En resumen, según toda probabilidad, el libro de Rut se compuso en el siglo V aC, tras la vuelta del exilio de los judíos y unos siete siglos después de la época que pretende describir. Y aun cuando su tesis central se basa en la tradición histórica, los detalles accesorios tal vez sean ficticios.
Los judíos reconocieron esto incluyendo el libro en la tercera parte de la Biblia: «Las Escrituras». En vez de historia, consideraban que los libros de esta sección eran literatura.
Sin embargo, el aspecto histórico que destaca es tan importante para la concepción cristiana del mundo, que se ha trasladado a la sección histórica de la Biblia, colocándolo en su justa posición en el relato: inmediatamente después del libro de los Jueces.
La historia comienza con una época de hambre que empuja a una familia israelita a salir de su casa de Judá:
Rut 1.1.
... y salió de Belén de Judá un hombre con su mujer y dos hijos para habitar... en los campos de Moab.
A esa ciudad se la llama Belén de Judá para distinguirla de Belén de Zabulón, a unos ciento veinte kilómetros al norte. Belén de Judá es mucho más famosa por motivos que pronto saldrán a la luz; y cualquier referencia a Belén puede considerarse como dirigida a Belén de Judá.
En realidad, la Biblia sólo menciona a Belén de Zabulón en relación con Abesán, uno de los jueces secundarios (el número noveno) a quienes el libro de los Jueces se refiere de pasada:
Jueces 12.8.
Después de él
(Jefté)
fue juez en Israel Abesán, de Belén.
Al parecer, Belén de Judá, situada a unos nueve kilómetros al sur de Jerusalén, se llamaba Efratá anteriormente (v. cap. l). Incluso en tiempo de David, los habitantes de Belén se llamaban efrateos:
1 Samuel 17.12.
David era hijo de un efrateo, de Belén de Judá..., llamado Isaí...
Y el autor de Rut sigue esa costumbre en relación con la entrada de la familia en Moab:
Rut 1.2.
Llamábase el hombre Elimelec; su mujer, Noemí, y los dos hijos, Majalón el uno y Quelyón el otro; efrateos, de Belén de Judá...
Hasta el momento, la Biblia sólo ha mencionado a Belén en relación con acontecimientos desgraciados. Raquel murió cerca de esa ciudad al dar a luz a Benjamín. Los danitas que emigraron al norte para consumar una agresión sangrienta, llevaron consigo a un levita que era de Belén de Judá. La concubina a quien ultrajaron y asesinaron brutalmente en Gueba era de Belén de Judá.
Pero ahora empieza Belén a tomar una importancia nueva y extraordinaria a través de los acontecimientos posteriores y de su relación con esta familia.
En Moab muere Elimelec, pero sus hijos se casan con muchachas moabitas:
Rut 1.4.
Que habían tomado mujeres moabitas, una de nombre Orfa y la otra Rut. Permanecieron allí por unos diez años
Rut 1.5.
y murieron ambos, Majalón y Quelyón...
Como «Majalón» significa «enfermedad» y Quelyón «agotamiento», no parece ser la especie de nombres que nadie deseara poner a sus hijos. Además, por la temprana muerte de los dos hijos, tales nombres parecen muy apropiados. Sin embargo, el uso de nombres tan convenientes suele ser característico de la literatura.
Noemí, privada de su marido y de sus hijos, decide volver a Belén, suponiendo que sus nueras no desean acompañarla a tierra extraña. Orfa se despide de ella, pero la otra nuera, Rut, se niega rotundamente:
Rut 1.16.
Rut le respondió: «No insistas en que te deje...; donde vayas tú, iré yo; donde mores tú, moraré yo; tu pueblo será mi pueblo y tu Dios será mi Dios,
Y las dos marchan a Belén.
Una vez allí, Rut conoce a Booz, pariente rico de Noemí, que se siente atraído por la muchacha a pesar de que es extranjera, y agradecido por el cariño y atenciones que muestra hacia Noemí, Astutamente, Noemí arregla las cosas de manera que Booz termina pidiendo en matrimonio a Rut en pleno estilo tradicional.
Se realiza el matrimonio y al fin nace un hijo, que conforta a Noemí y la consuela de sus pérdidas. Aunque moabita, se considera a Rut, la nuera fiel, como un miembro plenamente integrado de la comunidad, y las mujeres israelitas la alaban:
Rut 4.14.
Las mujeres decían a Noemí: ...
Rut 4.15.
...Tu nuera, que tanto te quiere, y es para ti mejor que siete hijos...
Para todos los hombres, Rut es, desde entonces, una de las mujeres más encantadoras de la Biblia.
Pero ahora viene el momento más importante de la historia:
Rut 4.17.
Las vecinas le dieron nombre
(al hijo de Rut)...
Obed. Éste fue padre de Isaí, padre de David.
Es decir, Rut fue la tatarabuela del rey David, héroe de Israel.
