Ante el panorama mundial de confusión, caos y desconocimiento, hemos comenzado a distribuir ciertos cuarzos con propiedades beneficiosas sobre el sistema nervioso y fundamentalmente sobre el ADN de los seres humanos. A través de nuestro Instituto de Estudios Genéticos, damos a todo aquel que lo solicite un cuarzo con la capacidad de afectar positivamente la genética individual.
La realidad del ser humano, tal y como la conocemos, está por cambiar deliberadamente. Un gran salto cuántico está a punto de suceder en todo el globo. Debemos prepararnos. La peor equivocación en estos momentos es tener miedo. El miedo debilita. Abramos la mente a un futuro distinto.
Nosotros tenemos un cuarzo programado para cada individuo que esté dispuesto a entrenarse y prepararse para lo que vendrá el próximo 21 de diciembre. El científico alemán estaba esperanzado. Kate, él mismo y muchas personas más ya sentían los efectos benéficos de los cuarzos. Experimentaban una claridad interior y una percepción más amplia que lo normal. El plató de televisión estaba completamente en silencio, rodeado de un aura de magnetismo. "Es un mesías", pensaban algunos. "Otro que se aprovecha del momento para ganar dinero", pensaban otros. No había un consenso generalizado a favor de aceptar los cuarzos, aunque 40 por ciento de las personas respondía positivamente. Krüger siguió su discurso. La Tierra está preparándose para recibir una energía superior. Esto nos afectará a todos. Hemos visto que el ADN es como un motor eléctrico, sensible al magnetismo. Y deben saber que el magnetismo que emitirá la Tierra en breve afectará a nuestro motor. Hay que vigilar la calidad de nuestra energía. Es momento de una elevación. Algunos por primera vez deberán enfrentarse al hecho de confiar en un poder superior. Y es necesario comprender que ese poder superior está dentro de cada persona. Es hora de activarlo.
Todo el trabajo consiste en una reprogramación vibracional. Debemos tener la intención de abrirnos al cambio, ya que el ADN responde a la "intención" de cada ser.
El cuarzo que tenemos preparado, de forma gratuita, hará simplemente de espejo para reflejar nuestra verdadera imagen interna, la esencia. De la misma forma en que a una computadora se le saca un programa viejo y se le cambia por uno nuevo, esto es lo que creemos que nos sucederá a nosotros si todo sale bien. La energía superior quiere nuestra evolución ya que la Tierra y todo el sistema solar evolucionarán. Creemos que el campo electromagnético del planeta está cambiando y su potencia se está elevando de frecuencia. Si la vibración aumenta, activará todas las hebras del ADN, y quien no esté preparado espiritualmente tendrá problemas graves a la hora de los impactos energéticos y psicológicos.
No es un juego, es cuestión de vida o muerte, de transformación. Es el momento de dejar atrás las falsas creencias, los miedos animales y también de olvidar las diferencias y limitaciones humanas. Es tiempo de aceptar nuestra naturaleza divina.
Creemos que en el gran porcentaje inactivo del ADN que no está funcionando están las respuestas a todas nuestras preguntas existenciales. Es tiempo de liberarnos de la ilusión de la dualidad, hay una unidad espiritual real esperando ser recibida en breve. Es una gran oportunidad, espero que comprendan la magnitud de este momento.
Un aluvión de periodistas lanzó un vendaval de preguntas a mansalva.
—¿Qué sucede si alguien no acepta el cuarzo?
—¿En qué se beneficia usted, doctor?
—¿Es esto una señal del Apocalipsis?
—¿Qué haremos con el meteorito que se dice que va a estrellarse contra la Tierra?
—¿Para quién trabaja usted?
—¿Cuáles son los síntomas que experimentaremos con ese cuarzo?
—¿Tiene esto que ver con las profecías del fin del mundo?
—Si hay otro terremoto, ¡me meteré el cuarzo por el culo! —se atrevió a decir un periodista inglés completamente borracho.
Se originó un caos. A pesar de que mucha gente comprendía el mensaje y estaba dispuesta a recibir la piedra y prepararse, el grueso de la población era presa de pánico e inmovilizada por ese sentimiento.
Los periodistas ingleses parecían sabuesos hambrientos. La tensión en el estudio comenzó a mermar cuando Kate distribuyó cuarzos entre la gente.
Al cabo de varios minutos la vibración hostil cambió levemente. Una corriente de calma surgió como de la nada. Sólo un par de personas que habían recibido el cuarzo y lo dejaron en sus asientos gritaron: "¡Es un fraude!". El resto no dijo nada. Quienes se habían quedado con el cuarzo en la mano comenzaban a sentir el efecto.
