James Potter y la Encrucijada de los Mayores (36 page)

BOOK: James Potter y la Encrucijada de los Mayores
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Gracias a los estandartes y pósters cuidadosamente colocados y que anunciaban el debate, la población estudiantil había quedado claramente dividida entre los dos puntos de vista, que al parecer, no eran compatibles a ningún nivel. El resultado era una tensión tétrica que llenaba los silencios donde de otra forma las bromas y alardes competitivos podrían haber estado. James no había estado considerando seriamente el asistir al debate. Ahora, sin embargo, comprendió que el resultado del evento probablemente afectaría a toda la cultura de Hogwarts. Por esa razón, sentía la obligación de ir, al igual que debido a una creciente curiosidad. Además, si Zane iba a estar discutiendo delante de gran parte de la población de la escuela, en parte defendiendo a Harry Potter, James sabía que sería importante que él estuviera allí para mostrar su apoyo.

Después de la cena, se unió a Ted y el resto de los Gremlins de camino al evento, junto con muchos de los demás estudiantes.

El debate se celebraba en el Anfiteatro, donde se representaban ocasionalmente obras y conciertos. James nunca había estado en el Anfiteatro antes. El área de asientos al aire libre, esculpidos en la ladera que estaba detrás de la Torre Este, descendía en escalones hasta un largo escenario. Cuando James se abría paso trabajosamente a través del arco abarrotado que se abría sobre la última fila de distribución de asientos, vio que el escenario de abajo estaba casi vacío. Una silla de respaldo alto y aspecto oficial estaba colocada en la parte posterior central del escenario, flanqueada por dos pódiums y dos largas mesas, con filas de sillas detrás. El profesor Flitwick estaba en el escenario, guiando un globo fosforescente que flotaba en medio del aire con su varita, colocándolo junto con otros más que iluminaban el espacio en localizaciones estratégicas.

El pozo de la orquesta había sido cubierto con una gran plataforma, y después arreglado con una mesa de biblioteca y seis sillas. Zane había explicado que los jueces se sentarían ahí. El ruido de la multitud de estudiantes era un balbuceo apagado, casi perdido entre los ruidos normales de la tarde que emanaban de las colinas oscuras y el bosque cercano. Ted, Sabrina y Damien lideraron el camino hacia una fila a medio camino de la sección media, uniéndose a un grupo de otros Gryffindors. Noah ya estaba allí. Ondeó la mano hacia James cuando tomaron asiento. "Saludo Gremlin", dijo Noah, efectuando, con cara seria, una serie de complicados gestos manuales que incluían el tradicional saludo con la mano en la frente, un puño alzado, un meneo de ambos codos que se parecía un poco a la danza de una gallina, y terminaba con ambas manos enmarcando la cara, con los dedos y pulgares extendidos, simulando con gestos unas orejas de gremlin.

Ted asintió, respondiendo con solo el gesto de las orejas gremlin, que era aparentemente la señal de respuesta.

—¿Nuestros amigos tenían algo para nosotros?

Noah asintió.

—Efectuamos una pequeña prueba esta tarde bajo condiciones controladas. Parece incluso mejor de lo que esperábamos. Y —añadió sonriendo—, nos proporcionaron sus servicios gratis además. George envió una nota con un paquete pidiendo solo que le contemos exactamente como resulta la cosa.

Ted sonrió más bien sin humor.

—Le íbamos a dar un informe completo de todas formas.

James codeó a Ted.

—¿Qué pasa?

—James, muchacho —dijo Ted, examinando a la multitud—, ¿sabes lo que significa el término "negación plausible"?

James sacudió la cabeza.

—No.

—Pregunta a tu colega, Zane. Lo inventaron los americanos. Digamos que algunas veces es mejor no saber nada hasta después del hecho.

