[43]
El asalto a Patusan, en el que se incendiaron cinco fuertes piratas, tuvo lugar el 7 de agosto. Es comprensible que la narración de Flashman no dé mucha importancia a la parte que tuvieron Wade y Keppel, o a la sobresaliente valentía de los leales dayaks y malayos. La lucha en el río era más confusa que otras, y él, obviamente, estaba demasiado ocupado con su propia participación en ella. En algunos detalles es exacto: el marinero Ellis fue asesinado en el
Jolly Bachelor
mientras cargaba el cañón de proa, por ejemplo, y otros relatos también refieren el saqueo de los cuarteles generales de Sharif Sahib (donde se halló su «curioso y extenso guardarropa») y el hecho de que su harén escapase ileso de la batalla. Está claro que los otros reporteros no consultaron a Flashman en este último punto, o si lo hicieron; él se mostró prudente.
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[44]
El fuerte de Sharif Muller (o Mullah) fue tomado el 14 de agosto, y fue destruida una gran fuerza de praos piratas. La muerte del teniente Wade y la huida de Muller tuvieron lugar tal como describe Flashman.
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[45]
La batalla de las Pirámides, librada el 21 de julio de 1798, fue una de las victorias más completas de Napoleón. Venció y capturó a un ejército egipcio-turco de más de 20.000 hombres bajo el circasiano Murad Bey. St. John nos cuenta que uno de los hombres de Brooke había tomado parte en aquella batalla, del lado turco, pero se refiere a él simplemente como «un viejo malayo»; Flashman es la única fuente que sugiere que aquel anónimo veterano era Paitingi Alí; es posible, si es verdad que Paitingi tenía ya unos sesenta años cuando Flashman le conoció.
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[46]
Como Flashman, otros participantes en la batalla del río Skrang pensaban que fue la más fiera y sangrienta de todos los encuentros librados por las fuerzas de Brooke en su paso por el Batang Lupar. Seiscientos piratas en seis praos atacaron el barco explorador de Paitingi, destrozando a su tripulación de diecisiete hombres. El relato de Keppel, citado por Flashman, testifica la fiereza de la lucha en la vía fluvial, obstruida por una masa de barcos que habían zozobrado y cuerpos partidos por la mitad mientras flotaban corriente abajo. Finalmente, Brooke y Keppel pudieron conducir su falúa a través del agujero, seguidos por un barco con cohetes. Además de la tripulación de Paitingi, la expedición perdió a otros 29 hombres, con 56 heridos en la batalla.
Aunque Flashman no estaba en situación de apreciarlo, esta acción marcó el final de la operación en el Batang Lupar. Como la corriente en su contra era demasiado fuerte, la flota de Brooke volvió a Patusan, habiendo destruido o dispersado efectivamente a los piratas a lo largo del río en aquella campaña de quince días. La mayoría del crédito, indudablemente, pertenecía a Keppel, cuyo papel de líder Flashman tiende a desestimar; por lo demás, su relato de la expedición es completamente fiel y ajustado a la verdad, aunque, como de costumbre, se trata de una visión muy subjetiva, y aunque resulta fiable en las fechas, nombres de personas, lugares y barcos y en la conducción general de las operaciones, no hay manera de verificar sus recuerdos más personales. Al parecer magnificó la acción en Fort Linga (en la cual según su propio relato no tomó parte), pero no hay razón para suponer que el retrato que pinta de la lucha en los ríos de Borneo, o de la situación de los piratas a lo largo de la costa sea exagerada en ningún aspecto. (Véase Keppel, Jacob, St. John, Marryat y
Narrative of Events in Borneo and Celebes
de sir George Mundy, 1848.)
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[47]
Madagascar era tan hostil a los extranjeros que existen pocos testimonios autorizados durante la primera mitad del siglo pasado, y los de Flashman son los principales en inglés. Ellos confirman prácticamente todos los detalles que él da acerca de esa asombrosa isla y su espantosa gobernante, Ranavalona I. James Hastie (1786-1826) era soldado, no misionero; fue tutor de dos príncipes malgaches y agente británico en la isla en el tiempo en que los europeos todavía eran tolerados allí. Su diario se encuentra en el Public Record Office.
