Read El símbolo perdido Online

Authors: Dan Brown

El símbolo perdido

BOOK: El símbolo perdido
3.54Mb size Format: txt, pdf, ePub
ads

 

¿Existe un secreto tan poderoso que, de salir a la luz, sea capaz de cambiar el mundo?

Washington. El experto en simbología Robert Langdon es convocado inesperadamente por Peter Solomon, masón, filántropo y su antiguo mentor, para dar una conferencia en el Capitolio. Pero el secuestro de Peter y el hallazgo de una mano tatuada con cinco enigmáticos símbolos cambian drásticamente el curso de los acontecimientos. Atrapado entre las exigencias de una mente perturbada y la investigación oficial, Langdon se ve inmerso en un mundo clandestino de secretos masónicos, historia oculta y escenarios nunca antes vistos, que parecen arrastrarlo hacia una sencilla pero inconcebible verdad.

Con la ayuda de Katherine Solomon, hermana de Peter y experta en ciencias noéticas, Robert Langdon tiene doce horas para salvar a su amigo y, al mismo tiempo, evitar que uno de los secretos mejor guardados de nuestra historia caiga en las manos equivocadas...

El código Da Vinci
fue un fenómeno mundial que convirtió a Dan Brown en el maestro absoluto del
thriller
. En esta nueva obra, Robert Langdon regresa para retar a los lectores con una historia inteligente y de ritmo vertiginoso que ofrece sorpresas en cada página.
El símbolo perdido
es lo que los fans de Dan Brown estaban esperando: su novela más emocionante.

«Es imposible dejar de leer
El símbolo perdido
.» THE NEW YORK TIMES

Dan Brown

El símbolo perdido

ePUB v2.5

Elvys
14.08.12

Traducción de Claudia Conde, M.
a
José Díez y Aleix Montoto

Ésta es una obra de ficción. Los nombres, personajes, empresas, organizaciones, lugares, acontecimientos y hechos que aparecen en la misma son producto de la imaginación del autor o bien se usan en el marco de la ficción. Cualquier parecido con personas (vivas o muertas) o hechos reales es pura coincidencia.

Título original:
The Lost Symbol
.Dan Brown, 2009

Traducción, Claudia Conde, M.
a
José Díez y Aleix Montoto, 2009

Primera edición: octubre de 2009

Depósito Legal: M. 41.664-2009

ISBN 978-84-08-08925-4

ISBN 978-0-385-50422-5, editor Doubleday, una división de Random House, Inc.,

Para Blythe

Vivir en el mundo sin percatarse del significado del mismo es como deambular por una gran biblioteca sin tocar sus libros.

The Secret Teachings of All Ages

(Las enseñanzas secretas de todas las épocas)

Los hechos

En 1991, el director de la CIA ocultó un documento en su caja fuerte. Hoy en día el documento todavía permanece allí dentro. En su críptico texto hay referencias a un antiguo portal y a una desconocida ubicación subterránea. El documento también contiene la frase «Está enterrado ahí fuera, en algún lugar».

Todas las organizaciones que se mencionan en esta novela existen, incluidos los francmasones, el Colegio Invisible, la Oficina de Seguridad, el SMSC y el Instituto de Ciencias Noéticas.

Todos los rituales, la ciencia, el material gráfico y los monumentos que aparecen son también reales.

Prólogo

Casa del Templo

20.33 horas

«El secreto es cómo morir.»

Desde el principio de los tiempos, el secreto había sido siempre cómo morir.

El iniciado de treinta y cuatro años bajó la mirada hacia el cráneo humano que sostenía en las palmas de sus manos. Era un cráneo hueco, como un cuenco, lleno de un vino rojo sangre.

«Bébetelo —se dijo—. No tienes nada que temer.»

Tal y como era tradición, había comenzado ese viaje ataviado con la vestimenta ritual de los herejes medievales que conducían al cadalso: la camisa abierta para dejar el pálido pecho al desnudo, la pernera izquierda del pantalón enrollada hasta la rodilla y la manga derecha remangada hasta el codo. Además, una gruesa soga alrededor del cuello: el «cable de remolque», lo llamaban los hermanos. Esa noche, sin embargo, al igual que los demás hermanos presentes, iba vestido de maestro.

Los hermanos que lo rodeaban iban todos ataviados con el atuendo completo: delantal de piel de cordero, banda y guantes blancos. Alrededor de sus cuellos colgaban joyas ceremoniales que brillaban cual ojos fantasmales en la tenue luz. La mayoría de esos hombres ocupaban posiciones de gran poder en la vida real, y sin embargo el iniciado sabía que sus rangos mundanos nada significaban dentro de esas paredes. Allí todos los hombres eran iguales, hermanos jurados que compartían un lazo místico.

Mientras contemplaba la intimidante asamblea, el iniciado se preguntó quién en el mundo exterior se podría imaginar a ese grupo de hombres congregado en un mismo lugar... O que lo hicieran en
ese
lugar. La sala se asemejaba a un santuario sagrado de la antigüedad.

La verdad, sin embargo, era mucho más extraña.

«Estoy tan sólo a unas manzanas de la Casa Blanca.»

Ese colosal edificio, situado en el número 1733 de Sixteenth Street de Washington, era una réplica de un templo precristiano: el templo del rey Mausolo; el mausoleo original..., un lugar en el que descansar al morir. En la entrada principal, dos esfinges de diecisiete toneladas vigilaban las puertas de bronce. El interior era un ornamentado laberinto de cámaras rituales, pasillos, criptas selladas, bibliotecas e incluso un muro hueco en el que se ocultaban los restos de dos seres humanos. Al iniciado le habían contado que todas y cada una de las salas de ese edificio escondían un secreto, aunque él sabía que ninguna sala contenía secretos más profundos que la gigantesca cámara en la que ahora estaba arrodillado con un cráneo humano en las palmas de las manos.

