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Authors: Jean M. Auel
Nuestra protagonista, Ayla, llega a la tierra de Zelandonii, donde vive la tribu de Jondalar. Comienza aquí el descubrimiento de una nueva cultura. Jean M. Auel en esta ocasión, nos describe las costumbres del poblado, las diferentes ceremonias, su manera de cocinar, cazar, las pinturas en las cuevas, etc. y pone el acento en el descubrimiento y coexistencia de distintas formas de vida.
Jean M. Auel
Los refugios de piedra
Los hijos de la Tierra
ePUB v1.0
Conde198821.01.11
Lista de personajes
Ayla: de la Novena Caverna de los zelandonii, antes Ayla del Campamento del León de los mamutoi, hija del Hogar del Mamut, elegida por el espíritu del León Cavernario, protegida por el Oso Cavernario, amiga de los caballos Whinney y Corredor y del cazador cuadrúpedo Lobo.
Jondalar: de la Novena Caverna de los zelandonii, futuro compañero de Ayla, hijo de la ex jefa, hermano del jefe (llamado Jondé por su hermana Folara).
Zelandoni/Zolena: actual Zelandoni, ex amante de Jondalar.
Thonolan (m.): hermano menor de Jondalar, fallecido durante el viaje.
Folara: hermana menor de Jondalar.
Marthona: madre de Jondalar, ex jefa; madre también de Joharran y Folara.
Willamar: compañero de Marthona, maestro de comercio, viajero.
Tivonan: aprendiz de comerciante de Willamar.
Joconan (m.): primer compañero de Marthona, fallecido, hombre del hogar de Joharran.
Joharran: hermano mayor de Jondalar, jefe de la Novena Caverna.
Proleva: compañera de Joharran.
Jaradal: hijo de Proleva, del hogar de Joharran.
Levela: hermana menor de Proleva, compañera de Jondecam.
Jondecam: compañero de Levela, sobrino de Kimeran e hijo de la Zelandoni de la Segunda Caverna.
Velima: madre de Proleva y Levela.
Solaban: cazador, consejero y amigo de Joharran.
Ramara: compañera de Solaban.
Robenan: hijo de Ramara.
Rushemar: cazador, consejero y amigo de Joharran.
Salova: compañera de Rushemar.
Marsola: hija de Salova.
Marona: ex novia de Jondalar.
Wylopa: prima de Marona.
Portula: amiga de Marona.
Lorava: hermana menor de Portula.
Ramila: amiga de Folara.
Galeya: amiga de Folara.
Shevoran (m.): hombre que muere cazando.
Relona: compañera de Shevoran.
Ranokol: hermano de Shevoran.
Brukeval: primo lejano de Jondalar (con algún ascendiente del clan).
Madroman: antes llamado Ladroman, acólito de la Quinta Caverna.
Laramar: hombre que elabora barma.
Tremeda: compañera de Laramar.
Bologan: hijo de Tremeda, el mayor, doce años.
Lanoga: hija de Tremeda, diez años.
Lorala: hija de Tremeda, unos seis meses.
Tiene tres hijos más: de ocho, seis y dos años.
Stelona: mujer mayor que amamanta a Lorala.
Charezal: nuevo miembro de la Novena Caverna, desconocido para Jondalar.
Thefona: mejor vigía de la Tercera Caverna, la de vista más aguda.
Thevola: mujer que confecciona paneles de cuero crudo.
Lanidar: muchacho de la Novena Caverna con el brazo derecho deforme, doce años.
Mardena: madre de Lanidar.
Denoda: madre de Mardena.
Janida: compañera de Peridal.
Peridal: compañero de Janida.
Matagan: joven corneado por un rinoceronte lanudo.
Tishona: compañera de Marsheval.
Marsheval: compañero de Tishona.
Lenadar: amigo de Tivonan (aprendiz de Willamar).
Dynoda: compañera de Jacsoman de la Séptima Caverna.
Jacsoman: compañero de Dynoda.
JEFES
Manvelar: jefe de la Tercera Caverna, Roca de los Dos Ríos.
Morizan: hijo de la compañera de Manvelar, hijo de su hogar.
Kareja: jefa de la Undécima Caverna, Sitio del Río.
Dorova: madre de Kareja.
Brameval: jefe de la Decimocuarta Caverna, Pequeño Valle.
Kimeran: jefe de la Segunda Caverna de los zelandonii, Hogar del Patriarca, hermano de la Zelandoni de la Segunda Caverna, tío de Jondecam.
Denanna: jefa de las tres heredades de la Vigésimo novena Caverna, Tres Rocas, y más concretamente de la Heredad Sur, Roca del Reflejo.
Tormaden: jefe de la Decimonovena Caverna de los zelandonii.
ZELANDONIA
Zelandoni de la Undécima Caverna, Sitio del Río, homosexual.
Marolan: amigo y compañero del Zelandoni de la Undécima.
Zelandoni de la Tercera Caverna, Roca de los Dos Ríos, anciano.
Zelandoni de la Decimocuarta Caverna, Pequeño Valle, mujer de mediana edad.
Zelandoni de la Segunda Caverna, Hogar del Patriarca, hermana mayor de Kimeran, madre de Jondecam.
