Read Catalina la fugitiva de San Benito Online
Authors: Chufo Lloréns
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Capa imprescindible en la época.
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Daga corta.
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Bolsa donde se llevaban todos los artilugios necesarios para el buen funcionamiento del arma.
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Intendente mercantil de los Tercios.
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En las posadas, cuando no había sitio, se ofrecía esta modalidad. Únicamente se exigía que el compañero no tuviera «enfermedad infecciosa ni tampoco liendres u otros parásitos».
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Pequeña pistola apta para corta distancia.
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Maleantes.
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En lenguaje de germanías, dar muerte a alguien.
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El castigo habitual era cortar las orejas a los ladrones. En lenguaje de germanías, a las orejas se les llama «mirlas».
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Socio para delinquir.
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Guardián de las puertas del infierno.
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Castigo que se aplicaba a los ladrones.
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Soplo, chivatazo.
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Uno de los muchos nombres que se daba a la espada.
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Caballeros de la Tabla Redonda en la corte del rey Arturo.
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Espadachines especializados en cicatrices en el rostro.
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Decíase por el que ya está bajo tierra.
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Especie de jabalí africano.
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Artilugio que ocultaba el recipiente donde las gentes importantes evacuaban, cosa que no era obstáculo para que durante este tiempo recibieran visitas.
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Danzas cortesanas, que nada tenían que ver con los bailes del pueblo.
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Los que se valían de la sirla para sajar un saco y vaciarlo.
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Descuideros; generalmente actuaban con un socio.
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Permiso dado por el superior de una orden.
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Barullo con pelea.
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Al igual que «aliviador de sobacos», significa ladrón de bolsas.
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Compinchado con otro, hurtaba algo ligero e incitaba al propietario del puesto a que lo persiguiera, dejando así el campo libre a su compañero para que lo vaciara.
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Los toros llevaban unas divisas por las que se podía distinguir la carnada y la madre.
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El motivo principal de los toros era que el pueblo participara. Si la multitud no acababa con la vida del animal entonces intervenían los de a pie, jamás un caballero.
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Se alude a las prostitutas que ejercían su profesión en las esquinas. De ahí su nombre y que por pragmática real debían llevar el manto recortado y un ojo cubierto por el mismo.
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De ahí, el dicho que pasó a posteriores generaciones: «Mostró más valor que don Rodrigo en la horca.»
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Coche de alquiler, llamado de esta manera por ser éste el nombre del primero que se dedicó a este oficio en Madrid.
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En los Tercios se admitían al lado de los mandos principales dos o tres hijos de familias nobles, que hacían vida con los capitanes, aprendían el oficio de las armas y ganaban honores.
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Honor que consistía en asistir a la reina durante las comidas.
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Organismo que se ocupaba de designar los pasos y caminos que debían seguir las ovejas y pastores hasta llegar a Madrid.
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Camino de paso, para llegar a Madrid, de los ganados.
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Churras y merinas son dos de las mejores razas de ovejas de Castilla.
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Nombre que se daba a las mancebías.
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Si el toisón era la máxima condecoración que se podía otorgar, «toisona» o «tusona» era la máxima categoría entre le prostitutas.
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Amiga o manceba fija. Contracción de «aquella otra».
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Así se denominaba la sífilis.
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Por pragmática real las prostitutas tenían obligación de llevar el manto recortado; de ahí su nombre.
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Decíase cuando algo presentaba un mal cariz.
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Decíase de las prostitutas que prodigaban sus favores a los clérigos menores.
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Mancebía.
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Las prostitutas acostumbraban a ejercer su oficio descolgando una hamaca sujeta al techo; de ahí la expresión.
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Decíase de las amancebadas fijas.
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Nombre genérico de la prostituta según el diccionario de Juan Hidalgo.
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Sífilis.
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Prostitutas que se vendían por un plato de comida.
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Prostitutas viejas.
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Irse con engaño y sin pagar el servicio.
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Vestidura larga parecida a una sotana que vestían los clérigos y que era de diversos colores según el cargo eclesiástico.
