Las Palabras y los Mitos (14 page)

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Authors: Francesc Gironella,Isaac Asimov

Tags: #Ensayo

BOOK: Las Palabras y los Mitos
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Luego, Perseo entregó la cabeza de Medusa a Atenea, quien la colocó en el centro del escudo, con lo que éste se convirtió en una protección perfecta. No sólo alejaba lanzas y flechas, sino que cualquiera que se acercara quedaba convertido en roca antes de que pudiese atacar. El escudo de Atenea (que ella había obtenido previamente de Zeus) recibió el nombre de
Aegis
, y la palabra actual derivada de ésta, «égida», se emplea para designar cualquier protección o defensa segura.

La historia de Perseo fue muy popular entre los griegos, quienes llenaron el cielo de constelaciones que representaban los diversos personajes que intervienen en ella. «Perseo» es el nombre de una constelación cercana a «Tauro».

La estrella más notable en la constelación es la que a veces se denomina «la estrella del demonio». Es la segunda en brillo dentro de la constelación, y por ello, lleva el nombre de «Beta Perseo». («Beta» es la segunda letra del alfabeto griego).

Cada dos días y medio,
Algol
pierde súbitamente casi todo su brillo por un período de cinco horas, al cabo de las cuales vuelve a recobrarlo en otras cinco horas. Sabemos que ello se debe a un compañero más oscuro de Algol, que da vueltas en torno a ésta y a veces la eclipsa. Pero, para los griegos, que desconocían todo esto, la pérdida de brillo resultaba un hecho notable y antinatural, ya que casi ninguna otra estrella se comportaba de esta forma. Y les pareció adecuado hacer que esta monstruosa estrella representase a Medusa. Quizá la estrella fuese la causa de situar a Perseo dentro de esta constelación.

Durante el mes de agosto se puede ver una gran cantidad de meteoros, ya que la Tierra discurre por un sector del espacio en el que numerosas piedras siguen su camino en torno al Sol. Los meteoros parecen proceder de una porción del cielo donde se encuentra situada la constelación de Perseo, y por ello, son denominados «los Perseidos».

Junto a la constelación de Perseo, aparece la de Andrómeda. Y hacia el norte, las de Casiopea y Cefeo.

La constelación Cefeo sólo cuenta con estrellas oscuras. Pareció natural que en los cielos, al igual que en el mito, el rey debía quedar empalidecido por su enérgica reina, ya que Casiopea contiene cinco estrellas brillantes. Sin embargo, los griegos no podían prever que una de las estrellas de Cefeo iba a hacerse inesperadamente famosa.

La estrella de la pierna derecha de Cefeo lleva el nombre de «Delta Cefeo» («delta» es la cuarta letra del alfabeto griego). Delta Cefeo, al igual que Algol, cambia de brillo. Pero, mientras Algol sufre un eclipse, no es así en el caso de la primera, puesto que tiene latidos, según descubrieron los astrónomos. Es decir, aumenta y disminuye de tamaño, siguiendo un ritmo regular. Luego, los astrónomos descubrieron que un cierto número de estrellas titilaban de este modo, palideciendo y aumentando de brillo alternativamente. En honor de la primera estrella de esta clase que fue descubierta, todas las que presentan tales características reciben el nombre de «Cefeidas».

En 1912, una astrónoma americana, Henrietta Leavitt, encontró la manera de utilizar las Cefeidas para calcular la distancia de objetos alejados en el espacio, cuando no hay otro método para hacerlo. Como resultado de ello, las Cefeidas se han hecho extraordinariamente importantes en astronomía y son estudiadas muy detenidamente. Resulta divertido pensar que estrellas tan importantes lleven el nombre de un oscuro rey mitológico.

Incluso encontramos en los cielos al monstruo marino que iba a devorar a Andrómeda. Es la constelación de
Ceto
(que significa «ballena», o «monstruo marino»).

Queda por relatar una parte del mito de Perseo. Cuando éste cortó la cabeza a Medusa, chorros de sangre cayeron al suelo, y de ellos surgió, ya adulto, un hermoso caballo alado, de nombre
Pegaso
.

Cualquier caballo ágil y con nervio puede llevar el nombre de «pegaso», y para el amante de los caballos, sería una vergüenza que no existiese algo parecido a Pegaso. Existe un pequeño pez provisto de unas anchas aletas a ambos lados del cuerpo que parecen alas, y por ello los zoólogos lo llaman «Pegaso». Sin embargo, hay que reconocer que es un representante muy poco afortunado de aquel hermoso caballo.

Pegaso servía de montura a otro héroe,
Belerofonte
. Montado sobre Pegaso, pudo matar a la horrible Quimera. (Desde entonces, los caballeros de los cuentos de hadas se han dedicado a matar dragones).

Junto a la constelación de Andrómeda, aparece la de Pegaso. Las tres estrellas más brillantes de esta constelación, y la más brillante de Andrómeda, forman un gran cuadro denominado «el Cuadro de Pegaso».