La intención del libro parece clara. Se escribió en la época en que los judíos, como Noemí, volvían del exilio. Los exiliados sentían un amargo deseo de purificar el país de los extranjeros que se habían establecido en él durante la deportación. Sus jefes dictaron una política racial rígida y estrecha, por la cual se prohibía todo matrimonio con extranjeros y se ordenaba la expulsión de los que ya estaban casados con mujeres de otro país.
Pero debió haber muchos judíos asombrados de la mezquindad de tal política y de la crueldad que tendría que utilizarse. Uno de ellos escribió el libro de Rut como un toque de clarín en favor de la universalidad y del reconocimiento de la hermandad fundamental entre los hombres.
Al escribir la historia, el autor pudo inspirarse en la existencia de una tradición real en el sentido de que David tuvo antepasados moabitas. Sin duda, en una época de su vida en que estaba en peligro, creyendo que no sólo él, sino toda su familia estaba a punto de morir, David llevó a sus padres a Moab para ponerlos a salvo:
1 Samuel 22.3.
...David... dijo al rey de Moab: «te ruego que acojas entre vosotros a mi padre y a mi madre hasta que yo sepa lo que de mí hará Dios.»
En esa época pudo ser buena política para el rey de Moab el prestar ayuda a David, que por entonces se había rebelado contra Saúl, porque de ese modo podía debilitarse Israel. Sin embargo, la confianza de David en Moab en esta coyuntura pudo surgir también de cierta idea monárquica.
Si existía tal tradición, el autor del libro de Rut la utilizó espléndidamente, y poca importancia tiene si se inventó o no los detalles por lo que respecta al significado profundo del libro.
Al convertir en heroína a una moabita, el autor sacó punta a la historia, porque las mujeres moabitas eran las corruptoras tradicionales de los hombres de Israel, gracias a la famosa historia relatada en el libro de los Números (v. cap. 4). Y sin embargo, esa mujer extranjera fue la antepasada de David.
Tal punto de vista no pudo expresarse de manera más sólida. No sólo podía integrarse una extranjera en el judaísmo y producir una aportación valiosa, sino que además tal extranjera podía ser el origen del más alto bien. ¿Había que prohibir los matrimonios con extranjeros, lo mismo que se hizo a la vuelta del exilio? ¿Por qué? Sí se hubiera prohibido el matrimonio de Booz con una extranjera, David no habría existido.
Para los cristianos tuvo una importancia aún mayor. A través de David, Rut fue una antepasada de Jesús, y esta historia tiende por tanto a reforzar la concepción cristiana del Mesías: de que es para toda la humanidad, y no sólo para los judíos.
Silo • Afec • Quiriat Jearim • Masfa • Saúl • Jabes Galad • Jonatán • Mijmas • Agag • Los profetas • Belén • David • Goliat • David y Jonatán • Nob • Odulam • Siceleg • Gélboe • Betsán.
Entramos ahora en un período de creciente veracidad histórica. El siguiente grupo de libros trata de la instauración de la monarquía y de su desarrollo; primero, como un solo reino de Israel, y luego como dos reinos más pequeños, hasta el aniquilamiento definitivo de uno de ellos y la destrucción temporal del otro.
Originalmente, esta historia se precisaba en dos libros. El primero se llamaba Samuel porque se ocupaba del profeta y Juez de ese nombre, y de los dos reyes primeros de Israel, ungidos ambos por tal profeta. El segundo se llamaba «Reyes», por razones evidentes.
Como ambos volúmenes eran bastante largos, y, por tanto, incómodos de manejar en días en que los libros se escribían en grandes rollos, los eruditos judíos de Egipto que prepararon la primera traducción griega de la Biblia hacia el 250 aC, dividieron cada libro en dos partes. Así, tenemos 1 Samuel, 2 Samuel, 1 Reyes, 2 Reyes, 3 Reyes. y 4 Reyes. En realidad, esto es lo que se ha hecho en las versiones católicas de la Biblia.
[82]
Sin embargo, yo seguiré la convención de la versión King James.
El libro de 1 Samuel empieza con los padres del profeta:
1 Samuel 1.1.
Había entre las gentes de Rama
[83]
un hombre..., originario de los montes de Efraím, llamado Elcana...
A Ramathaim-Zophim también se alude como Ramathaim o incluso como Rama, pero entonces hay que distinguir esta ciudad de la Rama más famosa de Benjamín. Su emplazamiento no es seguro, pero la opinión general la sitúa al oeste de Efraím, a unos dieciséis kilómetros al oriente de la actual Tel Aviv. Volverá a aparecer en el Nuevo Testamento, pero en la versión griega de su nombre: Arimatea.
Elcana era efraimita. Su genealogía se remonta al padre de su tatarabuelo, que se identifica como
1 Samuel 1.1.
Sul, efrateo
.
