Contra el viento del Norte (11 page)

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Authors: Daniel Glattauer

BOOK: Contra el viento del Norte
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Y algo más, Leo: en tu mensaje de ayer por la tarde volviste a mencionar mi estado de «felizmente casada». ¿Por qué pones «felizmente casada» entre comillas? Da la impresión de que con ese toque ligeramente burlón quieres convertirlo en algo ampuloso. ¿Sabes a qué me refiero? Ahora bien, respecto a Mia, me has entendido mal. No es una de esas bellezas llamativas de las revistas de moda. Mia es una tía estupenda. Y ha acabado llevando una vida de soltera sin quererlo en absoluto. Un típico caso de pilotaje defectuoso de las relaciones en la juventud. A los diecinueve años conoces a un hombre: por fuera, un adonis, un paquete de testosterona, una maleta sexual verdaderamente repleta; por dentro, hueco, sobre todo en la zona del cerebro. Pasas dos años emocionantes esperando, hasta que al fin abre la boca. Entonces se rompe el encanto. Tienes 21... y por supuesto conoces de inmediato a otro envoltorio bonito. Piensas: esta vez habrá algo más dentro. Pero no, próximo intento. Así se va tejiendo un destino clásico de las mujeres: creen que necesitan siempre a los mismos tipejos para corregir la «equivocación de la primera vez». Pero cada nueva equivocación las ata más a esos tipejos.

En el caso de Mía, todos tenían el mismo aspecto, pero ninguno subsanaba el error de su predecesor. Al contrario: cada uno confirmaba de manera fehaciente que su antecesor era un cuerpo hueco al igual que él. Desde hace dos años está cansada de los hombres con poca iniciativa para entablar nuevas relaciones. No da un solo paso más para acercarse a nadie. No hace mucho me dijo: «Si conoces a alguien majo, por mí puedes presentármelo. Pero no quiero que me dé ningún trabajo. Todo tiene que marchar por sí solo. Si no, no marcha nada». Ésa es Mia. Va a entusiasmarte, Leo, te lo aseguro.

Una hora y media después

Fw:

Querida Emmi:

En primer lugar, respecto a tus preguntas de apertura:

1) Mi hermana no precisó quién de nosotros dos terminaría primero nuestra «relación» tras un encuentro físico (¿puedo poner relación entre comillas?). Probablemente se refería más bien a la incompatibilidad entre el diálogo escrito y lo vivido como tal, que pronto llevaría al fin de todo. 2) ¡En qué cosas te fijas! Las comillas de «felizmente casada» no fueron en absoluto conscientes. Quizá las ponga el procesador de textos automáticamente. No, en serio: la expresión es tuya, y yo la cito, pues «felizmente casada» me ha parecido siempre una percepción subjetiva. Dudo, por ejemplo, de que yo entienda por «felizmente casada» lo mismo que tú o que tu marido. Tampoco es tan importante, ¿no? De ninguna manera ha sido burlón, pero de ahora en adelante no pondré más comillas, ¿vale?

Y a propósito de tu amiga Mia: cuando vuelvas a verla, si te apetece puedes contarle que conoces a un hombre que necesita (necesitaba) a una sola mujer para NO corregir, NO corregir y NO corregir la «equivocación de la primera vez». Un hombre que también está cansado y con poca iniciativa para entablar nuevas relaciones, que tampoco da un paso más para acercarse a una mujer, que no quiere que le den trabajo, que piensa que todo ha de marchar por sí solo, y que sí no marcha por sí solo, no marcha nada. Dile: «¡Ése es Leo, Mia!». Pero no le digas: «Va a entusiasmarte». Pues el entusiasmo presupone mirarse a los ojos al menos una vez. Y, seguramente, eso de momento sería demasiado «trabajo de pareja» para Mia y Leo.

(Además, me ofende un poco la rapidez con que me entregas a la primera amiga que se te ocurre, Emmi. ¡Cómo echo en falta tus celos!)

