La formación de América del Norte (13 page)

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Authors: Isaac Asimov

Tags: #Historia

BOOK: La formación de América del Norte
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A la nueva colonia, que tenían intención de administrar independientemente de Virginia, la llamaron Maryland, en honor de la Virgen María y de la reina católica, Enriqueta María. Al poblado que fundaron, el 27 de marzo de 1634, en el lugar del desembarco, lo llamaron Saint Mary's City. Iba a ser la capital de la colonia por el resto del siglo
[25]
.

Maryland tenía las ventajas y las desventajas de la existencia de Virginia al Sur. La población original de Jamestown tenía ya más de un cuarto de siglo, y Maryland podía aprovechar la lección de los problemas de Virginia. Los colonos de Maryland no padecieron los desastres del hambre y las enfermedades. Además se beneficiaron de la victoria de Virginia sobre los indios.

Por otro lado, los colonos de Virginia no estaban en modo alguno complacidos por la fundación de una nueva colonia al Norte que se consideraba independiente y, por añadidura, había sido fundada bajo auspicios católicos. Un virginiano, William Claiborne, había establecido un puesto comercial en la Isla de Kent, en el norte de la bahía de Chesapeake, en 1631, y comerciaba provechosamente con los indios. Ahora su isla estaba repentinamente en el territorio de Maryland, y él se negó a aceptar esto. Impuso su negativa por la fuerza y sus barcos, en efecto, combatieron con los de Maryland. También hizo un viaje a Inglaterra para hacer anular la concesión de tierras hecha a los de Maryland y estuvo a punto de lograrlo.

Los de Maryland se aferraron a su colonia, pero su catolicismo los hacía especialmente vulnerables, sobre todo porque los protestantes radicales se estaban haciendo cada vez más fuertes en Inglaterra. Los propietarios católicos de la colonia no podían impedir la inmigración protestante a Maryland, y una década después de la fundación de la colonia los católicos se hallaban en minoría en ella.

Los protestantes se dieron cuenta de su fuerza. Saquearon Saint Mary's en 1646, y Leonard Calvert tuvo que huir a Virginia por un tiempo. Allí recibió la ayuda del gobernador de Virginia (como colega, no como correligionario, pues aunque el gobernador de Virginia era protestante, no quería que se debilitase la autoridad del cargo de gobernador) y pronto volvió a Maryland.

Era claro que, para sobrevivir, Maryland debía evitar los conflictos religiosos. Específicamente, la colonia debía tolerar a los protestantes, con la esperanza de que ello estableciese un ejemplo de tolerancia en mayor escala del cual poder beneficiarse.

Por ello, el 21 de abril de 1649 Maryland aprobó una ley popularmente llamada el «Acta de Tolerancia», por la cual todas las personas que aceptasen la Trinidad gozarían del libre ejercicio de su religión. No era una tolerancia total, pues extendía la libertad sólo a los cristianos y excluía a los judíos, por ejemplo.

Que hubiera motivos egoístas detrás del Acta es algo que importa poco. El hecho es que los católicos de Maryland establecieron el primer ejemplo oficial de amplia tolerancia religiosa en las colonias inglesas de América, y esto sirvió como precedente para la libertad religiosa en los Estados Unidos.

Pero, al admirar la política de tolerancia de Maryland, no debemos olvidar que la existencia misma de la colonia fue un testimonio de un anterior ejemplo de tolerancia religiosa: la de la misma Inglaterra. La colonización católica de una parte de las Américas no sólo fue permitida, sino que hasta fue alentada por la Inglaterra protestante. Esto se hallaba en agudo contraste con la política de la España católica, que nunca permitió otra religión que no fuese el catolicismo en ninguna parte de los continentes americanos que dominaba.

Al norte de Virginia

Nueva Inglaterra

Mientras Virginia y Maryland luchaban para sobrevivir, sucesos que ocurrieron más al Norte hicieron aparecer nuevas y vigorosas colonias en el mapa de América del Norte. Surgieron, como Maryland, de conflictos religiosos en Inglaterra, aunque por razones opuestas.

Había protestantes en Inglaterra que estaban insatisfechos con la Iglesia de Inglaterra y hallaban que su ritual era demasiado católico para su gusto. Hablaban una y otra vez de la necesidad de purificar la Iglesia del ritual católico y, en tiempos de Isabel I, quienes se oponían a ellos los llamaron «puritanos», en son de burla. El término (como sucede con frecuencia en tales casos) fue orgullosamente adoptado por aquellos de quienes se pretendía hacer burla.

En general, los monarcas ingleses se oponían a los puritanos, pues éstos estaban siempre dispuestos a usar sus conciencias como excusa para enfrentarse con el rey. Los reyes preferían una iglesia que estuviese totalmente sometida a ellos, y Jacobo I no hizo ningún secreto de sus intenciones de aplastar a los puritanos. Debían abandonar las creencias que él juzgaba indeseables o los expulsaría del país.

