El jardín de Rama (24 page)

Read El jardín de Rama Online

Authors: Arthur C. Clarke & Gentry Lee

Tags: #Ciencia ficción

BOOK: El jardín de Rama
8.9Mb size Format: txt, pdf, ePub

—Nuevo Edén también es un comienzo. Pero, en casi todos los aspectos, es lo opuesto del antiguo jardín: Nuevo Edén es un milagro tecnológico sin formas de vida —por lo menos, al principio—, salvo por unos pocos seres humanos.

Una vez que se completó el plan general de la colonia, todavía quedaban centenares de detalles sobre los cuales decidir. A Katie y Patrick se les encomendó la tarea de diseñar los parques del vecindario para cada uno de los cuatro pueblitos. Aun cuando ninguno de ellos había visto jamás una hoja verdadera de césped, ni una flor verdadera ni un empinado árbol, habían visto muchas películas y muchas, muchas, fotografías. Al final propusieron cuatro diseños diferentes, de buen gusto, para las dos hectáreas de espacio abierto, jardines públicos y pacíficos senderos anchos en cada pueblecito.

—¿Pero dónde vamos a conseguir el césped? ¿Y las flores? —le preguntó Katie a El Águila.

—Serán traídos por la gente de la Tierra —contestó El Águila.

—¿Cómo sabrán qué traer?

—Se lo diremos.

También fue Katie la que señaló que el diseño de Nuevo Edén había omitido un elemento clave que había desempeñado un papel muy importante en los relatos que, antes de dormir, su madre le había contado cuando Katie era una niñita.

—Nunca vi un jardín zoológico —dijo—. ¿Podemos tener uno en Nuevo Edén?

El Águila alteró el plano maestro durante las siguientes sesiones de diseño, de modo de incluir un pequeño zoológico en el borde del Bosque de Sherwood.

Richard trabajó con El Águila en la mayor parte de los detalles tecnológicos de Nuevo Edén. El campo de especialización de Nicole fue el diseño de viviendas. Originariamente, El Águila había sugerido un modelo de casa con un amoblamiento tipo para todos los hogares de la colonia. Nicole había soltado una carcajada.

—De hecho, no aprendieron mucho sobre nosotros como especie —dijo—. Los seres humanos tienen que tener variedad. Caso contrario, nos aburriríamos. Si hacemos todas las casas iguales, la gente las va a empezar a modificar de inmediato.

Debido a que sólo contaba con tiempo limitado (las solicitudes de información que hacía El Águila mantenían a Richard y Nicole trabajando de diez a doce horas diarias. Por suerte, Michael y Simone estaban felices de cuidar a los niños), Nicole se decidió por ocho planos básicos de casas y cuatro disposiciones de amoblamiento modular. En total había, en ese momento, treinta y dos configuraciones diferentes de vivienda. Al variar el diseño externo de los edificios de cada uno de los pueblecitos (detalles que Nicole resolvió con Richard, después del útil aporte del historiador de arte Michael O'Toole), Nicole finalmente logró crear un diseño para la vida cotidiana que no fuera ni uniforme ni impersonal.

Richard y El Águila se pusieron de acuerdo en los sistemas de transporte y comunicaciones de Nuevo Edén, tanto externos como internos, en cuestión de horas nada más. Tuvieron más dificultades con el control general del ambiente y con el diseño de los biots. El concepto original de El Águila, sobre el que se basaba la infraestructura que mantenía a Nuevo Edén, suponía doce horas de luz y doce horas de oscuridad por día. Los períodos de luz diurna, de nubosidad y de lluvia iban a ser regulares y predecibles. Virtualmente no había variación de la temperatura, en función del sitio y del tiempo.

