Parte de Guerra (6 page)

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Authors: Julio Sherer García y Carlos Monsiváis

Tags: #Histórico

BOOK: Parte de Guerra
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»Terminamos el plan a las dos de la tarde y lo traducimos en órdenes que se cumplieron a las 15:30 de esa tarde. El Capitán Careaga faltando 20 minutos estaba acantonado en los Departamentos vacíos del Edificio Chihuahua, con órdenes de aprehender a Sócrates Amado Campos cuando estuviera al micrófono; el Coronel Gómez Tagle a las 3:40 del día 2 estaba con su Batallón Olimpia con su dispositivo, para tapar todas las salidas del Edificio Chihuahua, para evitar la fuga de los cabecillas que a las cuatro de la tarde ya estaban todos en los balcones del 3er. piso y una terraza para empezar el mitin, este Capitán Fernando Gutiérrez Barrios. Empezó; y a la hora en que Sócrates estaba más entusiasmado hablando a la multitud con micrófono en mano, un soldado escogido por el Capitán X, muy fuerte y decidido jaló de las piernas a Sócrates derribándolo, éste siguió hablando hasta que el Capitán le puso su pie en el micrófono y se lo quitó, en esos momentos comenzaron los disparos de las cinco columnas de seguridad que a las ordenes de XXX estaban apostados en las azoteas de los demás edificios esperando al ejército quien contestó el fuego. »En los primeros tiros cayó el General Toledo Comandante de Paracaidistas; durante el tiroteo murieron XX oficiales y XX tropa y 35 civiles muertos y XX heridos que las mismas columnas de seguridad de los estudiantes y disparos de la tropa hicieron en la refriega.

»A los primeros disparos el Batallón Olimpia se replegó en las entradas del Edificio Chihuahua, y aprehendió como 400 individuos entre los que se encontraron todos los cabecillas del movimiento, descabezándolo con este hecho, que fue el éxito completo de mi plan, aprehender los cabecillas del movimiento, los que comentamos en la Prisión Militar del Campo No. 1, hoy Álvaro Obregón, para interrogarlos yo e investigadores especiales, para tener información antes de consignarlos al Procurador General de Justicia, éste me lo s pidió para mandarlos a la Penitenciaría, pero a mí me interesaba conocer primero que nadie declaraciones de los detenidos, para no tener información deformada o tendenciosa. Hablé con Sócrates y otros cabecillas y terminada el acta de declaraciones los consignamos, antes había informado detalladamente el Sr. Presidente.

»El General Cárdenas escribió con atención este relato y le lancé esta pregunta ¿Todavía cree Usted en que son Presos Políticos, los que le prepararon esta trampa al Pueblo y al Ejército para que hubiera 'muertitos' y tener esta Bandera para seguir su agitación?

»Gral. Cárdenas:

"»Voy a hablar nuevamente con el Sr. Presidente, gracias por el desayuno, se despidió de mí y tomó su coche.

»COMENTARIOS:

»Para mí el Señor General Cárdenas a quien siempre quise con mucho afecto y respeto, y creo que mi afecto estaba bien correspondido, Pidió al Presidente Echeverría la libertad de los llamados Presos Políticos, entre los que hay hombres inteligentes, para mí el más valioso Sócrates, como hombre y como intelectual, no conozco a Heberto Castillo, quien no tomó parte activa en el 2 de octubre.

»Como a las 7:30 de la noche me habló el General Mazón, para pedir permiso para registrar los Edificios donde había franco-tirado-res, lo autoricé y como a los 15 minutos me habló el General Oropeza.

Mi General, me dijo: Tengo varios oficiales del Estado Mayor Presidencial apostados en algunos Departamentos, armados con metralletas para ayudar al Ejército con órdenes de disparar a los Estudiantes armados, ya todos abandonaron los Edificios, sólo me que dan dos que no alcanzaron a salir y la tropa ya va subiendo y como van registrando los cuartos temo que los vayan a matar, quiere usted ordenar al General Mazón que los respeten.

