fue. ¿Cuál de los dos hizo la voluntad de su padre?"

(Mateo XXI, 28-31.)

Una persona que tiene una
afirmación
demasiado mecánica del Centro Intelectual dirá "Sí" pero esto pertenece a su pensamiento, no a su
voluntad.
La base de su voluntad está en el Centro Emocional. Así dice "Sí" con su pensamiento, pero eventualmente "No" con su Centro Emocional. O un hombre tiene un pensamiento negativo y un sentimiento positivo. Dice "No" con su mente pero su sentimiento dice después "Sí". La parábola o definición psicológica puede ser comprendida de un modo diferente. Pero significa que un hombre no es
uno,
y tiene dos lados distintos que no están necesariamente de acuerdo.

Cabe decir también que si un hombre no tiene
Centro Magnético
(que
afirma
la existencia de dos clases de influencias en el vórtice de la vida —a saber
A
y
B
— puede tomar como punto de partida sólo el lado negativo del pensamiento una vez que se enfrente con un trabajo de esta clase y perder todo su tiempo en
desaprobar.
Un sentimiento inicia cierta clase de pensamiento. Al estar dividido nuestro aparato intelectual en positivo y negativo, puede dar
cualquier resultado
según sea el lado que se pone en acción. Puede aprobar o desaprobar
cualquier cosa.
Es la
valoración
—el Centro Emocional— lo que es decisivo. Contemplado como una pura máquina, los dos lados del Centro Intelectual son mutuamente destructivos. Por eso se dice que es necesario un
tercer factor
para un trabajo apropiado del centro.

Birdlip, 28 de noviembre, 1941
El trabajo equivocado de los centros parte V

En este comentario, que es el último de la serie sobre el Trabajo Equivocado de los Centros, empezaremos con el lado negativo del Centro Emocional, pero haré una larga digresión sobre el tema de las emociones negativas mismas.

Se dijo en el último comentario que el Centro Intelectual tiene, naturalmente, una parte negativa. Pero no ocurre lo mismo con el Centro Emocional. La parte negativa del Centro Emocional es la sede de las
emociones negativas.
Pero
naturalmente
no existe tal parte en el centro: se la adquiere. Y cabe decir al punto que cada vez que esta parte negativa adquirida es activa, significa un trabajo equivocado del centro. Y no es exagerado decir que el Centro Emocional rara vez trabaja en una forma correcta, debido a la acción de esta parte negativa adquirida que ha llegado a infectarse por su contacto con la vida. Porque las emociones negativas gobiernan la vida, quizás especialmente hoy, y la gente se aferra más a sus desdichadas emociones negativas que a cualquier otra cosa. Ahora bien, la infección de las emociones negativas (como la infección del pensamiento negativo) se introduce gradualmente en el niño que crece, porque un niño nace despierto (en su propia escala) en un mundo de gente dormida, y, por imitación, a su vez aprende a caer dormido: entre muchas otras cosas imita las emociones negativas, es decir, las expresiones faciales, las entonaciones, las palabras y frases que dan salida a los estados negativos de la demás gente. El niño lo imita todo y así gradualmente empieza a sentir lo que representan. De este modo, los sentimientos negativos de sus mayores se comunican gradualmente al niño y después de un tiempo el niño empieza a mostrar emociones negativas y a enfurruñarse y amargarse y a quejarse y a sentir piedad de sí y así sucesivamente. Al fin y al cabo, ¿qué otra cosa podía hacer el niño? Y nuevamente, ¿qué otra cosa pueden hacer quienes ya están infectados con emociones negativas, puesto que ignoran que son negativas y nunca oyeron mencionarlo y, por regla general, si lo han oído, están seguros de no ser negativos? Así ven ustedes lo difícil que es cambiar esta siempre repetida, siempre recurrente cadena de causa y efecto, esta continua e inevitable infección y reinfección, que es peor que cualquier otra infección, física o moral. ¿Quién la romperá? ¿O quién podrá romperla? La única cosa que puede romperla es que un hombre oiga, vea, comprenda y se dé cuenta cuáles son las emociones negativas y
empiece
consigo mismo.
Porque aun cuando una persona cambie de posición a este respecto en la apretada red de la vida, en el inmovible atascadero de seres humanos, lo único que hará es dejar sitio a los otros. Pero esto sólo tendrá lugar si trabaja genuinamente sobre sus emociones negativas desde la más honda, más interior, más individual percepción del verdadero horror e inutilidad de dichas emociones. Este es el punto de visión interior desde donde se inicia el verdadero trabajo. Es menester que todos ustedes comprendan que es posible trabajar desde diferentes lugares o, por así decir, profundidades en sí mismo. Se puede trabajar por razones superficiales o por razones más profundas. Generalmente el hombre trabaja sobre sí en la espera de una recompensa o elogio o posición o deber, o debido a cierta clase de engreimiento u orgullo o auto-merecimiento, o alguna idea que se forja de sí mismo, o por el honor o por tratar de gustar, o imitación, o temor, o por miedo de perder su reputación, miedo de la crítica, miedo de perder una amistad, etc. Todos estos
motivos
no son el
hombre mismo,
pues trabaja exteriormente. Esos motivos son una serie de sustitutos para el
verdadero "Yo"
en el hombre, "Yoes" de sustitución, de los cuales algunos forman el Mayordomo Delegado y, como dije, algunos son mejores y otros son peores, algunos son útiles y otros son impedimentos; es decir, algunos son más internos y así están más cerca de la esencia o de la parte verdadera del hombre y algunos son más externos y así están más cerca de la falsa personalidad o de la persona imaginaria que creemos ser y para quien gastamos tanta fuerza, pensamiento, tiempo y dinero para que siga andando, en medio de nubes de emociones y roces negativos.