Cuando Richard pidió cambios estacionales en la duración del día y más variabilidad en todos los parámetros meteorológicos, El Águila destacó que permitir esas “importantes variaciones” en el enorme volumen de aire del hábitat redundaría en el empleo de “recursos de computación más complejos” que el que originalmente se había asignado durante el diseño de la infraestructura. También indicó que habría que reestructurar y volver a probar los principales algoritmos de control, y que, como resultado, se tendría que posponer la fecha de partida. Nicole apoyó a Richard en el asunto de las condiciones meteorológicas y las estaciones, explicándole a El Águila que el verdadero comportamiento humano («que usted y la Inteligencia Nodal aparentemente desean observar») dependía, sin lugar a dudas, de esos dos factores.

Al final, se llegó a un acuerdo: la duración del día y de la noche, durante todo el año, correspondería a la de un sitio ubicado a treinta grados de latitud en la Tierra. A las condiciones meteorológicas de Nuevo Edén se les permitiría evolucionar de manera natural, dentro de límites específicos. El regulador maestro sólo actuaría cuando las condiciones llegaran al borde de la “caja de diseño”: así, la temperatura, el viento y la lluvia podrían fluctuar libremente dentro de ciertos límites. Sin embargo, El Águila fue inflexible respecto de dos puntos: no podría haber relámpagos ni hielo. Si cualquiera de estas condiciones (la cuales le planteaban “complejidades nuevas” a su modelo informático) era inminente, aun si el resto de los parámetros todavía se mantenía dentro de la caja del diseño, entonces el sistema de control asumiría el mando y, en forma automática, regularía las condiciones meteorológicas.

La intención de El Águila había sido conservar la misma clase de Mots que había en las dos primeras naves especiales Rama. Sin embargo, tanto Richard como Nicole hicieron hincapié en que los biots ramanos, en especial los que parecían ciempiés, mantis, cangrejos y arañas, no eran adecuados.

—Los cosmonautas que subieron a bordo de las dos naves Rama —explicó Nicole— no se podían considerar seres humanos comunes y corrientes. De hecho, todo lo contrario: fuimos especialmente adiestrados para enfrentarnos a máquinas complejas… y aun algunos de
nosotros
nos asustamos con algunos de sus biots. Los seres humanos más comunes y corrientes, que serán la mayoría de los habitantes de Nuevo Edén, no van a estar nada cómodos con esos artefactos extravagantes que van a andar escurriéndose por los dominios humanos.

Después de varias horas de discusión, El Águila aceptó volver a diseñar el plantel de biots de mantenimiento: la basura, por ejemplo, iba a ser recogida por robots que parecieran camiones recolectores típicos de la Tierra… con la única diferencia de que no habría conductor. Las obras de construcción, cuando se las precisara, las efectuarían robots con la misma forma que la de los vehículos que realizaban esa actividad en la Tierra. De ese modo, las extrañas máquinas tendrían aspecto familiar para los colonos y se mitigarían los temores xenófobos.

—¿Y qué sucedería con las actividades de rutina, cotidianas? —preguntó El Águila, al finalizar una de las prolongadas reuniones—. Habíamos pensado que íbamos a usar biots humanos que respondan a instrucciones verbales, desplegados en grandes cantidades, para liberar a los colonos de todas las labores cansadoras. Desde que ustedes llegaron, hemos invertido un tiempo considerable perfeccionando el diseño. A Richard le gustaba la idea de tener ayudantes robots, pero Nicole se mostró desconfiada.

—Es imperioso —señaló— que estos biots humanos sean absolutamente identificables. No debe de haber la menor posibilidad de que alguien, ni siquiera un niño, los pueda confundir con seres humanos.

Richard lanzó una risita ahogada.

—Leíste demasiada ciencia ficción.

—Pero ésta es una preocupación real —protestó Nicole—. Me puedo imaginar la calidad de los biots humanos que se fabricarían aquí, en El Nodo. No estamos hablando de esas imitaciones de mente vacua que vimos en el interior de Rama. La gente se aterraría si no pudiera establecer la diferencia entre un ser humano y una máquina.