»Gral. Barragán:

»—En estos momentos hablo con el General Mazón, como me lo pides.

»Hablé con el General Mazón transmitiéndole la petición del General Oropeza.

»Gral. Mazón:

»—Si mi General ya tenemos uno armado con metralleta y dice haber disparado hacia abajo.

»Al poco rato me habló Mazón para informarme que ya se había presentado el otro oficial, también armado con metralleta y que había hecho lo mismo.

»Enseguida me comunique con Oropeza, informándole que ya habían aparecido los dos oficiales y ya se les había ordenado se incorporaran al Estado Mayor Presidencial.»

El jueves 18 de septiembre de 1969, estricta su primera plana con dos grandes fotografías y pesadas letras a cinco columnas, publicó
Últimas Noticias,
la edición de mediodía de
Excélsior
.

«Atentado contra
Excélsior»
.

En seguida:

«Dos Potentes Bombas Causaron Graves Daños en las Oficinas de Reforma 18».

A continuación:

«Fueron arrojadas, al parecer, desde un vehículo en marcha; no hubo víctimas».

Detallaba la información:

«La explosión de las bombas se escuchó en por lo menos cinco kilómetros a la redonda. Desde la Secretaría de Gobernación (a cuatro cuadras) se oyó un estruendo impresionante.»

También:

«Las detonaciones cimbraron el edificio».

Excélsior
exigía una investigación a fondo, el pertinente esclarecimiento de los hechos. La historia oficial quedó ahí. Del gobierno nada se sabría, salvo las adhesiones rituales, la repulsa al atentado. El Presidente Díaz Ordaz encabezó el coro. Siguieron Echeverría, Martínez Manatou, Corona del Rosal, Sánchez Vargas, casi todos.

El general García Barragán dejó entre sus papeles la historia que sigue:

«La prensa de México amaneció dando la noticia de que había habido 4 explosiones en
Excélsior,
en Gobernación, en
El Sol
y en
El Heraldo.
Confirmando la información convoqué a una junta del Estado Mayor, Directores de las Armas y Servicios, para pedirles su cooperación, ordenando a todo el personal a sus órdenes que pidieran a sus familiares y amigos, les informaran si algo sabían o llegaban a saber sobre las citadas explosiones.

»Al día siguiente se me presentó un oficial con la siguiente información y me dijo:

'Mi General, en las Barrancas del Complejo del E.M.P. están unos Americanos enseñando defensa personal y práctica de explosivos a personal del E.M.P., no sé si le pudiera servir esta información para lo que usted desea conocer con relación a las explosiones. Le conté esto al General X y él me mandó con usted'. ¿Y cómo supiste esto?, le pregunté. 'Yo todos los días voy a tirar al Stand del E.M.P., y el Capitán encargado es mi amigo, al presentarme me dijo, hoy no puedes tirar, hay órdenes superiores para que nadie esté hasta nueva orden, en ese momento se oyó en la barranca una fuerte explosión y me dijo, ya oíste, pues por eso no puedes pasar, llega ron ayer unos oficiales gringos en avión y son los instructores de explosivos y defensa personal'. 'Me retiré y vengo a informarle'.

»Inmediatamente ordené a un Ayudante fuera a comprobar esta información, asomándose por el lado de Santa Fe a las barrancas con la discreción debida. A las 2 horas el Ayudante regresó informando que efectivamente se oían explosivos, vio un personal adiestrándose en defensa personal.

»A los dos días de las explosiones el General C. De E.M. de la Defensa me informó que él también había recabado la misma información al ir a bañarse al vapor del E.M.P. Más tarde me informó que el J. Del E.M.P. le había confirmado toda la información.

»Por la red telefónica privada le informé al Sr. Presidente de esta información, sin ningún comentario.

