La paciencia de la araña (23 page)

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Authors: Andrea Camilleri

Tags: #Policial, Montalbano

BOOK: La paciencia de la araña
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—Sí.

Pero quien había contestado era Susanna.

—Sé también, porque usted me lo dijo, doctor, que en aquel almacén hay un lagar en desuso. Y el lagar tiene que disponer necesariamente de una habitación contigua donde se ubica el depósito de fermentación del mosto. Y estoy dispuesto a apostar a que en esa estancia hay una ventana, que usted abrió en el momento de hacer la instantánea para que entrara la luz del día. Y con el fin de iluminar mejor el interior del depósito, utilizó una lámpara de mecánico. Pero olvidaron un detalle en esa minuciosa y convincente puesta en escena.

—¿Un detalle?

—Sí, doctor. En la fotografía se observa una especie de grieta que baja desde el borde del depósito. Encargué ampliar la foto y vi que no era una grieta.

—¿Qué era?

Montalbano advirtió que Susanna también había estado a punto de hacer la misma pregunta. Aún no estaban convencidos de su error. Intuyó el movimiento de la cabeza del médico hacia su sobrina, el interrogante que debía de haber en sus ojos, pero que no podía ver.

—Es un viejo termómetro de mosto. Irreconocible, cubierto de espesas telarañas, ennegrecido y pegado a la pared, prácticamente fundido con ella, y por ese motivo invisible a los ojos. Pero allí está. Y ésa es la prueba definitiva. Bastará con que me levante, entre en la casa, coja el teléfono, mande venir a dos de mis hombres para que los vigilen y llame al magistrado para que me autorice a registrar el chalet.

—Será un bonito paso hacia delante en su carrera —dijo Mistretta en tono burlón.

—Una vez más se equivoca de medio a medio. Mi carrera ya no tiene que dar ningún paso hacia delante ni hacia atrás. Lo que intento hacer no es por usted.

—¿Es por mí? —La voz de Susanna sonó como asombrada.

Sí, por ti. Porque me ha hechizado la intensidad y pureza de tu odio, el tormento que has soportado, la frialdad, valentía y paciencia que has demostrado para hacer lo que querías, a pesar de saber el precio que deberías pagar por ello. Y también lo he hecho por mí, porque no es justo que siempre haya uno que sufre y otro que disfruta a costa del dolor ajeno al amparo de la llamada ley. ¿Puede un hombre que ha llegado al final de su carrera rebelarse contra una situación que él mismo ha contribuido a mantener?

Al ver que el comisario no contestaba, la joven dijo algo que no era una pregunta.

—La enfermera me contó que usted quiso ver a mamá.

Quise verla, en efecto, en su cama, transformada por completo, ya no un cuerpo, sino casi una cosa que, no obstante, se quejaba y sufría terriblemente... Quise ver, aunque entonces no lo sabía, el lugar donde tu odio empezó a echar raíces, a crecer imparable mientras aumentaba en la estancia el olor de las medicinas, los excrementos, el sudor, la enfermedad, el vómito, el pus, la gangrena que había devastado el corazón de aquella cosa que yacía en la cama, el odio que has contagiado a quien tenías al lado... No, no a tu padre, él jamás supo nada, jamás supo que todo era una ficción, él sufrió por lo que creía un verdadero secuestro... pero ése también era un precio que había que pagar y hacer pagar porque el verdadero odio, como el amor, no se detiene ante la desesperación y el llanto del inocente.

—Sí, quería verla para comprender. —En el mar empezó a tronar. Los relámpagos estallaban lejos, pero el agua se estaba acercando—. Porque la idea de vengarse de su tío el ingeniero comenzó a tomar cuerpo allí dentro, en una de aquellas terribles noches que usted pasaba atendiendo a su madre. ¿No es así, Susanna? Al principio debió de achacarlo al cansancio, el desánimo, la desesperación, pero cada vez le resultaba más difícil apartar de su mente aquella idea. Y luego, casi para matar el tiempo, empezó a pensar en cómo podría llevarla a la práctica. Y fue definiendo el plan, noche tras noche. Y le pidió a su tío que la ayudara porque...

Detente. Eso no puedes decirlo. Se te acaba de ocurrir en este instante, tendrías que pensarlo un poco antes de...

—Dígalo... —lo apremió el médico, despacio pero con firmeza—, porque Susanna había advertido que yo siempre he estado enamorado de Giulia. Un amor sin esperanza, pero que me impidió tener mi propia vida.

—Y entonces usted, doctor, contribuyó con todas sus fuerzas a la destrucción de la imagen del ingeniero Peruzzo. Manipulando magistralmente a la opinión pública. Y el golpe de gracia fue la sustitución de la maleta con el dinero por la bolsa llena de papeles de periódico.

Comenzó a lloviznar. Montalbano se levantó.

—Pero antes de irme, por respeto a mi conciencia... —La voz le salió demasiado solemne, pero no consiguió cambiarla—. Por respeto a mi conciencia, no puedo permitir que esos miles de millones vayan a parar...