Three Visits to Madagascar
(1858),
Madagascar Revisited
(1867) Y
The Martyr Church of Madagascar
(1870) de W. Ellis son fuentes valiosas para conocer el reino de Ranavalona y antecedentes sobre la isla y su gente, como en
Madagascar
, 1886, de S. P. Olivero. Véase también
Madagascar and its People, 1865
, de L. McLeod. Pero no hay nadie comparable a la indomable y entretenida Ida Pfeiffer, aquella gran turista cuyos
Last Travels
contienen un tesoro de detalles informativos recogidos de primera mano.
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[48]
Curiosamente, esta costumbre bárbara fue abolida por la reina Ranavalona. Se dice que fue su único acto humanitario.
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[49]
El de Flashman es posiblemente el único relato de un testigo presencial de las espantosas crueldades y varios medios de ejecución practicados en Madagascar en aquella época, pero otras autoridades aportan pruebas detalladas que le apoyan, y no hay duda de que atrocidades como las que él describe tuvieron lugar y formaron parte de la política de la reina. Ida Pfeiffer, después de confirmar las cifras de Flashman de decenas de miles de personas ejecutadas, masacradas y obligadas a realizar trabajos forzados cada año, resume: «Si el gobierno de esta mujer dura mucho más, Madagascar se verá despoblado... Sangre —y siempre sangre— es la máxima de la reina Ranavalona, y un día le parece desperdiciado a esta maligna mujer si no puede firmar al menos media docena de condenas a muerte».
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La valoración que hizo Flashman de Laborde era acertada; el francés era un soldado de fortuna duro y lleno de recursos que en su tiempo había sido soldado de caballería, había trabajado en un vapor en Bombay y (de acuerdo con algunas fuentes) tratante de esclavos. Naufragó en Madagascar en 1831, fue hecho esclavo, comprado por la reina y se convirtió en favorito. Posteriormente fue liberado y se casó con una joven malgache, pero fue retenido en Madagascar mientras servía a la reina como ingeniero y fundidor de cañones. Se convirtió en una figura influyente en la corte, y fue muy activo en la promoción de los intereses franceses en la isla.
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[51]
Esta lanza se denominaba «La que odia la mentira».
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[52]
Los pocos europeos que conocieron a la reina Ranavalona cara a cara y vivieron para escribir sus impresiones sobre ella confirman lo que dice Flashman de su apariencia, aunque la mayoría la vieron mucho más tarde que él. Ellis, dando una descripción muy cercana a la de Flashman, añade que «la cabeza y la cara son pequeñas, compactas y bien proporcionadas; su expresión, agradable, aunque a veces indica una gran firmeza». Ida Pfeiffer, que posiblemente no la vio de cerca, observó que era «de constitución fuerte y robusta, bastante siniestra». Tanto ella como el señor Ellis al parecer pensaban que la reina era de más edad de la que probablemente tenía; no hay pruebas fiables de su fecha de nacimiento, y aunque la
Nouvelle Biographie Générale
la asigna «en torno a 1800», lo cual significarla que tenía cuarenta y cuatro años cuando Flashman la conoció, parece más probable que tuviera algo más de cincuenta.
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Sobrenatural, divino; (coloq.) maravilloso.
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[54]
El virtuosismo de Flashman al teclado era o muy excéntrico o menos memorable de lo que él imaginaba, porque años más tarde, cuando Ida Pfeiffer fue invitada a tocar el piano de palacio, ella entendió que Ranavalona decía que «nunca había visto a nadie tocar con las manos». La señora Pfeiffer encontró el piano tristemente desafinado.
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[55]
A pesar de sus sospechas de los europeos y sus procedimientos, la reina de hecho tenía un secretario educado a la inglesa.
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[56]
Se refiere al poeta escocés Robert Burns (1759-1796), que en su poema
For a’that
de 1795 escribió: «The rank is but the guinea stamp / the man's the gowd for a’that». (N. de la T.)
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[57]
Los peculiares tableros de adivinación eran conocidos como
sikidy
. De acuerdo con Sibree, había tres, uno de cuatro cuadros por dieciséis, un segundo de cuatro por cuatro y un tercero de cuatro por ocho.
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[58]
Una descripción poco halagüeña del príncipe Rakota, aunque no difiere del retrato que se conserva. Oliver le describía como si fuera un dios griego, con rizos negros y una piel de un dorado claro, pero está de acuerdo con la estimación de Flashman de su carácter, y confirma que influía moderadamente en su madre.
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[59]
Carne frita de buey en conserva, una especie de tasajo.
