Read Los demonios del Eden Online
Authors: Lydia Cacho
La PGR sólo lo convocó por tener conocimiento y nexos de negocios con Succar. Para esas fechas no había ninguna denuncia formal en su contra y tampoco se le citó como inculpado o indiciado. De tal manera, su ausencia alertó a los agentes del ministerio público de la PGR.
De igual suerte, la elección de abogado hecha por Góngora levantó aun mayores sospechas en ellos.
Juan Velásquez no es sólo uno de los penalistas más costosos del país, sino que ha sido abogado defensor, por ejemplo, del líder del Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana, Carlos Romero Deschamps; del ex presidente de la República, Luis Echeverría Álvarez, acusado —entre otras cosas— de genocidio en el movimiento estudiantil de 1968; del ex director de Seguridad Pública de la Ciudad de México, Arturo “El Negro” Durazo; asimismo fue el primer abogado de Raúl Salinas de Gortari, ahora preso en Almoloya.
Un allegado de Góngora Vera reveló que fue Emilio Gamboa Patrón quien llevó a aquél con Juan Velásquez y le dijo que no se preocupara, que él se encargaría de apoyarlo con lo que fuera necesario, refiriéndose a los altos costos de los servicios del litigante.
Mientras el compadre de Jean Succar se defendía de las declaraciones de las menores y de los ataques directos de la prensa local —en particular del Poresto! de Quintana Roo y del Que Quintana Roo se entere, las especulaciones de los empresarios se nutrían de las breves declaraciones de las autoridades federales de la PGR. Ya no era cuestión del abuso sexual de unas cuantas menores, asunto que no los escandalizó de manera evidente; ahora se hablaba de nexos con el crimen organizado y de lavado de dinero a través de los negocios que Góngora y Succar poseen hasta la fecha en el aeropuerto de Cancún. Eso puso en estado de alerta a más de un amigo, socio u hotelero que en algún momento fuera poyado por Alejandro Góngora a su paso por el Fondo Nacional de Fomento al por Gamboa Patrón por mediación del primero.
Investigarlo a él a fondo podría implicar regresar a las negociaciones que hiciera mientras encabezó el Fonatur, así tomo a las intervenciones directas de Gamboa Patrón para comprar y vender terrenos con gran discrecionalidad Éste apenas había salido ileso de una seria acusación por parte (el entonces contralor de la Secodam, Francisco Barrio, quien aseguró que cumpliría su compromiso de atrapas a os los “peces gordos” sin excepción, “caiga quien caiga”. El senador priísta Emilio Gamboa Patrón sería, según Barrio, el próximo funcionario a investigar en el ámbito penal por su presunta participación en el desvío de más de cincuenta y ocho millones de pesos, cuando encabezó la Subsecretaría de Comunicación Social de la Secretaría de Gobernación (SEGOB) en 1998. De allí derivó la primera investigación de la PGR en busca de nexos entre el lavado de dinero, Succar, Gamboa Patrón y Góngora Vera, que aún sigue abierta, según consta en informes oficiales de la AFI.
Las amistades de Alejandro Góngora, pertenecientes a la alta sociedad cancunense, denominada por la periodista de sociales Mariana Orea como “La Cancuniqué”, comenzaron a alejarse de él, al grado de no invitarlo a los eventos sociales de la zona residencial Pok Ta Pok, el club de golf de la zona hotelera donde habitan, en casas de lujo, varios empresarios pioneros de Cancún.
Carlos, un amigo cercano de Góngora, aceptó conceder una entrevista, bajo la condición de mantener su nombre completo en resguardo por temor a las represalias de éste.
—Nos encontrábamos en casa de Víctor R., como muchos fines de semana en las comidas donde convivimos con nuestras esposas. Tú sabes, Rocío, la esposa de Alejandro, al igual que la de Víctor y muchas otras, son muy persignadas y se pasan el día moralizando. En ese entonces casi todos conocíamos a Succar, le decíamos “El Libanés”, aunque ahora me enteré por la prensa que también le llamaban Johny; nunca fue de mi especial agrado, era muy petulante. Ya ves que en esas reuniones los hombres están de un lado bebiendo y hablando de golf y las mujeres en otro, platicando de sus cosas. Pues yo me acerqué a mi esposa, y en ese momento estaba hablando Rocío, la mujer de Alejandro Góngora, y la escuché decir: “Yo no permito que Alejandro lleve a mis hijos a casa de Succar, a ese señor le gustan las niñitas”. Las demás señoras hicieron comentarios como “Qué barbaridad!” y esas cosas, pero no abordaron más el tema. Esto sucedió por el año 2000, y ahora todos actúan como si se estuvieran sorprendidos. Eso me enoja; mucha gente lo sabía y se hacía ojo de hormiga, sobre todo los amigos cercanos del libanés, porque iban a su hotel a las fiestas privadas que organizaba y después salían con él en el yate de Miguel Ángel Yunes, el senador; ese sí es muy cercano a Succar.