—¿A nosotros? —lo interrumpió Susanna—. El dinero ya no está aquí. Ni siquiera hemos retenido la cantidad que mamá le había prestado y jamás le fue devuelta. Tío Carlo se ha encargado de ello con la ayuda de un amigo suyo que jamás hablará. Todo se ha repartido, y la mayor parte ya ha sido transferida, con carácter anónimo, a unas cincuenta organizaciones humanitarias. Si quiere, puedo mostrarle la lista.

—Bien —dijo el comisario—. Me voy.

Entrevió en la oscuridad al médico y a la chica, que también se levantaba.

—¿Irá mañana al entierro? —preguntó Susanna—. Me gustaría que...

—No. Sólo espero, Susanna, que no traicione usted la esperanza. —Comprendió que estaba diciendo palabras de viejo, pero esa vez le importó un carajo—. Buena suerte —añadió en voz baja.

Dio media vuelta, fue hasta el coche, se sentó al volante, giró la llave de encendido y se puso en marcha, pero tuvo que detenerse al llegar a la verja cerrada. Entonces vio a Susanna, que se acercaba bajo la lluvia que comenzaba a arreciar. Su cabello pareció encenderse como el fuego a la luz de los faros. Abrió la verja sin mirarlo. Y él tampoco volvió la cabeza.

En la carretera de Marinella se puso a llover a cántaros, y el comisario hubo de parar porque los limpiaparabrisas no daban abasto. Al cabo de unos minutos la lluvia cesó de golpe. Cuando Montalbano entró en el comedor, reparó en que había dejado abierta la puerta de la galería y el suelo se había mojado. Tendría que ponerse a fregar. Encendió la luz del exterior y salió. El violento aguacero se había llevado la telaraña. Las ramas del arbusto estaban completamente limpias y perladas de gotas que centelleaban como estrellas.

Nota del autor

Ésta es una novela totalmente inventada, al menos así lo espero.

Por consiguiente, los nombres y apellidos de los personajes, los nombres de las empresas y sociedades, las situaciones y acontecimientos del libro, no guardan ninguna relación con la realidad.

Si alguien observa alguna referencia a hechos ocurridos realmente, puedo asegurar que no ha sido deliberada.

A. C.

Acerca del autor

Andrea Camilleri (Porto Empedocle, Sicilia, 6 de septiembre de 1925), es un guionista, director teatral y televisivo y novelista italiano.

Entre 1939 y 1943 estudia en el bachiller clásico Empedocle di Agrigento donde obtiene, en la segunda mitad de 1943, el diploma. En 1944 se inscribe en la facultad de Letras, no continúa los estudios, sino que comienza a publicar cuentos y poesías. Se inscribe también en el Partido Comunista Italiano.

Entre 1948 y 1950 estudia Dirección en la Academia de Arte Dramático Silvio d'Amico y comienza a trabajar como director y libretista. En estos años, y hasta 1945, publica cuentos y poesías, ganando el «Premio St. Vincent». En 1954 participa con éxito en un concurso para ser funcionario en la RAI, pero no fue empleado por su condición de comunista. Sin embargo, entrará a la RAI algunos años más tarde.

En 1957 se casa con Rosetta Dello Siesto, con quien tendrá 3 hijas. En 1958 empieza a enseñar en el Centro Experimental de Cinematografía de Roma. Durante cuarenta años fue guionista y director de teatro y televisión. Camilleri se inició con una serie de montajes de obras de Luigi Pirandello, Eugène Ionesco, T. S. Eliot y Samuel Beckett para el teatro y como productor y coguionista de la serie del inspector Maigret de Simenon para la televisión italiana o las aventuras del teniente Sheridan, que se hicieron muy populares en Italia.

En 1978, debuta en la narrativa con El curso de las cosas («Il corso delle cose»), escrito 10 años antes y publicado por un editor pagado: el libro fue un fracaso. En 1980 publica en Garzanti «Un hilo de humo» («Un filo di fumo»), primer libro de una serie de novelas ambientadas en la ciudad imaginaria siciliana de Vigàta, entre fines del siglo XIX e inicios del siglo XX.

En 1992 retoma la escritura luego de 12 años de pausa y publica «La temporada de caza» («La stagione della caccia») en Sellerio Editore: Camilleri se transforma en un autor de gran éxito y sus libros, con sucesivas reediciones, venden un promedio de 60.000 mil copias cada uno.

En 1994 se publica «La forma del agua» («La forma dell'acqua»), primera novela de la serie protagonizada por el Comisario Montalbano (nombre elegido como homenaje al escritor español Manuel Vázquez Montalbán). Gracias a esta serie de novelas policiacas, el autor se convierte en uno de los escritores de más éxito de su país. El personaje pasa a ser un héroe nacional en Italia y ha protagonizado una serie de televisión supervisada por su creador.