[84]
Pero esto es un error. La Revised Standard Version, así como la New Catholic Edition y la edición masorética identifican a Suf como «efraimita». Es algo de poca importancia, pero si se considera que Samuel descendía de un efrateo, es decir, de un hombre de Belén de Judá, su parentesco posterior con David de Belén puede interpretarse mal.
Por otro lado, aunque Elcana y su hijo Samuel sean efraimitas en el sentido de que vivían en Efraím, en crónicas posteriores se les atribuye una ascendencia levita.
1 Crónicas 6.33.
...De entre los hijos de Caat... Samuel,
1 Crónicas 6.34.
hijo de Elcana...
Caat era el segundo hijo de Leví. La versión King James presenta la forma hebrea de Samuel, Shemuel; la Revised Standard Version lo llama Samuel.
La historia prosigue con referencias a Elcana:
1 Samuel 1.3.
Subía de su ciudad este hombre de año en año para adorar... en Silo.
Silo, situada en la zona montañosa del centro de Efraím, era el núcleo espiritual de la región. Los israelitas viajaban allí para ofrendar sacrificios en una época apropiada del año, igual que un siglo después irían al Templo de Jerusalén.
La historia de Silo como lugar santo para Israel se remonta, según la tradición, a la época de Josué:
Josué 18.1.
Se reunió en Silo toda la asamblea de Israel y alzaron allí el tabernáculo de la reunión...
Este tabernáculo fue construido en el monte Sinaí, tal como se describe en el tercio final del libro del Éxodo, y albergaba, el arca de la alianza, considerada como la morada misma de Dios. Eli, que en aquel tiempo servía como sumo sacerdote en Silo, era un efraimita al que la tradición posterior describe como levita y descendiente de Itamar, cuarto y último hijo de Arón.
La mujer de Elcana, Ana, no tenía hijos y prometió en Silo que si se le concedía un hijo, lo educaría como nazareo y lo consagraría a Yahvé. Más tarde lo tuvo, lo llamó Samuel y finalmente lo envió a Eli para que sirviera en el templo.
La historia es bastante similar a la leyenda de Sansón, y es posible que, de manera bastante inadecuada, se haya incluido en el libro de los Jueces con el fin de explicar los largos cabellos de Sansón en un sentido no mitológico.
En el tiempo transcurrido desde que los israelitas entraran en Canán, las cosas se resolvieron en cierto sentido. Los cananeos del norte quedaron aplastados en la batalla contra Sísara. Los diversos pueblos rivales al otro lado del Jordán (moabitas, amonitas, madianitas y amalequitas) fueron contenidos y rechazados mediante las acciones de hombres como Aod, Gedeón y Jefté.
Pero quedaban los filisteos, los más avanzados desde el punto de vista tecnológico, los mejor organizados y, por consiguiente, los más peligrosos de los primeros enemigos de Israel. Eran fuertes en el norte, dominaban por completo la zona costera y ejercían influencia sobre el territorio de Judá en la parte sur de Israel. Esto lo indica la aseveración de los hombres de Judá que fueron a prender a Sansón para entregarlo a los filisteos:
Jueces 15.11 ... (los)
hombres de Judá... dijeron a Sansón: «¿No sabes que los filisteos nos dominan? ...».
El núcleo de la resistencia israelita contra los filisteos estaba situado en medio de las tribus de Raquel, encabezado por Efraím. Éstas quedaron debilitadas por la guerra contra las tribus transjordanas mandadas por Jefté, así que era un buen momento para que los filisteos hicieran su avance; el escenario estaba dispuesto para una batalla grandiosa y, quizá, decisiva:
1 Samuel 4. 1.
Sucedió por entonces que los filisteos se reunieron para hacer la guerra a Israel... los filisteos estaban acampados en Afec.
Se desconoce el emplazamiento exacto de Afec, pero hay razones para creer que la posterior ciudad de Antipatris, mencionada en el Nuevo Testamento, se construyó sobre sus ruinas. En ese caso, Afec se encontraba en la frontera occidental en territorio efraimita, quizás a ocho kilómetros al norte de Rama, la ciudad natal de Samuel, y en el límite norte del territorio filisteo, a unos treinta y dos kilómetros de Ecrón, el miembro más norteño de la federación filistea.
Tras una derrota previa, los israelitas pensaron modificar las cosas llevando el arca de la alianza al campamento, en la creencia de que la presencia física de Dios garantizaría la victoria. Los propios filisteos aceptaron la validez de tal idea, y se afirma que sintieron una profunda consternación ante el efecto que la presencia de Dios causaba entre los israelitas. Se excitaron hasta presentar un combate desesperado.
Los israelitas resultaron totalmente derrotados al cabo de una gran batalla; murieron los dos hijos de Eli, que combatían con el ejército, y les arrebataron el arca de la alianza. Al oír las noticias, el anciano Eli, sumo sacerdote, murió de la impresión.