Hollywood queer (31 page)

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Authors: Leandro Palencia

BOOK: Hollywood queer
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GRANT, CARY

Alexander Archibald Leach

18 de enero de 1904 en Bristol (Reino Unido) — 29 de noviembre de 1986 en Davenport (EE.UU.)

En 1932 Grant y Randolph Scott (1898-1987) se encuentran en el plató de
Hot Saturday
(William A. Seiter) y según varios autores sienten una mutua atracción física que les lleva a mantener una relación durante diez años. Incluso Marc Eliot en "Cary Grant: Grant's Secret Sixth Marriage" (2005) afirma que los dos se casaron en secreto, lo que supondría para ambos la primera de sus bodas. Lo cierto es que muy pronto comenzaron a vivir juntos en Bachelor Half, una casa en la playa de Malibú. Ellos y Paramount explicaban que sobre todo la utilizaban para citarse con mujeres. Aunque Grant se casa en 1934 —sólo duró tres meses— y Scott en 1936 —sólo duró dos años— continúan viviendo juntos, acostumbrando dejar a sus esposas los fines de semanas. William J. Mann registró en "Behind the Screen: How Gays and Lesbians Shaped Hollywood, 1910-1969" (2001) que el fotógrafo gay Jerome Zerbe pasó «tres meses gays» tomando muchas fotografías de ambos y que les encontró «cariñosos, encantadores y felices». Y Mr. Blackwell, en su autobiografía "From Rags to Bitches" (1995), revela que durante aquella época fue amante de Grant y Scott: «Ninguno de los dos era posesivo y mantuve relaciones maravillosas con ambos». Los dos actores protagonizaron un reportaje fotográfico en bañador con posturas domésticas como si fueran una pareja muy bien avenida. Fotografía con un innegable tono homoerótico. En
Mi mujer favorita
(Garson Kanin, 1940) hay una escena en la que el personaje de Grant observa al de Scott en una piscina para intentar averiguar si su esposa se pudo haber acostado con él cuando Scott y ésta estuvieron perdidos en una isla desierta. De nuevo Eliot, en "Cary Grant: A Biography" (2004), define la bisexualidad de éste como «biromanticismo derivado de un mutuo narcisismo con su amor de juventud, su compañero de habitación y del alma Randolph Scott (a ambos). Les gustaba las mismas cosas: beber, fumar y los trajes caros. También compartían un malvado sentido del humor». Eliot continúa afirmando que el sexo entre ellos fue una extensión natural de su compañerismo, un tipo de prolongación frecuente en los colegios británicos. «La bisexualiad de Grant fue una exploración natural de su psique ». En 1942 Grant se casa (¿presionado por los estudios?, ¿por el FBI para que investigue las relaciones filonazis de su nueva esposa?) con Barbara Hutton, y Scott y él dejan de vivir juntos para siempre, aunque continúan siendo amigos. Según los biógrafos Charles Higham y Roy Moseley en "Cary Grant" (1989), todavía en los años sesenta les vieron besándose en un aparcamiento público. Otro ósculo sonado fue el que se dieron en la fiesta de la luna de miel de Errol Flynn y Lili Damita. Scott a veces se refería jocosamente a sí mismo como la esposa de Grant y se dice que también mantuvo
affaires
con Maurice Chevalier, Jimmy Durante o Al Jolson. Pero su hijo, Christopher Scott, siempre ha rechazado tal posibilidad alegando, como hizo en una entrevista a la BBC, que cuando su padre estuvo en el hospital le examinaron el ano y no había evidencia. Boze Hadleigh en "Hollywood Gays" (1996) asegura que Scott era gay basándose en lo que había dicho George Cukor sobre la relación entre ambos: «Oh, a Cary no le gustaría hablar sobre ello... Pero Randolph lo admitiría». Cuando en 1980 el cómico Chevy Chase dijo en televisión que Grant «es un "maricón", ya sabéis», éste le demandó. Grant siempre rechazó vehemente que lo fuera, insistiendo en que él «no tenía nada contra los gays, yo simplemente no lo soy». Lo que no podía negar es que tuvo muchos amigos gays, como Cukor o William Haines. Su propio secretario, Frank Horn, era íntimo de Cukor y poseía una voluminosa colección de pornografía masculina y de contactos legendarios en ese terreno. Grant también argüía que si usaba bragas de encaje en vez de calzoncillos era por «una mayor libertad de movimientos». Grant fue el primer actor que utilizó la palabra gay como equivalente a homosexual en una película, fue en
La fiera de mi niña
(Howard Hawks, 1938). En una escena aparece vestido con un salto de cama femenino y cuando un personaje le pregunta porqué anda de esa guisa Grant da un saltito y exclama «De pronto me he vuelto gay». Esa línea no venía en el guión y Grant la añadió personalmente. Por si hubiera dudas, al rato se hace referencia a cierta parada de autobuses de la zona de Times Square conocida como lugar de encuentro para homosexuales. Otra vez con Hawks (La
novia era él,
1949) se transforma en una
drag queen
con un "casco negro" a lo Louise Brooks. En la cinta su personaje es marcado como un mujeriego pero se le asigna una compañera porque «En fin, ella es tu hombre». Ella constantemente le humilla hasta que se casan, sin poder celebrar la noche de bodas. Para consumarla, Grant debe transmutarse en una «una novia de guerra» y embarcarse travestido como Florence, causando admiración sus piernas entre los marineros, «Lástima de cara». En
Operación Pacífico
(Blake Edwards, 1959), protagonizada y producida por Grant, un marinero le dice a una mujer «Sabe, he pasado un montón de años sin que me gustaran las mujeres pero usted no me disgusta. Usted es diferente. Usted no es una mujer. Es más que eso. Es un mecánico».

