«Nosotros hemos hecho eso, y usted lo sabe… Actualmente es la palabra más sucia en cualquier vocabulario humano. Y todo eso ha ocurrido durante mi propia vida, casi enteramente. Frías decisiones racionales, cada paso conduciendo a ellas perfectamente lógico, se hallan en el origen de las guerras en Asia, la guerra en Indonesia, la guerra en Nueva Guinea, y a cada paso hemos perdido. No solamente las guerras, sino fragmentos de nosotros mismos. Compasión. Simpatía. Amor. Piedad. Nos hemos ido degradando sistemáticamente a la medida de una máquina.
»¿Cómo puede esperar usted que un hombre sea un buen vecino cuando ha pasado años disparando a sombras, ramas de árbol que se movían, siluetas proyectadas al otro lado de sus ventanas? ¿Cómo puede esperar de él que sea un buen ciudadano cuando ha visto a su gobierno autorizar el asesinato de miles, de millones de otros seres humanos? ¿Cómo puede esperar usted de él que sea un buen padre cuando ha pasado sus veintitantos años torturan-do a niños para obtener información acerca de las posiciones de las tropas enemigas? Eso empezó allá por los años setenta, ¿no? ¡Madison, usted estaba en el ejército!
Como si una estatua de ébano hubiera adquirido el poder de hablar, los labios del nigblanc se abrieron.
—Manual de Inteligencia del Ejército de los Estados Unidos, Volumen Cinco,
Antisub-versión
, Sección Diecinueve,
Inteligencia Residual procedente de Fuentes No Combatientes
, Capítulo Dos,
Correlación de Información de Origen Juvenil
, párrafo doce,
Flabilidad
de la Información Obtenida Bajo Coacción
.
—¡Dios mío! —susurró Reedeth con voz apenas audible.
Conroy lo ignoró y prosiguió:
—¡Correcto, correcto! Hemos sido tendidos en el lecho de Procusto del ordenador, ¡y en vez de cortarnos los dedos de los pies hemos perdido pequeños fragmentos de nuestros cerebros!
»Y ahora los Gottschalk, que han degradado ya la institución familiar convirtiéndola en un esqueleto de la más horrible monstruosidad jamás surgida del subconsciente humano con su orden jerárquico abuelo-padre-hijo y sus artimañas monosílabas/polisílabas, están equipando aparentemente a la gente con…, ¿cómo lo ha llamado usted, Madison? «Equipo adecuado para arrasar una ciudad de tamaño medio», ¿no es así? Flamen, en vez de construir una pequeña historia que no va a hacer más que reforzar su propia pobre imagen ante el público, ¿por qué no computa algo importante, como preguntarle a sus bienamadas máquinas que estimen las posibilidades de supervivencia de la raza humana más allá del fin del siglo? Eso podría… ¡Pero niña! ¡Está usted llorando!
Su tono y actitud cambiaron mágicamente, y se dirigió con rapidez al otro lado de la habitación para pasar su brazo en torno a los desnudos hombros de Lyla. Ella se había inclinado hacia delante, con su rostro entre las manos, y estaba sollozando.
—¡Lo siento! —dijo, casi gimoteando—. No lo pude evitar.
—¡Oh, no se disculpe! —Conroy se irguió de nuevo, dejando una mano en la nuca de Lyla—. Está mostrando usted la única reacción humana decente de todos nosotros. Esto es algo para llorar, todos nosotros deberíamos hacerlo, pero yo he olvidado la manera. Me sentí tan frustrado que dejé que me echaran a un lado. Ni siquiera puedo proclamar el crédito indirecto de intentar detenerlo…. ni siquiera Jim Reedeth aquí, al que siempre consideré como uno de mis mejores estudiantes, hizo otra cosa distinta a seguir las huellas de la multitud en el momento en que tuvo la oportunidad. Flamen pasa su vida profesional persua-diendo a su audiencia de que la gente que alcanza la cúspide puede ser presentada en cualquier momento como venial, falsa, corrupta; incluso Pedro Diablo, para quien puede hallarse alguna excusa, no puede negar tampoco que ha dedicado su talento a colocar a los seres humanos los unos contra los otros. Y parece como si Madison hubiera respondido tan bien al tratamiento de Mogshack que ya no es más capaz de llorar de lo que pueda serlo una máquina.
—Eso no es del todo sorprendente —dijo Madison, saliendo de su largo silencio y rigidez.
—¿Qué? —Conroy lo miró, parpadeando.
—Estoy corriendo un riesgo calculado al hacer la siguiente admisión. —Madison se pu-so en pie en un solo y suave movimiento—. Sin embargo, las computaciones indican que este es un nexo en el cual la introducción de datos adicionales puede generar consecuencias que son intrínsecamente incalculables, y las alternativas han sido agotadas sin conducirme a la conclusión de que era posible alcanzar un resultado superior sin una intervención. Otro factor operativo es que algunos datos parciales han sido ya introducidos inadvertidamente en la situación a través de la ingestión de una preparación de psico-coca y para-bufotenina, no habiéndose registrado previamente el efecto sinérgico de esta sustancia sobre el metabolismo masculino humano en el que circulara ya una dosis crítica de narcolato.