—Así que limitaremos la cantidad de variedades —respondió Richard—. Y se los clasificará con facilidad de acuerdo con su función primordial. ¿Satisface eso tu preocupación…? Sería una lástima no aprovechar esta increíble tecnología.

—Eso podría funcionar —dijo Nicole—, siempre y cuando esa única reunión informativa pudiera familiarizar a todos los colonos con los diferentes tipos de robot. Tenemos que asegurarnos, sin la menor posibilidad de duda, de que no haya problemas de identificación errónea.

Después de varias semanas de intenso esfuerzo, se tomó la mayor parte de las decisiones críticas sobre diseño y disminuyó la cantidad de trabajo para Richard y Nicole. Pudieron reanudar una vida más o menos normal con sus hijos y con Michael. Una noche, El Águila apareció y le informó a la familia que Nuevo Edén estaba en su período final de prueba y que primordialmente estaban verificando la capacidad de los nuevos algoritmos para vigilar y controlar el ambiente dentro de una amplia gama de condiciones posibles.

—A propósito —continuó El Águila—, hemos colocado dispositivos para intercambio de gases, o
DIG
, en todos los sitios —el Bosque de Sherwood, los parques, a lo largo de las orillas del lago y en las laderas de la montaña— en los que, con el tiempo, van a crecer las plantas provenientes de la Tierra. Los
dio
actúan como plantas, absorbiendo dióxido de carbono y produciendo oxígeno, y son cuantitativamente equivalentes también. Evitan la acumulación del dióxido de carbono atmosférico que, en el transcurso de un lapso prolongado, socavaría la eficacia de los algoritmos meteorológicos. La operación de los
DIG
exige algo de energía eléctrica, por lo que redujimos el voltaje disponible para consumo humano durante los primeros días de la colonia. Sin embargo, una vez que las plantas estén floreciendo, los
DIG
se pueden eliminar y habrá abundante energía eléctrica para cualquier propósito razonable.

—Muy bien, señor Águila —dijo Katie cuando él terminó—. Todo lo que queremos saber es cuándo vamos a partir.

—Les iba a decir eso en Navidad —repuso El Águila, la pequeña arruga que actuaba a modo de sonrisa se le formó en la comisura de los labios—, y todavía faltan dos días.

—Díganoslo ahora, por favor, señor Águila —dijo Patrick.

—Bueno… muy bien —repuso su compañero extraterrestre—. La fecha que nos hemos fijado para acabar Rama en El Hangar es el 11 de enero. Esperamos cargarlos a ustedes en el transbordador y partir de El Nodo dos días después, en la mañana del 13 de enero.

Eso es dentro de tres semanas solamente
, pensó Nicole, el corazón le dio un vuelco cuando cayó en la cuenta de la realidad de la partida.
Todavía queda tanto por hacer
… Lanzó una rápida mirada hacia el otro extremo de la habitación, en la que Michael y Simone estaban sentados uno junto al otro en el sofá:
Entre otras cosas, mi hermosa hija, te tengo que preparar para tu boda
.

—Nos vamos a casar el día de tu cumpleaños, mamá —dijo Simone—. Siempre dijimos que la ceremonia tendría lugar una semana antes de que partiera el resto de la familia.

Lágrimas aparecieron involuntariamente en los ojos de Nicole.

Bajó la cabeza, para que los niños no las vieran.
No estoy lista para decir adiós
, pensó Nicole.
No puedo soportar la idea de que nunca más volveré a ver a Simone
.

Nicole había decidido abandonar el juego familiar de salón que se estaba desarrollando en la sala. Había dado, como excusa, que tenía que desarrollar algunos datos finales de diseño para El Águila pero, en realidad, necesitaba con desesperación algunos momentos a solas, para organizar las tres últimas semanas de su vida en El Nodo. Todo el tiempo, durante la cena, había estado pensando en todas las cosas que necesitaba hacer.

