Guía de la Biblia. Nuevo Testamento (35 page)

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Authors: Isaac Asimov

Tags: #Histórico

BOOK: Guía de la Biblia. Nuevo Testamento
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Las fiestas instauradas al principio de la historia de la Iglesia se fijaron según el calendario lunar empleado por griegos y judíos. En consecuencia, tales fiestas cambian de día (por nuestro calendario) de un año a otro. La principal de estas fiestas es el domingo de Pascua. Es el mejor ejemplo de «fiesta móvil» y cada año debemos mirar al calendario para saber en qué fecha cae. Las demás fiestas móviles están vinculadas a la Pascua y cambian con ella.

Cuando el cristianismo se extendió por todo el imperio romano, convirtiéndose incluso en la doctrina oficial del territorio a principios del siglo IV, empezó a utilizarse cada vez más el calendario romano. Resultó bastante complejo ajustar la fecha de la Pascua a ese calendario. Se produjeron graves diferencias entre distintos sectores de la Iglesia en cuanto al método preciso para hacerlo, y sobre ese tema surgieron cismas y herejías.

Las fiestas que se instituyeron relativamente tarde, cuando el cristianismo se convirtió en la religión oficial del imperio, se fijaron desde el principio de acuerdo con el calendario romano. Las fechas de tales fiestas oscilan hacia atrás y hacia adelante en el calendario lunar, pero son fijas en los calendarios solares como el nuestro. El mero hecho de que la Navidad se celebre todos los años el 25 de diciembre y de que la fecha jamás varíe en nuestro calendario, basta para mostrar que no se estableció como fiesta religiosa hasta después del 500 dC.

Simeón

Lucas sigue contando los incidentes de la infancia y adolescencia de Jesús, igual que hace Mateo. Sin embargo, ninguno de los episodios narrados en Lucas se encuentran en Mateo, y ninguno de los que cuenta Mateo se halla en Lucas. Así, este último no dice nada en absoluto respecto a la huida de Egipto o a la matanza de los inocentes. Tampoco dice nada de la estrella de Belén y de los tres magos de Oriente. De manera semejante, Mateo no menciona para nada el censo, el pesebre o los pastores.

Según Lucas, cuando Jesús fue presentado en el Templo como hijo primogénito, le vio un anciano llamado Simeón. Éste, que tenía el convencimiento de que no moriría hasta ver al Mesías, lo reconoció en el niño y dijo:

Lucas 2.29.
Ahora, señor, puedes ya dejar ir a tu siervo en paz, según tu palabra,

Lucas 2.30.
porque han visto mis ojos tu salud...

En latín, el discurso de Simeón empieza así: «Nunc dimittis servum tuum, Domine», por lo que todo el pasaje se conoce como «Nunc dimittis».

Simeón era un ejemplo de los que esperaban al Mesías y se limitaban a hacerlo paciente y pacíficamente, en oposición a los zelotes, que buscaban activamente un mesías y que estaban dispuestos a luchar al menor indicio de que se presentara alguno.

Había otra persona de edad que frecuentaba el Templo, una mujer; también reconoció al Niño Jesús como el Mesías;

Lucas 2.36.
Había una profetisa, Ana...,

Ana es la forma griega del hebreo Hannah (nombre de la madre de Samuel).

Los doctores

Lucas cuenta un episodio de la infancia de Jesús, y es la única historia de su niñez que se encuentra en todos los evangelios.

A la edad de doce años sus padres le llevan consigo en su viaje anual a Jerusalén en la época de la Pascua. Cuando se van de Jerusalén, José y María descubren que Jesús no está con ellos y deben volver a buscarlo.

Lucas 2.46.
Al cabo de tres días le hallaron en el templo sentado en medio de los doctores oyéndolos y preguntándoles.

Lucas 2.47.
Cuantos le oían quedaban estupefactos de su inteligencia y de sus respuestas.

Tal vez no sea casual que Jesús tuviese doce años por aquella época. En el judaísmo se considera que la edad de trece años es el momento de acceder a la madurez religiosa. Es la época en que un muchacho debe asumir la responsabilidad de la observancia religiosa. Los judíos actuales cumplen el rito del «bar mitzvah» («hijo de los mandamientos», que significa «el que es responsable de la obediencia a los mandamientos»), por el que cada joven pasa en su decimotercer aniversario. Previamente hay un largo periodo de instrucción y entrenamiento con el fin de prepararle para la tarea.

Tal como se celebra en la actualidad, la ceremonia del
bar mitzvah
parece tener origen medieval, pero no hay duda de que en la época del Nuevo Testamento era importante la educación religiosa antes del decimotercer cumpleaños. Cabe imaginar al joven Jesús fascinado por los «maestros» (término utilizado en lugar de doctores en la Revised Standard Versión) y escuchando atentamente las lecciones. En términos actuales, se preparaba para su
bar mitzvah.

Lucas tal vez incluyera este incidente como medio de refutar a los que se burlaban de los cristianos primitivos como seguidores de un galileo ignorante y analfabeto. Lucas trata de demostrar que, aun niño, la inteligencia de Jesús y su interés por la Ley pasmaba hasta a los doctores del Templo.