Grant es el epítome del seductor y de la perfección masculina. Eternamente joven, elegante, romántico, ingenioso, sofisticado... Ian Fleming modeló su James Bond sobre él. Grant decía de su persona cinematográfica que era «una combinación de Jack Buchanan, Noel Coward y Rex Harrison». De infancia humilde e infeliz, prácticamente abandonado por su familia, con trece años se va con un grupo de saltimbanquis. Durante una gira llega a EE.UU. en 1920 y se queda en el Greenwich Village de Nueva York donde comparte piso con dos gays, uno de ellos el diseñador Orry-Kerry. Grant trabaja en vodeviles y como semiprostituto de lujo. Gracias a sus amistades homosexuales ha encontrado una escuela de buenas maneras. En 1932 le contrata Paramount. La leyenda dice que Mae West le descubrió al ver en él una combinación de virilidad, sexualidad y la apariencia de un caballero, dándole un papel en
Lady Lou
(Lowell Sherman, 1933). Pero lo cierto es que él ya había intervenido con Marlene Dietrich en
La Venus rubia
(Josef von Sternberg, 1932). Después de rodar 24 películas en cinco años rechaza renovar su contrato y en 1936 se convierte en uno de los primeros actores
free lance
de Hollywood. Trabaja con los directores con más talento de su tiempo, como Cukor, Hawks o Alfred Hitchcock, quien ve su lado oscuro. Así como con las mejores actrices —Katharine Hep-burn o Marilyn Monroe-. Hasta 1935 no descubre que su madre está recluida en un manicomio desde que él tenía nueve años, desaparición que de niño le marcó y le hizo inseguro con las mujeres y ser reservado sobre su vida personal. Se casa cinco veces y tiene numerosos
affaires.
A finales de los años cincuenta se trata semanalmente con LSD para examinar los fallos de su matrimonio con su tercera esposa, Betsy Drake. "The National Enquirer" publicó que los dos eran homosexuales. En 2004 Drake declaró sobre los rumores de su exmarido: «Yo no tuve tiempo de pensar en su homosexualidad, estábamos demasiados ocupados follando». Algunos autores sostienen que en realidad esa psicoterapia fue para convertirle en bisexual (se casó dos veces más). Grant confesó que las sesiones le ayudaron a librarse de sus ataques de timidez y en una de ellas «me vi convertido en un pene que despegaba como una nave espacial». En su última película,
Apartamento para tres
(Charles Walters, 1966) su compañero John Standing, da vida a un "mariquita". También fue la última película para Walters, director gay que compartió casa en Malibú con el actor John Darrow. Grant se retira para ser relaciones públicas de una firma de cosméticos masculinos. Con 62 años tiene a su única hija. En
Un toque rosa
(Ian Iqbal Rashid, 2004) Kyle MacLachlan encarna al fantasma de Grant para ayudar al protagonista a desarmarizarse ante su familia. El título original
(Touch of Pink)
hacía referencia a una de las comedias de Grant
That Touch of Mink —Suave como visión
(Delbert Mann, 1962)— coprotagonizada con Doris Day y en la que también aparecía el actor gay Dick Sargent. Cuando le comunicaron a Scott que su viejo amigo había muerto ocultó su cabeza entre las manos y comenzó a llorar. Scott sobre todo fue una estrella en los años cincuenta gracias a los
western
que hizo con Budd Boetticher, donde sus personajes solían ser seres estoicos y duros lejos de los papeles de comedia que había interpretado en los años treinta.