Aunque él negó rotundamente todos los alegatos en su contra, incluidos los que se filtraron de las oficinas de la policía judicial del estado en los que se asegura que consta en actas la declaración de una niña contra Góngora Vera, también ex delegado del IMSS, Antonio Callejo, periodista y corresponsal de la agencia APRO, publicó una investigación que él mismo realizó, que le permite asegurar que para el 5 de noviembre de 2003 Góngora Vera canceló la matrícula de sus hijos en un prestigiado colegio privado de la ciudad, cambió su domicilio y puso en venta un edificio de su propiedad en la céntrica avenida Náder, que ya luce un anuncio de una empresa local de bienes raíces.
El jueves 6 de noviembre de 2003 fue un día histórico. Por primera vez en la vida de Cancún la Asociación de Hoteles de Quintana Roo (AHQR00) asumió una postura pública clara y expresa contra un hecho delictivo referente a abuso sexual y probables nexos con el crimen organizado en dicha ciudad.
Acostumbrados siempre a anteponer la imagen impoluta del destino turístico en los medios, los miembros del sector hotelero han sido un factor decisivo en la concentración de la opinión pública.
Las dos fuerzas empresariales más poderosas del estado han sido la Coparmex y la AHQR0O. Es por ello que la comunidad quedó sorprendida cuando el viernes por la mañana apareció en la primera sección de La Voz del Caribe la declaración de la vicepresidenta de la Asociación de Hoteles, la abogada Ana Patricia Morales Portas, quien se pronunció por llevar hasta las últimas consecuencias las investigaciones que sobre la red de explotación sexual y pornografía infantil sigue la Procuraduría General de la República y que implican a pedófilo Jean Succar Kuri como uno de sus principales integrantes
Esa tarde Ana Patricia Morales fue entrevistada en sus oficinas; como siempre, iba vestida de manera impecable con traje sastre y camisa blanca, maquillaje muy natural y el cabello castaño suelto hasta los hombros, de cuerpo delgado pero contundente.
Habló con el tono de voz que acostumbra usar —mismo que le ha ganado el temor de muchos hombres—, fuerte, determinante y siempre fijando la mirada de color miel en su interlocutor.
Las declaraciones de Morales Portas causaron un fuerte impacto, incluso en el sector hotelero. Algunos miembros de éste, de manera personal y en reuniones amistosas, se mostraron indignados por la postura de la abogada y expresaron que siempre es mejor mantenerse lejos de esos temas espinosos
—Cuidar la imagen del destino no es solapar la impunidad. En el sector hotelero nos pronunciamos porque se llegue hasta las últimas consecuencias, sin importar de quién o quiénes se trate, sin miramientos ni consideraciones -aseguró la abogada.
La reportera Adriana Varillas le cuestionó el porqué de este drástico giro en la postura de la Asociación de Hoteles, puesto que ante otros hechos delictivos su gremio exigía silencio total con respecto a la existencia de operaciones u organizaciones criminales de esta o de cualquier naturaleza, incluido el narcotráfico; todo ello bajo el argumento de preservar la alta ocupación hotelera y la imagen de polo turístico seguro para el turismo.
Morales Portas respondió:
—Ni el sector hotelero, ni la Asociación de Hoteles, ni yo, podemos permitir que situaciones como éstas, tan deplorables y desagradables, sigan ocurriendo y no se aplique todo el peso de la ley. Ya discutí el tema con el presidente de la asociación, el señor Abelardo Vara, y decidimos asumir esta postura porque es lo ético. Y cuando digo caiga quien caiga, incluyo a cualquier miembro del gremio hotelero, hablo en serio. Quien esté involucrado es responsable de sus actos y, por tanto, tendrá que enfrentarse a las consecuencias; llámese como se llame, así de fácil.
Además de la posición del gremio, la abogada Morales Portas, quien es reconocida como una política de primer nivel reservada en sus emociones, sorprendió a más de uno al comentar sobre las acciones inadecuadas de la Procuraduría de Justicia del Estado:
—Aunque es claro que respaldamos a las autoridades que ven el caso, así como todas las acciones que deban realizarse, el sector recomienda a las instancias involucradas ser más cuidadosas con el manejo de las investigaciones y el trato a las víctimas. Estamos hablando de criaturas, de seres humanos, de gente que ya fue pisoteada, humillada, lastimada, y aquí las autoridades deben tener mucho cuidado en sus actuaciones y llevar el proceso muy limpio, muy transparente. En lo personal soy mamá, soy humana, soy hija, y creo que cualquier persona debe ponerse en los zapatos de las víctimas.
Lo que muchos desconocen es que Ana Patricia Morales Portas, desde hace años y con toda discreción, ha brindado un fuerte apoyo a varias organizaciones de la sociedad civil, en particular aquellas dedicadas a proteger y cuidar a menores con discapacidad, parálisis cerebral y autismo, así como una que defiende a mujeres, niños y niñas maltratados por la violencia doméstica y sexual.