Tiberio César

Pero ahora da Lucas el gran salto. Ha acabado con las leyendas de la época anterior al bautismo y empieza con el periodo de tiempo que abarca Marcos.

Lucas 3.1.
El año quintodécimo del imperio de Tiberio César, siendo gobernador de Judea Poncio Pilato, tetrarca de Galilea Herodes, y Filipo, su hermano, tetrarca de Iturea y de la Traconítide, y Lisania, tetrarca de Abilene,

Lucas 3.2.
bajo el pontificado de Anás y Caifás, fue dirigida la palabra de Dios a Juan, hijo de Zacarías, en el desierto.

Tiberio Claudio Nerón era hijastro del emperador Augusto, pues era hijo de la mujer de Augusto de un matrimonio anterior. Nació en el 42 aC, y durante los primeros años del reinado de Augusto desempeñó bien el cargo de general en jefe de los ejércitos romanos contra las tribus del Danubio y contra las germanas al oriente del Rin.

Augusto no tenía hijos, y los dos nietos que le dio su única hija murieron jóvenes. Por consiguiente, se vio obligado, muy en contra de su voluntad, a nombrar heredero a Tiberio. En el 14 dC, cuando murió Augusto, Tiberio se convirtió en el segundo emperador romano; es decir, en Tiberio César.

Reinó durante veintitrés años, hasta el 37 dC. El año «quintodécimo» de su reinado sería el 28/29 dC.

Entre los demás gobernantes aludidos en estos versículos, Poncio Pilato, Herodes Antipas de Galilea y Filipo de Iturea se han mencionado en relación con el evangelio de Mateo. La Traconítide, región al norte de la Iturea propiamente dicha y al sur de Damasco, se cita aquí como parte del territorio de Filipo. Abilene es un distrito aún más al norte, situado al noreste de Damasco.

Se citan dos sumos sacerdotes: Anás y Caifás, cosa que no puede ser enteramente correcta. Caifás era el sumo sacerdote. Sin embargo, Anás había sido pontífice unos quince años antes y, como suegro de Caifás, quizá siguiera siendo ilustre e influyente en los círculos jerárquicos.

Lucas también especifica la edad de Jesús en esta época, y es el único evangelista que lo hace:

Lucas 3.23.
Jesús, al empezar, tenía unos treinta años...

Lucas dice «unos». Si era el 29 dC y Jesús tenía exactamente treinta años, entonces habría efectivamente nacido en el 1 aC; y si nació el 25 de diciembre del 1 aC, entonces el año nuevo que se iniciaría una semana después sería el 1 dC. Este es, aproximadamente, el razonamiento que sigue Dionisio Exiguo; pero es erróneo, porque Herodes el Grande había muerto unos cuatro años antes del 25 de diciembre del 1 aC.

Al parecer, el error de Dionisio consistió en ignorar el «unos» y suponer que los autores bíblicos eran más precisos respecto a sus fechas y cronologías de lo que eran en realidad. Jesús habría tenido al menos treinta y tres años en la época de su bautismo, y tal vez treinta y cinco.

El hijo de José

En este momento Lucas da una genealogía de Jesús que se remonta en el tiempo, igual que hace Mateo.

Lucas 3.23.
Jesús ... era, según se creía, hijo de José, hijo de Helí,

Lucas 3.24.
hijo de Matat...

La frase entre comas «según se creía», indicaría la aceptación por parte de Lucas del nacimiento virginal, a menos que la incluyera algún piadoso copista primitivo del evangelio.

La genealogía no sólo remonta a Abraham la ascendencia de Jesús, punto en el que arranca la genealogía de Mateo (v. capítulo 5), sino aún más allá, a los comienzos:

Lucas 3.38.
hijo de Enós, hijo de Set, hijo de Adán, hijo de Dios.

Al escribir desde un punto de vista judío, Mateo empieza como es natural por Abraham. Lucas, gentil, no quedaría satisfecho con sondear la genealogía de Jesús hasta un punto en que siguiera siendo judía. Remontándose a los comienzos, subrayaba la universalidad del mensaje de Jesús, pues mientras sólo los judíos descendían de Abraham, todos los hombres, judíos y gentiles por igual, eran hijos de Adán.

Lucas enumera setenta y cinco generaciones de Jesús hasta Adán, la más larga genealogía ininterrumpida de la Biblia. A Lucas no le preocupan los números tanto como a Mateo. No se esfuerza por dividir la genealogía en apartados significativos. Hasta Abraham cuenta cincuenta y cinco generaciones, en lugar de las cuarenta y dos de Mateo.

Lucas cuenta veinte generaciones desde Adán a Abraham, mientras que las listas de los capítulos quinto y undécimo del Génesis enumera diecinueve. La discrepancia se produce de la manera siguiente. Lucas dice:

Lucas 3.35. ...
hijo de Sala,

Lucas 3.36.
hijo de Cainán, hijo de Arfaxad...

mientras que en el Génesis encontramos:

Génesis 11.12.
Vivió Arfaxad treinta y cinco años, y engendró a Sale
(Sala).