Conroy miró a su alrededor. Flamen tenía los ojos muy abiertos, en absoluto estupor, lo mismo que Diablo; Reedeth se había tensado, como si esperara ser atacado, y sus labios estaban formando silenciosas palabras, quizá señalando su convicción de que lamentaba haber creído que Madison era a todas luces apto para ser dado de alta del Ginsberg. Tan sólo Lyla parecía tener algún indicio de lo que podía estar pasando. Había bajado las palmas de las manos de sus mejillas húmedas de lágrimas, y estaba mirando maravillada a Madison.
—Así es como habló usted en el apartamento de Mikki Baxendale —susurró—. ¡Es el mismo tono de voz!
—¿Madison? —dijo Conroy, inseguro.
—Un seudónimo —dijo Madison—. De hecho, está usted hablando con Robert Gottschalk…
—¡Cristo! —jadeó Flamen—. Así que usted es el nuevo hombre misterioso del que he estado oyendo hablar…
—Y la razón de que soy incapaz de desplegar una respuesta emocional como el derra-mamiento de lágrimas es que no he sido programado para reaccionar de esa forma.
—¡Espere un segundo! —Flamen estaba tironeando de su barba, aparentemente sin haber oído aquella última observación—. Robert Gottschalk no puede haber permanecido encerrado en el Ginsberg durante no sé cuantos meses, porque los rumores dicen que él…
—El nombre «Robert» fue seleccionado con la intención de confundir al público —dijo Madison/Gottschalk, cortando una vez más la interrupción de Flamen—. Si lo considera usted más apropiado, puede dirigirse a mí por la forma original de Robot Gottschalk, puesto que, de hecho, soy una máquina.
—Entiendo —asintió el hombre de la Inorganic Brain Manufacturers, que había sido un servidor no oficial de los Gottschalk durante casi una década y se hallaba en posición de notificarles los más recientes desarrollos en equipos de proceso de datos—. Sí, creo que puede hacerse. Diseñar el circuito maestro, sin embargo…, eso va a presentar uno o dos problemas.
—Mientras aumente nuestras ventas —dijo Anthony Gottschalk expansivamente—, me importa un pimiento.
—¿Y desea usted que sea una orden integrada?
—¡Por supuesto!
Hubo una pausa. El hombre de la IBM decidió, durante ella, que no valía la pena explicar que dar a una computadora tan compleja una orden supresora como aquella era como meterle una obsesión a un cerebro humano. La conversación estaba siendo grabada, y en caso de un posterior juicio siempre podía ser presentada como prueba por los demandados.
No era que los Gottschalk tuvieran la paciencia suficiente como para aguardar los procesos regulares de la ley…, pero resultaba muy poco probable que decidieran vengarse a su manera sobre alguien que se les había hecho tan indispensable, y a menudo arreglar las cosas para reparaciones, revisiones y modificaciones podía ser algo tan provechoso como vender la instalación original.
—Muy bien —dijo el hombre de la IBM—. Todas las decisiones tomadas por la computadora y todas las recomendaciones de actuación serán gobernadas por la necesidad primordial de aumentar al máximo las ventas de las armas Gottschalk al mayor precio que el mercado pueda admitir. ¿Queda todo cubierto con eso?
—Perfectamente —dijo Anthony Gottschalk—. Pero no olvide el desarrollo de nuevas líneas de investigación, ¿quiere? Eso también es importante.
Aspecto defensivo
Un entorno móvil controlado, adaptable, autopropulsado en temperaturas ambientales por encima de los -12 °C, y completamente cargadas capaces de un avance independiente a nivel del suelo a velocidades por encima de los 35 kph durante más de l 1/2 horas; ofreciendo protección garantizada contra equivalentes inferiores bajo cualquier circunstancia y unidades idénticas menos hábilmente operadas, además de una adecuada respiración en ambientes poseyendo un 4 % de oxígeno disponible o más, temperaturas internas indefinidamente soportables entre los -12 °C y los 63 °C ambientales, agua potable por condensación de una pureza aceptable indefinida, y algunas necesidades metabólicas (principalmente azúcares) fácilmente sintetizables de los gases atmosféricos dado el tiempo necesario; especialmente a prueba de:
a) Impacto debido a cualquier instrumento dirigido manualmente.
b) Impacto debido a un sólido de hasta 500 g arrojado a una velocidad de hasta 1.000 metros/segundo o energía cinética equivalente, aunque proyectiles excediendo en mucho esta velocidad pueden causar magulladuras en el ocupante y aquellos excediendo mucho esta masa pueden causar desplazamientos físicos de toda la unidad.