Las declaraciones de Morales Portas resultan importantes por su contexto político. Ella trabajó durante años en el sector público al lado de los más rancios priístas, pero, ya residiendo en Cancún, sembró enemistades políticas al plantear fuertes cuestionamientos éticos y emprender investigaciones para transparentar los organismos que encabezó. Entre otros, desempeñó los cargos de delegada del Infonavit y directora de Fonatur en el periodo anterior a Góngora Vera.
Muchos empresarios locales y estos cuatro conocidos personajes (Góngora, Yunes, Gamboa y Nacif) habrán de reaparecer a lo largo de las investigaciones, lo que hace más compleja la indagación y, a la vez, nutre la movilización de influencias políticas para alimentar la maquinaria de corrupción que permea a las instancias de administración e impartición de justicia de México.
Mucha gente involucrada en negocios con Succar Kuri rezaba para que éste se desvaneciera y no fuera hallado por 1as autoridades. Eso simplificaría todo.
El 21 de noviembre de 2003, por la tarde, el procurador general de la República, Rafael Macedo de la Concha, hizo su primera aparición pública en las recién estrenadas oficinas de la delegación de la IR en la ciudad de Cancún para referirse al caso Succar. Con el rostro prácticamente inexpresivo cuidó las primeras palabras que dirigió a la prensa.
—La Agencia Federal de Investigaciones y la Interpol trabajan en la ubicación del pederasta Jean Thouma Hanna Succar Kuri, a quien se le integra, además, un expediente por presunto lavado de dinero.
En la sala de prensa hizo eco el murmullo de preguntas. Las y los periodistas presentes llevaban más de treinta días reflejando en los medios locales historias encontradas; publicaron fotografías en las cuales se exhibían los rostros claros de las niñas víctimas de abuso, así como retratos de sus progenitoras. Al mostrar las fachadas de los hogares de las familias se evidenciaba ante los vecinos quiénes eran las madres de las víctimas, a las que se juzgaba de antemano por haber —supuestamente— entregado a sus hijas al pederasta. Fuera de algunas notas formales del diario La Voz del Caribe, hasta ese día las especulaciones de la prensa y la opinión pública demostraban una lucha confusa e infructuosa entre el subprocurador de la policía judicial de la zona norte, Migue1 Ángel Pech Cen, y la subdirectora de Averiguaciones Previas, Leidy Campos Vera, contra las organizaciones civiles que ofrecieron protección a las víctimas, en particular contra Emma, la joven que tuvo la valentía de denunciar al pederasta que años atrás le arrebatara su infancia.
El procurador Macedo de la Concha puso fin a las especulaciones de lo que para muchos era un “simple” caso local un hombre de sesenta años con predilecciones sexuales por algunas menores. Aunque cauteloso, abrió la puerta al tema de la investigación referente a los nexos de Succar Kuri con el crimen organizado y una probable red de pornografía infantil.
—Tenemos que esperar —afirmó—, vamos a no especular a tener las bases más sólidas, pero eso sí, no quedará ningún espacio que deje de investigarse y actuaremos con todo el rigor de la ley. Hay datos, hay elementos, hay evidencias, pero yo creo que es responsabilidad del ministerio público cuidar las reservas de la investigación para evitar que haya especulaciones (aunque el ministerio público del estado había expuesto todas las pruebas y ventilado copias de las declaraciones de las menores).
Ante la pregunta de si la PGR tenía indicios de los supuestos nexos de Succar Kuri con políticos, unos locales, como Alejandro Góngora Vera —quien fuera director de Fonatur en Cancún y más tarde regidor del Ayuntamiento—, y otros de gran envergadura nacional, como el diputado priísta Miguel Angel Yunes y el senador Emilio Gamboa Patrón —quien fuera secretario de Estado en tiempos de Carlos Salinas de Gortari y que actualmente ejerce gran poder como operador político del PRI en el país—, el procurador aseguró:
—La Interpol está actuando en el caso y trabaja en coordinación con la Procuraduría estatal para que no quede impune este tipo acciones tan lamentables. El ministerio público agotará todos los elementos que sean necesarios con sumo cuidado, con pleno respeto a los derechos fundamentales de las personas involucradas y, desde luego, con atención a las víctimas.
A pesar de sus declaraciones, impregnadas de un claro tinte demagógico, la guerra entre la Procuraduría de Justicia del Estado y la PGR ya había comenzado. Los agentes de esta última institución que dieron inicio a la investigación ya habían expresado su desconfianza por la manera en que Succar se dio a la fuga y la —para ellos— “sospechosa ineficacia” de la policía judicial para detenerlo de inmediato.
La visita del procurador no respondía en específico al caso Succar; el día anterior había signado un convenio con el gobernador Joaquín Hendricks Díaz y el entonces alcalde Juan Ignacio García Zalvidea para establecer dos nuevas agencias ministeriales en Playa del Carmen y Felipe Carrillo Puerto. Macedo de la Concha hizo estas declaraciones unos días después de que el gobernador del estado regresara de un viaje, por lo que ignoraba, según aseguró en entrevista en la casa de gobierno ubicada en la zona hotelera, la versión de la procuradora de Justicia del estado, Celia Pérez Gordillo.