Los masones

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Authors: César Vidal

Tags: #Ensayo, Historia

BOOK: Los masones
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César Vidal pone por primera vez a disposición del lector español una historia completa de los masones, desde su fundación, que según algunas teorías se remonta a las religiones mistéricas de la Antigüedad, hasta el día de hoy.

A lo largo de una narración profundamente apasionante y sólidamente documentada descubrimos la verdadera historia de esta misteriosa sociedad y la manera en que ha influído en los acontecimientos más importantes de la historia universal y de España.

Además de repasar la intervención de la masonería en la Revolución francesa y el imperio napoleónico, Vidal nos muestra aspectos históricos mucho menos conocidos, como, por ejemplo, el papel que representó en la desaparición del Imperio español, en la articulación de los movimientos ocultistas contemporáneos, en la Segunda República y en la Guerra Civil española o en la trayectoria de los partidos socialistas.

Una obra de especial interes para el lector que desea conocer la verdad sobre los arcanos de la sociedad secreta más influyente del mundo.

César Vidal

Los masones

La sociedad secreta más influyente de la historia

ePUB v1.0

Cecco
10.09.12

Título original:
Los masones

César Vidal, 2005.

Editor original: Cecco (v1.0 a v1.1)

ePub base v2.0

Introducción

La masonería, en general, y los masones, en particular, son desconocidos del gran público. Se podría señalar que es lógico que así sea en la medida en que nos estamos refiriendo a una sociedad secreta y a sus miembros. Sin embargo, semejante ignorancia carece de sentido y de justificación puesto que nos estamos refiriendo a un fenómeno de especial importancia en la historia universal. Aún habría que ir más lejos. Se trata de un fenómeno sin el cual resulta imposible explicar de manera cabal no pocos acontecimientos de acusada relevancia acontecidos en el curso de los tres últimos siglos.

Esa ignorancia, acompañada de un silencio consciente, ha venido adobada, de manera especial en las últimas décadas, por una vaga visión, por otro lado, positiva, de la masonería. La leyenda rosada —que se ha impuesto, justo es decirlo, con enorme facilidad— presenta a la masonería como una sociedad discreta que no secreta, imbuida de valores filantrópicos, dedicada única y exclusivamente a causas nobles, defensora del bienestar social y exenta de participación en conducta negativa alguna, incluida la conspiratoria. Su poder, caso de aceptarse su existencia, no iría más allá del que posee cualquier ONG medianamente organiza-da para llevar a cabo sus tareas humanitarias.

Esta leyenda rosada contrasta vivamente con la leyenda negra que ha ido unida a la masonería a lo largo de los siglos. De acuerdo con ésta, prácticamente no ha existido trastorno histórico que no aparezca vinculado a la acción de los masones, que serían, a su vez, enemigos declarados de todo lo bueno y lo justo, y que se han coaligado históricamente con la conspiración judía mundial, si es que no son meros instrumentos de la misma.

Ciertamente, la ciencia histórica no puede dar como cierta ninguna de las dos leyendas, y no puede hacerlo porque son parciales en su consideración de los datos documentales de que disponemos, porque no toman en consideración la realidad sino más bien pretenden adaptar ésta a una visión preconcebida y porque, por añadidura, carecen de una perspectiva global que permita con un mínimo de rigor comprender el devenir histórico de la masonería y de los masones.

La presente obra constituye una visión global de ese fenómeno complejo que es la historia de la masonería que pretende abordar en todos y cada uno de sus aspectos esenciales sin omitir ninguno. Dado lo amplio del tema, no pretende ser exhaustiva —de hecho, algunos de sus capítulos cuentan con material que permitiría la redacción de varias monografías extensas—, pero sí abarca sus aspectos más importantes siquiera en lo que a su influencia histórica se refiere. En ese sentido, como irá descubriendo el lector, resulta obvio que la no mención, por desidia, ignorancia o interés, de la masonería en no pocos procesos históricos sólo puede contribuir a impedir su cabal comprensión y a una distorsión, en ocasiones, punto menos que total de la verdad histórica.

En este panorama de la masonería me he extendido con algo más de detenimiento en el caso de España. Se ha pasado en nuestra nación en el curso de los últimos años de la leyenda negra a la rosada con una facilidad que causa pasmo. Si durante el franquismo las referencias a la masonería se nutrían en buena medida de leyendas, prejuicios e informes policiales —informes que no pocos investigadores actuales se empeñan en eludir demostrando una imperdonable parcialidad y un escaso criterio—, desde los años setenta se ha ido implantando una leyenda rosada que orilla, por no decir oculta, la participación de la masonería en acontecimientos esenciales en un empeño de proporcionarnos una imagen positiva, casi idílica, de la misma que, con la totalidad de las fuentes, es imposible de sostener. Existen excepciones notables a esa visión tendenciosa, pero no puede decirse que sean las dominantes en ciertos sectores del mundo académico y no digamos ya mediático. La presente obra no sostiene la pretensión de haber abordado, siquiera señalado, todos los problemas historiográficos relativos a la acción de la masonería en la historia de España, pero sí los señala y en algunos casos de no poca importancia llega a conclusiones que, desde nuestro punto de vista, son difíciles de discutir.