»Pasados cinco días de este acontecimiento me dieron acuerdo presidencial. Al llegar con el Presidente, después del saludo, me dijo: 'Usted me informó del entrenamiento de oficiales, en las barrancas del E.M.P., pues efectivamente este hijo de la chingada de Oropeza trajo unos gringos en aquellos aviones militares que Usted me informó habían llegado al hangar del E.M.P. y sin ningunas precauciones ni tomar la mayor discreción son los autores de las explosiones'. Le hice ver al Presidente que eso era grave, porque tenía que saberlo el Pentágono y que no le convenía al Gobierno. Se encogió de hombros y terminó la información. Al regresar de mi acuerdo, llamé a los Directores de Armas y Servicios para ordenarles suspendieran sus pesquisas en virtud de que estaba claro que el General Oropeza había sido el autor de los bombazos.»

Abruma la desmesura del poder. La vi, la leí en un pequeño libro de Luis Gutiérrez Oropeza, jefe del Estado Mayor presidencial de Gus tavo Díaz Ordaz. El libro, cien páginas, dos mil ejemplares, fue escrito en homenaje al expresidente, al hombre y al político de igual grandeza en el hogar y en Palacio. Ilustra la portada una fotografía del día de gloria del personaje trágico, su toma de posesión el primero de diciembre de 1964.

De pie en un automóvil abierto se dirige al Congreso. La multitud se agolpa a su alrededor. Díaz Ordaz mantiene los brazos extendidos a la altura de los hombros, los ojos protegidos por unas gafas claras, la sonrisa a todo lo que da, la dentadura inaudita.

Circuló el libro el año 1988, a setenta y cinco años del nacimiento de Díaz Ordaz y a nueve años de su muerte. En un prólogo breve, Gustavo de Anda, articulista de nombre fugaz, escribió:

«Algún día tendrá que reconocerse que a Gustavo Díaz Ordaz debemos el haber librado a México de caer en manos de los soviéticos. La subversión de 1968, promovida desde el extranjero, tenía esa finalidad.»

Gutiérrez Oropeza da cuenta de las normas de trabajo que Díaz Ordaz le señaló el 30 de noviembre de 1964, la víspera ya refulgente, la vida cotidiana hecha historia: «Dada la organización o división del trabajo, no permitiré que un secretario de estado me quiera tratar asuntos que no sean inherentes a su cometido. A usted será al único que le permitiré tratarme de todo. Los informes debemos en su medida y con oportunidad y tenga mucho cuidado en no 'picarme la cresta', porque mis decisiones equivocadas podrían tener graves consecuencias.

Coronel, si en el desempeño de sus funciones tiene usted que violar la Constitución, no me lo consulte, porque yo, el Presidente, nunca le autorizaré que la viole; pero si se trata de la seguridad de México o de la vida de mis familiares, coronel, viólela, pero donde yo me entere, yo, el Presidente, lo corro y lo proceso, pero su amigo Gustavo Díaz Ordaz le vivirá agradecido. ¿Estamos de acuerdo, coronel?»

Va y viene el libro, es su ritmo, de la firmeza de Díaz Ordaz a los peligros que sorteó en defensa de la integridad del país. Díaz Ordaz, estoico, lúcido, vence a los enemigos encubiertos. «Judas», los llama Gutiérrez Oropeza. Y los menciona: Lázaro Cárdenas, al servicio del comunismo ruso; Heberto Castillo, soñador oscuro de un México rojo, otra Cuba, otra Nicaragua; Javier Barros Sierra, anuente a que maestros y estudiantes convirtieran las instalaciones de Ciudad Universitaria en un «cuartel general de guerrilleros».

Documentos del archivo del General Marcelino García Barragán

"Para la historia, que ésta se escribe a largo plazo", asienta el general Marcelino García Barragán en la hoja inicial de una carpeta negra, delgada. Eje y razón del documento es el parte militar del dos de octubre de 1968. Asoman en él los primeros recelos: "movimientos sospechosos", "francotiradores emboscados". También asoma una forma de locura en la ríspida literatura castrense. Sólo entre los concurrentes al mitin fueron capturadas dos mil personas.

