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Authors: Christopher Moore

Tags: #Humor, #Fantástico

¡Chúpate Esa! (32 page)

BOOK: ¡Chúpate Esa!
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—De acuerdo, entonces. Siento haberos molestado.

—¿Cómo que de acuerdo? —dijo Cavuto—. ¿Ya está?

—No están aquí, Nick. Estos dos no saben nada.

—Pero eso no es suficiente.

—¿Ah, no? ¿Quieres pasar un rato hablando con Allison, a ver qué averiguas? —Rivera señaló con la cabeza a la payasa tristona.

Desde que habían subido las escaleras, Cavuto había procurado que entre la chica flacucha y él siempre hubiera alguien. Pero ahora la miró de frente y se estremeció.

—No, creo que eso es todo. —Dio media vuelta y bajó trabajosamente las escaleras.

—Deberías echar un vistazo al carné de tu novia —le dijo Rivera a Steve—. Puede que no seas lo bastante mayor para ella. —Luego se volvió y también se fue.

—Tranquilo, Fu —dijo Abby—. Se han ido. No volverán. Vamonos de compras.

—¿Estás segura, Abby? Me parece cruel. —Tocó la escultura de cuerpo entero de la pareja abrazada en un beso.

—Una vez oí decir a la condesa que era como estar en un sueño. Es como si flotaran, soñolientos y llenos de paz. Pero lo principal es que están juntos.

—¿Seguro?

—El suyo es el amor más grande de todos los tiempos. Sería un error separarlos, Fu.

—Bueno, yo creo que podríamos reconvertirlos. Ahora que sabemos que el proceso funciona.

—Algún día.

—Ahora.

—La condesa no quiere. —Esto está mal.

—¿Cómo va a estar mal? Es idea mía, y yo soy su devota esbirra y todo eso. Controlo la oscuridad. —De pronto echó a correr y saltó a sus brazos.

—Supongo que sí —dijo él—. Vale, vamos a comprar cosas para nuestro superapartamento.

William volvió al loft justo después de que anocheciera; se sentía muy descansado y bien comido después de su estancia en el hospital, pero tenía ganas de echar un traguito o dos de licor del bueno, y estaba preocupadísimo por Chet. Entró en el portal con su llave, pero cuando llamó al timbre nadie contestó, así que se sentó a esperar a que la pelirroja y el chaval le llevaran su botella.

No llevaba allí ni diez minutos cuando oyó un maullido en la puerta. Le dio un vuelco el corazón y al abrir el portal vio a Chet ronroneando fuera, con su suéter rojo todavía intacto.

—Pasa, chico. Te he echado de menos, colega.

William cogió en brazos a su gatito y lo llevó a la escalera. En cuanto la puerta se cerró, Chet, el enorme y pelado gato vampiro, se abalanzó sobre él.

El Emperador y sus perros
Nota del autor

¡CHÚPATE ESA! es el tercero de mis libros en el que aparecen el Emperador y sus perros, y a lo largo de estos años he recibido cientos de cartas preguntando por ellos. «¿Son reales o te los inventaste?», es la pregunta que me hacen más a menudo, y la respuesta es sencilla: «Sí, son reales y me los inventé».

El Emperador está basado en un personaje histórico llamado Joshua Norton, un empresario inglés que en la década de 1840 fue a California en busca de fortuna y acabó perdiéndolo todo, supuestamente en un pleito por un contrato de futuros arroceros. (Norton, viendo la enorme población del barrio chino de San Francisco, intentaba copar el mercado del arroz). Puede que ya estuviera loco previamente o que el negocio lo sacara de quicio, pero el caso es que acabó viviendo en las calles de San Francisco y que poco tiempo después publicó una proclama declarándose emperador de Estados Unidos y protector de México. Que un indigente se permita el lujo de tener ilusiones de grandeza no es tan raro; que toda una ciudad se haga cómplice de sus disparates sí lo es.

Los sastres de San Francisco procuraban a Norton sombreros de copa y magníficas levitas con charreteras y flecos dorados. Los restaurantes le dejaban comer gratis y los impresores no solo imprimían y publicaban sus proclamas, sino que llegaron a crear papel moneda con su efigie con el que el Emperador podía comprar en los comercios locales. Los periódicos informaban sobre Norton como si fuera un político auténtico, a pesar de sus proclamas, en las que pedía cosas tan estrafalarias como que se construyera un puente a través del estrecho de Golden Gate, que se levantara otro hasta Oakland cruzando la bahía y que se formara una Liga de Naciones para resolver disputas sin recurrir a la guerra.

Los vecinos de la ciudad trataban a Norton con gran respeto y él a ellos, como si fueran en verdad sus subditos y él un gobernante benévolo. Se cuenta que el emperador Norton incluso evitó un motín en el barrio chino cuando, tras una mala cosecha en el Valle Central de California, los desempleados culparon a los chinos de su suerte y asaltaron el vecindario dispuestos a quemarlo hasta los cimientos. Supuestamente, Norton los detuvo interponiéndose entre ellos y los chinos y recitando el padrenuestro.

Cuando el emperador Norton falleció en 1880, más de treinta mil personas marcharon en su cortejo fúnebre. Su legado, sin embargo, sobrevive en la obra de Mark Twain (que basó en él el personaje del Rey, de Huckleberry Finn) así como en las de Robert Louis Stevenson y Neil Gaiman, y en diversas películas del oeste y programas de televisión.

Holgazán y Lazarus, son los nombres reales de dos perros callejeros que vivieron en San Francisco en tiempos del emperador Norton. Aunque se rumorea que eran los perros del Emperador, eso no es cierto. Fueron igualmente adoptados por la ciudad de San Francisco, que los cuidaba y alimentaba, pero siguieron viviendo en la calle. En 1865, cuando murió Holgazán, Mark Twain escribió la necrológica que apareció en el Californian. Hay una placa conmemorativa dedicada a ellos en el parquecito al pie de la Transamerica Pyramid.

1
. N. de la T.: «Deja que suceda». Nombre de una famosa canción de The Beatles.

2
. N. de la T.: Personajes de El señor de los anillos de J. R. R. Tolkien y de la saga Harry Potter, de J. K. Rowling, que se caracterizan por su fealdad y su falta de vello en el cuerpo.

3
. N. de la T.: Por el escritor estadounidense Francis Scott Fitzgerald (1898-1940) y su esposa, Zelda (1900-1948).

4
. N. de la T.: Juego de palabras intraducibie: Lotta Vulva suena aproximadamente como lot of vulva, «mucha vulva».

5
. N. de la T.: En inglés, Flood significa «riada», «diluvio».

6
. N de la T.:  Adjetivo japonés que designa todo lo que es «bonito», «mono» o «encantador».

7
. N. de la T.: La canción es Unloveable, de The Smiths.

8
. N. de la T.: Términos japoneses. Sensei significa «maestro», un dojo es un centro de entrenamiento de artes marciales y el jujitsu es un arte marcial.

9
. N. de la T.: Miércoles era la hija de La Familia Adams, una serie de TV de los años sesenta. Buffy es la protagonista de la serie Buffy Cazavampiros.

10
. N. de la T.: Monk significa «monje» en inglés.

11
. N. de la T.: Es el término que utilizan los japonese para referirse a los extranjeros.

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