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Authors: Mantak Chia & Douglas Abrams Arava

El Hombre Multiorgásmico (23 page)

BOOK: El Hombre Multiorgásmico
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Aprender kung fu sexual, de la misma forma que aprender a tocar un instrumento musical, requiere tiempo y esfuerzo y puede resultar un poco extraño al principio. La actitud más positiva es la de tomárselo relajadamente y divertirse. Un hombre multiorgásmico explicó cómo la sexualidad taoísta puede relajar la tensión que existe en torno a la sexualidad: «Es divertido hablar de ello y es divertido reírse de ello. Puede relajar toda la tensión existente en el dormitorio. Como hablo de mi cuerpo con mucha franqueza, las mujeres también pueden hablar del suyo. Estaba relatándole mis prácticas a una mujer cuando de repente sacó su vibrador y me dijo: “No se lo iba a enseñar a nadie porque siempre he sido muy discreta con mi sexualidad. Pero siento que puedo compartir cualquier cosa contigo porque tú has compartido tu experiencia conmigo”. Aquello estuvo muy bien».

La mayoría de los hombres aprenden de sexualidad a través de la masturbación y la pornografía. Por la razón que sea (culpabilidad, inexperiencia, miedo a ser pillados) aprenden a masturbarse rápidamente y, además, la pornografía generalmente les aleja de sus cuerpos. Por tanto no debe sorprendernos que no estén muy conectados con su cuerpo ni sean conscientes de su ritmo de excitación. La sexualidad taoísta les enseña a desarrollar su verdadero potencial corporal para sentir placer así como para dárselo a sus compañeras. Al principio, tu compañero tendrá que aprender a controlar su ritmo de excitación y su impulso de eyacular, pero una vez adquirido ese control, podrá concentrarse mucho mejor en ti y en el profundo proceso en el que ambos estáis implicados.

¿NO NECESITA EL HOMBRE EYACULAR PARA SENTIRSE VERDADERAMENTE SATISFECHO?
Algunas mujeres piensan que complacer a su hombre significa ayudarle a eyacular; algo que no debe sorprendemos, ya que la mayoría de los hombres eyaculan cuando acaban de hacer el amor y muchas mujeres aprendieron en la adolescencia que a sus compañeros les dolían los genitales si no eyaculaban. Esto puede ser verdad durante las fogosas relaciones adolescentes, pero si tu compañero practica el kung fu sexual ya no tendrá la misma necesidad de eyacular. Un hombre multiorgásmico explicó:

«Algunas veces cuando hacíamos el amor, en especial si había sido una sesión larga y hermosa, mi novia quería que eyaculase. Pero como yo seguía sin eyacular, más tarde ella comprobó que no necesitaba hacerlo, que podía satisfacerla mucho mejor y que yo mismo me quedaba mucho más satisfecho cuando no lo hacía».

Sin embargo, después de años de haber hecho el amor finalizando con la eyaculación de tu compañero, quizá te preocupe que no eyacule todas las veces. Al principio algunas mujeres sienten que son menos sexys o que son peores amantes. Aunque es comprensible que se puedan sentir así, eso no es verdad en absoluto. No tardarás en comprender que tu verdadero éxito como amante no depende de la eyaculación de tu pareja, sino del placer compartido.

CALENTARLE

Antes de empezar con técnicas especificas para ayudar a tu compañero, hay algunas nociones básicas sobre sexualidad masculina que debes aprender si no las sabes todavía. Esta sección es un repaso breve. En el capítulo 2 hay una descripción más amplia (asimismo, la figura 2 de la página 35 te ayudará a visualizar dónde está cada cosa). Tendemos a centrar la sexualidad masculina en el pene, y ¿qué puede haber de oculto o de complejo en un órgano tan evidente? Pero el pene es sólo el principio. La mayoría de los hombres pueden aprender a experimentar sensaciones en todo su organismo por medio de los orgasmos en todo el cuerpo descritos en este libro, pero gran parte de la sensibilidad masculina reside, al menos inicialmente, en sus genitales. El Dr. Alex Comfort escribe en su libro
The new joy of sex
: «El acercamiento genital es la forma de hacer entrar a los hombres en un estado de ánimo favorable». Puedes ridiculizarlo, quejarte de ello o admitirlo, pero lo cierto es que para la mayoría de los hombres es así. Los genitales son muy importantes en la sexualidad masculina, pero no se reducen al pene.

La parte más sensible de la mayoría de los hombres, además del pene mismo y en especial del glande, que es donde se concentran las terminaciones nerviosas, son los testículos (que deben ser tratados con más suavidad que el pene). Cuando le estimules los testículos es importante recordar que quizá tu compañero no obtenga una erección, e incluso puede perder la que tiene. Esto no significa que no experimente un placer intenso, pero la ausencia o la pérdida de la erección puede hacer que uno de vosotros se preocupe. Debes expresar que ya sabes que esto es normal y es parte de su excitación; eso le ayudará a no estar preocupado.