La subjefatura del Estado Mayor de la Secretaría de la Defensa Nacional elaboró el documento. Una a una de sus páginas las avala la firma del general García Barragán.

Los partes, íntegros, son los siguientes:

S.D.N.

SUBJEFATURA

e.m.

HECHOS SOBRESALIENTES DEL PROBLEMA ESTUDIANTIL Y SITUACION DEL EJERCITO PARA MANTENER EL ORDEN.

I. ANTECEDENTES.

A. El 23-JUL-68 se inició el problema estudiantil cuando alumnos de las Vocacionales 2 y 5

se reunieron en la Plaza de la Ciudadela para lanzar un ataque contra la Preparatoria "ISAAC OCHOTERENA", en virtud de que con anterioridad ya habían tenido una riña a pedradas.

Para calmar los ánimos intervino el Cuerpo de Granaderos habiendo resultado varios lesionados por ambos bandos.

B. Por la intervención del Cuerpo de Granaderos en este conflicto el 26-JUL-68 estudiantes del I. P. N. efectuaron una manifestación de protesta, coincidiendo ésta con otra que realizaban organizaciones comunistas para celebrar el aniversario de la Revolución Cubana; ambos grupos manifestantes se unieron dirigiéndose hacia el Zócalo donde se originó un encuentro con la Policía que los obligó a retirarse hacia la Alameda, lugar en que volvieron a tener otro encuentro con el Cuerpo de Granaderos con saldo de varios lesionados; los estudiantes se retiraron a la Preparatoria 3 (Justo Sierra y Argentina) donde se encerraron.

C. Los días 27 y 28-JUL-68 los estudiantes de las Preparatorias 3 y 7 se dedicaron a secuestrar autobuses quemando algunos de ellos y obstruyendo el tránsito.

D. E1 29-JUL-68 los estudiantes realizaron actos vandálicos en diversos rumbos de la Ciudad y cuando algunos grupos de ellos se dirigían al Zócalo tuvieron encuentros con la Policía en las calles de Tacuba, Argentina y Guatemala.

II. INTERVENCIÓN DEL EJERCITO EL DÍA 30-JUL-68.

El General y Licenciado ALFONSO CORONA DEL ROSAL, Regente del Distrito Federal, y el Licenciado LUIS ECHEVARRÍA
[sic],
Secretario de Gobernación, tomando en consideración la agresividad de los estudiantes y la incapacidad de los Granaderos, en dos días de luchas consecutivas, me pidieron que mandara un Oficial de Estado Mayor, para que en auxilio del General LUIS CUETO RAMÍREZ, ayudara a planear la intervención de la Policía Preventiva en los disturbios estudiantiles. Designé a los CC. General Brigadier DEM. MARIO BALLESTEROS PRIETO, Jefe del Estado Mayor de la Secretaría de la Defensa Nacional y al Coronel de Artillería DEM. RAÚL

FLORES ROMERO, Jefe de la Sección Quinta del propio Estado Mayor, acompañados del C. Capitán 1/o. de Caballería JUAN MANUEL ROJAS HISI, Ayudante del suscrito.

Tan pronto me informó el General BALLESTEROS que se encontraba en la Oficina del General CUETO RAMÍREZ para iniciar la planeación, cuando el General CORONA DEL ROSAL y el Lic. ECHEVARRÍA
[sic]
me volvieron a llamar, indicando que había aumentado considerablemente el número de estudiantes por las calles de BRASIL y ARGENTINA, que trataban de abrir una Armería y a la vez invadir el ZÓCALO; por lo que estimaban apremiante la intervención del Ejército sin los planes que se habían pedido.