A veces, los griegos reunían a sus héroes en grandes grupos, como si quisieran formar un «gran espectáculo mítico» que resultase más excitante. Un ejemplo de ello fue la cacería del «jabalí de Calidón».

El héroe principal fue
Meleagro
, hijo del rey de Calidón, una región del centro de Grecia. Cuando Meleagro nació, las Hadas del Destino dijeron a su madre,
Altea
, que el niño sólo viviría el tiempo en que tardase en consumirse el tizón que en aquellos momentos ardía en el hogar. Altea cogió inmediatamente la rama, la apagó y la escondió.

Cuando Meleagro llegó a la edad viril, Artemis, que había sido ofendida por el rey de Calidón, envió un gran jabalí para que destrozara aquellas tierras. Meleagro organizó una expedición para cazar al jabalí y muchos fueron los héroes que participaron en ella.

Entre ellos, por ejemplo, estaban
Cástor
y
Polideuces
. Eran hermanos gemelos, pero Polideuces era inmortal y Cástor, no. Recibían el nombre de
Dióscuros
, que significa «hijos de dios» o más exactamente, «hijos de Zeus». Posteriormente, fueron muy honrados por los romanos, quienes cambiaron el nombre de Polideuces por el de
Pólux
. A nosotros nos resultan mucho más familiares estos nombres de Cástor y Pólux.

Su nacimiento forma parte de un famoso mito. Zeus, transformándose en cisne, cortejó a Leda, madre de los gemelos. Leda dio a luz dos huevos. En uno de ellos, estaban Polideuces y una niña,
Helena
. En el otro, Cástor y otra niña,
Clitemnestra
. Ambas niñas fueron importantes en otros mitos que relataré más adelante.

Zeus, como de costumbre, honró al animal en que él mismo se había transformado, colocándolo entre las constelaciones. Esta constelación lleva el nombre de Cisne.

Cástor y Polideuces sostuvieron una gran pelea contra otra pareja de gemelos,
Idas
y
Linceo
, que también estaban presentes en la cacería del jabalí. De estos dos, Idas era mejor guerrero, pero Linceo era famoso por la agudeza de su vista, hasta el punto de ver a través de una roca. Los gatos tienen una vista muy aguzada, y una variedad de gato es el que todavía llamamos «lince», aunque, por supuesto, no puede ver a través de las rocas, como ninguna criatura puede hacerlo. A las personas que tienen muy buena vista se les dice que tienen «ojos de lince».

La batalla entre las dos parejas de hermanos llegó a su punto culminante cuando, encontrándose en plena cacería, Linceo fue muerto por Cástor, quien a su vez fue muerto por Idas, y éste fue muerto por Polideuces. Este último no podía morir porque era inmortal, pero quería tanto a su hermano, que rogó a Zeus que le privara de la inmortalidad, a menos que Cástor pudiese compartirla. Zeus decidió que ambos viviesen alternativamente en el cielo y en Hades.

También encontramos a Cástor y a Polideuces en las constelaciones. El tercer signo del zodíaco es
Géminis
,
que en latín significa «gemelos». La constelación cuenta con dos estrellas muy brillantes, una llamada «Cástor» y la otra, «Pólux». Pólux es un poco más brillante que su hermana, y ello es natural, porque Pólux (Polideuces) era el hermano inmortal. Probablemente la existencia de dos estrellas brillantes tan próximas entre sí fue lo que dio a los griegos la idea de hacer una constelación de gemelos.

Otro héroe presente en la cacería del jabalí de Calidón, fue
Teseo
, el ateniense. Era el héroe preferido de los atenienses y su aventura más famosa es aquella en que liberó a Atenas del pago del tributo impuesto por el rey Minos.

Cada año, Atenas se veía obligada a enviar a siete jóvenes y siete muchachas a Creta, con los que Minos alimentaba a un monstruo con cuerpo de hombre y cabeza de toro. El monstruo era el
Minotauro
o «toro de Minos» y vivía en el Laberinto. De hecho, Dédalo había construido el Laberinto para guardar al Minotauro.

El pacto era que si los atenienses conseguían matar al Minotauro y sacarlo del Laberinto, el tributo no volvería a pagarse.

Un año, cuando llegó el momento de pagar el tributo, Teseo, que era hijo de
Egeo
, rey de Atenas, y que ya había llegado a la edad viril, se había incluido por propia voluntad en el grupo de jóvenes. Ya en Creta,
Ariadna
, hija de Minos, se enamoró de Teseo y le entregó un ovillo de hilo que le permitiría salir del Laberinto. Teseo entró junto con sus compañeros, fue desenrollando el hilo a medida que avanzaba, se encontró con el Minotauro, lo mató y, finalmente, fue recorriendo el camino dejado por el hilo hasta salir del Laberinto. El tributo quedaba suprimido.

En las anteriores ocasiones en que el navío ateniense llevaba a los jóvenes hasta Creta, se usaban velas negras, tanto a la ida como a la vuelta, en señal de duelo. Teseo había prometido a su padre, Egeo, que vencería al Minotauro y volvería con velas blancas en señal de alegría. Sin embargo, Teseo, emocionado por el regreso, olvidó cambiar las velas.