Bibliografía:

  • 1959, «I teatri stabili in Italia (1898-1918)»
  • 1978, «Il corso delle cose» («El curso de las cosas»)
  • 1980, «Un filo di fumo» («Un hilo de humo»)
  • 1984, «La strage dimenticata»
  • 1992, «La stagione della caccia» («La Temporada de caza»)
  • 1993, «La bolla di componenda»
  • 1995
    • «Il gioco della mosca»
    • «Il birraio di Preston» («La ópera de Vigàta»)
  • 1998, «La concessione del telefono» (Premio Società dei Lettori, Lucca-Roma; «La concesión del teléfono»)
  • 1999, «La mossa del cavallo» («El movimiento del caballo»)
  • 2000
    • «La scomparsa di Patò» («La desaparición de Patò»)
    • «Biografia del figlio cambiato» («Biografía del hijo cambiado»)
    • «Favole del tramonto»
  • 2001
    • «Racconti quotidiani»
    • «Gocce di Sicilia» (relatos)
    • «Il re di Girgenti»
    • «Le parole raccontate. Piccolo dizionario dei termini teatrali»
  • 2002
    • «L'ombrello di Noè. Memorie e conversazioni sul teatro»
    • «La linea della palma. Saverio Lodato fa raccontare Andrea Camilleri»
    • «Le inchieste del Commissario Collura»
  • 2003
    • «La presa di Macallè» («La captura de Macallè»)
    • «Teatro»
    • «Un inverno italiano» (con Saverio Lodato - BUR)
  • 2004, «Romanzi storici e civili»
  • 2005
    • «Privo di titolo» («Privado de título»)
    • «Il medaglione»
    • «Il diavolo - Tentatore/Innamorato»
  • 2006
    • «La pensione Eva» («La pensión Eva»)
    • «Vi racconto Montalbano, Interviste»
  • 2007
    • «Pagine scelte di Luigi Pirandello»
    • «Il colore del sole» («El color del sol»)
    • «Le pecore e il pastore» («Las ovejas y el pastor»)
    • «Boccaccio-La novella di Antonello da Palermo»
    • «Voi non sapete. Gli amici, i nemici, la mafia, il mondo nei pizzini di Bernardo Provenzano» («Vosotros no sabéis», sobre la mafia siciliana)
    • «Maruzza Musumeci»
  • 2008
    • «Il tailleur grigio»
    • «Il casellante»
    • «La Vucciria»
    • «La muerte de Amalia Sacerdote» (II Premio Internacional de Novela Negra RBA 2008)
  • 2009
    • «Un sabato, con gli amici»
    • «Il sonaglio»
    • «Il cielo rubato-Dossier Renoir»
    • «La tripla vita di Michele Sparacino»
    • «La rizzagliata» (original en lengua italiana de «La muerte de Amalia Sacerdote»)
    • «Un inverno italiano» (con Saverio Lodato - Chiarelettere)
    • «Un onorevole siciliano, le interpellanze parlamentari di Leonardo Sciascia»
  • 2010
    • «Il nipote del Negus»

Serie de Montalbano

  • 1994 - «La forma dell'acqua» (en España, «La forma del agua»)
  • 1996 - «Il cane di terracotta» («El perro de Terracota»)
  • 1996 - «Il ladro di merendine» («El ladrón de meriendas»)
  • 1997 - «La voce del violino» («La voz del violín»)
  • 1998 - «Un mese con Montalbano» (relatos, «Un mes con Montalbano»)
  • 1999 - «Gli arancini di Montalbano» (relatos, «La Nochevieja de Montalbano»)
  • 2000 - «La gita a Tindari» («La excursión a Tindari»)
  • 2001 - «L'odore della notte» («El olor de la noche»)
  • 2002 - «La paura di Montalbano» (relatos, «El miedo de Montalbano»)
  • 2002 - «Storie di Montalbano» (relatos)
  • 2003 - «Il giro di boa» («Un giro decisivo»)
  • 2004 - «La pazienza del ragno» («La paciencia de la araña»)
  • 2004 - «La prima indagine di Montalbano» (relatos, «El primer caso de Montalbano»)
  • 2005 - «La luna di carta» («La luna de papel»)
  • 2006 - «La vampa d'agosto» («Ardores de Agosto»)
  • 2006 - «Le ali della sfinge» («Las Alas de la Esfinge»)
  • 2007 - «La pista di sabbia» («La pista de arena»)
  • 2008 - «Il campo del vasaio» («El campo del alfarero»)
  • 2008 - «L'età del dubbio»
  • 2008 - «Racconti di Montalbano» (relatos)
  • 2008 - «Il Commissario Montalbano - Le prime indagini (relatos)»
  • 2009 - «La danza del gabbiano»
  • 2009 - «Ancora tre indagini per il commissario Montalbano (relatos)»
  • 2010 - «La caccia al tesoro»
  • 2010 - «Acqua in bocca» (en colaboración con Carlo Lucarelli)
  • ? - «La tana delle vipere»
  • ? - «Una voce di notte»
  • ? - «Riccardino»

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