Como nosotros en los planes tenemos previstos los dispositivos necesarios para la intervención de las tropas en casos de motines, ordené la entrada en acción del Ejército, bajo la siguiente directiva de operaciones:

A. Integración del Destacamento Militar.

Mando: General de Brigada, CRISOFORO MAZON PINEDA,

a. AGRUPAMIENTOS.

Núm. 1.-

Btn. de Fusileros Paracaidistas.

Btn. de Policía Militar (menos los servicios establecidos en el Campo Militar # 1 y en la S.D.N.)

Núm. 2.-

3/er Btn. de Infantería.

2/o. Edn. Blindado de Reconocimiento.

Núm. 3.-

40/o. Btn. de Infantería.

44/o. Btn. de Infantería.

2/o. Grupo Mixto de Armas de Apoyo.

B. Misión del Destacamento Militar.

a.

Apoyar a la Policía Preventiva en la restauración y mantenimiento del orden, por medio del convencimiento haciendo uso de altoparlantes y solamente en caso de que el Ejército sea agredido con armas de fuego se hará frente a la situación contestando con armas de fuego, poniendo especial cuidado en ordenar se batan directa y únicamente los lugares de donde éste provenga, para que en lo posible se eviten desgracias en personal inocente.

b.

Desalojar a los estudiantes que se encontraran posesionados de los diferentes establecimientos culturales.

c.

Entregar a la Policía Preventiva los estudiantes detenidos. Custodiar los alojamientos culturales hasta nueva orden.

d.

Dar seguridad con patrullas móviles al área que circunde los planteles ocupados. Por órdenes de esta Secretaría de la Defensa Nacional, entregar a las autoridades civiles que se señalen, los edificios o áreas ocupadas por el Ejército.

C. Idea de Maniobra.

a.

Con los Agrupamientos 1, 2 y 3, efectuar una maniobra de envolvimiento en el área que ocupan las Escuelas Preparatorias 1, 2, 3 ubicadas en las calles de Justo Sierra y San Ildefonso, dentro del primer cuadro de la Ciudad de México para que por medio del convencimiento, permitir que los contingentes civiles que se encuentran ocupando los citados centros culturales, depongan su actitud hostil, se entreguen a las autoridades civiles y se restablezca el orden en la Ciudad.

b.

Dispositivo:

Agrupamiento Núm. 1.- En acción de Norte a Sur considerando a las Preparatorias 1, 2 y 3 como centro.

Agrupamiento Núm. 2.- En acción central abriendo cerco en el área de las Preparatorias 1, 2 y 3.

Agrupamiento Núm. 3.- En acción de Sur a Norte, considerando a las Preparatorias 1, 2 y 3 como centro.

D. Enlace y Transmisiones.

En lenguaje claro empleo de radiotelefonía, tanto del Ejército como de las Fuerzas de Seguridad Pública.

Cuando las necesidades lo exijan, utilización del teléfono público.

E. Puesto de Mando.

En permanencia hasta nueva orden el despacho del C. Gral. de Div. Secretario de la Defensa Nacional.

F. Mientras el Destacamento Militar a las órdenes del General CRISOFORO MAZON PINEDA, se desplazaba, el General BALLESTEROS cumpliendo órdenes, dispuso que el C. Cor. FLORES ROMERO saliera de las Oficinas del Jefe del Departamento del D. F. , hacia la Plazuela Aquiles Serdán, con el objeto de transmitir órdenes especiales al Agrupamiento Núm. 1, que se desplazaba por el itinerario REPÚBLICA DEL PERÚ-ARGENTINA; consistente en que se ocuparan las azoteas de los edificios de la Secretaría de Educación Pública y CONASUPO, y que mediante exhortes se obligara a los estudiantes a deponer su actitud y salir de los planteles ocupados por ellos, así como que se cumpliera con la misión y dispositivos señalados.