Algunos puritanos desesperaron de imponer alguna vez sus ideas a la Iglesia de Inglaterra. Pensaban que la única solución era separarse totalmente de la Iglesia y establecer su propia forma de culto. Eran llamados «separatistas». Un grupo de estos separatistas vivía en Scrooby, en Nottinghamshire.

Acosados por los funcionarios y los eclesiásticos locales, los separatistas de Scrooby finalmente adoptaron el desesperado recurso de abandonar Inglaterra; su destino era los Países Bajos.

Por entonces, los Países Bajos prácticamente habían conquistado su independencia de España. Habiendo descubierto que el comercio y la industria son la clave de la prosperidad y que el entusiasmo religioso parecía contar poco a este respecto, establecieron la tolerancia religiosa, por indiferencia más que por convicción. Hasta a los judíos se les permitió vivir y practicar su religión libremente, algo que había sido inaudito en la Europa cristiana durante muchos siglos.

Indudablemente también los separatistas podían hacer allí lo que quisieran, de modo que, en 1607 y 1608, los separatistas de Scrooby se marcharon a los Países Bajos. Se establecieron en Leiden y por un tiempo las cosas les fueron bien.

Sin embargo, con el paso de los años se sintieron cada vez más desdichados. En primer lugar eran inmigrantes en una tierra extraña, y se sentían extranjeros. Hasta sus hijos les creaban problemas, pues éstos aprendían el neerlandés y se estaban convirtiendo visiblemente en neerlandeses, no en ingleses. Además, ¿qué ocurriría si la guerra con España (suspendida sólo por una tregua) se reanudaba? Esa guerra se había señalado por muchas atrocidades y los separatistas no se sentían seguros.

Mientras esas dudas y preocupaciones aumentaban, se hizo obvio que la colonia de Jamestwon, en Virginia, era una empresa en marcha. Los separatistas empezaron a considerar seriamente si no sería mejor marcharse a América y estar en una tierra propia (nadie tomaba en cuenta a los indios, desde luego), donde pudieran vivir como ingleses y como puritanos. La mayoría de los separatistas se acobardaron ante la idea de efectuar un largo viaje y las incertidumbres de las soledades, pero algunos empezaron a pedir permiso al rey Jacobo para ir a Virginia.

Jacobo, finalmente, lo otorgó, y los separatistas que deseaban marcharse iniciaron la larga y dura tarea de reunir fondos y obtener barcos y suministros. Consiguieron dos barcos, uno de los cuales resultó ser inadecuado para el viaje, de modo que finalmente zarparon de Plymouth, el 16 de septiembre de 1620, en un solo barco, el
Mayflower
[26]
.

Había a bordo treinta y cinco separatistas de Leiden. Otros sesenta y seis (en su mayoría no separatistas) de Londres y regiones vecinas se les unieron. En teoría iban todos a alguna parte de Virginia, pero los cabecillas no deseaban ir a una tierra ya ocupada por colonos que no eran puritanos. Deliberadamente (e ilegalmente) se dirigieron más al Norte.

La costa situada al norte de Virginia había sido explorada por tempranos exploradores como Caboto y Verrazano, pero los hombres del
Mayflower
no tenían que depender de eso. En las dos décadas anteriores un explorador tras otro había recorrido la costa septentrional.

En 1602, por ejemplo, el navegante inglés Bartholomew Gosnold (quien más tarde sería el segundo jefe de la flota que llevó a los primeros colonos a Jamestown) había explorado dicha costa. El 15 de mayo de 1602 llegó a una estrecha y curvada península cuyas aguas vecinas eran ricas en bacalao (
codfish,
en inglés). La llamó cabo Cod, y luego exploró las costas de una isla situada al Sur a la que llamó
Martha's Vineyard
(La Viña de Marta).

Dos años más tarde otro navegante, George Weymouth, exploró esa parte de la costa y volvió con entusiastas informes.

Luego, en 1614 John Smith, famoso por Jamestown, había conducido una expedición a esa parte de la costa americana. Estudió cuidadosamente la línea costera, hizo un mapa de ella y quedó suficientemente sorprendido por la semejanza de clima y de apariencia de esa tierra con su patria como para llamar a la región Nueva Inglaterra, nombre que ha mantenido desde entonces.

Pero quizá el informe que más influyó sobre los separatistas fue el de un explorador holandés, Adriaen Block, quien, en 1614, volvió a Amsterdam con entusiastas informes sobre la parte meridional de la costa de Nueva Inglaterra. Una isla situada a 65 kilómetros al oeste de Martha's Vineyard aún es llamada isla de Block en su honor.

El 9 de noviembre de 1620 cuando el
Mayflower
finalmente llegó a América, los hombres de a bordo se encontraron en la punta del cabo Cod, bastante más al Norte de donde habían querido ir. Era una mala época del año, y el cabo Cod presentaba un aspecto desolador; pero el viaje había sido largo y difícil, y no estaban con ánimo para ir mucho más lejos.