Krüger y Kate habían podido pactar con uno de los pocos periodistas que se animó a llevar el cuarzo y experimentar con él. Los genetistas sabían que debían aprovechar aquella entrevista. El periodista elegido comenzó con las preguntas.
—Estamos en directo con el doctor Stefan Krüger y con la doctora Kate Smith, del Instituto Genético de Londres, quienes nos responderán preguntas inquietantes sobre la situación de los cambios genéticos. ¿Cuáles son los cambios que están sucediendo en estos precisos momentos en el planeta, y cómo van a ser afectados nuestros cuerpos? Dice que todo el cambio planetario tiene una finalidad que es cambiar el ADN. ¿Cómo está cambiando nuestro ADN?
—Cada persona tiene 2 hélices de ADN. En la doble hélice hay 2 hebras activas y creemos que gracias a la alineación planetaria y el cambio en el Sol, estaremos activando más poder a nivel celular. Lo que estamos encontrando por nuestros estudios científicos es que hay otras hebras del ADN en formación. Es una mutación de nuestra especie hacia algo para lo cual el resultado final todavía es desconocido.
Krüger mostró un gráfico de las hebras y hélices del ADN para que la gente lo comprendiera mejor.
—Dice que los cambios no son conocidos públicamente hasta ahora, porque la comunidad científica ortodoxa siente que asustaría mucho a la población. ¿Sin embargo, doctor, dice que la gente está cambiando a nivel celular?
—Estamos trabajando con varios niños, quienes tienen 3 hebras de ADN. Nosotros sabemos que es una mutación positiva, a nivel físico, mental y emocional, aunque pudiera ser tomado como una catástrofe y provocar temor. Queremos llevar tranquilidad a la población.
—¿Y cuáles son algunas características diferentes de los niños supuestamente con el ADN más activo, doctora Smith?
Kate apoyó las carpetas que llevaba sobre la mesa y se acomodó.
—Estos niños pueden mover objetos a través de la habitación con sólo concentrarse en ellos, o pueden llenar vasos con agua con solo verlos; son telepáticos. Es lo que nos espera si logramos adentrarnos en la quinta dimensión. Es hacia donde se dirige el futuro del
Homo sapiens
.
—Doctora, la mayoría de mis colegas duda de estos estudios. ¿En verdad usted cree que esto nos sucederá a nosotros?
—Algunos adultos a quienes les he hecho pruebas han podido tener visiones del pasado y del futuro con el cuarzo sobre su glándula pineal. Algunos, incluso, están consiguiendo su tercera hélice. Estas personas están atravesando muchísimos cambios importantes en su conciencia y en sus cuerpos físicos. La Tierra y sus habitantes estamos levantando la vibración.
—¿Concretamente qué causa los cambios en los cuerpos y en nuestro ADN?
—Tenemos una oportunidad de cambiar la estructura de nuestro ADN, y nuestro cuerpo físico puede ser un cuerpo más ligero, sano, un cuerpo de luz. Esto ya se ha venido gestando desde hace años, el 2012 es el punto cero para completar este proceso.
—Y para finalizar, doctor, lo más difícil de aceptar. Usted habla de la quinta dimensión. ¿Qué es eso concretamente?
—Las dimensiones son los diferentes estados de la existencia, los niveles de conciencia. Cambiar de dimensión es agigantar nuestra forma de percibir la realidad. Cuando nos dicen que somos seres multidimensionales, muchos nos imaginamos que andamos viajando entre dimensiones que no entendemos bien.
—En otras palabras, por favor.
—Se lo explicaré fácilmente. La primera dimensión es la de los minerales y el agua. El reino vegetal es la segunda dimensión. En la tercera dimensión, donde vivimos ahora, hay una percepción lineal del tiempo y del espacio, y justamente desde estos tiempos especiales es desde donde comenzamos a percibir la interacción de la cuarta dimensión sobre nosotros, porque aquí el tiempo es mental, se expande y se contrae en un eterno presente.
—Continúe.
—El salto cuántico de la conciencia es saltar a otra dimensión más elevada. Sería el fin de una era, de la tercera dimensión. Es una búsqueda de la esencia de la vida. Y por aquí comenzamos a explorar las frecuencias de las nuevas dimensiones, que nos abren a la realidad de nuestro ser. En la cuarta dimensión otros niveles de la conciencia ocupan nuestra mente. Esta dimensión es la zona de pasaje hacia realidades elevadas, allí se encuentran las poderes arquetípicos o lo que Jung llamó "inconsciente colectivo"; es donde experimentamos la telepatía, la sincronicidad y la percepción extrasensorial.
—¿Cómo será ese proceso?