James se encogió de hombros, figurándose que estaba sentado lo suficientemente cerca de la acción como para averiguar, probablemente antes que nadie, lo que estaban tramando los Gremlins. Alguien en las cercanías tenía una pequeña radio sintonizada con
Red Inalámbrica Mágica.
La diminuta voz del locutor balbuceaba, formando parte del ruido, hasta que James oyó la frase "atestado Anfiteatro". Su miraba recorrió los grupos apelotonados cerca del escenario, y encontró lo que estaba buscando. Un hombre alto que llevaba un bombín púrpura estaba hablando a la punta de su varita. La cadencia de su discurso extraía pequeña nubes de humo del extremo de su varita, las nubes tomaban la forma de palabras mientras flotaban a través del aire. Sobre una pequeña mesa cerca del hombre había una máquina que se parecía en cierto modo a una grabadora antigua con un enorme embudo. Las palabras etéreas eran succionadas por el embudo tan pronto como abandonaban la varita del hombre. James nunca había visto una emisión mágica en acción. Leyó las palabras que el mago estaba pronunciando un segundo antes de que fueran emitidas por la radio.

—Curiosos y contenciosos parecen haberse congregado por igual en manadas para el acontecimiento de esta noche —dijo el locutor—, ilustrando el debate de actualidad estos días en todo el mundo mágico, tanto las políticas del Ministerio como las prácticas de los aurores se cuestionan en referencia a la reciente historia mágica. Esta noche, por medio de esta emisión especial de
Noticias Mágicas de Actualidad
, veremos lo que uno de los más afamados centros de aprendizaje mágico de este país piensa al respecto. Su anfitrión, Myron Madrigal, hablando con el patrocinio de nuestro sponsor de esta noche,
Pulido de Varitas y Encantamientos Realzadores Wymnot
: los mejores hechizos provienen de una varita Wymnot. Estaremos de vuelta para los comentarios de apertura después de este importante mensaje.

El locutor giró un dedo hacia su ayudante, que taponó el embudo con un gran émbolo, después añadió una grabación al aparato. Un anuncio de Pulido de Varitas Wymnot empezó a sonar por la radio cercana. A James le preocupó el hecho de que el debate fuera a ser emitido para todo el mundo mágico, pero después decidió que mejor eso a que fuera recortado y manipulado por alguien como Rita Skeeter. Al menos así, todos los argumentos se oirían en su totalidad. Solo podía esperar que Zane, Petra y su equipo discutiera bien contra Tabitha Corsica y su bien tramada agenda de dudas y medias verdades.

Justo cuando el anuncio estaba a punto de terminar, Benjamin Franklyn se aproximó al pódium izquierdo que había sobre el escenario. Desde la radio, la voz del locutor habló con un tono apagado.

—En un atrevido giro de los acontecimientos se le ha pedido al portavoz de la escuela americana de hechicería Alma Aleron, Benjamin Amadeus Franklyn, que oficie el debate de esta noche. Se está aproximando al pódium.

—Buenas tardes, amigos, estudiantes, invitados —dijo Franklyn, desechando su varita y alzando su clara voz de tenor—. Bienvenidos a este, el Debate Estudiantil Inaugural de Hogwarts. Mi nombre es Benjamin Franklyn, y me siento honrado de haber sido elegido para presentar a los equipos de esta noche. Sin más dilación, ¿podrían los equipos A y B tomar sus lugares sobre el escenario?

Un grupo de diez personas se puso de pie en la primera fila. El grupo se dividió, la mitad ascendió al escenario por el lado derecho y la otra mitad por el izquierdo. Se colocaron en las sillas tras las dos mesas mientras Franklyn les presentaba.

El equipo A lo formaban Zane, Petra, Gennifer Tellus, un Hufflepuff llamado Andrew Haubert, y un estudiante de Alma Aleron llamado Gerald Jones. El equipo B estaba formado, qué sorpresa, principalmente por Slytherins de séptimo curso, que incluían a Tabitha Corsica, su colega Tom Squallus, y a otros dos, Heather Flack y Nolan Beetlebrick. La quinta persona a la mesa, y el único menor de quince años, era Ralph. Estaba sentado en su silla tan rígido como una estatua, mirando fijamente a Franklyn como hipnotizado.