40 minutos después

Re:

¡Ay, Leo!, tenga celos o no, yo ya no puedo «poseerte» más que aquí, en la bandeja de entrada. Además, si le «perteneces» a una de mis mejores amigas, me perteneces un poco a mí también. (¿O acaso crees que te emparejo sin segundas intenciones egoístas?) Por otra parte, a Mia ya le he hablado muchas veces de ti. ¿Quieres saber lo que piensa? (Sé que eres capaz de decir: No, no quiero. Pero te lo diré de todas maneras.) Dijo: ¿Lo ves, Emmi?, ésa es exactamente la clase de hombre que me gustaría, un hombre que prefiera tener un mensaje mío antes que sexo. Sexo es lo que quieren todos. Un hombre que tiene clase es el quiere de mí otra cosa: ¡correo!

Cinco minutos después

Fw:

¡Ya estás hablando de sexo otra vez, Emmi!

Tres minutos después

Re.

Gracias, lo había notado. Acabo de sumergirme de nuevo en el mundo de los hombres.

Ocho minutos después

Fw:

Pareciera que te gustara sumergirte en él para poder hablar de sexo sin inhibiciones.

Seis minutos después

Re:

Querido Leo:

¡No te hagas el santo! ¿Recuerdas tu mensaje empapado de vino, aquel de la venda, y tu ataque de deseo postalcohólico al día siguiente? No eres un predicador de la montaña, que no tiene líbido, que está por encima de lo instintivo, como tanto te gusta presumir de ser. Qué, ¿quieres que organice una cita entre tú y Mia?

Tres minutos después

Fw

¡Esa oferta no va en serio!

Un minuto después

Re:

¡Claro que sí! Estoy convencida de que ni tú ni Mia necesitaréis «trabajar» para caeros bien de inmediato. Confía en mi conocimiento de la naturaleza humana.

Siete minutos después

Fw:

No, gracias. Me parece un poco perverso, en lugar de conocer a Emmi, conocer a su amiga. ¡Buenas noches! (Aún) TUYO,

Leo

Ocho minutos después

Re:

¡Pero si tú no quieres conocerme personalmente! Yo también te deseo buenas noches.

(Aún y siempre) TUYA, en cierto modo,

Emmi

50 segundos después

Re:

¡Ah!, otra cosa: ¡ya hablaré de tus explicaciones sobre el tema «felizmente casada» entre comillas! Si quieres, interprétalo como una amenaza.

Que descanses, querido Leo.

Emmi

A la noche siguiente

Asunto: ???

¿Hoy no recibiré ningún mensaje de Leo? ¿Estará cabreado? ¿Por lo de Mia?

Buenas noches,

Emmi

A la mañana siguiente

Asunto: Mia

Buenos días, Emmi.

Lo he pensado mejor. Acepto tu oferta. Si tú lo organizas y tu amiga Mia de veras quiere, me encontraré con ella.

Un saludo afectuoso,

Leo

15 minutos después

Re:

¡Leeeeoooo! ¿Me estás tomando el pelo?

30 minutos después

Fw:

Claro que no. Hablo muy en serio. Con mucho gusto quedaré con Mia en un café. Sólo te pido una cosa, Emmi, se amable y encárgate tú de coordinarlo. Sábado o domingo por la tarde me iría bien. Podríamos quedar en un café del centro. El Huber, el Europa o el París, me es igual.

40 minutos después

Re:

Me inquietas, Leo. ¿A qué viene ese repentino cambio de humor? ¿De verdad no te estás riendo de mí? ¿En serio quieres que le pregunte a Mia? Mira que luego no puedes dar marcha atrás. Con Mia no se juega.

Tres horas después

Fw:

Ni yo juego con una mujer que no conozco: al menos no a esos juegos. Sencillamente he cambiado de opinión: si te recomiendan tanto a una mujer, ¿por qué no conocerla? No tengo nada en contra de una hora de charla sin compromiso. Sí, cuanto más lo pienso, más me gusta tu propuesta, Emmi.