«La Sala del Templo.»

Esa sala era un cuadrado perfecto. Y cavernoso. El techo se encontraba a unos espectaculares treinta metros de altura y lo sostenían una serie de monolíticas columnas de granito verde. Rodeaba la sala una gradería de asientos de oscuro nogal ruso con piel de cerdo curtida a mano. Un sitial de diez metros de altura dominaba el muro occidental y, en el otro extremo, oculto a la vista, había un órgano de tubos. Los muros eran como un caleidoscopio de símbolos antiguos: egipcios, hebraicos, astronómicos, químicos, y otros todavía desconocidos.

Esa noche, la Sala del Templo estaba iluminada por una serie de cirios cuidadosamente dispuestos. Su tenue resplandor estaba únicamente acompañado por los pálidos rayos de luz de luna que se filtraban por el amplio óculo del techo y que iluminaban la pieza más extraordinaria de la sala: un enorme altar hecho de un sólido bloque de mármol belga, pulido y de color negro, que estaba situado en el centro mismo de la cámara de planta cuadrada.

«El secreto es cómo morir», se recordó el iniciado.

—Ha llegado el momento —susurró una voz.

El iniciado dejó que su mirada se posara sobre la distinguida figura ataviada con una túnica blanca que tenía ante sí. «El venerable maestro.» Ese hombre, de casi sesenta años, era todo un icono norteamericano, muy querido, robusto e incalculablemente rico. Su cabello, antaño oscuro, ya estaba encaneciendo, y su famoso rostro reflejaba una vida de poder y un vigoroso intelecto.

—Haz el juramento —dijo el venerable maestro con una voz suave como la nieve al caer— Completa tu viaje.

El viaje del iniciado, como el de todos los demás, había comenzado en el primer grado. Aquella noche, en un ritual parecido a ése, el venerable maestro le había tapado los ojos con una venda de terciopelo y, tras colocarle una daga ceremonial sobre el pecho desnudo, le había preguntado:

—¿Juras solemnemente por tu honor, sin estar influenciado por motivo mercenario o indigno alguno, que libre y voluntariamente te presentas candidato a los misterios y privilegios de la hermandad?

—Lo juro —había mentido el iniciado.

—Que te remuerda, pues, la conciencia —le advirtió el maestro—, y te sobrevenga una muerte inmediata si traicionas alguna vez los secretos que te serán revelados.

En aquel momento, el iniciado no sintió miedo alguno. «Nunca descubrirán cuál es mi auténtico propósito aquí.»

Esa noche, sin embargo, le había parecido notar una aprensiva solemnidad en la Sala del Templo, y su mente comenzó a repasar todas las advertencias que había recibido durante ese viaje, todas las amenazas de las terribles consecuencias que sufriría si se le ocurriera compartir alguna vez los antiguos secretos que estaba a punto de conocer: «Me rajarán el cuello de oreja a oreja..., me arrancarán de cuajo la lengua..., extraerán e incinerarán mis entrañas..., las esparcirán a los cuatro vientos..., me extirparán el corazón y lo arrojarán al suelo para que sirva de alimento a las bestias famélicas... »

—Hermano —dijo el maestro de ojos grises mientras colocaba su mano derecha sobre el hombro del iniciado—. Haz el juramento final.

Armándose de valor para dar el último paso de su viaje, el iniciado movió su musculosa constitución y volvió su atención al cráneo que sostenía entre las palmas de las manos. El vino carmesí se veía casi negro a la tenue luz de los cirios. En la cámara se hizo un silencio mortal, y pudo sentir la mirada de todos los testigos que permanecían a la espera de que tomara su último juramento y se uniera a sus filas de élite.

«Esta noche —pensó—, dentro de estas paredes está teniendo lugar algo que nunca antes había ocurrido en la historia de esta hermandad. Ni una sola vez, en siglos.»

Él sabía que sería el detonante... y que le otorgaría un poder inconmensurable. Revigorizado, suspiró y dijo en voz alta las mismas palabras que incontables hombres habían pronunciado antes que él en países de todo el mundo.

—«Que este vino que ahora bebo se torne veneno mortífero en mis labios si alguna vez, consciente e intencionadamente, quebranto mi juramento.»

Sus palabras resonaron en la oquedad del espacio.

Luego todo quedó en silencio.

Con manos firmes, el iniciado se llevó el cráneo a la boca y sintió el seco hueso en los labios. Cerró los ojos e, inclinándola, bebió el vino a tragos largos y profundos. Cuando se hubo terminado hasta la última gota, la volvió a bajar.

Por un instante creyó sentir que se le agarrotaban los pulmones y se le aceleraba el pulso. «¡Dios mío, me han descubierto!» Luego, tan rápidamente como le había sobrevenido, esa sensación desapareció.

BOOK: El símbolo perdido
3.54Mb size Format: txt, pdf, ePub
ads

Other books

Colorful Death by S. Y. Robins
Of Love and Shadows by Isabel Allende
Galactic Energies by Luca Rossi
The Wild by Zindell, David
PHENOMENAL GIRL 5 by A. J. MENDEN
A Christmas Sonata by Gary Paulsen
Little People by Tom Holt