c) Energía de impacto por encima de los 750 vatios/milímetro cuadrado durante más de 2 segundos (un dispositivo automático detecta la sobrecarga y en una emergencia desvía una porción de ella hacia el sistema motor de la unidad a fin de permitir un salto de más de 60 metros, suponiendo que el espacio esté libre, pero esta maniobra no es repetible indefinidamente, y se recomienda que no sea empleada más de cuatro veces en 24 horas o más de 20 veces antes de que la unidad sea revisada).
d) Combustión por encima de los 2.500 °C durante más de 3 minutos.
e) Gases nocivos de todas las variedades conocidas, indefinidamente a través de un filtro autorrenovable a condición de disponer de un lapso de al menos 1 hora cada 24, de otra forma durante aproximadamente 36 horas.
f) Bacterias y virus militares de todos los tipos cuya estructura molecular se disocie por debajo de los 500 °C.
La unidad NO es a toda prueba contra: fluorina en concentraciones que excedan las 100 partes por mil durante más de 1 1/2 minutos, aplicación prolongada de un láser de alta potencia o una lanza térmica, e impacto directo de micronucleares u otros dispositivos con una potencia rompedora superior a 0,25 kilotones/metro cúbico/milisegundo.
Aspecto ofensivo
a) Energético: en pruebas de campo reales, un operador entrenado ha reducido un grupo de muestra de 25 bloques de apartamentos medios (12 pisos de cemento armado) a una condición de inhabitable en 3,3 minutos, resultando demolidos 12 y el resto incendiados.
b) Respiratorio: la unidad es capaz de generar 450 metros cúbicos/hora del gas letal «KQL» (Thanatolina).
c) Metabólico: la unidad es capaz de generar 120 g de la droga psicodélica «Ladromida» en 1 minuto a intervalos de 7 minutos durante aproximadamente l 1/2 horas, suficiente para contaminar (p. e.) las reservas de agua de una ciudad de 50.000 habitantes con una dosis incapacitadora; el producto químico puede ser producido como cristales o emitido como un chorro de aerosol para aplicación local.
d) Proyectiva: una micronuclear modelo XXI de 0,2 kilotones puede ser lanzada a unos 830 metros aproximadamente bajo condiciones normales, y 6 pueden ser lanzadas a 570 metros en un lapso de 15 minutos; el lanzamiento a distancias por debajo de los 200 metros no es recomendado.
e) Antipersonal: ningún ser humano desarmado a menos que esté blindado por más de 5 metros de cemento de buena calidad puede esperar escapar a la operación de esta unidad.
Precio y disponibilidad
675.000 unidades almacenadas, producción actual superior a las 2.000 unidades/día; entrega inmediata al precio de 155.000 $ más transporte; muestras disponibles para los ocupantes de los enclaves nigblancs al precio nominal de 25.000 $; generosas facilidades crediticias.
índice de ventas
Fecha hoy menos tres meses: 1.465.221.
Fecha hoy menos dos meses: 1.476.930.
Fecha hoy menos un mes: 1.476.952.
Fecha hoy: 1.476,953.
índice de deseabilidad
97,6%.
índice de ventas
0.
Un producto que se estima deseable para un 97,6% de la población no debería mostrar un índice de ventas de cero.
—¿Qué infiernos está ocurriendo aquí? —dijo Flamen nebulosamente—. ¡No comprendo nada!
—He computado esa probabilidad —dijo Madison/Gottschalk—. De todos modos, basándome particularmente en las recientes declaraciones del profesor Xavier Conroy, es evidente que algunos individuos son conscientes en este momento del esquema de desarrollo que finalmente conducirá a cero el índice de ventas de los Gottschalk, con el consecuente desmoronamiento de la civilización tecnológica humana. De acuerdo con mis directrices primarias, habiendo agotado las implicaciones de los datos almacenados de que dispongo, propongo ahora examinar el efecto de introducir material adicional por medio de la computación humana en este significativo nexo. Computo que la aproximación preferible a eso será la del método de pregunta-y-respuesta antes que la de la exposición lineal. Plantéenme las preguntas que consideren más adecuadas, y yo las responderé con lo mejor de mi capacidad.
Reedeth, muy pálido, estaba poniéndose en pie.
—¡Ah…, señor Flamen! —murmuró—. ¿No tendrá usted una provisión de tranks en es-ta oficina? Deberíamos intentar hacerle tragar algunas…, es muy fuerte, y si se vuelve agresivo…
—La administración de tranquilizantes convencionales carecerá de todo efecto —dijo Madison/Gottschalk—. Su impacto sobre la mente humana está muy bien documentado, y soy capaz de eludir su influencia. Hubo una incómoda pausa. Lyla la rompió diciendo en tono obstinado: