Segundo hecho. Bajo las firmas de Bataille y Vaughan he contado y confirmado que en Gibraltar, en el subsuelo de la fortaleza inglesa, se encontraban inmensos talleres secretos en los que hombres monstruos fabricaban todos los instrumentos usados en las ceremonias del Palladismo; y Miss Diana Vaughan, interrogada a este propósito por altos dignatarios eclesiásticos de Roma, se divirtió respondiéndoles, con su más hermosa letra, que nada era más cierto, y que las forjas de estos misteriosos talleres de Gibraltar eran alimentadas por el mismo fuego del infierno. Monseñor el Vicario Apostólico de Gibraltar escribió, por otra parte, que él confirmaba, él, que se había visto en la necesidad de declarar a diversas personas; a saber, que la historia de estos talleres secretos era una audaz invención, que no tenía fundamento ninguno, y que estaba indignado de ver creer tales leyendas. El Vaticano no publicó la carta del Vicario Apostólico de Gibraltar, y Miss Vaughan recibió la bendición del Papa.
¡Es preciso recordar algunas otras cartas de aprobación que Miss Vaughan ha recibido! (
Interrupciones
.)
¡Cómo! ¡Os atrevéis a negarlo! Pues bien, ¡he aquí una carta de aprobación, y es de valor!… Es del cardenal Parocchi, Vicario de Su Santidad; está fechada el 16 de diciembre de 1895.
Señorita y querida Hija en N. S.:
Con una viva y muy dulce emoción he recibido vuestra querida carta del 29 de noviembre, con el ejemplar de la Novena Eucarística… Su Santidad me ha encargado enviaros, de su parte, una bendición muy especial…
Desde hace tiempo, mis simpatías son para vos. Vuestra conversión es uno de los magníficos triunfos de la gracia que yo conozca… En este momento estoy leyendo vuestras Memorias, que son de un interés palpitante…
Entretanto, creed que no os olvidaré en mis oraciones, y especialmente en el Santo Sacrificio. Por vuestro lado, no ceséis de agradecer a Nuestro Señor Jesucristo la gran misericordia que El ha usado con vos; así como del testimonio admirable de amor que os ha dado.
Ahora, aceptad mi bendición y creedme
Todo vuestro en el Corazón de Jesús
L. M. CARDENAI. VICARIO
He aquí otra carta, en papel oficial del Consejo directivo general de la Unión Antimasónica, es decir, del más alto comité de acción contra la Francmasonería, comité consultado por el mismo Papa, comité que tiene a su cabeza un representante oficial de la Santa Sede, Monseñor Lazzareschi. Escuchad:
Roma, 27 de mayo de 1896
Señorita:
Monseñor Vinzenzo Sardi, que es uno de los secretarios particulares del Santo Padre, me ha encargado de escribiros, por orden expresa de Su Santidad.
Debo deciros también que Su Santidad ha leído con gran placer vuestra
Novena Eucarística
.
El señor Comendador Alliata ha tenido una entrevista con el Cardenal Vicario sobre la veracidad de vuestra conversión. Su Eminencia está convencido; pero ha manifestado a nuestro Presidente que no lo puede testimoniar públicamente.
«No puedo traicionar los secretos del Santo Oficio»
, es lo que Su Eminencia ha respondido al Sr. Comendador Alliata.
Soy todo suyo, muy afectísimo en Nuestro Señor
RODOLFO VERZICHI
Secretario General
El secretario particular de León XIII, ese mismo Monseñor Vicenzo Sardi, que acaba de ser mencionado, escribió a su vez, entre otras cosas:
Roma, 11 de julio de 1896
Señorita:
Me apresuro a expresaron los agradecimientos que os son debidos por el envío de vuestro último volumen sobre Crispi…
Se trata de un libro en el que, bajo la firma de Miss Diana Vaughan, conté que Crispi tenía un pacto con un diablo llamado Haborym; que Crispi había asistido en 1885 a una sesión palládica en la cual un diablo llamado Bitrú, presentando a Sophia Walder a un cierto número de hombres políticos italianos, les había anunciado que dicha Sophia daría al mundo, el 29 de septiembre de 1896, una hija que sería la abuela del AntiCristo. Había enviado este libro al Vaticano. El secretario particular del Papa lo agradecía y añadía:
¡Continuad, señorita, continuad escribiendo y desenmascarando la inicua secta! La providencia ha permitido, por esto mismo, que le hayáis pertenecido durante tanto tiempo…
Me recomiendo de todo corazón a vuestras oraciones, y con una perfecta estima me declaro muy afectísimo.
Monseñor VICENZO SARDI
La
Civiltá Católica
, la más importante de todas las revistas católicas del mundo, el órgano oficial del General de los Jesuitas, revista publicada en Roma, recogía estas líneas en su número 1 110 de septiembre de 1896:
Queremos tener, al menos una vez, el placer de bendecir públicamente los nombres de los valores campeones que han entrado los primeros en el glorioso anfiteatro, entre los cuales la noble Miss Diana Vaughan.
