Taibhse (Aparición) (31 page)

Read Taibhse (Aparición) Online

Authors: Carolina Lozano

Tags: #Infantil y juvenil, #Terror, #Romántico

BOOK: Taibhse (Aparición)
7.09Mb size Format: txt, pdf, ePub

—Te hemos oído reír —me dice Aith entrando en la habitación—. ¿Estás sola?

—No.

Keir entra tras ella, mirando a su alrededor. Ante mi mirada interrogante sacude la cabeza. Está aún más aturdido que yo, pero creo que lo sabe todo.

—Jamás volveré a acercarme al lago —murmura.

Lo sabe todo, está claro. Aithne y yo nos sonreímos, aunque a mí se me corta la risa cuando Alar dice:

—Será lo mejor.

Y no bromea. Pasamos un rato charlando, y me explican lo del trabajo de historia y que, al final, entre ambos han convencido a McEnzie y al psiquiatra de que yo he estado actuando. Lo han hecho bien, el trabajo de Alar ha sido excelente y Aithne incluso fue a entrevistar a la gente que me veía a menudo junto a la estatua de Bobby. Aithne, menos inocente de lo habitual, consiguió que la gente afirmara cosas tales como que también ellos sentían escalofríos al pasar por allí o que habían presentido a Annie en le Mary King's Close. Así los del instituto no eran los únicos, y nadie se fijaría en el edificio.

Hemos sacado un notable, no es un sobresaliente como castigo por no haber puesto sobre aviso a Malcom, que ha estado muy preocupado y ha hecho prometer a Aithne que jamás volveremos a hacer un experimento así, al menos sin comentárselo antes. Pero nuestro trabajo es impecable y hemos reavivado los mitos de la ciudad.

—Espero que se le pase y me permita seguir viviendo unos años más aquí —murmuro.

—Pero ya no tienes por qué quedarte —le digo, mientras Keir me mira a la expectativa consciente de que no hablo con ellos—. Para siempre. Con Aithne, y Keir, y Caitlin y Jonathan y Annie, y Bobby. Me pregunto si también los podría arrancar a ellos de...

—Mejor que no arriesgues tanto —me detiene Alar.

Supongo que tiene razón, no soy consciente de haberlo arrastrado conmigo como él dice, pero podría haberlo matado si no se hubiese abandonado tan ciegamente a mí.

—¿Pero de verdad me cayó un rayo? —pregunto incrédula, y los tres niegan a la vez.

—Lo... lo inventé yo —dice Keir, que sigue muy tenso—. Aprovechando que en un árbol cercano se había desgajado una rama por la explosión de energía y que el cielo estaba muy encapotado. De alguna forma teníamos que explicar que te hubieras caído, y que las luces explotaran. Aithne me dio la razón, e incluso James, el conserje, se mostró muy convencido. Los demás acabaron por creernos también. Ojalá pudiera explicárselo a Gala.

Felicito a Keir por su ingenio y lamento que él y Aithne tengan que guardar este secreto frente a sus parejas. Entonces vuelven a llamar a la puerta y para mi sorpresa aparece James con un ramito de flores. Estoy estupefacta, es como si lo hubiésemos convocado al hablar de él. Pero es raro que afirmara haber visto el rayo.

—¿Está usted bien, señorita?

—Sí, James, gracias.

Permanece callado unos segundos.

—Entonces... existe de verdad, ¿no es cierto, señorita Montblaench?

Por un momento no sé de qué habla, pero luego lo entiendo todo. Una vez bromeó sobre el fantasma de la biblioteca pero sus ojos eran serios. Y en otra ocasión Alar me comentó que él atrajo al conserje, a James, hasta el cadáver de la chica que cayó por la escalera de caracol. James ha sospechado todo este tiempo, seguramente desde que está en el castillo. Él es un hombre del norte, y allí las supercherías siguen siendo realidades.

Mi silencio y la turbación que hace que Aithne y Keir desvíen la mirada y simulen estudiar la habitación son respuesta suficiente para James.

—Dile que gracias por los periódicos —me pide Alar.

Entonces recuerdo que Alar me explico que se mantenía al día gracias a los periódicos que el conserje acumulaba en su despacho a lo largo de la semana y que él se llevaba durante los desiertos fines de semana. Ahora caigo, y a Alar le ha pasado lo mismo: él nunca devolvió los periódicos a su sitio, y James jamás se quejó por su desaparición.

—James, gracias por los periódicos.

El conserje sonríe con elegancia desde la puerta y se va, sintiéndose sin duda mejor, como todos nosotros. Nos quedamos los cuatro allí, tranquilos, en armonía.