Merece la pena recordar que cuando un hombre está tumbado de espaldas, la fuerza de la gravedad hace que la sangre descienda, restando fuerza a su erección, por lo que si a tu compañero le cuesta conseguir o mantener la erección, es mejor que no esté en esa posición. Asimismo, puedes ayudarle a conseguir la erección rodeando la base del pene con el pulgar y el índice. Forma un anillo con ellos y apriétalos para evitar que la sangre baje y pierda la erección mientras le estimulas con la otra mano o con la boca.

El perineo, el área entre los testículos y el ano, también es muy sensible, así como el ano, pero para muchos hombres (y mujeres) este último es tabú, por lo tanto realiza una aproximación muy cuidadosa o pregunta primero. La parte interna de los muslos también tiene gran sensibilidad. A muchos hombres también les gusta que se les estimulen los pezones, en los cuales experimentan erecciones al igual que las mujeres. Algunos necesitan una estimulación persistente y regular para despertar esas terminaciones nerviosas mientras que otros nunca se excitan con este tipo de caricias por más que se intente.

Debemos recordar también que la erección del hombre está directamente conectada con su autoestima. La famosa fragilidad del ego masculino es todavía mayor en la cama. La mayoría de los hombres saben muy poco de las artes amatorias y no sólo se sienten preocupados por no saber sino que creen que deberían saberlo todo. Por tanto, es mejor no criticarles. Si tu compañero está haciendo algo que no te gusta, es preferible que le digas lo que quieres que haga en lugar de criticar lo que esté haciendo. (Más tarde, cuando la pasión haya pasado, puedes informarle de lo que no te gusta para que tenga referencias claras en el futuro. Para tener una vida sexual saludable es muy importante abrir un canal de comunicación acerca del sexo fuera del dormitorio.) Finalmente, recuerda que el afrodisíaco más potente es el sonido del placer femenino. Cuanto más puedas compartir tu placer con él, más distinguirá lo que te gusta y más se excitará. Tu placer sexual aumentará el suyo, de la misma forma que el suyo aumenta el tuyo.

ENFRIARLE

Ahora que ya hemos comentado cómo puedes calentar a tu compañero, es el momento de aprender a enfriarlo. Este es el verdadero desafío para la mayoría de los hombres y cualquier cosa que puedas hacer para ayudarle será muy valiosa. Puedes averiguar cuándo se acerca al punto de No Retorno («
inevitabilidad eyaculatoria
») leyendo sus señales corporales. Antes de que pueda eyacular, su escroto tendrá que acercarse al cuerpo (esto ocurre en menor medida cuando el hombre se hace mayor). Los músculos de sus muslos y estómago se tensarán y su cuerpo se pondrá rígido; su voz y su respiración también pueden cambiar.

DETENERSE
: La cosa más importante que puedes hacer para ayudarle a no traspasar el punto de No Retorno es dejar de moverte cuando haga señales con su voz o con su cuerpo de que está demasiado cerca. El orgasmo masculino tiene lugar inmediatamente antes de caer en el precipicio de la eyaculación. Para que tu compañero llegue a ser multiorgásmico debe aprender a experimentar el orgasmo sin traspasar el limite de la eyaculación.

Imagínate que él debe volar en un planeador o ala delta. Va corriendo hacia el precipicio y debe aprender a despegar y elevarse hacia los orgasmos no eyaculatorios justo antes de precipitarse y caer por la pronunciada pendiente de la eyaculación. Si te mueves cuando está muy cerca del limite, puedes empujarle, con lo que traspasará el límite y acabará en el fondo del estupor posteyaculatorio. Pero si te detienes un momento antes para que recupere el control de su excitación, podréis elevaros juntos. Si se cae por el barranco, se quedará tendido sobre las rocas del fondo, justo cuando tu estás preparada para despegar.

PREGUNTAR
: Al principio, si ayudas a tu compañero a tomar conciencia de su excitación y de su proximidad al punto de No Retorno, le prestarás un gran servicio. Esto no significa que tengas que mantenerte desimplicada o actuar como observadora, sino que simplemente le informas de que puede estar acercándose excesivamente al límite. Un hombre multiorgásmico describió la ayuda que le presta su compañera: «Mi novia me pregunta si estoy cerca cuando ve que lo estoy. Y eso me ayuda enormemente a tomar conciencia de mi nivel de excitación. Se puede pensar que hablar de lo cerca que me encuentro podría interrumpir el proceso, pero no es así. Lo hace más pleno porque compartimos más y porque hay una comunicación mejor, que es la clave de toda relación en el dormitorio o fuera de él».

DAR ÁNIMOS
: Es mejor estar centrados en el proceso de hacer el amor que en el de no eyacular. Como explicó un hombre multiorgásmico: «Mi esposa solía decir: “No te vayas todavía”. Bueno, pues eso me hacia eyacular más rápido porque dirigía mi pensamiento a la eyaculación. Lo que hemos descubierto es que cuando dice “me siento bien” o “esto es estupendo”, entonces esta especie de caricias (por así decirlo) a mi ego masculino me ayudan a retomar el control y no eyacular». Los entrenadores que más éxito tienen son los que dicen a sus equipos lo que deben hacer en lugar de decirles lo que no deben hacer, porque es muy probable que el cuerpo haga lo que la mente esté pensando.

