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Authors: César Millán,Melissa Jo Peltier

Tags: #Adiestramiento, #Perros

El líder de la manada (19 page)

BOOK: El líder de la manada
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En Norteamérica hace cientos de años que el perro se incorporó a la vida del hombre para cazar grandes piezas, pelear contra otros perros o atacar hombres y animales. Sin embargo, algunas de las razas más populares tienen habilidades ocultas. Akita, malamute de Alaska, gran danés, y Cubas eran todas razas creadas para cazar piezas grandes, además de llevar a cabo funciones de guarda. El mastín y el mastín napolitano echaron raíces como perros de guerra y guerreros que combatieron a hombres, leones, tigres e incluso elefantes en el circo romano. La guarda y la seguridad, incluso en usos militares, están impresas en los genes del terrier ruso negro, doberman y rottweiler. Todo el mundo sabe que estos perros se emplean a menudo como protección personal, pero los rottweiler también eran conocidos como el «perro del carnicero», ya que su trabajo dirigiendo y guardando el ganado era excelente. El rottweiler se hizo tan indispensable para los carniceros que se decía que guardaban los beneficios de la carnicería en una bolsa que colgaban al cuello de sus perros cuando entraban en el bar, sabiendo que así estaría a salvo. Cuanto más pura sea la sangre del animal, más probable es que las cualidades específicas de la raza afloren si tú, como líder de la manada, no satisfaces al animal y al perro. Y teniendo en cuenta su tamaño, estos perros pueden hacer mucho más daño que un beagle o un greyhound cuando su energía contenida entra en erupción.

Satisfacer a una raza de trabajo

Como ocurre con todos los perros, agotar su energía física es vital para poder vivir felices con una raza de trabajo; puede que incluso sea más importante en este caso, dado que son animales creados por su fuerza y/o su ferocidad. Por ahí es por donde deben empezar las actividades orientadas hacia su raza. Puesto que muchos de ellos eran animales de tiro, llevar un carro o cualquier otra tarea por el estilo suelen ser actividades en las que sobresalen con facilidad.

En Dallas, Texas, el equipo de
El encantador de perros
y yo visitamos a Rob Robertson y Diane Starke, que se habían llevado a casa a Kane, un cachorro de gran boyero suizo. Seguramente fruto de la relación con el mastiff o incluso con el rottweiler, el gran boyero suizo fue hace tiempo un gran perro de tiro, perro de granja y guardián. Desgraciadamente Kane, apenas con un año de edad, había desarrollado una agresividad posesiva peligrosa con su cacharro de la comida. Tras trabajar con Rob y Diane los principios de un liderazgo firme y sereno en el momento de darle de comer, les ayudé a crear una actividad específica para la raza de Kane que le ayudara a quemar su exceso de energía echando mano de su herencia de perro de tiro. Utilizando la base de un carro, nuestro equipo de producción diseñó un improvisado carro del que Kane pudiese tirar. En un principio se mostró un poco nervioso, pero cuando se acostumbró al ruido que hacía el carro tras él, se lanzó entusiasmado a disfrutar del placer de su forma de vida ancestral. Se habría pasado horas tirando del carro si le hubiéramos dejado. Aunque los urbanitas solemos echarnos atrás ante la idea de hacer de nuestros perros «bestias de carga», la verdad es que las razas de trabajo como los boyeros suizos, rottweilers, samoyedos y huskies siberianos florecen cuando se les ofrece esta clase de desafío físico y psicológico. Para ellos no es una tarea tirar de un carro, sino una especie de desafío que les hace sentirse útiles y que saca de ellos lo mejor de sí mismos. Rob y Diane quieren formar una familia pronto, y están seguros de que Kane va a ser el perro más famoso del vecindario cuando salga a pasear tirando del carro en el vayan su hijo y todos sus amiguitos.

Ejercicios Schutzhund

Un fantástico modo de canalizar los fuertes impulsos de las razas de trabajo es el entrenamiento Schutzhund. En sus orígenes fue desarrollado específicamente para el pastor alemán. La palabra Schutzhund es el término alemán que significa
perro de protección
y ha evolucionado para convertirse en un deporte serio y de competición que pone a prueba y valora el rastreo, la obediencia y las habilidades como guardianes de los canes. Para perros como el pastor, el doberman, rottweiler, malinois, bóxer y otros perros de trabajo ágiles como éstos y con el impulso genético de lucha, el Schutzhund desafía tanto al perro como al adiestrador con un entrenamiento físico y psicológico. Es errónea la creencia de que el Schutzhund crea perros asesinos incontrolables. De hecho, los animales no pueden pasar las varias y rigurosas pruebas a menos que estén perfectamente equilibrados y tendrán que interrumpir inmediatamente cualquier comportamiento agresivo a la orden de su adiestrador. Hechos con rigor, estos ejercicios no son sólo un excelente modo de canalizar la agresividad relacionada con la raza, sino que contribuyen a forjar un lazo aún más fuerte entre el perro y su entrenador.