La estructura de la presente obra es lineal y sencilla. Me refiero en primer lugar al tema de los verdaderos orígenes de la masonería —que la leyenda rosada procura omitir en la medida en que roza cuestiones tan esenciales e incómodas como la del contenido ocultista y esotérico de su cosmovisión—, paso a continuación a su desarrollo en el siglo XVIII y su vinculación con cuestiones en apariencia tan dispares como el ocultismo, la revolución o la creación de un nuevo panorama cultural y político, y, continuando esa línea de análisis global, llego hasta nuestros días. Estamos viviendo aún los episodios a los que me refiero en el último capítulo y, por tanto, no puede más que señalarse algunos de sus elementos a la espera de que la perspectiva histórica y la documentación sean más amplias que en la actualidad.

La lectura de este libro no debe ser obligatoriamente lineal. Por supuesto, puede seguirse su orden cronológico, pero también es plausible una lectura salteada que busque detenerse en aquellos aspectos más atractivos para el lector, como pueden ser el papel de la masonería en la historia de España, su vinculación con el ocultismo o su relación con determinados escándalos de la posguerra. Lejos de parecerme poco recomendable, encuentro esa manera de abordar este texto incluso recomendable para personas no acostumbradas a sumergirse en textos de carácter histórico.

Por último, el autor desea expresar que, a su juicio, el mejor libro es aquel que permite el diálogo con su contenido. A lo largo de los capítulos que se inician ahora, se van a recorrer jalones de una historia apasionante y sugestiva. Los datos quedan expuestos en su desnudez. El lector, desprovisto de prejuicios y cargado de espíritu crítico, es el que tiene que extraer sus propias conclusiones. Que así sea.

Madrid, noviembre de 2004.

PRIMERA PARTE. El surgimiento de la masonería
Capítulo I. En el principio era… ¿qué?

Del Neolítico a un suelo más firme

La cuestión de los orígenes históricos de la masonería es uno de los primeros aspectos con que debe enfrentarse el historiador cuando se acerca al estudio de tan peculiar fenómeno. De entrada, debe señalarse que ni siquiera los masones —y las fuentes relacionadas con los mismos— presentan una opinión unánime al respecto. Para un número no escaso de masones, el inicio de la masonería se encontraría en las Constituciones de Anderson de inicios del siglo XVIII y cualquier intento de dar con unos orígenes previos no pasaría de ser un delirio sin base ni sentido. Sin embargo, aunque la existencia de esta posición resulta innegable en la actualidad, no ha sido la mayoritaria históricamente —ni siquiera en el momento presente— y esa circunstancia contribuye a explicar de manera cumplida las manifestaciones diversas que ha tenido la masonería a lo largo de los siglos. Por ejemplo, en la Biblia masónica de Heirloom,
[1]
en la sección de preguntas y respuestas concernientes a la masonería se afirman, entre otras cosas, las siguientes:

P. ¿Cuál es la probable antigüedad?

R. Está admitido que la masonería desciende de los Antiguos misterios…


P. Nemrod. ¿Quién era?

R. Las tradiciones dicen que era un masón y que empleó a 60 000 hombres para construir Nínive.


P. ¿Cuáles son los 12 orígenes de la masonería generalmente aceptados?

R. La religión patriarcal, los Antiguos misterios, el Templo de Salomón, los cruzados, los caballeros templarios, los colegios romanos de artífices, los rosacruces, Oliver Cromwell por razones políticas, el pretendiente de la restauración de la Casa de Estuardo, el trono británico, sir Christopher Wren, el Dr. Desaguliers y otros en 1717.

Desde un punto de vista histórico, buena parte de esas afirmaciones son disparatadas e incluso ridículas —¡el puritano Cromwell fundando la masonería!— pero dejan de manifiesto que los propios masones no dudan incluso actualmente en retrotraer los orígenes de la masonería a la más remota Antigüedad, y que la conectan de manera indubitable con religiones de carácter pagano y mistérico. Poco puede dudarse de entrada, pues, que a inicios del siglo XXI las teorías no son, desde luego, escasas.

La teoría megalítica

Para C. Knight y R. Lomas
[2]
el origen de la masonería habría que remontarlo a las tribus que durante la Prehistoria llevaron a cabo la construcción de los monumentos megalíticos y, de manera muy especial, aquellos en los que se combinan —supuestamente, todo hay que decirlo—— el dominio de la construcción y de la astronomía. Tal sería presuntamente el caso de Newgrange en el río Boyne y del famoso Stonehenge. Según estos autores, la masonería ya habría existido, por lo tanto, en un período de tiempo situado entre los años 7100 y 2500 a. J.C. Esa sabiduría concentrada en torno a observatorios astronómicos —la máquina de Uriel, por seguir el vocabulario de Knight y Lomas— habría sido llevada a Oriente con anterioridad a un diluvio que asoló el planeta y que habría tenido lugar en torno al 3150 a. J.C.

Semejante sabiduría —oculta, por definición— habría sido conservada a través de los sacerdotes judíos del Templo de Salomón. De allí precisamente la habrían recibido los templarios durante el siglo XII d. J.C.

De acuerdo con esta teoría, por lo tanto, el saber masónico se remontaría a la Prehistoria, habría sido ya albergado en el seno de agrupaciones de sabios astrónomos que, antes del Diluvio Universal, la habrían pasado a Oriente. Allí, esta peculiar explicación de los orígenes de la masonería entroncaría con dos teorías que, como tendremos ocasión de ver, son más antiguas. Nos referimos a aquellas que conectan el nacimiento de la masonería con la construcción del Templo de Salomón y con los caballeros templarios nada menos que dos mil doscientos años después.

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