Miss Diana Vaughan, llamada de lo profundo de las tinieblas a la luz de Dios, preparada por la Providencia divina, armada de la ciencia y experiencia personal, se vuelve hacia la Iglesia para servirla, y parece inagotable en sus preciosas publicaciones, que no tienen parangón por la exactitud y utilidad.
No sólo se consideraba a Miss Vaughan como una heroica polemista, entre los que rodeaban al Soberano Pontífice; se la ponía a la misma altura que los santos. Cuando comenzó a ser atacada, el secretario del Cardenal Parocchi le escribió desde Roma, el 19 de octubre de 1896:
«Continuad, señorita, con vuestra pluma y vuestra piedad, a pesar de los esfuerzos del infierno, suministrando las armas para aplastar al enemigo del género humano. Todos los santos han visto sus obras combatidas; no es, pues, extraño que la vuestra no sea perdonada…»
Os ruego aceptéis, señorita, mis más vivos sentimientos de admiración y respeto.
A. VILL.ARD
Prelado de la Casa de su Santidad
Secretario de S. E. el Cardenal Parocchi
Estas cartas, sabéis bien, señores periodistas católicos, que han sido enviadas realmente a la señorita Vaughan. Es posible que estéis molestos hoy; pero son documentos históricos; no han sido fabricados; éstos y sus eminentes autores no lo renegarán.
Y no solamente ellos patrocinaban esta mixtificación, sino que empujaban a su corresponsal, creyéndola una cabeza exaltada, a entrar en su juego para la preparación de sus milagros.
El tiempo me falta hoy; no obstante quiero daros a conocer un hecho en este orden de ideas. Todo el mundo sabe que,
según la leyenda católica
, cuando Juana de Arco fue quemada, el verdugo quedó estupefacto al constatar que sólo el corazón de la heroína no había sido consumido; en vano, arrojó entonces pez encendida y azufre; el corazón no pudo arder. Entonces, por orden formal de los que mandaban el suplicio, el corazón de Juana fue arrojado al Sena. Ahora, el clero francés pide la canonización de Juana de Arco; pero es Roma la que canoniza y Roma está en Italia. El clero francés ha encontrado ya una reliquia de la que ajustició: es una costilla carbonizada. En Italia se preparan a tener algo mejor. Una terciaria ha tenido la idea extraordinaria de que ella encontrará el corazón de Juana de Arco; un ángel se lo traerá, sin duda. Esta terciaria ultramística ha escrito a Miss Vaughan, y es el mismo secretario del cardenal Vicario quien ha recomendado a Miss Vaughan que mantenga correspondencia con esta piadosa persona; que intercambie con ella sus impresiones sobre los hechos sobrenaturales relativos a Juana de Arco. Es fácil comprender lo que esto quiere decir. Estad seguros: un día, un ángel traerá el corazón, no a Francia, sino a Italia, de la misma forma que unos ángeles llevaron a Loreto la casa de Nazareth. Juana de Arco será canonizada, y todos los peregrinos franceses que irán a Italia no dejarán de visitar el convento italiano, poseedor del corazón milagrosamente encontrado; y estas visitas serán fructuosas, ¿no es así?
Miss Vaughan ha visto, pues, llover los favores de los príncipes de la Iglesia.
Los masones de Francia, de Italia, de Inglaterra reían bajo capa, y tenían razón. Por el contrario, un masón alemán, Findel, se encolerizó, y lanzó un folleto muy bien hecho. Gran emoción. Este fo-lleto fue como una piedra en una charca de ranas.
Se trataba de tomar una resolución enérgica. Findel comprometía el éxito final de mi mixtificación: su gran error fue creer que era un golpe inventado por los jesuitas. ¡Desgraciados jesuitas! ¡Les había enviado un fragmento de la cola de Moloch, como pieza de convicción del Palladismo!
En el Vaticano hubo inquietud. Se pasó de un extremo al otro; enloquecieron. Se preguntaron si no estarían en presencia de una superchería que estallaría contra la Iglesia, en lugar de servirla. Se nombró una Comisión de encuesta que funcionó en secreto para saber a qué atenerse.
Desde ese momento el peligro se hacía grande; mi obra estaba en peligro, y yo no quería varar en el puerto. El peligro estaba en el silencio; sería el estrangulamiento de la mixtificación en los calabozos de la Comisión romana; sería la prohibición a los periódicos católicos de decir una sola palabra.
Mi amigo el doctor fue a Alemania; desde allí me hizo conocer la situación. Y yo partí para el Congreso de Trento prevenido, bien prevenido. A mi regreso, la primera persona que vi fue mi amigo. Le hice partícipe de mis temores de estrangulación por el silencio.
