La noche de Tlatelolco (3 page)

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Authors: Elena Poniatowska

Tags: #Historico, Testimonio

BOOK: La noche de Tlatelolco
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Los muchachos del Politécnico de extracción humilde y campesina siempre fueron muy bravos: entre ellos los granaderos hicieron muchas victimas y en la cárcel la mayoría de los jóvenes presos son del Poli…

Fueron muchas madres de familia a las manifestaciones: las mismas que después irían a la Cámara de Diputados para protestar por la muerte de sus hijos.

Los camiones del Poli eran como nuestra casa, nuestro refugio. Adentro nos sentíamos seguros. Además cada vez que la gente veía un camión del Poli, se hacía bolita a su alrededor.

Recibíamos a los granaderos con cohetones y bombas molotov. Ese era nuestro poderoso arsenal.

Señor Presidente, ¿Cómo puede ofrecer la amistad a los pueblos de la tierra, cuando no la tenemos aquí?.

Surgió el símbolo que pronto cubrió la ciudad, aun se coló en los actos públicos, la Televisión: la V de Venceremos, hecha con los dedos por los muchachos al marchar en las manifestaciones, pintadas después en autobuses, bardas…

Nos formaron a todos con las manos en alto para cachearnos.

A las 5.30 horas de la tarde, cerca de 5 mil personas se reunieron en la Plaza de las Tres Culturas de Tlatelolco para escuchar a los oradores del Consejo Nacional de Huelga… Había mujeres, niños, ancianos sentados en el suelo…

Junto a la vieja Iglesia de Santiago de Tlatelolco, se reunió confiada una multitud que media hora más tarde yacería desangrándose frente a las puertas del Convento que jamás se abrieron para albergar a niños, hombres y mujeres aterrados por la lluvia de balas…

Quemar camiones, secuestrarlos siempre ha sido uno de los puntales de las luchas estudiantiles… Es la única forma que tenemos de protestar contra el Gobierno; la única forma de que se de cuenta de que existimos, y de que tenemos nuestras exigencias…

Nos formaron a todos con las manos en alto y a los que estaban greñudos los apartaban. Aun muchacho lo hincaron y le trozaron los mechones con la bayoneta. Pensé que a mi hermano Ignacio lo iban a pelar porque es artista y anda greñudo.

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