Para poder participar en el Schuntzhund, el perro debe someterse a una prueba de temperamento para asegurarse de que es un animal mentalmente estable, sereno y sumiso. Las dos primeras partes del trabajo se concentran en el seguimiento y la obediencia. Durante las dos primeras fases, se pide que el perro responda inmediatamente a las órdenes y que logre pasar elaboradas pruebas, a pesar de ciertas distracciones que incluyen otros perros, gente desconocida ¡e incluso disparos! Durante la tercera fase, la de protección, el perro debe localizar a un señuelo humano oculto e intentar protegerlo hasta que el entrenador se acerque. Si el señuelo intenta escapar o atacar, el perro debe perseguirlo y retener al «intruso» (que lleva el brazo con una protección) hasta que su líder humano de la manada llegue y le ordene que lo deje, a lo que el perro debe responder inmediatamente.

La tercera fase de este entrenamiento es el mismo que la policía, las fuerzas de seguridad y el ejército utiliza con sus perros, y si un perro de trabajo se ejercita debidamente y en casa recibe el entrenamiento en reglas, fronteras y límites, el Schutzhund no podrá transformarlo en un asesino. Estas actividades, en una situación ideal, están destinadas a proporcionar una vía de escape a muchos de los impulsos naturales de los perros, y ayudan a crear un animal mucho más razonable, equilibrado y obediente. Ejercicios de esta misma naturaleza se utilizan para entrenar a perros de búsqueda y rescate, y a perros de trabajo. Los «juegos» Schutzhund también son aplicables a otras razas con un fuerte instinto cazador, aunque sin el impulso de defensa no podrán competir oficialmente. Aun así, los ejercicios constituyen un desafío divertido y capaz de quemar toda su energía, y a modo general, muchas partes del Shutzhund pueden adaptarse de modo creativo y divertido para desafiar a cualquier perro
[1]
.

El grupo de los pastores

El instinto que empuja a un perro a controlar los movimientos de otros animales proviene de su pulso depredador, firmemente anclado en la naturaleza lobuna de los canes domésticos. Si observamos a cualquiera de los integrantes de una manada en pleno trabajo, veremos cómo coordinan sus posiciones para seleccionar a los miembros más débiles del grupo al que están acosando y con qué facilidad apartan al animal que persiguen, lo acorralan y lo preparan para atacarlo y matarlo. A lo largo de los siglos, la humanidad ha aprovechado esa habilidad innata para crear perros que completasen todas estas acciones hasta casi el momento final, ya que los perros pastores no matan a los animales que acorralan. Simplemente los mantienen agrupados en beneficio nuestro, siguiendo su propio juicio y las órdenes de su amo. Algunos muerden las patas del ganado para mantenerlo ordenado, otros ladran, otros acechan y miran, y otros simplemente utilizan su movimiento y su energía. Los pastores más populares son los pastores alemanes (a los que en ocasiones se considera tanto pastor como perro de trabajo), el ovejero de las Shetland (o sheltie), las razas corgi de patas cortas, bobtail, pastor australiano, blue heeler, el collie y border collie, perro ganadero australiano y el bouvier de Flandes.

Hace falta mucha energía para proteger y dirigir al ganado, de modo que los perros de pastor debían ser muy briosos. Si es el caso de tu perro, caminar, patinar o montar en bici de entre treinta a sesenta minutos al menos una vez al día, y al menos una segunda salida aunque ésta pueda ser algo más corta, son absolutamente necesarias para liberar esa energía y para conseguir el equilibrio. Estos animales no deben permanecer en el jardín a su libre albedrío y sin nada que hacer. No olvides que ser pastor es un trabajo y ese concepto está profundamente arraigado en los genes del perro, que se siente totalmente realizado y feliz cuando puede utilizar su energía con un fin. Proporcionarle alguna labor que suponga para él un desafío es lo mejor que puedes hacer para evitar o solventar problemas de comportamiento que causan el aburrimiento o la energía contenida.

Una vez has completado el paseo o la carrera diaria, hay motones de actividades distintas con las que disfrutan los perros pastores. Por supuesto la mayoría de nosotros no podemos tener vacas, cabras u ovejas en el jardín de casa, pero podemos encontrarles un sustituto. Gracias a su paciencia y a su agilidad, los perros de pastor suelen jugar magníficamente bien al disco o
frisbee
, que es deporte oficial desde 1974. Por supuesto todo tipo de perros pueden jugar a esto (de hecho, algunos de los campeones mundiales eran mestizos o perros adoptados en un albergue), pero los perros pastores se han distinguido en este deporte. El campeón mundial de 2006 es Captain Jack, un perro australiano de ganado conocido por ser el perro más duro de todos los que participan en este deporte. Si estás verdaderamente interesado, la
International Disc Dog Handler’s Association
podrá ayudarte a localizar un club en tu zona, pero lo mejor de practicar este deporte es que todo lo que necesitas es una zona llana de hierba y un disco de plástico que puedes comprar en cualquier tienda de deportes o supermercado grande por mucho menos de diez dólares. Pero aunque sólo estés jugando en el jardín de tu casa, es importante que conviertas el juego en un desafío para tu perro. No se trata de que tengas que enseñarle saltos y piruetas en el aire, pero en lugar de limitarte a lanzárselo una y otra vez, hazle esperar entre lanzamientos. Haz que cumpla una serie de normas sencillas que deba realizar antes de que le lances el disco, tales como sentarse, tumbarse o pedirte que se lo lances. La cuestión es crear un desafío psicológico además de físico. Al fin y al cabo, eso es precisamente guiar un rebaño: un ejercicio psicológico y físico.

