Read Border of a Dream: Selected Poems of Antonio Machado (Spanish Edition) Online
Authors: Antonio Machado
1
Tuvo mi corazón, encrucijada
de cien caminos, todos pasajeros,
un gentío sin cita ni posada,
como en andén ruidoso de viajeros.
Hizo a los cuatro vientos su jornada,
disperso el corazón por cien senderos
de llana tierra o piedra aborrascada,
y a la suerte, en el mar, de cien veleros.
Hoy, enjambre que torna a su colmena
cuando el bando de cuervos enronquece
en busca de su peña denegrida,
vuelve mi corazón a su faena,
con néctares del campo que florece
y el luto de la tarde desabrida.
2
Verás la maravilla del camino,
camino de soñada Compostela
—¡oh monte lila y flavo!—, peregrino,
en un llano, entre chopos de candela.
Otoño con dos ríos ha dorado
el cerco del gigante centinela
de piedra y luz, prodigio torreado
que en el azul sin mancha se modela.
Verás en la llanura una jauría
de agudos galgos y un señor de caza,
cabalgando a lejana serranía,
vano fantasma de una vieja raza.
Debes entrar cuando en la tarde fría
brille un balcón de la desierta plaza.
3
¿Empañé tu memoria? ¡Cuántas veces!
La vida baja como un ancho río,
y cuando lleva al mar alto navío
va con cieno verdoso y turbias heces.
Y más si hubo tormenta en sus orillas,
y él arrastra el botín de la tormenta,
si en su cielo la nube cenicienta
se incendió de centellas amarillas.
Pero aunque fluya hacia la mar ignota,
es la vida también agua de fuente
que de claro venero, gota a gota,
o ruidoso penacho de torrente,
bajo el azul, sobre la piedra brota.
Y allí suena tu nombre ¡eternamente!
4
Está luz de Sevilla... Es el palacio
donde nací, con su rumor de fuente.
Mi padre, en su despacho. —La alta frente,
la breve mosca, y el bigote lacio—.
Mi padre, aún joven. Lee, escribe, hojea
sus libros y medita. Se levanta;
va hacia la puerta del jardín. Pasea.
A veces habla solo, a veces canta.
Sus grandes ojos de mirar inquieto
ahora vagar parecen, sin objeto
donde puedan posar, en el vacío.
Ya escapan de su ayer a su mañana;
ya miran en el tiempo, ¡padre mío!,
piadosamente mi cabeza cana.
1
My heart was where a hundred roads converge,
all of them passing through, and a broad crowd
of aimless, roomless travelers, who surge
as on a railway platform chaotic and loud.
My heart made its workday in the four winds
and spread itself along a hundred ways
of level land and where a rock storm begins
and happened on the sea of a hundred sails.
Today a swarm of bees flies to its hive
at the gray hour when bands of crows are hoarse,
flapping around to find their blackened cave,
and my heart starts to do its work, and soon
it joins the flowering fields of plump nectars
and mourning of a sullen afternoon.
2
Pilgrim, you’ll see the wonder of the road,
the road that goes to dreamed-of Compostela.
48
O peak of flax and lilac! And below,
the plain with poplars forming a fire umbrella.
Autumn and its two rivers have placed gold,
making a circle round the giant sentinel
of stone and light, prodigious with its old
towers against the perfect blue. Its spell
goes on across the plain: a pack of lean
greyhounds and then the master of the chase
riding into the distant range. You’ll see
the vain phantasm of an ancient race.
You should get there when in the cold twilight
of the bare square, a balcony burns night.
3
Have I dirtied your memory? So often!
A life descends like an enormous river
floating a tall ship to the sea again,
with greenish slime and scum all in a stir.
Especially if a storm attacks the shore
and drags about the booty of the storm,
and in their sky some clouds of ashes soar
and crack in yellow lightning hugely warm.
Yet while it flows toward the unknown sea,
life also is the water of a spring
dripping and trickling brightly from its source
or else a raucous cataract flooding
below the blue and over broken rocks.
And there your name echoes eternally.