GUINNESS, ALEC

Alee Guinness de Cuffe

2 de abril de 1914 en Londres (Reino Unido) — 5 de agosto de 2000 en Petersfield (Reino Unido)

Al poco de su muerte dos biografías revelaron su lado homosexual o bisexual. Los dos autores —Gary O'Connor ("Alee Guinness: A Life", 2002), Piers Paul Reid ("Alec Guinnes", 2003)— coincidieron en asegurar que sus inclinaciones eran bien conocidas por su familia y amigos, y que Guinness había luchado contra ellas sufriendo por no ver satisfechos sus deseos sexuales. En todo caso, sólo aportan una prueba respecto a esos deseos: cuando en 1946 Guinnes fue arrestado en un mingitorio público de Liverpool por "un acto homosexual". Si el caso no trascendió fue porque Guinness dio un nombre falso, el de Herbert Pocket, el personaje que interpretaba en
Cadenas rotas
(David Lean, 1946). Fue más listo que su amigo y mentor John Gielgud, a quien ochco años después le pasaría lo mismo. Guinnes odiaba a Laurence Olivier porque, a mediados de la década de los treinta, este asumió que Gielgud y él eran amantes. A pesar del secretismo con el que Guinness vivió, los biógrafos aportan anécdotas de cómo se sentía atraído por hombres jóvenes y una serie de crípticas entradas en sus diarios. También Simon Callow contó que Guinness le había referido que estuvo ocupado en relaciones sexuales con hombres «pero que una vez casado paró ese tipo de cosas». Y cuando una vez Guinness comió con Ian McKellen le comentó que los gays no deberían hablar en público sobre su sexualidad ni hacer campaña por sus derechos políticos. Guinness se sentía muy culpable sobre su orientación y, según alegan sus biógrafos, se convirtió al catolicismo en 1956 para refrenarla. Quizá pueda considerarse a Guinness como el epítome del gay reprimido de la época pre-Stonewall. Guinness fue conocido por sus actuaciones camaleónicas,
travestis,
pues podía asumir cualquier personalidad con la ayuda del vestuario y su cambio de voz, como hace en
Ocho sentencias de muerte
(Robert Hamer, 1948) donde encarna ocho papeles. Olivier catalogaba su manera de actuar como "periférica" —por el uso de disfraces— en contraposición a la "interior", mejor.

Hijo ilegítimo, su padrastro le trató brutalmente. Gielgud le ayudó en sus inicios, proporcionándole becas, premios de graduación y su debut en 1934 en el repertorio clásico gracias a su dirección del Teatro Old Vic. Gielgud también le recomienda que estudie con Martita Hunt y ésta, después de varias clases, le devuelve el dinero asegurándole que «Nunca serás acton». En 1938 se casa y en 1940 tiene un hijo. Sirve en la marina real durante la Segunda Guerra Mundial y tras la contienda comienza a destacar en el cine. Se convierte en una estrella gracias a las comedias que hace para los estudios Ealing, en las que suele interpretar a diferentes personajes. En
Nuestro hombre en La Habana
(Carol Reed, 1959) hace de asexual entre dos hombres, uno de ellos Noel Coward. En 1959 obtiene el Oscar por el arrogante coronel de
El puente sobre el Río Kwai
(Lean) y desde entonces se convierte en un secundario de lujo. Ese año le nombran caballero. Quizá su encarnación más popular sea la del jedi Ben Obi-Wan Kenobi en
La guerra de las galaxias
(1977), una saga en la que aborrecía haber participado por sus diálogos banales. En todo caso, la original trilogía a veces fue entendida como la alegoría de que Luke Skywal-ker fuera incapaz de asumir su homosexualidad. Porque si en ella abundan las parejas homosociales —R2 y C3PO o Han Solo y Chewbacca— tanto como los símbolos fálicos —las espadas láser o las naves y los cascos en forma de glande— la Fuerza sería una alusión a la que se necesitaría para la primera penetración anal. De ahí el Lado Oscuro de la Fuerza. Darth Vader sería el gay que Luke no se atrevería a encarnar.

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