Buenas noches,

Leo

Diez minutos después

Re:

Ya sacaré yo mis conclusiones, Leo. Llamo a Mia por teléfono y te cuento.

Un minuto y medio después

Fw:

¿Qué conclusiones tienes que sacar?

20 minutos después

Re:

Querido Leo:

Tengo la sospecha de que estás seguro de que soy yo la que dará marcha atrás. Porque crees que nunca he tenido la intención de presentarte a una amiga (y encima, atractiva). Piensas que el único objetivo de lo de Mia era hacerme la interesante contigo, ¿no? ¡Pues te equivocas, querido Leo! Ahora mismo voy a llamar a Mia, y si dice que sí, tendrás que quedar con ella; si no, me enfadaré muchísimo contigo.

Entretanto, un saludo cariñoso,

Emmi

18 minutos después

Fw:

Pero Mia no dirá que sí. Pues no entenderá por qué ha de encontrarse con un desconocido que es un amigo de su amiga, pero un amigo al que su propia amiga aún no ha visto nunca. Mia se preguntará con razón por qué tiene que encontrarse precisamente con ese hombre. Se sentirá como un conejillo de Indias. Pero con gusto dejaré que me den un escarmiento. Buenas noches, saluda al mueble botellero de mi parte. Una vez que hayamos cerrado el «caso Mia», podríamos beber otra copa a nuestra salud, Emmi. ¿Qué te parece?

Al día siguiente

Asunto: Mia

Hola, Leo:

¿Cómo estás? Hoy hace un calor tremendo. Yo ya no sé qué más quitarme. ¿Llevas alguna vez pantalones cortos y sandalias? ¡Prefieres camiseta, polo o una camisa bien planchada? ¿Con cuántos botones abiertos? ¿Tejanos, pantalón de pinzas o —trago saliva— bermudas? ¿Cuánta luz tiene que haber para que te pongas gafas de sol? ¿Tienes pelo en los antebrazos? ¿Y en el pecho? Vale, ya lo dejo.

Lo que en realidad quería decirte es que llamé a Mia. En principio le gustaría mucho encontrarse contigo, en un café, de día. «¿Por qué no?», dijo. Pero tendrías que llamarla. (Cosa que obviamente no vas a hacer.) Ella cree que no tienes ningún interés en conocerla, que todo es una campaña orquestada por su amiga Emmi para encontrarle pareja. Además, quiere saber qué aspecto tienes. Yo le dije: «Feo no es, creo. Aunque en realidad sólo he visto a su hermana»... En fin, es todo un poco complicado. Probablemente se quede en nada. ¡Espero que logres resolver las cuestiones más candentes de esta calurosa jornada!

Emmi

Dos horas y media después

Fw:

Querida Emmi:

Respondiendo a tus preguntas: estoy muy bien, gracias. ¡Un calor tremendo, ya lo creo! Si me escribes: «Yo ya no sé qué más quitarme», significa que quieres que me imagine cómo es Emmi cuando ya no sabe qué más quitarse. Pues lo has conseguido, Emmi: me lo imagino.

Sólo llevo pantalones cortos en la playa. (Pero por aquí no hay ninguna, ¿verdad?) Sandalias: en principio, no, pero si te apetece, puedo ponerme unas para nuestra primera cita. ¿Camiseta o camisa? Ambas, a menudo una encima de la otra. ¿Botones abiertos? Depende del tiempo. Ahora mismo los llevo todos abiertos, pero nadie puede verme. ¿Pantalones? Más tejanos que pantalones de pinzas. ¿Bermudas? A más tardar en nuestra primera cita, Emmi, siempre y cuando tenga lugar en verano (en alguno de los próximos años). ¿Gafas de sol? Cuando hace sol. ¿Pelo? En la cabeza, el mentón, las sienes, los brazos, las piernas, el pecho... Ahí se amontona bastante.