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Nombre de los judíos conversos o cristianos nuevos que, habiendo sido sorprendidos realizando actos de su antiguo culto, eran condenados a la hoguera; pero antes se les aplicaba el garrote vil para ahorrarles el suplicio del fuego por haberse arrepentido.
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Decíase del monje que se dedicaba a hacer las primeras letras de los libros sagrados.
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Confesar bajo tormento.
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Influjo divino.
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Judíos obligados a convertirse al cristianismo.
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Judíos provenientes de Europa central.
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La celebración hebrea más importante.
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Diseminación del pueblo judío por todo el mundo.
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Fiesta judía que conmemora la victoria de los macabeos.
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Justicia divina.
68
«El otro lado», dominio de los poderes del mal.
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Sujeción de la carga de un buque.
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Distribución de pesos.
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Madera que cierra, tras el timón del barco, y une las aletas de babor y de estribor.
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Costeando.
73
Una de las acepciones del nombre de Dios en hebreo.
74
Manifestación de Dios hacia los hombres.
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María Calderón,
la Calderona,
amante de Felipe IV y madre de don Juan José de Austria.
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Jefe de un grupo de valentones; está tomado el nombre, en sentido burlesco, del principal de la iglesia bizantina.
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Dar muerte.
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Prostituta a domicilio que recorría muchos aposentos.
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Sinónimo de mancebía.
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Judío que tras su conversión recaía en su antigua herejía.
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Judío que para quedarse en España simulaba su conversión y a escondidas seguía practicando su culto.
82
Huido que era condenado y quemado simbólicamente hasta que se lograba apresarlo.
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Decíase de las prostitutas dedicadas a los clérigos, pero en este caso con tono peyorativo.
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Mancebía.
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Alcahueta vieja.
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Prostituta muy joven y de cierta clase
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Tramposos profesionales.
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El nombre de «naipe» procede de las iniciales de su inventor, Nicola Pasoto.
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Señal que se hacían entre ellos los profesionales de la trampa y el engaño.
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Primeros votos de las postulantas.
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Juego de cartas.
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Nombre que se daba a uno de los dos compadres que se asociaban para dejar sin blanca a los incautos.
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Incauto, mirlo blanco.
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Trampa.
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Curvar el naipe para reconocerlo.
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Hacer una marca en el ángulo de una carta para reconocerla.
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Nombre que se daba a los maleantes que se dedicaban a marcar la cara de los asaltados con el fin de atemorizarlos.
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Puestos volantes en los que se despachaban diversas clases de alimentos y bebidas.
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Los informantes se dedicaban a encontrar posibles impedimentos sobre los candidatos. Lógicamente, podían favorecerlos o perjudicarlos.
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Así se denominaban las horas en las que estaba permitido lanzar a la calle desde las ventanas desperdicios y excrementos. Incluso se llegó a decir que éstos, mezclados con el barro, eliminaban las miasmas y protegían de epidemias a los habitantes de Madrid.
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Grito obligado que debía lanzarse antes de echar por las ventanas orines y excrementos. No hace falta decir que esto era motivo de pendencias y discusiones sin límite.
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Orinal.
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Asociación de villanos que se entendían por medio de una jerga especial y cambiante.
104
Nombre del traidor que asesinó al rey don Sancho a las puertas de Zamora, y que fue el causante indirecto de que el Cid exigiera en Santa Gadea el juramento del futuro Alfonso VI respecto de que nada había tenido que ver en el asesinato de su hermano.
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Bandolera de tela o cuero que, con el cinto, servía para llevar la espada u otras armas que convinieran.
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Relación de libros prohibidos por la Iglesia de Roma.
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Criado de mujer pública.
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Ramera principal que ganaba hasta cuatro o cinco ducados al día.
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«Levántate, Señor, y juzga tu causa.» Esta invocación del Libro de los Salmos destila el consciente orgullo del Santo Tribunal de la Inquisición por la justicia de su causa.
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Afamada marca de espadas de la época.
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Ser cristiano viejo presuponía no tener lacra alguna en las ocho últimas generaciones. Era importantísimo, para según qué cargos, esta condición.
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Juramento que se hacía colocando la mano diestra sobre la cruz de la orden.