—Esta dimensión es la frecuencia de la sabiduría y el conocimiento total que Platón llamó "alma del mundo" y es pura energía. Es la dimensión donde recordamos quiénes somos. De allí que todo lo que sea separatismo y conflicto nos aleja de la quinta dimensión, en cambio lo que nos acerca es el sentimiento de que todos somos uno.
—Pero doctor, el mundo ahora es un caos. ¿Usted realmente ve la parte positiva de todo esto?
—Suponemos que está por llegar lo más intenso. Éste es sólo el comienzo. El cambio dimensional no sucederá de inmediato, sino por niveles de conciencia que se han ido gestionando desde hace años, pero el día 21 de diciembre el portal de las nuevas dimensiones se abrirá completamente.
La entrevista finalizó. Krüger y Kate estaban satisfechos. En menos de una hora, la fila de gente para recoger un cuarzo afuera de la BBC era multitudinaria.
La segunda parte del trabajo que habían planeado se estaba llevando a cabo.
Londres, 27 de julio,
Día de inauguración de los Juegos Olímpicos
En la capital británica, a pesar de la gravedad de las últimas noticias, Aquiles, Alexia y Adán estaban llenos de entusiasmo. Se preparaban para acudir a la inauguración de los Juegos Olímpicos. Confiaban en el poder de la Piedra Filosofal.
Una multitud se daba cita en el estadio para presenciar el gran evento. Aquiles estaba emocionado. Su discurso había sido aprobado después de muchas dificultades, aunque lo había vuelto más escueto por razones de tiempo. El Comité Olímpico necesitaba que la gente tuviera optimismo y esperanza ante el negro panorama noticioso mundial. Aquiles sabía que la masa de energía que se acumulara entre los miles de espectadores contribuiría a potenciar su descubrimiento.
Un grupo de más de dos centenares de personas del equipo de Krüger y de voluntarios estaría coordinando la distribución de los cuarzos entre los asistentes a la inauguración.
—Démonos prisa —le dijo Aquiles a su hija, que todavía estaba arreglándose en el cuarto de baño—. Iré a preparar el coche. No se demoren.
—Yo me encargo —respondió Adán con un guiño cómplice.
El arqueólogo salió de la casa de Alexia hacia la calle para encender el coche. A pesar de que el día estaba lluvioso, había mucha gente caminado por la acera, patrulleros de policía dando vueltas, ya que los organizadores habían recibido el falso anuncio de una bomba. La amenaza había sido descartada, pero la paranoia policial había ido en aumento.
—Ya casi estoy lista, sólo me quedan los aretes —dijo Alexia desde el baño.
Adán la observó de reojo. Estaba bella, radiante. La deseaba. Afuera, Aquiles buscó las llaves del coche en su bolsillo. Veía a Londres más revolucionada que nunca, la gente iba y venía con menos orden que de costumbre creando algunos atascos viales.
"Vámonos ya", pensó impaciente.
Un coche negro se estacionó justo detrás del suyo. Aquiles sintonizaba la radio en busca del reporte de tránsito. Un hombre salió del vehículo con paso decidido, dirigiéndose hacia él. Aquiles no lo vio venir. Sólo sintió algo frío sobre su nuca. El cañón del revólver calibre 38 que Viktor Sopenski apoyó sobre él le hizo tomar contacto con una realidad que no quería volver a vivir. En sólo una décima de segundo Aquiles se lamentó, otra vez, de no tomar las precauciones debidas.
—Es todo o nada, profesor. ¿Dónde está la Piedra? Me lo dice o le vuelo los sesos.
A Aquiles se le hizo un nudo en la garganta. El entusiasmo que hasta hacía sólo un momento sentía se transformó en impotencia. No volvió el cuerpo. Su adrenalina le jugó una mala pasada. Pensó que si golpeaba al Cuervo lo derribaría. Estiró su brazo con la mayor velocidad que pudo, pero Sopenski se arqueó hacia atrás, esquivándolo. Al ver que el arqueólogo no iba a colaborar, puso se dedo en el gatillo, listo para disparar.
—¡Hijo de puta! —gritó Aquiles con rabia.
—Todo lo que no se da, se pierde, profesor Vangelis —respondió El Cuervo.
—Prefiero llevarme el secreto a la tumba que entregártelo a ti y a tus jefes.
—Siempre tan heroico, profesor.
Los ojos de Aquiles vieron cómo el obeso policía apretaba el gatillo. La bala tardó una décima de segundo en entrar en su pecho. El cuerpo del arqueólogo cayó pesadamente hacia un lado. El Cuervo lo miró directo a los ojos antes de emprender la rápida carrera por la calle. Al mismo tiempo, Adán abría la puerta y contempló la escena pasmado. Su corazón comenzó a latir con fuerza. Corrió hacia Aquiles.