¡Ah! En cuanto a Mia, ¿me das su número, por favor?

Felices horas de calor,

Leo

45 segundos después

Re:

¿Qué?, ¿de veras quieres llamar a Mia? Sigues creyendo que es un farol, ¿no? Pues apunta: 0773 8636271. Mia Lechberger. ¿Estás contento?

Una hora y media después

Fw:

Gracias, Emmi. ¿Cómo es posible sudar tanto a finales de mayo? Me voy a un congreso en Budapest durante dos días. Llamo en cuanto vuelva. Que lo pases bien, Emmi.

Saludos cariñosos,

Leo

Dos días después

Sin asunto

Hola, Leo:

¿Ya has vuelto? Adivina con quién he hablado esta mañana. Y adivina lo que me ha dicho. «Me llamó tu amigo del correo electrónico. Yo estaba tan sorprendida que estuve a punto de colgar. ¡Pero era tan majo! Amable, simpático, un poco tímido, encantador...» Bla—bla—bla. «¡Qué voz tan agradable! ¡Y qué bonito acento!...» Leo, Leo..., parece que has tocado todos los registros. Lo admito: nunca te habría creído capaz de llamar a Mia. ¡Que os divirtáis mañana en vuestra cita! Por cierto, Mia me ha preguntado si yo no quería ir con ella. Seguramente A ÉL no le parecería bien, le he dicho. Para Leo, soy como un personaje imaginario, una mujer de tres caras. Y no conoce ninguna de las tres, así que no querrá tener que comprometerse con una sola, ¿no?

Un saludo afectuoso,

Emmi

Tres horas después

Fw:

Hola, Emmi:

Ya he vuelto, pero por desgracia estoy muy liado. Tu amiga Mia parece muy simpática por teléfono.

Te escribo,

Leo

P D.: No es necesario que vengas personalmente, Emmi. De todos modos, Mia te llevará noticias frescas de todos los detalles de nuestra cita, supongo.

12 minutos después

Re:

Leo, últimamente pareces tan pillo que no sé qué pensar. Pues nada: ¡mucha suerte!

Nos vemos (en la otra vida), Emmi

Capítulo 6

Tres días después

Sin asunto

Hola, Leo, ¿estás bien?

Saludos cariñosos,

Emmi

15 minutos después

Fw:

Hola, Emmi:

Sí, muy bien. ¿Y tú?

Leo

Ocho minutos después

Re:

Muy bien también, gracias. Salvo por el calor. ¿Será normal? Estamos a fines de mayo. 35 grados en mayo: ¿habrá ocurrido antes? ¡No, antes no ocurrían esas cosas! ¿Y por lo demás? ¿Todo va bien de momento?

20 minutos después

Fw:

Sí, gracias, Emmi, de momento todo va estupendamente. Tienes razón: antes hacía 35 grados a fines de julio, principios de agosto, uno o dos días al año quizá, no más. Vale, puede que fueran cuatro o cinco. Pero no en mayo, eso sí que no. En mayo, no. Te digo que esto del calentamiento del planeta será un tema candente. No es una campaña de mal gusto de los climatólogos. Tendremos que acostumbrarnos a veranos cada vez más calurosos, creo yo.

Tres minutos después

Re:

Sí, Leo, las diferencias de temperatura se volverán cada vez más extremas. ¿Y cómo pasas tú estos primeros días y estas primeras noches cálidas?

14 minutos después

Fw :

Las tormentas serán cada vez más intensas. Flujos de lodo y escombros, aludes, inundaciones. Y luego períodos de sequía. ¿Sabes lo que eso significa? Las consecuencias económicas y ecológicas del cambio climático son aún impredecibles.

Cinco minutos después

Re:

Piñas hawaianas en los Alpes. Cadenas antideslizantes obligatorias en Apulia. Arrozales en las islas Feroe.

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