—El debate de esta noche —continuó Franklyn, ajustándose sus gafas cuadradas—, como puede asumirse por la gran asistencia y la cobertura de la prensa, trata temas a la vez graves y de largo alcance. Se ha dicho que la disensión es el combustible para que una población honrada mantenga un gobierno justo. Esos son los axiomas que nos definen, esta noche, los veremos en acción. Asumamos una actitud de respeto y razonamiento, a pesar de nuestras opiniones, a fin de que lo que ocurra aquí esta noche sea en beneficio de la escuela y de todos los que han pasado por sus muros. No importa el resultado —Franklyn se giró en este punto, recorriendo a los dos equipos de debate a ambos lados—, salgamos de aquí como hemos entrado: amigos, compañeros de clase y colegas brujas y magos.

Hubo una ronda de aplausos que, en opinión de James, sonó bastante más maquinal que apreciativo. Franklyn sacó un papel de su túnica y lo examinó.

—Como se determinó antes por medio de sorteo —gritó con voz oficial—. El equipo B comienza con sus declaraciones de apertura. La señorita Tabitha Corsica, creo, será su representante. Señorita Corsica.

Franklyn retrocedió alejándose del pódium, tomando asiento en la silla de respaldo alto en el centro de la parte posterior del escenario. Tabitha se aproximó al pódium, con las manos vacías. Mostró su maravillosa sonrisa al público, pareciendo dirigirse a cada persona individualmente.

—Amigos y compañeros de clase, profesores y miembros de la prensa, ¿puedo ser tan atrevida como para empezar remarcando que las palabras de nuestro estimado profesor Franklyn, de hecho, representan el mismo corazón del error que subraya nuestra discusión de esta noche?

La multitud reaccionó con algo parecido a un jadeo colectivo o un suspiro de expectación. Tabitha se tomó un momento para girarse y sonreír a Benjamin Franklyn.

—Con mis disculpas, profesor.

Franklyn parecía absolutamente imperturbable. Alzó una mano hacia ella, con la palma hacia arriba, y asintió.
Adelante
, parecía decir el gesto.

—Por supuesto el decoro y el respeto deben ser la regla del día durante una discusión como ésta —dijo Tabitha, volviendo su atención a la audiencia—. Y a ese respecto estamos más que de acuerdo con el profesor. No, el error yace en la última frase del profesor Franklyn. Nos anima, a todos, a recordar que somos todos, al fin y al cabo, colegas brujas y magos. Amigos, ¿es esta la base esencial de nuestra identidad? Si así es, desde luego considero que somos los peores tiranos, la más baja forma de fanáticos. ¿Por qué no somos, bajo las varitas y hechizos, más humanos que brujas y magos? Permitirnos a nosotros mismos ser primordialmente definidos por nuestra magia es negar la humanidad que compartimos con el mundo no mágico. Peor aún, es relegar, por omisión, al resto de la humanidad a un estatus más bajo y menos importante que el nuestro. Ahora bien, no atribuyo estos prejuicios al profesor Franklyn en particular. Estos perjuicios están tan arraigados en los métodos y modales de la política como la magia a las escobas. ¿No es la creencia innata del mundo mágico que la humanidad muggle es inferior a la nuestra sino el desafortunado e inevitable resultado de las actuales políticas del Ministerio?

—"Nuestro argumento esta noche es que esas presunciones de la actual clase dirigente han conducido a este prejuicio. Estas afirmaciones tienen tres vertientes. La primera es que la Ley de Secretismo es necesaria para salvaguardar al mundo muggle de su supuesta incapacidad para asumir nuestra existencia. Aunque posiblemente necesaria en épocas anteriores, mantenemos que esa Ley de Secretismo es obsoleta, dando como resultado una sociedad segregada que niega injustamente a la vez al mundo mágico y al muggle los beneficios que podrían obtener el uno del otro.

