Authors: Audrey Storm
Me ente
r
é una semana desp
ué
s de que yo estaba embarazada y ahora te
ní
a planes para casarse en nuestro viaje a Francia. Es casi como que estaba destinado a ser. Me preguntaba q
u
é di
rí
a el pibe, cuando finalmente se pregun
t
ó
có
mo se consu
m
ó su existencia. Estoy seguro de que pod
rí
amos mentir y decir que fue por amor y supongo que en retrospectiva lo fue. Simplemente no es el tipo convencional.
El final
Pequ
eñ
o Secreto del
mé
dico
"Ivy, necesito verlo en mi oficina", me dijo el doctor Shaffer. Yo no te
ní
a idea de lo que que
rí
a. Mi cora
zó
n golpean mientras caminaba por el pasillo. Yo
só
lo ha
bí
a estado trabajando en su oficina durante unas dos semanas y las cosas no iban muy bien.
Comen
c
é a trabajar en la oficina del doctor, porque yo que
rí
a ir a la escuela para ser enfermera. Yo estaba pensando en iniciar college en el ot
oñ
o, pero que
rí
a tener un poco de experiencia antes de que yo comenzara. Yo nunca ha
bí
a trabajado este tipo de trabajo antes. Por supuesto, yo te
ní
a un trabajo mientras yo estaba en la escuela, pero no era nada
má
s que tablas esperando cada tarde desp
ué
s de la escuela durante un par de horas.
Yo que
rí
a hacer lo que me gustaba, y que no fue camareras. Me ofrecieron este trabajo temporal a tra
vé
s de mi escuela cuando me grad
ué
. Era un programa que estaba reservado
só
lo para los mejores estudiantes y yo era uno de ellos.
Hice todo recto a tra
vé
s de la escuela, yo nunca ha
bí
a hecho nada para ponerme en problemas, y me asegu
r
é de que, a diferencia de las otras chicas me fui a la escuela con la que mi cuerpo estaba cubierto siempre.
Cuando cump
l
í 18
añ
os, he notado que muchos de mis amigos estaban vestidos con ropa que demostraron sus cuerpos. Yo no que
rí
a hacer eso. No era que no me sen
tí
a
có
modo en mi propia piel; de hecho, me encan
t
ó la forma en que me miraba. He visto todos los compactos las n
iñ
as caminan con sus huesos se salen, matando de hambre a
s
í mismos mientras yo co
mí
a hamburguesas con queso y disfrutamos todas mis curvas.
Algunas de las chicas me lla
m
ó la grasa, pero no me impor
tó
. Yo sa
bí
a que estaba saludable mientras estaban hambrientos. Pen
s
é todo eso high school stuff termina
rí
a cuando me grad
ué
. Pero yo estaba equivocado.
Comen
c
é a trabajar para el Dr. Shaffer, pensando que las s
eñ
oras aq
u
í me aceptan y estar dispuesta a ayudarme a aprender, pero ese no fue el caso. Me dieron parece sucia, y cuando me preguntas, que no me conteste. Dr. Shaffer fue incr
eí
ble; aunque siempre estaba asegu
rá
ndose que todas mis preguntas fueron contestadas y me most
r
ó cosas que nunca hab
rí
a llegado a ver si me ha
bí
a alojado con las enfermeras
.É
l me permit
i
ó entrar en las salas de e
xá
menes co
né
l mientras trabajaba con sus pacientes y expli
c
ó todo a
mí
.
La Dra. Shaffer ha estado practicando desde hace unos diez
añ
os. Me acor
d
é de cuand
oé
l abr
i
ó su oficina en nuestra ciudad. Las mujeres instan
tá
neamente ca
y
ó en amor co
né
l. Fue un hermoso hombre cau
cá
sico con un bronceado, que pare
cí
a que acababa de regresar de vacaciones. Su cabello era oscuro, y sus ojos eran tan brown, fueron casi negro
.É
l era un buen seis pies de dos pero nunca trataron de intimidar a nadie.
Se ha vuelto bastante estrecha en la
sú
ltimas semanas y no po
dí
a negar qu
eé
l era un hombre atractivo. Yo estaba seguro de qu
eé
l no me mira de la misma manera sin embargo
.É
l era agradable para todo el mundo que trabajaba par
aé
l, por supuesto, pero fue muy agradable para
mí
.
Pen
s
é que era una de las razones por las que el resto de las enfermeras no me gusta. Al principio, pen
s
é que era porque mi piel estaba tan oscura. Yo vi
ví
a en una comunidad bastante diversa, pero yo estaba muy oscuro, a
s
í que pen
s
é que pod
rí
a ser el problema.
Má
s recientemente, he llegado a la conclus
ió
n de que en realidad era otra cosa.
Todos ha
bí
amos ido a cenar una noche desp
ué
s del trabajo. Dr. Shaffer dijo que es
tá
bamos haciendo un trabajo asombroso que que
rí
a tratar nosotros. Una de las enfermeras dijo que lo hizo muy a menudo porqu
eé
l no tiene a nadie para ir a casa. Yo no po
dí
a ver
có
m
oé
l no estaba casado o por lo menos tener una novia, pero que realmente no era de mi negocio.