Casi entró en pánico. Temía que no hubiera suficiente tiempo o que olvidara por completo algo importante. Sin embargo, una vez que hizo una lista exhaustiva de las tareas que le faltaban, junto con un cronograma para completarlas, se relajó un poco. No era tan imposible.

Uno de los puntos que había ingresado en su agenda electrónica, todo escrito en mayúscula, era ¿¿BENJY?? Mientras estaba sentada en su lado de la cama, pensando en su hijo mayor retardado, y culpándose por no haberse ocupado del asunto antes, Nicole oyó un golpe fuerte en la puerta abierta. Era una asombrosa coincidencia.

—Ma-mi —dijo Benjy lentamente, con una gran sonrisa inocente—, ¿puedo hablar contigo? —Pensó unos instantes—. ¿Ahora? —completó.

—Claro que sí, amor —contestó Nicole—. Entra y siéntate junto a mí en la cama.

Benjy fue hacia su madre y le dio un fuerte abrazo. Se miró el regazo y habló con voz vacilante: la lucha de sus emociones resultaba obvia.

—Tú y Richard y los o… tros ni… ños… van le… jos du… rante mucho ti… tiempo —dijo.

—Así es —contestó Nicole, tratando de parecer alegre.

—¿Pa… pito y Si… mone que… dan acá y se ca… san?

Ésta era más que una pregunta. Benjy había alzado la cabeza y estaba esperando a que Nicole le corroborara lo que él acababa de exponer. Cuando Nicole asintió con la cabeza, lágrimas le afluyeron instantáneamente a los ojos y el rostro se le contrajo:

—¿Y qué pa… sa con Ben… jy? —preguntó—. ¿Qué p… pasará con Ben… jy?

Nicole acercó la cabeza de su hijo hacia su hombro, y lloró con él. Todo el cuerpo del chico se sacudía por los sollozos. Ahora, Nicole se sentía furiosa consigo misma por haber aplazado el tema tanto tiempo.

Lo supo todo el tiempo
, pensó,
incluso desde esa primera conversación. Estuvo esperando. Cree que nadie se quiere quedar con él
.

—Tienes una opción, hijo mío —logró decir Nicole, cuando recobró el dominio de sus propias emociones—. Nos encantaría que vinieras con nosotros. Y tu padre y Simone estarían encantados si te quedaras con ellos aquí.

Benjy miró fijo a su madre, como si no le creyera. Nicole repitió sus expresiones con mucha lentitud.

—¿Me es… tas di… diciendo la verdad? —preguntó Benjy. Nicole asintió vigorosamente con la cabeza. Benjy sonrió durante un instante, y después miró hacia otro lado. Permaneció en silencio durante largo rato.

—No habrá na… die para ju… gar aquí —dijo por fin, la mirada todavía fija en algún punto de la pared—, y Simone va a ne… ne… ce… sitar estar con papito.

Nicole estaba atónita por lo rápido que Benjy había resumido sus reflexiones. Parecía aguardar la respuesta de su madre.

—Entonces, ven con nosotros —dijo Nicole con suavidad—. Tu tío Richard, Katie, Patrick, Ellie y yo, todos te amamos mucho y queremos tenerte con nosotros.

Benjy se volvió para mirar a su madre. Nueva lágrimas le resbalaban por las mejillas.

—Iré con us… ustedes, ma… mi —dijo, y apoyó la cabeza sobre el hombro de Nicole.

Ya había tomado su decisión
, pensó Nicole, estrechando a Benjy contra su cuerpo.
Es más inteligente que lo que creemos. Únicamente entró aquí para asegurarse de que queríamos llevarlo
.

Other books

The Lost Years by E.V Thompson
Hooligans by William Diehl
Done With Love by Niecey Roy
Swimmer by Graham Masterton
The Tale of Hill Top Farm by Susan Wittig Albert
The Demonists by Thomas E. Sniegoski
Taunting Destiny by Hutchins, Amelia
Taste of Pleasure by Lisa Renee Jones