—"La segunda presunción es que la historia prueba la idea de que ese hermanamiento muggle-mago solo puede dar como resultado una guerra. Argumentaremos que este reclamo ha sido vastamente orquestado basándose en una serie de incidentes históricos aislados y sin conexión alguna, que fueron desafortunados pero relativamente de escasa importancia. El espectro del todopoderoso mago malvado que busca dominar el mundo ha sido colocado en el mismo estante que el consabido prejuicio de la debilidad mental del mundo muggle, incapaz de aceptar la existencia de la sociedad mágica. Ambas amenazas, afirmamos, han sido cultivadas por la clase mágica dirigente para mantener una cultura del miedo, cimentando así su propia agenda de poder y control.

—“Y la presunción final que deseamos cuestionar es la existencia de la así llamada "magia oscura". Afirmaremos que la magia "oscura" es simplemente una forma de compleja y sí, ocasionalmente peligrosa magia, solo considerada malvada porque es principalmente utilizada por aquellos que en su momento se opusieron a la clase mágica dirigente de la época. La magia "oscura" es al fin y al cabo una invención del Departamento de Aurores, utilizada para justificar el aplastamiento de cualquier individuo o grupo que amenace a esa clase dirigente.

—“Afirmamos que éstas tres suposiciones forman la base de las políticas de prejuicio contra el mundo muggle. Nuestra meta es la igualdad, nada menos, para los muggles y para nosotros mismos. Después de todo, antes de ser brujas o magos, muggles o no, somos primero y ante todo... humanos.

Con eso, Tabitha se giró y volvió a su asiento en la mesa del equipo B. Hubo un momento de silencio bastante impresionado, después, para desmayo de James, la multitud irrumpió en un aplauso. James miró alrededor. No todo el mundo estaba aplaudiendo, pero los que sí, más o menos la mitad, lo hacían con sombrío vigor.

—... efusivo apoyo por parte de la asamblea de estudiantes —podía oírse decir a la voz de la radio— mientras la señorita Corsica, la viva imagen de la compostura y la seguridad, toma asiento. La señorita Petra Morganstern, capitana del equipo B, se aproxima ahora a...

Petra arregló un pequeño taco de notas sobre el pódium mientras el aplauso moría. Levantó la mira, sin sonreír.

—Señoras y caballeros, compañeros, saludos —dijo, su voz sonaba precisa y resonante—. Los miembros del equipo B reclaman que hay tres puntos de argumentación, sus "tres presunciones". El equipo A demostrará que hay, en realidad, solo una "presunción" válida para el debate de esta noche, sus otras dos líneas de argumentación son completamente dependientes de esta. Esa "asunción" es que la noción de la historia, como una ciencia y un estudio, no es digna de confianza. El equipo B debe convencernos de qué esa historia, además de no ser digna de confianza, es una completa invención, tramada por los antojos y las manipulaciones deliberadas de un pequeño grupo de brujas y magos dirigentes e increíblemente poderosos. Estos individuos debieron ser poderosos ciertamente, porque la historia que supuestamente inventaron está, de hecho, todavía en la memoria de muchos de los que viven hoy en día. Nuestros padres y abuelos, nuestros profesores, y sí, nuestros líderes. Ellos estaban allí cuando esta historia supuestamente inventada tuvo lugar, sin ir más lejos, aquí mismo en estos mismos terrenos. Utilizando la lógica del equipo B, la Batalla de Hogwarts nunca ocurrió, o transcurrió de modo tan diferente como para carecer completamente de sentido. Si así fuera pueden muy bien defender que sus otras "presunciones", tales como la aseveración de que no hay necesidad de Ley de Secretismo y de que la magia oscura es una invención del Departamento de Aurores. Sí, sin embargo, nosotros podemos demostrar que los informes históricos del ascenso del Señor Tenebroso y su sangrienta búsqueda de poder y dominio sobre el mundo muggle son precisos, el resto de las afirmaciones del equipo B caerán por su propio peso también. Por tanto, emplearemos todas nuestras energías en discutir sólo eso, con nuestras disculpas al equipo B.

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