G. Estaban ya las tropas en marcha sobre sus objetivos, con el dispositivo señalado, cuando volvieron a hablar el Lic. ECHEVARRIA
[sic]
y el Gral. y Lic. CORONA DEL ROSAL, diciendo que estaban 10,000 estudiantes en SAN CRISTÓBAL ECATEPEC, procedentes de PUEBLA, PUE.; que en COAPA había otros 3,000; que en la CIUDADELA había de 5,000 a 10,000 y que en TLATELOLCO había otro tanto, con la amenaza de ser reforzados por los de PUEBLA; que por esa razón era urgente que se destacaran tropas a los lugares mencionados, para auxiliar a la Policía que se encontraba tratando de disolver a los grupos revoltosos. Les contesté a los funcionarios antes mencionados, que no se podían modificar las órdenes, por estar las tropas en marcha y cuando cumplieran su misión se haría otro dispositivo hacia los objetivos señalados, y personalmente di instrucciones al General BALLESTEROS para desalojar consecutivamente las instalaciones.

H. Cuando el Coronel FLORES ROMERO llegó a la Plaza de Aquiles Serdán, el convoy ya había pasado por dicho lugar, motivo por el cual el citado Jefe se trasladó por el mismo itinerario, hasta llegar a las calles de Justo Sierra, esquina con Carmen, dándose cuenta de que las tropas ya estaban distribuidas en el área, cercando prácticamente a las escuelas preparatorias que se encuentran ubicadas en las calles de Justo Sierra y San Ildefonso. El citado Jefe localizó a los CC. General JOSÉ HERNÁNDEZ TOLEDO, Comandante del Batallón de Fusileros Paracaidistas, Coronel JORGE CRUZ GARCÍA, Comandante del 3/er Batallón de Infantería, Coronel EDMUNDO ARRIAGA LÓPEZ, Comandante del Batallón de Policía Militar, y posteriormente al General CRISOFORO MAZON PINEDA, Comandante del Destacamento Militar, comunicándoles las órdenes especiales que llevaba y que ya fueron mencionadas.

I. Según informes dados por el Coronel FLORES ROMERO, cuando él se presentó en las calles de San Ildefonso y Justo Sierra, éstas se encontraban cubiertas con gases lacrimógenos y el personal correspondiente a las dos Secciones del Batallón de Policía Militar y dos Secciones del Batallón de Fusileros Paracaidistas, al Mando del Coronel ARRIAGA LÓPEZ, ya habían penetrado al recinto de la Preparatoria # 3. Es de hacerse notar que minutos antes de la entrada de las tropas a la Preparatoria # 3, se escucharon disparos (aproximadamente de 8 a 10) procedentes de la azotea de la citada Preparatoria; afortunadamente no hubo ningún soldado herido.

J. Con la presencia de las tropas en la Preparatoria # 3, el grupo de estudiantes se movió en su interior, unos bajando de la azo tea y otros de los corredores, hacia la puerta que da salida a la calle de Justo Sierra; como la puerta la tenían cerrada los propios estudiantes, al sentir la presencia de las tropas volaron la citada puerta, según informes, con bombas molotov y algunos cartuchos de dinamita. Como el Batallón de Fusileros Paracaidistas, al Mando del General TOLEDO, estaba cubriendo la calle de Justo Sierra, capturó a los estudiantes que salieron por la puerta de este lado, habiéndolos entregado al personal de la Policía para ser trasladados a los separes de la misma.

K. El personal del Btn. de Fusileros Paracaidistas, también desalojó a estudiantes que se encontraban en la Preparatoria # 1; mismos que fueron entregados a la Policía para su traslado a los separos de la misma. En ningún momento los agitadores lograron penetrar a la Plaza de la Constitución. Los puntos más cercanos en donde estuvieron aglomerados fueron los desemboques de la calle de Argentina esquina con Guatemala, donde quemaron un auto-transporte y otro núcleo, a la altura de la calle de Brasil, esquina con Monte de Piedad; en esta calle de Brasil también quemaron otro auto-transporte.