Nuestra camarera te
ní
a la piel oscura como yo, y todos los de las enfermeras fueron extremadamente amables con ella y la de
j
ó grandes consejos. En ese momento supe que era algo
má
s que el color de mi piel.
Yo ha
bí
a
oí
do hablar ayer acerca de
có
mo el Dr. Shaffer prestaba
má
s atenc
ió
n a
m
í qu
eé
l hizo con ellos
.¿
Es partidario de
m
í y
có
mo fue desagradable para un hombre de su edad para mirar a una n
iñ
a me gusta la manera en que lo hizo. Que
rí
a caminar hacia ellos y decirles que yo no era n
iñ
a, pero yo no quiero entrar en una pelea en el trabajo. Realmente necesitaba mantener mi trabajo por tanto tiempo como yo po
dí
a.
Yo no creo qu
eé
l me trato de manera diferente qu
eé
l tra
tó
, y supuse que simplemente estaban celosos que estaba tomando el tiempo para ens
eñ
ar a
mí
. Yo sa
bí
a que al
gú
n
dí
a iba a ser una enfermera mejor de lo que ja
má
s ha
bí
a sido.
La Dra. Shaffer realmente era un hombre asombroso. Me dijo qu
eé
l ha
bí
a unido al e
jé
rcito de la derecha fuera de high school y obtuvo su grado
mé
dico a tra
vé
s de ellos
.É
l ha
bí
a cumplido 10
añ
os y cuando sal
i
ó del e
jé
rcito, ha
bí
a trasladado de regreso a su ciudad natal para abrir una oficina. Me dijo qu
eé
l ha
bí
a sido en Irak y
có
mo ha
bí
a salvado la vida de los soldados. Las historias que ha
bí
a dicho que eran fan
tá
sticos. Me di cuenta de qu
eé
l nunca hab
l
ó de una mujer en su vida, o cualquier familia para ese asunto
.É
l
só
lo hab
l
ó de su trabajo.
Yo lo ha
bí
a hecho a la puerta de la oficina del
mé
dico y puse mi mano sobre el pomo de la puerta. De repente abr
i
ó la puerta y al
l
í estaba el Dr. Shaffer delante de
mí
.
"Venga, hiedra," dijo el Dr. Shaffer, mirando hacia
mí
.
Ent
r
é en la oficina, no
s
é q
u
é debo decir
aé
l. Caminaba junto a
m
í y puso sus manos sobre el respaldo de una silla.
"Sentarse".
Me mu
d
é a sentarse y sen
tí
a el Dr. Shaffer se rozan contra
mí
. Mi cora
zó
n los golpeamos. Te
ní
a que haber sido un accidente. Es
tá
bamos en su oficina y seguramente no ha
rí
a un anticipo sobre alguien de mi edad, especialmente en su oficina. Era demasiado arriesgado.
La Dra. Shaffer cami
n
ó a su silla y se sen
tó
, mirando con severidad a
mí
.
"¿
Sabes por q
u
é es
tá
s aq
uí
?", pregun
tó
.
Le mi
ré
, honestamente no tener ninguna idea.
"Yo no", me contes
tó
. La forma en que me mi
r
ó fue como si pudiera ver a tra
vé
s de mi ropa. Yo nunca ha
bí
a nadie me mira igual que antes. Cru
c
é mis piernas y mi
r
ó
aé
l. Pude sentir algo hormigueo en mi es
tó
mago y me hizo in
có
moda.
Sí
, me atr
aí
a
aé
l y yo esperaba qu
eé
l no po
dí
a decir.
"Usted sabe, Ivy," dijo lentamente. "Algunas de las otras enfermeras parecen tener un problema con que es
t
é aq
uí.¿
Puede decirme q
u
é es?".
Yo no sa
bí
a q
u
é decir. Yo no po
dí
a decirle lo que yo pensaba, pod
rí
a yo? Yo sa
bí
a que no po
dí
a ser par
aé
l. "Ellos creen que es partidario de
mí
," Yo blurted fuera.
La Dra. Shaffer sonr
i
ó y me mi
ró
.
"A
s
í que es eso?", pregun
tó
,
"¿
Y q
u
é piensa usted de eso?".
"Creo que es
tá
n tratando de ayudarme, y que es
tá
n actuando como un mon
tó
n de n
iñ
as de escuela secundaria", me contes
tó
.
La Dra. Shaffer de
j
ó escapar una carcajada,
"me suena a que tienen derecho. Si te digo alg
o¿
la promesa de no decirle a nadie, Ivy?".
Lo que voy a decir
,¿
no?
"Por supuesto", me contes
tó
.
"Estoy a favor de usted," dijo el doctor Shaffer, levantarse de su escritorio y camina hacia
mí
. Mi
r
é
yé
l me to
m
ó por la mano. "Creo que una joven mujer incr
eí
ble y creo que los dos de nosotros podemos ayudarnos unos a otros".