Es decir, se ha introducido una generación más entre Sala y Arfaxad, de manera que en el Génesis el primero es hijo del segundo y nieto de éste en Lucas. Sin duda se trata de un error del copista, pues Cainán es bisnieto de Adán, cosa que también se indica en el lugar adecuado de la genealogía de Lucas.

Lucas 3.37. ...
hijo de Maleleel, hijo de Cainán,

Lucas 3.38.
hijo de Enós...

Así que Cainán se cuenta dos veces.

De Abraham a David, concuerdan las genealogías dadas en Mateo y en Lucas. Seguidamente, hay grandes diferencias. Mateo sigue la linea de David a través de Salomón, de Roboam y de los reyes de Judea. Lucas sigue la ascendencia de David a través de un hijo llamado Natam:

Lucas 3.31. ...
hijo de Natam, hijo de David,

Natam era algo mayor que Salomón, si la lista de hijos mencionada en el Segundo libro de Samuel está realmente dispuesta por orden de nacimiento;

2 Samuel 5.14.
He aquí los nombres de los que le nacieron
(a David)
en Jerusalén: Samúa, Sobah, Natán, Salomón,

Lucas nombra al hijo de Natán como Mattata, y a su hijo como Menna, a ninguno de los cuales se les menciona en otra parte de la Biblia. En realidad, después de Natán toda la genealogía es absolutamente oscura, nada más que una lista de nombres desconocidos. Mientras Mateo enumera prácticamente a todos los reyés de Judá entre los antepasados de Jesús, Lucas sólo incluye al propio David.

A partir de David, sólo existe un lugar donde es posible la coincidencia. Mateo enumera las generaciones decimoquinta y decimosexta después de David como las de Salatiel y Zorobabel:

Mateo 1.12.
Después de la cautividad de Babilonia, Jeconías engendró a Salatiel, Salatiel a Zorobabel.

Lucas menciona efectivamente esos dos nombres, tal vez debido al papel destacado que Zorobabel desempeñó en relación con la vuelta del exilio:

Lucas 3.27. ...
hijo de Zorobabel, hijo de Salatiel, hijo de Neri,

Pero Mateo sigue el libro de Esdras al anunciar que Salatiel es hijo de Joaquín, mientras que Lucas le hace descendiente de Neri, que no se menciona en ninguna otra parte de la Biblia. Además, Lucas coloca a Zorobabel en la vigésimo segunda generación después de David, y no en la decimosexta como Mateo.

Las dos genealogías sólo concuerdan en José, el marido de María. Divergen incluso en el nombre del padre de José:

Mateo 1.16. Y
Jacob engendró a José, el esposo de María.

Lucas 3.23.
Jesús..., hijo de José, hijo de Helí,

Se ha intentado corregir la desmesurada discordancia entre estas genealogías suponiendo que Mateo sigue la línea ascendente de Jesús a David a través de José, mientras que Lucas lo hace a través de María. Por ejemplo, se sugiere que José no era «hijo de Helí», tal como se declara en Lucas 3.23, sino su yerno, de modo que Helí era el padre de María y el resto de la genealogía era de ésta.

Eso no entraña contradicciones flagrantes, pues el nombre del padre de María no aparece directamente en ninguna parte de la Biblia.

Sin embargo, ¿hay razones para considerar que María fuese descendiente de David? Que era de ascendencia davídica es una tradición surgida a principios de la historia del cristianismo. Por ejemplo, cuando Gabriel es enviado para la anunciación:

Lucas 1.26. ...
fue enviado el ángel Gabriel...

Lucas 1.27.
a una virgen desposada con un varón de nombre José, de la casa de David; el nombre de la virgen era María.

Podría argumentarse que la frase «de la casa de David» se refiere a María y no a José, o a los dos.

Pero el argumento es débil. Al fin y al cabo se describe a María como prima de Isabel, quien a su vez es descrita como levita.

Considerando objetivamente las dos genealogías, es difícil no pensar en la de Mateo como la más probable. Incluye más nombres que se encuentran en el Antiguo Testamento y lleva la lista a través de los reyes de Judea, algo que podría pensarse como más apropiado para un Mesías de ascendencia davídica.

Casi podría pensarse que Lucas —un gentil no versado en documentos genealógicos judíos— habría inventado nombres para llenar el vacío entre David y Natán.

Judas, el hermano de Santiago

Lucas sigue ahora con relatos que también incluyen Mateo y Marcos. Jesús es tentado por Satanás y resiste triunfalmente. Predica en su ciudad natal de Nazaret, pero es rechazado por aquellos que le conocieron bien en su adolescencia y no le toman en serio como profeta. Cura a los enfermos y empieza a elegir discípulos.

Lucas concuerda con Marcos al llamar Leví al discípulo publicano (v. cap. 6). Sin embargo, en la lista que da Lucas de los doce apóstoles, no se menciona a Leví, pero sí a Mateo. Lo que apoya la idea de que Leví y Mateo son la misma persona conocida por dos nombres distintos.

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