Me apoyo en el hombro de Alar mientras Aithne y Keir me observan. Sé que se estarán preguntando si Alar está ahí, porque únicamente están viendo que me acurruco en el aire junto al cabecero de la cama. Me encantaría que pudieran verlo, lo maravilloso que es. Alar me besa en la sien mientras me rodea con los brazos y me acomoda contra su pecho cálido.

—Me voy —me dice—. Tengo que ver a Jonathan y a Caitlin para decirles que estás bien. Y a Annie, que ha estado preocupada porque no la ibas a ver. Y Bobby ha estado rondando toda la noche por ahí fuera. Ahora hasta tienes perro.

Es verdad, ahora hasta tengo perro y una hermana pequeña, aunque estén muertos.

—Vale, vete. Pero si tardas mucho me costará creer que vas a poder volver de verdad.

Se levanta y me guiña un ojo. Abre y cierra la puerta para salir en vez de atravesarla. Miro a Aithne y a Keir, que se han quedado paralizados.

Aithne respira hondo y se sienta en la cama, a mi lado.

—Ahora le entiendo casi siempre. Y es verdad, tienes una familia aquí, Liadan —dice apretándome la mano, y para no ponerse a llorar emocionada coge el mando de la tele.

Keir, en cambio, sigue un poco traumatizado. En fin, intentó ahogarlo una muerta que ahora también es mi amiga. Así que puedo entendrlo y le sonrío con ánimos cuando se sienta en mi sillón de lectura. Suelta una carcajada.

—Me avisarás si algún día voy a sentarme encima de tu novio, ¿verdad?

—Claro —le respondo.

Desde luego es una situación extraña, pero yo me siento arropada y en casa, y sé que vuelvo a tener lo más parecido a una familia. Una familia compuesta de vivos y muertos, pero hay poca diferencia para mí.

Al menos ahora sé que tengo un lugar en el mundo, en los dos mundos, por así decir. Y ahora que soy feliz, quiero que los demás también lo sean. Por lo que mis pesquisas no han acabado todavía...

Fin

CAROLINA LOZANO nació en un pueblo de Barcelona, Badalona, el 14 de agosto de 1981. Más tarde, se trasladaría a El Masnou, donde reside actualmente, a diez minutos en tren de Barcelona. En su biografía personal, hace mención a la playa y las montañas que han influenciado en sus escritos, proveyéndola de la paz necesaria para crear historias llenas de elementos fantásticos con toques humorísticos y románticos que definen su estilo.

Al terminar el instituto con buenas cualificaciones, decidió ingresar en la Universidad Autónoma de Biología de Barcelona, donde se licenció. Desde pequeña fue una gran admiradora de la naturaleza, especialmente de la botánica y la zoología. Tanto era así, que se marchó un verano con una amiga a Venezuela en sus últimos años de carrera para trabajar en una ONG dedicada a la protección de los cetáceos (delfines y ballenas) del Mar Caribe. No obstante, debido a las pocas salidas de la carrera, a día de hoy, no trabaja en nada relacionado con la Biología.

Acostumbrada a ver a sus padres sentados en el balcón de su casa leyendo un libro desde pequeña, fue bastante fácil su introducción en el mundo de la literatura. Por sus manos han pasado desde los clásicos universales de Homero y las novelas de época de Austen y Flaubert, hasta
Harry Potter
y
El Código da Vinci
. Aunque siempre ha preferido
El señor de los anillos
, libro cuya temática se ha hecho notar en
La Cazadora de Profecías
, su primera novela publicada por la editorial Vía Magna tras cosechar varios premios universitarios durante su etapa estudiantil.

Comenzó a escribir en serio tres años antes de lograr publicar. A ello contribuyeron la película
El Reino de los Cielos
y unas palabras dichas por su mejor amigo: «¿Por qué no escribes todo eso que se te ocurre y escribes una novela?».

Por el momento, en el 2008 comparte su tiempo libre (las salidas con las amigas, baile de lambada, jugar al mahjong, estar con su gato, viajar...) con su trabajo en la biblioteca de un instituto y su ilusión, escribir.

Tiene ya varios proyectos previstos, pero el más cercano será publicado en 2009, con la segunda parte de
La Cazadora de Profecías
:
El Poder del Mago
; que será publicado por la editorial Vía Magna. En la que se desvelará qué le sucedió al protagonista en la anterior entrega.

Other books

El salvaje y otros cuentos by Horacio Quiroga
Escape From Zulaire by Veronica Scott
Living Proof by John Harvey
03 - Savage Scars by Andy Hoare - (ebook by Undead)
Gone Girl: A Novel by Gillian Flynn
The Striker by Monica McCarty