4
Light of Sevilla, the great palace house
where I was born, the gurgling fountain sound.
My father in his study. Forehead round
and high, short goatee, mustache drooping down.
My father still is young. He reads and writes,
leafs through his books and meditates. He springs
up near the garden door, strolls by the gate.
Sometimes he talks out loud, sometimes he sings.
And now his large eyes with their anxious glance
appear to wander with no object to
focus upon, not finding anywhere
to rest in void. They slip from past and through
tomorrow where, my father, they advance
to gaze so pityingly at my gray hair.
48
Santiago de Compostela, a beautiful medieval city in Galicia, northwestern Spain, and a chief shrine for Christian pilgrimage, named for Santiago, Saint James (Yaakov), one of the apostles and reputed brother of Jesus.
1
A la hora del rocío,
de la niebla salen
sierra blanca y prado verde.
¡El sol en los encinares!
Hasta borrarse en el cielo,
suben las alondras.
¿Quién puso plumas al campo?
¿Quién hizo alas de tierra loca?
Al viento, sobre la sierra,
tiene el águila dorada
las anchas alas abiertas.
Sobre la picota
donde nace el río,
sobre el lago de turquesa
y los barrancos de verdes pinos;
sobre viente aldeas,
sobre cien caminos...
Por los senderos del aire,
señora águila,
¿dónde vais a todo vuelo tan de mañana?
2
Ya había un albor de luna
en el cielo azul.
¡La luna en los espartales,
cerca de Alicún!
Redonda sobre el alcor,
y rota en las turbias aguas
del Guadiana menor.
Entre Úbeda y Baeza
—loma de las dos hermanas;
Baeza, pobre y señora;
Úbeda, reina y gitana—,
Y en el encinar
¡luna redonda y beata,
siempre conmigo a la par!
3
Cerca de Úbeda la grande,
cuyos cerros nadie verá
me iba siguiendo la luna
sobre el olivar,
una luna jadeante,
siempre conmigo a la par.
Yo pensaba: ¡bandoleros
de mi tierra!, al caminar
en mi caballo ligero.
¡Alguno comnigo irá!.
Que esta luna me conoce
y, con el miedo, me da
el orgullo de haber sido
alguna vez capitán.
4
En la sierra de Quesada
hay un águila gigante,
verdosa, negra y dorada,
siempre las alas abiertas.
Es de piedra y no se cansa.
Pasado Puerto Lorente,
entre las nubes galopa
el caballo de los montes.
Nunca se cansa: es de roca.
En el hondón del barranco
se ve al jinete caído,
que alza los brazos al cielo.
Los brazos son de granito.
Y allí donde nadie sube
hay una virgen risueña
con un río azul en brazos.
Es la Virgen de la Sierra.
1
At the hour of the dew
white peaks and green meadow
emerge from the haze.
Sun in the oaks!
Till they blur in the sky
the larks climb.
Who laid feathers on the field?
Who made wings of crazy earth?
In wind above the peaks
the gold eagle
floats on wide-open wings.
Over the sharp summit
where the river is born,
over the turquoise lake
and ravines of green pines,
over twenty hamlets,
over a hundred roads...
On the paths of the wind,
lady eagle,
where are you going in full flight at dawn?
2
By now a white moon
in the blue sky.
The moon in the esparto grass
near Alicún!
49
Round over a knoll
and shattered on dull waters
of lower Guadiana.
50
Between Úbeda and Baeza,
a hill of the two sisters.
Baeza, poor and a lady,
Úbeda, queen and gypsy.
And in the oak grove
moon round and devout
always sticking by me!
3
Near the big town of Úbeda
whose hills no one can see,
the moon was trailing me
over the olive grove.
A panting moon
always sticking by me.
Local bandits!
—I thought as I rode
on my agile horse—
One of them rides with me!
This moon knows who
I am. She scares me
and makes me proud of once
having been a captain.
4
In the summits of Quesada
51
is a giant eagle,
greenish, black and gold,
with wings always open.
It is stone and never tires.
Beyond Lorente Pass
the horse of the mountains
gallops in the clouds.