Navegaron hasta pasar la punta del cabo y empezaron a explorar la línea costera más allá, en busca de algún lugar que no tuviese demasiado mal aspecto. Finalmente, localizaron un puerto y, el 16 de diciembre, el
Mayflower
ancló allí. John Smith ya había dado a esa parte de la línea costera el nombre de Plymouth, y los pasajeros del
Mayflower
aceptaron el nombre en honor del puerto inglés del cual habían partido.

Pero los pasajeros estaban en una situación peculiar, ya que se hallaban fuera de los límites de la tierra controlada por la Compañía de Virginia, bajo cuyos auspicios, en teoría, habían zarpado. La Compañía de Virginia no podía legalmente nombrar un gobernador en ese sector de la costa, y tuvieron que gobernarse a sí mismos.

Los separatistas entre los colonos, para tomar esto en cuenta y también para evitar problemas con el contingente no separatista, prepararon un acuerdo por el cual prometían obediencia a las leyes elaboradas por los habitantes de la nueva colonia. Este «pacto del
Mayflower
», firmado el 21 de noviembre, fue una suerte de preludio de las famosas «sesiones del ayuntamiento» de Nueva Inglaterra y el primer paso hacia el autogobierno de las colonias inglesas.

Tan pronto como los separatistas desembarcaron eligieron a John Carver, uno de ellos, como gobernador.

Pero era todavía la mala época del año, y los colonos tuvieron que enfrentarse con el invierno sin estar preparados. La mitad de los pasajeros del
Mayflower
murieron de hambre y de enfermedades antes de la primavera, entre ellos el gobernador Carver. Los supervivientes persistieron tenazmente y eligieron a William Bradford como nuevo gobernador. (Iba a ser gobernador, de tanto en tanto, durante treinta y cinco años).

El pequeño grupo de colonos no habría sobrevivido, ciertamente, a la enemistad de los indios; pero en Plymouth, como en otras partes, los indios se mostraron amistosos desde el principio. En verdad, en este caso particular, no tenían otra opción. Una epidemia de la peste, en 1617, se había llevado a la mayoría de los indios de la zona, y los sobrevivientes no estaban con ganas de buscarse problemas.

Cuando llegó la primavera de 1621, los colonos se dispusieron a plantar sus primeros cultivos en campos indios abandonados. Un indio, llamado Squanto, que había aprendido inglés durante su estancia en Londres (adonde había sido llevado por marinos ingleses que lo habían raptado casualmente), ayudó a los colonos instruyéndolos en los métodos agrícolas indios. Otro indio amigo, Samoset, arregló una reunión con Massasoit, jefe de las tribus locales, y se establecieron formalmente relaciones pacíficas entre los indios y los colonos.

Por la época en que el invierno de 1621 empezó a acercarse, los colonos tuvieron una buena cosecha de otoño para mantenerse, y proclamaron una celebración de tres días para dar gracias a Dios
[27]
. Massasoit y noventa indios se unieron a la fiesta.

Era evidente que Plymouth sobreviviría. Siguió siendo una pequeña colonia, cuyos efectivos sólo ascendían a 180 colonos en 1624, pero era vigorosa. En 1626 reunieron las 1.800 libras para pagar a los comerciantes que habían invertido en la aventura inicial, y los residentes de Plymouth fundaron otras pequeñas colonias a lo largo de la costa.

Otros colonos empezaron a llegar a diversas partes de la costa en viajes que provenían directamente de Inglaterra. La segunda ciudad importante que apareció en el mapa fue Salem, fundada en 1626, a unos 65 kilómetros al norte de Plymouth.

Pero lo que realmente puso a Nueva Inglaterra en el mapa fue la actividad de John Winthrop, un influyente puritano con educación y medios. Reunió una partida de puritanos, en 1629, y empezó a planear una expedición muy bien organizada a Nueva Inglaterra, que estaría respaldada por una subvención real.

A Carlos I, quien ahora gobernaba Inglaterra, no le disgustaba librarse de la mayor cantidad posible de puritanos, de modo que otorgó el permiso para crear la Compañía de la bahía de Massachussets
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. Carlos olvidó especificar que la compañía efectuase sus reuniones anuales en Londres, donde podía ser controlada fácilmente. Por ello, los colonos se llevaron consigo a Nueva Inglaterra a la compañía y al gobierno. Fue otro paso, aunque producto de la inadvertencia, hacia el autogobierno de las colonias.

En 1630 diecisiete barcos, que transportaban casi a mil hombres, zarparon para Nueva Inglaterra, con Winthrop a bordo como gobernador de la futura colonia. Desembarcaron en la bahía de Massachussets, de modo que la colonia primero fue llamada por este nombre y luego sencillamente Massachussets.

Una ciudad, fundada ese año de 1630, sobre una lengua de tierra que avanzaba sobre la bahía, fue llamada Boston, por la ciudad inglesa de la que provenía un grupo de los colonos. El río en cuya desembocadura fue fundada Boston fue llamado el río Carlos en honor al rey.

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