L. Al restablecerse el orden en dicha área, y una vez que el General BALLESTEROS se cercioró de que los edificios correspondientes a las Escuelas antes mencionadas habían quedado desalojados de estudiantes amotinados, ordenó que se quedaran los efectivos correspondientes al Agolpamiento Núm. 1, custodiando las Preparatorias 1 y 3, hasta recibir órdenes para entregarlos a la Policía Preventiva del D. F. , aprovechando ese lapso para recoger todo tipo de proyectiles, bombas molotov, propaganda, etc. etc., que usaron los estudiantes, y ser consignados como cuerpos de delito a las autoridades competentes. El 40/o. B. I. perteneciente al Agrupamiento Núm. 3, también quedó en el área de San Ildefonso en misión de patrullamiento.

M. Los Agrupamientos Núms. 2 y 3, menos el 40/o. B. I. , a las órdenes del General CRISOFORO MAZON PINEDA, se trasladaron a la Vocacional # 5, situada en la calle de Emilio Dondé, esquina con Enrico Martínez; al llegar las tropas al citado lugar, se encontraba el Cuerpo de Granaderos cercando la citada escuela, quienes a pesar de sus insinuaciones al estudiantado, éstos no querían salirse del local, continuando en actitud hostil. Al darse cuenta de la presencia de las tropas y por insinuación que les hiciera el General BALLESTEROS, fueron saliendo del edificio de uno por uno, quien después de haberse percatado que no había quedado ningún amotinado en la Escuela, ordenó que los detenidos fueran conducidos en vehículos de la Policía Preventiva a los separos de la misma; simultáneamente se revisó la Escuela Prevocacional # 2, que se encuentra en las calles de TOLSA Y TRES GUERRAS, no habiendo encontrado ningún estudiante en dicho Centro, motivo por el cual se dejó únicamente una Sección de Infantería perteneciente al 3/er. B. I. en la Vocacional # 5, con el resto de los contingentes, sumando a éstos los efectivos del Batallón de Transmisiones; los Generales MAZON PINEDA y BALLESTEROS PRIETO se trasladaron por la vía más rápida hacia la Vocacional # 7 en Tlatelolco, donde los estudiantes se encontraban amotinados sin hacer caso a la policía y preparándose para quemar aproximadamente 15 autobuses que tenían como barricada, pegados uno a otro, con las llantas desinfladas, cubriendo el frente del edificio; cuando se presentó el Ejército, cambiaron su actitud y previo exhorto que les hizo el General BALLESTEROS y después de cierto tiempo que llevó el diálogo, los estudiantes amotinados fueron desalojando el edificio.

N. Tan pronto salieron éstos, fueron conducidos hacia los vehículos de la Policía Preventiva, para ser trasladados a los separos de la misma; con esta acción se permitió que la Dirección General de Tránsito pudiera inflar las llantas de los autobuses y remolcarlos con grúas hacia sus respectivos garages. Personal del 40/o. B. I. se quedó en custodia de la Vocacional # 7 en Tlatelolco. El Ejército no hizo fuego en ninguna ocasión, concretándose a desalojar las áreas y los planteles.

O. La operación ejecutada por el Ejército se desarrolló entre las 0055 a las 0545 Hs. , del 30 de JULIO de 1968.

P. Horas después y a pedimento de las autoridades de Gobernación y del Departamento del D. F. , fueron entregados los edificios escolares antes citados a la Policía Preventiva del D. F.

Q. FUNDAMENTO LEGAL.

La Intervención del Ejército fue motivada a solicitud de las autoridades enunciadas en el párrafo anterior y en acatamiento en lo estipulado en la Constitución de la República y demás Leyes y Ordenamientos que a continuación se citan:

a.

Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. Los Artículos 35/o. Fracción IV y 73/o. Fracción XIV de la propia Constitución señalan respectivamente la misión del Ejército, o sea la Defensa de la República y de sus Instituciones; y la Facultad del Congreso para levantar a las Instituciones Armadas de la Unión y para Reglamentar su Organización y Servicio.

b.