It never tires. It is rock.
At the bottom of the gorge
the fallen rider can be seen
raising his arms to the sky.
His arms are granite.
And where no one climbs
there is a smiling virgin
with a blue river in her arms.
It is the Virgin of the Peaks.
49
Alicún de Ortega is a town, south of Baeza, in the province of Granada.
50
A tributary river of the upper Guadalaviar.
51
A range near the source of the Guadalaviar River.
From an Apocryphal Songbook
De un cancionero apócrifo
by Abel Martín
Mis ojos en el espejo
son ojos ciegos que miran
los ojos con que los veo.
My eyes in the mirror
are blind eyes looking
at the eyes I see with.
52
52
From page ı of
The Complementaries,
a book of poems by Abel Martín.
Nubes, sol, prado verde y caserío
en la loma, revueltos. Primavera
puso en el aire de este campo frío
la gracia de sus chopos de ribera.
Los caminos del valle van al río
y allí, junto al agua, amor espera.
¿Por ti se la puesto el campo ese atavío
de joven, oh invisible compañera?
¿Y ese perfume del habar al viento?
¿Y esa primera blanca margarita?...
¿Tú me acompañas? En mi mano siento
doble latido; el corazón me grita,
que en las sienes me asorda el pensamiento:
eres tú quien florece y resucita.
Clouds, sun, green meadow, and a villa set
all in confusion on the hill. The spring
placed in the light of these cold fields a net
of grace on river poplars ripening.
The valley roads lead to the river. There,
next to the water, love is waiting still.
Are fields dressed in a young, primordial air
for you, companion, now invisible?
And that perfume of beanfields in the wind?
And that white daisy, first one of the year?
Will you come with me? In my hand I feel
a double throb; my heart, undisciplined,
screams out of me, thoughts deafen me, I reel!
It’s you who blossom newborn and rise here.
Tejidos sois de primavera, amantes,
de tierra y agua y viento y sol tejidos.
La sierra en vuestros pechos jadeantes,
en los ojos los campos florecidos,
pasead vuestra mutua primavera,
y aun bebed sin temor la dulce leche
que os brinda hoy la lúbrica pantera,
antes que, torva, en el camino aceche.
Caminad, cuando el eje del planeta
se vence hacia el solsticio de verano,
verde el almendro y mustia la violeta,
cerca la sed y el hontanar cercano,
hacia la tarde del amor, completa,
con la rosa de fuego en vuestra mano.
Lovers, you are a weaving of the spring,
woven of earth and water, wind and sun.
The mountains in your panting chests, and spun
into your eyes the fields are blossoming.
Go out and walk with spring and share the season,
and fearlessly keep drinking the sweet milk
the wanton panther offers you, the treason
of beasts, before she traps you in black silk.
Stroll when the axis of the planet bends
into the solstice days of summer, when
the almond trees are green and violets gone,
when thirst is near and water soaks the land.
Walk toward love’s afternoon, fulfilled, and on
and on, the rose of fire in your hand.
1
Tengo dentro de un herbario
una tarde delicada,
lila, violeta y dorada.
—Caprichos de solitario—.
7
En el mar de la mujer
pocos naufragan de noche;
muchos, al amanecer.
8
Siempre qu nos vemos
es cita para mañana.
Nunca nos encontraremos.
9
La plaza tiene una torre,
la torre tiene un balcón,
el balcón tiene una dama,
la dama una blanca flor.
Ha pasado un caballero
—¡quién sabe por qué pasó!—,
y se ha llevado la plaza,
con su torre y su balcón,
con su balcón y su dama,
su dama y su blanca flor.
10
Por la calle de mis celos
en veinte rejas con otro
hablando siempre te veo.
11
Malos sueños he.
Me despertaré.
13
Para tu ventana
un ramo de rosas me dio la mañana.
Por un laberinto, de calle en calleja,
buscando, he corrido, tu casa y tu reja.
Y en un laberinto me encuentro perdido
en esta mañana de Mayo florido.
¡Dime dónde estás!
Vueltas y revueltas;
ya no puedo más.