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Relación de los impedimentos hallados.
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Arte de cazar con aves, principalmente halcones.
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Famoso proceso contra las brujas de un pueblo de Navarra ubicado en el valle de Zugarramundi.
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Espada de cobarde, que nunca sale de la vaina.
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Título con el que se designaba al General de los jesuitas y que llegó a acumular tal poder que se le conocía como «El Papa Negro».
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Bastón de mando que distinguía a los maestres de campo de los Tercios de Flandes.
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Soplón, chivato.
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Nombre con el que se designa al más alto tribunal de la Inquisición.
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Eran las noticias de la época. Se escribían en los tablones de anuncios y se colocaban en lugares muy concurridos.
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Cargo muy importante cuyo cometido era preocuparse del acomodo del rey, su familia y los cortesanos principales, cuando la Corte partía de viaje. Velázquez lo ambicionó pues estaba muy bien remunerado, aunque este oficio le impidió dedicarse en muchas ocasiones a pintar. Los desplazamientos de la época duraban meses, y la cantidad de carros y caballerías que se precisaban por el equipaje que la dignidad real implicaba fueron siempre desaforados. En este sentido es famosa la ida de la Corte a la isla de los Faisanes (Fuenterrabía) con motivo de la boda de la infanta María Teresa con Luis XIV de Francia.
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Así se llamaba a los comediantes. Su nombre viene de los que representan la farsa.
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Tipo de falda ampliada lateralmente por un bastidor de alambre que aumentaba su volumen hasta el punto que Felipe IV la prohibió mediante la publicación de una pragmática que la primera en incumplir fue la reina.
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Lugar destinado a las mujeres. Entre ellas y por conseguir mejor lugar se cometía cualquier clase de desaguisados, desde pincharse con una aguja larga hasta soltar ratones para que se armara un revuelo y de esta manera conseguir mejor sitio.
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Viga de separación entre el patio de mosqueteros y la platea de los siete bancos.
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El tal Pablo de Charquías «inventó» los pozos de nieve, donde en sótanos muy fríos conservaba la nieve del Guadarrama con el fin de hacer helados. Llegó a tener más de veinte establecimientos en Madrid.
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Decíase del marido consentidor que sacaba fruto de las callosidades córneas que le endilgaba su mujer.
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Morir ahorcado.
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Matar.
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Ladrones desorejados.
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Espadas.
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Encantador de la corte del rey Arturo.
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Pedir auxilio al ser atacado por alguien (germanía).
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De lo mundano a lo espiritual. La «Ceca» era la casa de moneda y la «Meca» es la ciudad santa del islam.
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Nombre que se daba al jefe de una cuadrilla en el lenguaje de germanías.
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Decíase de los coches arrastrados por seis caballerías. En el perímetro de Madrid únicamente lo podía usar el rey.
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Tormento usado por la Inquisición, con el que se descoyuntaban los huesos de brazos y piernas.
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Sodomita.
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Prostituta de edad madura y por lo general bondadosa.
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Burdel o mancebía.
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Criado de rufián o de mujer pública.
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Pieza corta que se representaba antes de la principal.
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Las compañías tenían licencia, siempre que no fuera durante la Cuaresma, para contratarse en las casas importantes de Madrid, donde trabajaban por las noches.
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Los que se dedicaban a la farsa eran farsantes y estaban mal considerados en la escala social.
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Prostituta de baja estofa que se dedicaba a excitar fulleros y a encandilar rufianes.
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La cofradía de la buena muerte consolaba con la frase «Deo gratias» a los que iban a ser ahorcados. De ahí la poco respetuosa frase.
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Verga, órgano masculino.
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Anteojos que se encaballaban en el puente de la nariz, llamados así porque los usaba el famoso literato.
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Famosísimo médico árabe, que escribió:
Libro de la curación y Canon de la medicina.
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Bailes de corte, no populares.
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Decíase de los caballeros demasiado pendientes de las modas y por tanto muy pagados de sí mismos.
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Nombre que se daba a las prostitutas callejeras que iban tapadas por el manto de forma que solamente mostraban un ojo. Lo de lechuzas era porque acostumbraban salir al anochecer.