RESPIRAR
: Tu compañero estará haciendo un ejercicio respiratorio que le ayudará a controlar su nivel de excitación. Cuando esté a punto de eyacular, adoptará una respiración profunda y lenta o superficial y rápida. El primer tipo de respiración le ayuda a controlar su energía sexual y el segundo a dispersarla. Cualquiera que sea el tipo de respiración que elija, le prestarás una gran ayuda si le recuerdas que la practique o si respiras con él. La armonización de las respiraciones es una de las prácticas de pareja comentadas en el capítulo 5 que puede ayudaros mucho a conectar profundamente.

CIRCULAR
: La principal técnica que utilizará tu compañero para retrasar la eyaculación es el bombeo de la energía sexual, que subirá desde los genitales por la columna hacia el resto del cuerpo. Si la energía sexual se acumula excesivamente en sus genitales, acabará siendo incontrolable y saldrá disparada por el camino más directo posible, a través del pene. Sin embargo, si se retira la energía, resulta mucho más fácil detener el impulso de eyacular.

El secreto que os permitirá acceder a ambos a los orgasmos en todo el cuerpo es aprender a hacer circular la energía por él. Para ayudar a tu compañero a hacer circular su energía sexual por todo el cuerpo desliza tus manos a lo largo de su columna, desde el coxis hasta la cabeza; eso favorecerá la ascensión de la energía. En general, como el experimentado instructor del Tao Sanador Michael Winn explica: «Cuanto más toque la mujer el cuerpo masculino (ayudándole a estar menos centrado en el pene) tanto más fácil será para el hombre movilizar la energía hacia otras partes del cuerpo». Movilizar tu propia energía te ayudará a intensificar tus orgasmos y a sentirte energetizada, y también os ayudará a ambos a experimentar más intimidad y éxtasis cuando estéis juntos.

Las técnicas descritas son esenciales para ayudar a tu compañero a mantenerse sereno mientras alcanzas el punto álgido de la pasión. También podéis utilizar otras técnicas más mecánicas para que evite la eyaculación.

APRETAR
: La técnica de apretar fue desarrollada originalmente para los eyaculadores «precoces» (si tu compañero eyacula rápidamente, asegúrate de que lea la sección llamada «No se acaba hasta que se acaba: acabar con la eyaculación precoz» en el capítulo 8). La técnica de apretar es muy simple: cuando tu compañero esté cerca de la eyaculación, debes colocar el pulgar en la parte inferior del pene y apretar.

Otro método posible es que uno de vosotros agarre el pene como si fuera el manillar de una bicicleta y presione con el pulgar en la punta (ver figura 8b en página 75). Otra posibilidad es que uno de vosotros apriete la base del pene con el pulgar y los dedos índice y corazón. Cualquiera de estos métodos ayudará a tu compañero a detener el impulso de eyacular y a retirar su energía sexual del pene y los genitales.

El problema obvio que presentan estas técnicas es que tenéis que detener el coito porque tu compañero tiene que sacar el pene.

Antiguamente, las mujeres que practicaban el Tao podían utilizar sus músculos vaginales (lo que ahora llamamos el músculo PC) para apretar el glande de sus compañeros, con lo que les impedían eyacular. Quizá quieras experimentar con esa técnica cuando leas la sección «fortalecer tu músculo sexual», más adelante en este mismo capítulo.

PRESIONAR
: Los sabios taoístas descubrieron un punto en el perineo extraordinariamente eficaz para evitar que los hombres eyacularan, el punto del Millón de Dólares. Originalmente era llamado el punto del Millón de Monedas de Oro porque eso es lo que le costaba a un hombre que un maestro taoísta le mostrara dónde estaba (los maestros taoístas no eran demasiado «espirituales» a la hora de recibir dinero). El punto del Millón de Dólares de tu compañero está localizado inmediatamente delante del ano (ver figura 2 de la página 35). El punto justo está señalado por una pequeña hendidura. Si tu compañero se aprieta con el dedo en ese lugar al tiempo que contrae el músculo PC y concentra su atención, puede retrasar la eyaculación interrumpiendo el reflejo eyaculatorio. Es importante que sepas lo que está haciendo si empieza a presionarse el perineo mientras hacéis el amor. Si tanto tú como tu compañero estáis muy familiarizados con el cuerpo del otro y habéis compartido muchas experiencias en la cama, puedes ayudarle a retrasar la eyaculación presionando en este punto durante el coito. Debes presionar con el dedo en dirección ascendente hasta tocar la primera articulación. Es necesario aplicar una presión firme (aunque no demasiado) y uniforme durante uno o dos segundos.

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