Entonces convinimos todo lo que ha sido escrito y hecho. Si los redactores del
Universo
dudan, puedo decirles cuáles son los pasajes que han suprimido en las cartas del doctor Bataille. Fui yo quien, de esta forma, aticé el fuego; pues era preciso que la prensa del mundo entera fuera puesta al corriente de esta gran y extravagante aventura. Y era necesario un buen lapso de tiempo para que el alboroto de los católicos furiosos, la polémica con los partidarios de Miss Diana Vaughan pudiera atraer la atención de la gran prensa, de la prensa que marcha con el progreso y que cuenta con millones de lectores.
Antes de terminar, debo un saludo a un histrión desconocido, a un perspicaz cofrade americano. Entre histriones uno se entiende de un extremo al otro del mundo, sin tener necesidad de intercambiar cartas, sin recurrir ni siquiera al teléfono. Saludos, pues, al querido ciudadano de Kentucky que tuvo la amable idea de ayudarnos sin ningún acuerdo previo, que ha confirmado al Courrier-Journal de Louisville las revelaciones de Miss Diana Vaughan, que ha certificado, a quien ha querido oírle, que él había conocido a la querida Miss íntimamente durante siete u ocho años, y que la había encontrado a menudo en diversas sociedades secretas de Europa y América… en las que ella jamás puso los pies.
Señoras, señores,
Os había anunciado que el Palladismo sería hundido hoy. Mejor que eso; ha sido ahogado; ya no existe.
En mi confesión general al padre jesuita de Clamart me había acusado de un asesinato imaginario. Bueno, ante vosotros, me confieso de otro crimen. He cometido un infanticidio. El Palladismo ahora está mudo y bien muerto. Su padre lo acaba de asesinar.
Cartas y telegramas de diversas masonerías extranjeras felicitando a los masones españoles por la proclamación de la Segunda República Española
DOCUMENTO 15
CHILE (15-4-31). Gran Logia Chile felicita entusiásticamente advenimiento República. Trataremos conseguir pronto reconocimiento.
Gran Logia de Chile
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DOCUMENTO 16
SANTO DOMINGO (16-4-31) (carta). Con mucho placer acusamos recibo de vuestro cablegrama de ayer, con el que nos das la buena nueva de tal ansiado establecimiento del Gobierno republicano, a la vez que pedís interceder cerca de nuestro democrático Gobierno para el pronto reconocimiento oficial de él, de cuyos pormenores hemos tomado las debidas satisfactorias notas.
Con esta misma fecha nos apresuramos a dirigirnos a nuestro querido h. general Trujillo, presidente constitucional de nuestra República, en la solicitud dicha, no dudando recibir prontas noticias al respecto, que os transmitiremos en seguida.
Muy fraternalmente vuestros.
Doctor Heliodoro Quintero y Ortega
, Gran Secretario;
Eugenio A. Álvarez
, Gran Maestre.
DOCUMENTO 17
PARAGUAY (17-4-31). Gestiones hechas ante Gobierno, reconocerá República española al recibir comunicación oficial. Felicitámosles. Abrazos fraternales.
Francisco Olivé Ballsells
, Gran Maestre.
DOCUMENTO 18
KENTUCKY (17-4-31). He recibido su cable del 15 del corriente, y les envío los saludos de la Gran Logia de Kentucky, esperando que, bajo la forma republicana del gobierno, la Gran Logia Española prosperará y tendrá privilegios que no ha tenido en el pasado. Agradecemos su cable; quedo fraternalmente vuestro.
Fred W. Nardiwich
, Gran Secretario.
DOCUMENTO 19
MÉXICO (17-4-31). Recibido suyo 15. México ya reconoció República española. Felicitámosles calurosa, fraternalmente.
Gran Logia Valle de México
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DOCUMENTO 20
PANAMÁ (18-4-31) (carta). … Nuestro Gran Maestre adjunto, Venerable h. Héctor Valdés, en ejercicio de la Gran Maestría, por ausencia del Gran Maestre Irving Halman, se hizo cargo de gestionar verbalmente con el Gobierno de Panamá respecto al pronto reconocimiento del nuevo Gobierno español.
Valdés 011er
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DOCUMENTO 21
LUXEMBURGO (17-4-31). Compartimos vuestra alegría. Hemos practicado urgente diligencia para pronto reconocimiento nuevo Gobierno.
Daubelfeld
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DOCUMENTO 22
AUSTRIA (17-4-31). Intervención pedida, imposible, por sernos prohibida toda acción refiriéndose a política.
DOCUMENTO 23
CUBA (17-4-31). Esperamos aviso confirmando noticias. Realizamos gustosos interesadas. Abrazos fraternales.
Walter y Castellanos
, Gran Logia Isla de Cuba.
DOCUMENTO 24
CHECOSLOVAQUIA (18-4-31). Compartimos vuestra alegría. Obramos según deseo. Fraternal abrazo. Gran Logia Checoslovaquia.
Tchy Schvarz
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DOCUMENTO 25
ECUADOR (18-4-31). Entusiasmada, Masonería ecuatoriana felicita advenimiento nueva República, formulando votos prosperidad. Gobierno Ecuador reconoció el vuestro. Fraternal abrazo.
L. W. García Moreno
, Gran Secretario.