Escribió numerosas leyendas (
Cantos del trovador
, 1840-1841;
Vigilias del estío
, 1842;
Flores perdidas
, 1843;
Recuerdos y fantasías
, 1844;
Un testigo de bronce
, 1845), en las que resucita a la España medieval y renacentista. Cabe destacar «A buen juez mejor testigo», «Margarita la Tornera» y «El capitán Montoya».
En 1837 Zorrilla inició su producción teatral con
Vivir loco y morir más
, y alcanzó su primer éxito con
El zapatero y el rey
(1840), a la que siguieron:
El eco del torrente
(1842),
Sancho García
(1842),
El molino de Guadalajara
(1843),
El puñal del godo
(1843),
Don Juan Tenorio
(1844) y
Traidor, inconfeso y mártir
(1849). En estas obras trata temas tradicionales o del Siglo de Oro. También escribió tragedias a la manera clásica, como
Sofronia
(1843).
En 1846 viajó a Burdeos y París, donde conoció a Dumas padre, George Sand, Théophile Gautier y Alfred de Musset, que dejarían en él una gran huella. En 1855 marchó a México, donde fue protegido por el emperador Maximiliano, que lo nombró director del Teatro Nacional.
De regreso a España (1866), José Zorrilla se casó con la actriz Juana Pacheco, viajó a Roma (1871) e ingresó en la Real Academia (1882). De estos años son
Recuerdos del tiempo viejo
(1880-1883),
La leyenda del Cid
(1882),
El cantar del romero
(1883) y
Mi última brega
(1888). Fue coronado como poeta en el alcázar de Granada (1889) por el duque de Rivas, en representación de la reina regente.
Muere en Madrid en 1893.