Es sólo el verdadero trabajo y no el trabajo imaginario sobre las emociones negativas personales lo que permitirá a las otras cambiar de posición porque de otro modo las emociones negativas se quedan en el mismo lugar, en otra forma, porque se parecen a Proteo que siempre cambiaba de forma y se convertía en otra cosa. Pero es una parte necesaria de este Trabajo, por la cual todos deben pasar eventualmente, ver en uno mismo por una observación sincera, cómo se aferra el yo a las emociones negativas con una mano mientras con la otra intenta liberarse. El Trabajo conduce inevitablemente a todos a los mismos lugares y a las mismas experiencias. Un hombre debe llegar al punto de discernir su propio desamparo, de comprender su propia mecanicidad. Y esto, si no es una experiencia negativa, lo llevará al estado de
recuerdo de sí.
Al darse cuenta de su desamparo atrae la ayuda. Porque comprender el propio desamparo pone al hombre en el Tercer Estado de Conciencia donde la ayuda puede llegarle. Y ya que me ocupo de este tema, agregaré para aquellos que aún no comprenden bien lo que significa trabajar más "externamente" y lo que significa trabajar más "internamente" que el caso se presenta de este modo. El objeto del Trabajo es el de despertar la "conciencia escondida" —no me refiero a la conciencia adquirida que es diferente en todas las razas y es cuestión de costumbres, adiestramiento, clase y nación.
La conciencia escondida es la misma en toda la gente
pero está oculta —es decir, fuera de su alcance. A menos que tengamos esta "conciencia escondida" en nosotros, el Trabajo es inútil. Nada más que una nueva locura, una nueva moda, una nueva jerga. Ahora bien, si pudiéramos ponernos en contacto con esta conciencia escondida y verdadera, sabríamos instantáneamente que todos los estados negativos son equivocados y, de hecho, nos envenenan. Es exactamente por el "sabor interior", como es llamado en el Trabajo, por lo que empezamos a comprenderlo. El "sabor interior" hace que un hombre se dé cuenta de cuándo es negativo. Entonces se inicia la lucha. Desea decir algo y no puede. Esto ocurre cuando el Trabajo está "obrando en él". Ya no es más algo que acepta, sino que es algo por lo cual debe luchar en sí mismo. Luego empieza a ver que es preciso trabajar sobre sus emociones negativas más internamente, y entonces la conciencia moral lo ayudará. Pero si trabaja sobre sus emociones negativas porque le dicen que debe hacerlo, o porque está avergonzado ante los otros de tenerlas, entonces trabaja más "externamente" sobre ellas, y no genuinamente desde sí mismo. Si no fuera por estas leves señales de la verdadera conciencia que el Trabajo evoca en la gente, y su ayuda interior, la lucha con las emociones negativas sería imposible. Es decir,
a menos que en alguna parte de nosotros tuviéramos conciencia moral, las emociones negativas serían inconquistables.
La vida sería demasiado fuerte. Pero afortunadamente para los que existimos en esta tierra, situada tan bajo en el Rayo de Creación, que sólo está separada por un grado del peor lugar posible de todo el Universo, tenemos
dentro de nosotros
los medios para despertar, aunque estén escondidos, y por otra parte tenemos
fuera
de nosotros las formas de enseñanza que se relacionan con este despertar, que nos fueron transmitidas de edad en edad a través de los esfuerzos del círculo de la humanidad consciente exterior a la vida que puede suscitar en nosotros el despertar.

Regresemos ahora a una breve consideración del Centro Emocional en su parte negativa. Se lo puede representar, aunque no exactamente, de la misma manera que en el caso del Centro Intelectual.

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