Egeo, que estaba al acecho del navío en una roca muy alta, vio las negras velas, creyó que Teseo había muerto y, desesperado, se arrojó al agua, muriendo. Por ello, la porción de mar Mediterráneo que se encuentra entre Grecia y Turquía, recibe el nombre de «mar Egeo».

Se suponía que Teseo se había dedicado a recorrer el reino de Atenas, matando a monstruos y bandidos (como los héroes del Oeste americano que vemos en la televisión). Uno de los encuentros más famosos fue con el salteador llamado
Procrustes
. Procrustes tenía una cama en la que forzaba a tenderse a sus víctimas. Si eran de talla alta, les cortaba el trozo de pierna que salía de la cama. Si eran de talla baja, les estiraba violentamente las piernas para alargarlas. Siempre tenían que quedar ajustados a las medidas de la cama. Teseo le mató.

Otra famosa aventura de Teseo fue la expedición contra las
Amazonas
, un grupo de mujeres guerreras que se supone vivían en Asia Menor. Muchos fueron los héroes griegos que lucharon contra ellas. Solían salir victoriosos. También Teseo, y se llevó consigo a la reina de las Amazonas, llamada
Hipólita
, casándose con ella. (La comedia de Shakespeare, El sueño de una noche de verano, desarrolla su acción en Atenas, precisamente en las celebraciones que precedieron al matrimonio entre Teseo e Hipólita).

Desde entonces, se ha llamado «amazonas» a las mujeres fuertes, musculosas, y en especial, las que hacen trabajos masculinos. En 1541, el explorador español, Francisco de Orellana, navegaba por un caudaloso río de América del Sur, descubierto cuarenta años antes y que había recibido varios nombres. En un punto del recorrido, se había visto obligado a luchar contra los nativos, y le pareció que las mujeres de la tribu luchaban al lado de los hombres. Por esta razón, dio al río el nombre de «río Amazonas» y así se ha conservado desde aquel tiempo.

Volviendo a la cacería del jabalí de Calidón, el participante más destacado en ella era
Atalanta
, especie de amazona, ya que estaba especializada en las cacerías y podía desafiar ventajosamente a muchos hombres en competiciones atléticas.

Meleagro se enamoró de ella, en contra del parecer de sus dos tíos (hermanos de la madre de Meleagro, Altea), ya que eran supersticiosos en lo que se refiere a las mujeres que desempeñan funciones propias de los hombres.

La cacería era larga y dura, pero Atalanta fue la primera en herir al jabalí, y finalmente, el propio Meleagro lo mató y después de sacarle la piel, ofreció ésta a Atalanta en alabanza a haber sido la primera en hacer verter sangre al animal.

Los tíos de Meleagro se opusieron violentamente a este gesto, pero Meleagro, enfurecido, sacó la espada y los hirió mortalmente. Cuando llegó la noticia a Altea, se sintió terriblemente apenada por sus hermanos. Enfurecida, cogió aquella rama que había guardado desde la niñez de Meleagro, y la echó al fuego para que quemara. Inmediatamente, Meleagro empezó a debilitarse y murió.

Al conocer la noticia de la muerte de Meleagro, las hermanas de éste empezaron a gemir y chillar, hasta que los dioses las transformaron en pintadas, que han continuado chillando de la misma forma. Por esto, «meleagras» es el nombre zoológico que reciben las pintadas.

Tuvo lugar otra reunión de héroes con motivo de la expedición organizada para conseguir el «Vellocino de Oro». Este Vellocino de Oro se guardaba en la tierra de Cólquide, localizada en la parte oriental del Mar Negro, cerca de las montañas del Cáucaso.

Precisamente la cordillera del Cáucaso se encontraba en el límite oriental del mundo conocido por los autores de los mitos de Grecia. Era el extremo oriental al que podían llegar sin abandonar el mar Mediterráneo. Habían oído rumores acerca del mar Caspio, y tenían la impresión de que éste era precisamente una ensenada del río océano que rodeaba la Tierra.

Los griegos se hacían muchas preguntas acerca de este lejano este, del mismo modo que se las planteaban acerca del lejano oeste. Prometeo fue encadenado en el Cáucaso; y se suponía que Helio empezaba su recorrido hacia el oeste justamente en Cólquide (un modo de decir que Cólquide era la ciudad más al este del mundo).

Los griegos imaginaron que el norte del mar Negro estaba habitado por el pueblo de los Cimerios. Se suponía que vivían en eterna oscuridad (quizás esta suposición se deriva de los vagos rumores llegados a los griegos de la región ártica, donde el Sol realmente deja de brillar durante días e incluso meses enteros). De ahí proviene la frase «oscuridad cimeria», cuando se está realmente muy a oscuras. La península de Crimea, situada en la parte norte del mar Negro, y perteneciente a la Unión Soviética, es una versión de la palabra Cimeria.

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