Zelandoni de la Séptima Caverna, Roca de la Cabeza de Caballo, anciano de blancos cabellos, abuelo de la Zelandoni de la Segunda y Kimeran.
Zelandoni de la Decimonovena Caverna, anciana de blancos cabellos.
Zelandoni de la Quinta Caverna, Viejo Valle, hombre de mediana edad.
Zelandoni de la Vigésimo novena Caverna, Tres Rocas, y mediadora entre los tres zelandonia coadjutores y los tres jefes de los tres emplazamientos separados de la Vigésimo novena Caverna.
Zelandoni coadjutor de la Vigésimo novena Caverna, el Zelandoni de la Roca del Reflejo (Heredad Sur), hombre de mediana edad.
Zelandoni coadjutor de la Vigésimo novena Caverna, el Zelandoni de Cara Sur (Heredad Norte), hombre joven.
Zelandoni coadjutora de la Vigésimo novena Caverna, el Zelandoni de Campamento de Verano (Heredad Oeste), mujer de mediana edad.
Primera Acólita de la Segunda Caverna (casi Zelandoni), mujer joven.
Jonokol: Primer Acólito de la Novena Caverna, hombre joven.
Mikolan: Segundo Acólito de la Decimocuarta Caverna, hombre muy joven.
Mejera: acólita de la Tercera Caverna (antes de la Decimocuarta), mujer muy joven.
Madroman: acólito de la Quinta Caverna (antes Ladroman de la Novena Caverna), hombre joven.
Cuarto Acólito de la Quinta Caverna, hombre muy joven.
PRIMERA CAVERNA DE LOS LANZADONII (Caverna de Dalanar)
Dalanar: hombre del hogar de Jondalar, ex compañero de Marthona, fundador de los lanzadonii.
Jerika: compañera de Dalanar, cofundadora de los lanzadonii.
Ahnlay (m.): madre de Jerika, fallecida.
Hochaman: hombre del hogar de Jerika, gran viajero.
Joplaya: hija de Jerika, hija del hogar de Dalanar.
Echozar: compañero de Joplaya, con ascendencia del clan.
Andovan (m.): hombre que ayudó a criar a Echozar.
Yoma (m.): madre de Echozar, mujer del clan.
Whinney: caballo de Ayla, yegua de color pardo amarillento, caballo Przewalski.
Corredor: caballo de Jondalar, corcel zaino (castaño), caballo Cherski (poco común).
Lobo: el lobo de Ayla.
La gente se congregaba sobre el saliente de piedra caliza, mirándolos con recelo. Nadie hizo un solo gesto de bienvenida, y algunos tenían las lanzas empuñadas y a punto, por no decir en actitud abiertamente amenazadora. La joven casi palpaba el temor tenso de todos ellos. Mientras los observaba desde el sendero, otras personas acudían a asomarse al saliente, muchas más de las que ella esperaba. Ya había visto esa reticencia a acogerlos en otras gentes que habían conocido a lo largo del viaje. «No es cosa sólo de ellos, se dijo; al principio pasa lo mismo con todo el mundo.» Pero estaba intranquila.
El hombre alto saltó de lomos del joven corcel, y aunque él no sentía reticencia ni intranquilidad, vaciló un instante, manteniendo sujeto el cabestro del caballo. Se volvió y advirtió que ella se quedaba atrás.
–Ayla, ¿puedes coger la cuerda de Corredor? Lo noto nervioso –dijo. Levantando la vista en dirección al saliente, añadió–: También ellos parecen nerviosos, supongo.
Ella asintió con la cabeza, alzó una pierna, se deslizó del lomo de la yegua y agarró la cuerda. Además de la tensión de ver a desconocidos, el joven caballo de pelaje castaño experimentaba todavía cierta agitación cerca de su madre. La yegua ya no estaba en celo, pero la envolvían aún los olores de su encuentro con el semental de la manada. Ayla sujetó en corto el cabestro del macho castaño y, por el contrario, dio cuerda de sobra a la yegua de color pardo amarillento, situándose entre ambos. Pensó en dejar suelta a Whinney; su yegua estaba ya más habituada a los grupos numerosos de personas nuevas y, por lo general, era poco excitable, pero en ese momento también parecía nerviosa. Aquella muchedumbre pondría nervioso a cualquiera.
Cuando apareció el lobo, Ayla oyó murmullos de inquietud y alarma en el saliente que se extendía frente a la caverna… si podía llamarse a aquello «caverna». Ella nunca había visto ninguna parecida. Lobo se apretó contra su pierna y avanzó un poco hasta colocarse frente a ella en actitud recelosamente defensiva. Ayla percibía la vibración de su gruñido casi inaudible. Lobo se mostraba mucho más cauteloso en presencia de desconocidos ahora que un año atrás cuando iniciaron el largo viaje, pero por entonces era poco más que un cachorro, y tras algunas experiencias peligrosas se había vuelto más protector para con ella.
En su ascenso por la cuesta hacia aquella gente suspicaz, el hombre no revelaba el menor miedo, pero la mujer agradeció la oportunidad de esperar algo alejada y observar antes de tener que conocerlos. Ayla llevaba más de un año aguardando aquel momento con expectación y pánico, y las primeras impresiones eran importantes… para ambas partes.