Read Los jarrones del virrey / Al servicio del Coyote Online
Authors: José Mallorquí
Tags: #Aventuras
*****
—¿Crees que se casarán? —preguntó Lupe a su marido.
—Estoy seguro. Ese muchacho vale. Es el único que ha tenido en sus manos al
Coyote
. Y aún no estoy seguro de que yo hubiera salido vencedor.
—¿Y no sospechará de ti si le ofreces el puesto de administrador?
—No pienso hacerlo. Creo que será mejor enviarle un préstamo de veinticinco mil dólares. Con ellos podrá…
—No —interrumpió Lupe—. Si tu administrador de San Bernardino es un sinvergüenza, lo mejor que puedes hacer es despedirlo y darle la plaza a ese Luján.
Don César sonrió.
—Ya he despedido a mi infiel administrador —dijo.
—¿Tú? ¿Cuándo?
—Antes de volver a Los Ángeles. Fue a verle
El Coyote
, le descubrió unos cuantos de sus trapicheos y… el pobre hombre le entregó veinticinco mil dólares y se dio por satisfecho con escapar con vida y con orejas.
Guadalupe soltó una alegre carcajada.
—A veces te creo demasiado dadivoso y en otras ocasiones descubro que lo eres mucho menos de lo que pareces.
—
El Coyote
es dadivoso y don César ahorrador. Entre los dos nos completamos.
—¿Y la lucha entre los Matoso y los Rubiz?
—Ya ha sido olvidada. Las dos familias se aprecian y los yernos de Manuel Matoso son los que más se alegran de que ya no corran peligro sus cabezas. Aunque parezca mentira, el odio contra
El Coyote
fue lo primero que los unió.
—Y ahora deben de bendecirte.
—Tal vez —sonrió don César—. Pero si hubieras oído lo que opina Marta Rubiz de tu marido…
—Si alguna vez me dice algo de ti, yo le diré…
—¡Cuidado! —sonrió don César—. No olvides que por hablar demasiado de su marido, Crimilda fue la causa de que mataran a Sigfrido. Confórmate con ser ante el mundo la esposa de don César y, en la oscuridad, la mujer del
Coyote
; porque si eres imprudente sólo conseguirás ser la viuda del
Coyote
y eso no te gustaría, ¿verdad?
—Perdería mucho; pero en cambio me haría famosa, ¿no? —sonrió Lupe.
—¿Es que piensas denunciarme para ganar los treinta y cinco mil pesos que dan por mi cabeza?
—Tal vez. Tu cabeza no me interesa. Sólo tu corazón, y por él creo que no dan nada, ¿verdad? Y aunque dieran algo… yo soy su dueña y no lo cedería por nada.
—No está mal. Me parece que al fin acabaré enamorándome de ti. Debe de ser muy curioso notarse enamorado de la propia mujer.
—Casi tanto como enamorarse del marido. Y ahora ayúdame a devanar una madeja de lana. Tengo que hacer…
Don César se echó a reír.
—Viéndome nadie pensaría en
El Coyote
, ¿verdad?
—Ahora no eres más que don César de Echagüe, futuro papá de una hermosa niña.
—¿Y si fuese un niño?
—Será una niña. Para niño ya hay bastante con uno.
—¿Te refieres a mi hijo?
—No. Me refiero a ti. Sólo un niño es capaz de andar por el mundo haciendo
El Coyote
.
—Acabas de decir una verdad que tendré en cuenta —dijo don César—. Hasta ahora no se me había ocurrido eso. Lo tendré en cuenta, te lo aseguro.
JOSÉ MALLORQUÍ FIGUEROLA, Barcelona, 12 de febrero de 1913 – 7 de noviembre de 1972, escritor español de literatura popular y guionista, padre del también escritor César Mallorquí. El padre del futuro novelista abandonó a su madre, Eulalia Mallorquí Figuerola, poco antes de nacer. El niño fue criado por su abuela Ramona, después pasó a un internado de los Salesianos. Esta niñez le produjo su carácter tímido y soñador. Fue mal estudiante y a los 14 años abandonó el colegio y comenzó a buscarse la vida trabajando. Fue un gran lector de todo cuanto caía en sus manos. A los 18 años una herencia cuantiosa de su madre fallecida le proporcionó un periodo de bienestar y lujo y una vida diletante, practicando toda clase de deportes. En 1933, comienza a trabajar para la Editorial Molino. Aparte de dominar el francés, aprendió con un amigo inglés, lo que le permitió traducir y leer en ambas lenguas en idioma original. Mallorquí se anima a escribir aventuras como las que traduce y publica en «La Novela Deportiva», de Molino (que se publicó en Argentina a partir de 1937), larguísima colección íntegramente escrita por Mallorquí y que constó de 44 novelas, más otras doce en su segunda época, ya en España.
[1]
Para los detalles del matrimonio de don César y Guadalupe, léase
El Diablo en Los Ángeles
.
< <
[2]
Para conocer los motivos del rencor que Dorotea de Villavicencio tiene contra don César, léase
La mano del Coyote
.
<<
[3]
La historia y el secreto de estos jarrones constituye el nervio de la novela
Los jarrones del virrey
.
<<