Puesto que esta clase de perros debían realizar complicadas «danzas» para mover grandes grupos de ganado, suelen ser buenos también en las competiciones de agilidad. Al igual que con el Schutzhund, las competiciones de agilidad y los ejercicios están creciendo en popularidad y son actividades estupendas tanto para redirigir la energía del perro como para reforzar los lazos de unión entre los humanos y los perros. Los canes aprenden a saltar vallas, a correr por túneles y anillos, a encontrar el modo de salir de un laberinto y a completar carreras de obstáculos a contrarreloj cada vez más difíciles, animados y dirigidos por su cuidador. En Norteamérica, la
Unites States Dog Agility Association
, con base en Richardson, Texas, dispone de toda la información que puedas necesitar para empezar en este deporte, pero no tienes por qué tomar la vía competitiva. Yo suelo ayudar a mis clientes a crear juegos digamos informales en el jardín de su casa que puedan poner a prueba la obediencia y la agilidad de su perro sin la presión de competir. Un neumático viejo, algunos aros, un poste bajo y una plancha apoyada sobre unos cuantos ladrillos, además de una sabrosa recompensa para el final pueden crear la clase de desafío, que incluso el más energético de los perros puede encontrar estimulante. Y tú, su dueño, encontrarás que cuanto más guíes a tu perro en estas actividades, más unidos os sentiréis y ello te ayudará a descubrir el líder de la manada que llevas dentro.

Flyball
es otro deporte canino que funciona fantásticamente bien para muchas razas, pero que es especialmente popular entre las razas de pastor. En Estados Unidos y Canadá, la sección oficial del deporte está dirigida por la
North American Flyball Association
. Es un deporte de equipo para perros, básicamente una carrera de relevos para perros en cuyo recorrido se levantan varios obstáculos y en la que al final el perro tiene que sacar una pelota de una caja dispuesta al término del recorrido y que debe llevar a su dueño. Al igual que en las carreras de relevos humanas, el siguiente perro del equipo no puede empezar hasta que el anterior ha vuelto, de modo que se requiere mucha concentración, disciplina y respeto por el dueño. También se requiere velocidad, intención y firmeza, todos los factores presentes a la hora de dirigir el ganado. Si en casa tienes un perro pastor de alto nivel de energía, no tienes por qué soportar que desahogue su frustración en los muebles, en el gato o lo que es aún peor: en el resto de perros del vecindario. Hay muchos modos de liberar la energía extra que sus genes de pastor le proporcionan.

Gus, el boyero de Flandes botador

Participar en deportes creados por el hombre es un modo estupendo de reforzar los lazos que te unen con tu perro al tiempo que le ayudas a entrar en contacto con sus raíces, pero hay otra cosa aún mejor: ¡dejarle experimentar lo que se siente dirigiendo ganado de verdad! En la primera temporada de
El encantador de perros
, visité a Tedd Rosenfeld y Shellie Yaseen, dos atareados profesionales que trabajan en televisión. Su boyero de Flandes de 1 año, Gus, tenía la costumbre de... bueno, de botar. Por supuesto, siendo como era un perro corpulento con mucha fuerza y energía, su manía de saltar estaba causando cada vez más problemas a medida que crecía, hasta el punto de que llegaba a tirar al suelo a los invitados e incluso a su dueña, Shellie, una mujer muy menuda. La pareja no había establecido una rutina para el paseo diario, de modo que no sabían cómo llevar debidamente a Gus por el vecindario, mostrándole que ellos eran los líderes de la manada. De hecho, Shellie se sentía un tanto intimidada por la fuerza y la energía de su perro.

Trabajé con la pareja las bases del paseo e intenté mejorar sus capacidades como líderes, pero tras nuestra primera sesión programé otra para llevarlos al All Breeding Ferding en Long Beach, California, a cargo de mi amigo Jerome Stewart, miembro del American Kennel Club (AKC), y la American Herding Breed Association (AHBA), juez y jurado en competiciones de pastoreo y un verdadero experto en lo referente a perros de pastor. Ted y Shellie se mostraron un poco reticentes al principio cuando vieron por primera vez el rebaño de ovejas que Jerry tenía en el rancho, y estoy seguro de que se preguntaban cómo diablos un perro de ciudad iba a saber lo que tenía que hacer con ellas. Pero como Jerry les aseguró, la biología y la genética habían implantado el programa de pastoreo en el cerebro de Gus, y sería sólo cuestión de paciencia, práctica y un poco de ayuda profesional que ese instinto aflorara.

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