Con apoyo en dicha Fracción XIV del Artículo 73/o. de la Constitución, el Congreso expidió el 11 de marzo de 1926 la Ley Orgánica del Ejército en vigor. La Ley Orgánica señala en sus Bases Generales que dicha Institución está destinada a defender la Independencia de la Patria, a mantener el imperio de la Constitución y de las demás Leyes y a CONSERVAR EL ORDEN INTERIOR; y que el mando del Ejército corresponde al Presidente de la República quien podrá ejercerlo por sí o por medio de las autoridades militares a quienes designe. El Artículo 28 de dicha Ley Orgánica del Ejército dispone que el Secretario de Guerra (hoy de la Defensa Nacional) o quien haga sus veces, despachará las órdenes que reciba del C. Presidente de la República en el ejercicio del Mando Supremo.

c.

Ley de Secretarías y Departamentos de Estado, expedida por el Congreso de la Unión el 23 de diciembre de 1958. Esta Ley de Secretarías y Departamentos de Estado, distributiva de competencias expedida por el Congreso con apoyo en el Artículo 90 Constitucional, señala en su Artículo 4/o. Fracción XIX que corresponde a la S. D. N. prestar los servicios civiles que a dichas fuerzas (Ejército y Fuerza Aérea) encomiende el Ejecutivo Federal; y auxiliar a la Policía es un servicio público.

d.

Reglamento General de Deberes Militares, expedido por el Ejecutivo Federal el 10 de noviembre de 1936. El Reglamento General de Deberes Militares señala en sus artículos 28 y 29 los casos en que las tropas deben intervenir en auxilio de la Policía cuando lo disponga la Secretaría de Guerra (hoy de la Defensa Nacional) y en los casos de flagrante delito de acuerdo con el Artículo 16 de la Constitución de la República y cuando las autoridades civiles requieran su auxilio.

e.

Reglamento General de Regiones y Zonas Militares, expedido por el Ejecutivo Federal el 2 de abril de 1951. El Reglamento General de Regiones y Zonas Militares señala en sus Artículos 10, párrafos 6,8,9 y 21de la Primera Parte y 9, párrafos, 5, 6 y 11 de la Segunda Parte entre los deberes y atribuciones de los Comandantes respectivos, las de auxiliar a las autoridades civiles y restablecer el orden alterado impartiendo garantías a la sociedad e instituciones, así como proporcionar tropas para salvaguardar propiedades de la Nación.

f.

Reglamento de Comandancias de Guarnición del Servicio Militar de Plaza, expedido por el Ejecutivo Federal el 1/o. de julio de 1933. Este Reglamento señala en sus Artículos 33,36,37 y 38 los casos en los cuales los Comandantes de Guarnición intervendrán para mantener o restablecer el orden público y para impartir el auxilio de tropas a las autoridades civiles que lo pidan.

g.

Ley Orgánica del Ministerio Público Federal, expedido por el Congreso de la Unión el 10 de noviembre de 1955, señala en su Artículo 66 que: "Las Autoridades Policiacas y MILITARES que no acaten los acuerdos que el Ministerio Público Federal dicte en ejercicio de sus funciones, o se nieguen a prestarle el auxilio que les sea requerido, incurrirán en las sanciones de quince días a un año de prisión, multa de diez a cien pesos y destitución del cargo".

h.

Código de Justicia Militar expedido por el Congreso de la Unión el 28 de agosto de 1933. Por su parte el Código de Justicia Militar que tiene su apoyo en el Artículo 13 de la Constitución Federal, estatuye en su Artículo 347 lo siguiente: "El que ejerciendo el Mando o desempeñando servicio de armas, y requerido por la autoridad competente, de cualquier orden no prestare la cooperación a que esté obligado para la administración de justicia u otro servicio público, sin causa justificada, incurrirá en las penas de ocho meses de prisión y un año de suspensión en empleo o comisión".

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