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[60]
Flashman es el único superviviente del juicio con
tanguin
o
tangena
que ha podido describir la experiencia. Su relato varía de otras descripciones sólo en puntos menores: cuando había tiempo, se acostumbraba a hacer ayunar al paciente veinticuatro horas antes de que le fuera administrada la piedra rascada del fruto del
tanguin
, y algunos historiadores dicen que para pasar la prueba, los trozos de piel de pollo tenían que ser regurgitados en una dirección determinada. El depósito de 28 dólares (Flashman dice 24) era normalmente aportado por el acusador de la persona que sufría la prueba... Si el acusado fallaba, al acusador se le devolvía su dinero, pero si la pasaba, el acusador recuperaba sólo una tercera parte del depósito, y los otros dos tercios pasaban al acusado y a la reina.
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[61]
Como resultado de su evolución aislada, la vida animal y vegetal de Madagascar es única, y se ha estimado que el noventa por ciento de sus seres vivos no existen en ningún otro lugar de la tierra. Entre sus monstruos fabulosos más celebrados está el pájaro gigante Roc, que se llevó a Simbad. Los «monos» que Flashman vio eran probablemente
sifakas
, un tipo de lémur capaz de dar unos saltos prodigiosos.
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[62]
Fue una suerte para Flashman llegar a Tamitave la mañana del 15 de junio de 1845, cuando los barcos de guerra europeos, los franceses
Berceau
y
Zeléey
la fragata británica
Conway
hicieron un ataque concertado al fuerte y la ciudad. La expedición punitiva fue en represalia por el mal trato de Ranavalona a los europeos: ella acababa de decretar que aquellos que comerciaran con las islas debían estar sujetos a la ley malgache (esclavitud por deudas, trabajos forzados, juicio por
tanguin
, etc.). Hubo algunos incidentes fatales entre barcos británicos y tropas malgaches, y un capitán de barco británico de origen norteamericano, Jacob Heppick, fue esclavizado después de que su bergantín, el
Mane Laure
, naufragase. El capitán Kelly del
Conway
fue enviado a Tamitave para pedir un desagravio a principios de junio, y como éste no se produjo, el bombardeo anglo-francés siguió unos pocos días más tarde (véanse Oliver, el «Memorial de Jacob Heppick, marinero, al gobierno de Mauricio», y el
Annual Register
).
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[63]
El fracasado asalto al fuerte de Tamitave por destacamentos de desembarco desde el escuadrón anglo—francés tuvo lugar tal como dice Flashman. La empalizada exterior fue tomada bajo una lluvia de metralla y fusilería, la batería destruida y los cañones inutilizados, pero los atacantes no consiguieron tomar el fuerte principal y se retiraron después de una rápida lucha, Los británicos sufrieron cuatro bajas y doce heridos, y los franceses diecisiete muertos y cuarenta y tres heridos. Tanto el
Zelée
como el
Berceau
perdieron sus masteleros en la batalla con el fuerte.
El incidente de la bandera es cierto, aunque no todos los detalles están claros. Parece que fue arrancada del muro exterior y recogida por un soldado malgache que la puso en una lanza. Volvió a caer y fue capturada por un guardiamarina inglés y dos marineros; hubo un forcejeo entre franceses y británicos bajo el fuego malgache y el tema se resolvió por fin cuando alguien —el
Annual Register
dice que fue el teniente Kennedy, pero sin duda Flashman lo sabrá mejor— la cortó en dos. Los franceses recibieron la mitad que contenía la leyenda «Ranavalona» y los británicos el trozo en el que ponía «Manjaka». La mayor parte de la ciudad de Tamitave ardió durante el ataque.
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[64]
Después de un largo período de intranquilidad política y violencia en el Punjab, los sijs finalmente invadieron el territorio controlado por los británicos en diciembre de 1845, y empezó así la Primera Guerra Sij.
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[65]
Suleiman Usman entre ellos. Brooke le persiguió por tierra en Maludu, al norte de Borneo, en agosto de 1845, sólo unas pocas semanas después de que los Flashman fueran rescatados de Madagascar, de lo que resulta que Usman, después de perder a Elspeth, volvió a sus propias aguas. Ciertamente estaba en Maludu cuando la fuerza británica al mando del almirante Cochrane lo atacó y destruyó; un informe establece que Usman fue herido, se le dio por muerto en acción, y al parecer no se volvió a oír hablar de él.
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[66]
Discurso a la Cámara de los Diputados, París, 1884.
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