Descanso de caminantes (37 page)

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Authors: Adolfo Bioy Casares

Tags: #Otros, #Biografía, #Memorias

BOOK: Descanso de caminantes
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En la madrugada del 15 de septiembre de 1984 asesinaron en su casa al dibujante Lino Palacio y a su mujer. Vivían en Callao y Libertador. El Colorado (el electricista) me dio la noticia: Los asesinos: amigos de un nieto que había robado diez mil dólares.

Murió de viejo Luis Bengolea, de 85 años. Según él, desde los 14 había tomado no menos de seis whiskies por día, todos los días. Había hecho la cuenta. Eran muchos.

Estribillo de «Caminito» en su forma original y más veraz:

Desde que se fue

no está más acá
.

Un idilio como todos.

Nos quisimos por más de de veintiún años

en que no fueron pocos los engaños
.

Mafia
. Una explicación de la palabra: en tiempos de guerra con los franceses, había sido sigla de
Mal a Francia Italia anhela
.

Sabiduría
. Es tanto el temor que ante los perros sienten los zorros, que pierden la capacidad de metamorfosearse en personas, o metamorfoseados en personas, de convertirse en zorros y huir (folklore chino).

Lector de Olga Orozco
:

Todo suplicio merezco
,

sobre mí mismo me enrosco
,

de tedio ya me estremezco
:

estoy leyendo a la Orozco
.

Idiomáticas
.
Ahí andamos
. Plural por singular, plural no mayestaticus sino modesto, discreto. Pronúnciese
ay andamos
y se dice en respuesta a las preguntas «¿Qué tal?», «¿Cómo le va?», «¿Cómo anda?», «¿Cómo se encuentra?», y significa «más o menos», «no demasiado bien», «por ahí, por ahí» (pronunciar
por ay, por ay
). Sinónimo: «Ahí (pron.
ay
) vamos».

Historia imaginada como variante de una película tonta (Una mujer inquietante) que vi
. Un hombre tiene una hija con una mujer que adora (como yo quise a Helena Garro). Lo mujer lo deja y se lleva a la chica. Años después, cuando el hombre se entera de que la mujer murió, busca por el ancho mundo a la hija, no porque sea su hija, sino por ser la única otra persona que conoció de cerca de la mujer que adora. Tras muchas aventuras la encuentra, para descubrir que la muchacha ha vivido al lado de su madre sin conocerla, sin quererla.

Con las mujeres sigo haciendo las mismas cosas, ahora en sueños.

Idiomáticas
.

Para largo
. Llevará mucho tiempo. Autoridad:

Si el parto va para largo
,

buen consuelo es un amargo
.

Dos patadas, En
. Rápidamente. Autoridad:

Lo arreglo en dos patadas, dijo Kant
:

donde se lee hormiga, escribir ant
.

Premio Konex
. Más que selectivo, extensivo: 99 premiados, porque el nº 100 murió. A más de mi diploma me dieron el de Borges, el de Silvina y el de Sabato. Pensé que si me hubiera visto un chico como yo a los dieciséis años, hubiera exclamado «¡Toda la literatura!».

Cuento
. El padre le dice al hijo: «Debemos querer la vida». Juntos la recorren, mientras recorren el mundo, y en todas partes encuentran maldad, estupidez, avaricia, avidez, mezquindad, gobiernos despóticos, ricos vanidosos y egoístas, pobres envidiosos y crueles. El padre muere en brazos del hijo, que le pregunta:

—Padre, ¿por qué debo querer esta vida?

—Porque no hay otra.

Papel madera
. Inhallable en el
Diccionario de la Academia
(edición de 1970) y en el de argentinismos de Abad de Santillán. Papel fuerte, de color marrón (pardo), que se usa para envolver. Hay sobres de papel madera: fuertes, convenientes para mandar libros.

Papel higiénico
. ¿Argentinismo? ¿Los españoles no lo conocen?

La gente de la generación de mis padres, al sistema de aguas de cañerías que recorren la ciudad y a las usinas que las bombean y las filtran, las llamaban las Aguas Corrientes. «Si falta agua, hay que llamar a las Aguas Corrientes». Mi padre nació en 1882. Probablemente veinte años antes, y seis mil también, no existían los cuartos de baños ni las letrinas. Aunque el Ajax de sir [John Harington]…

MARÍA S.: Sigo trabajando en mi novela. Desde hace tres años estoy con ella.

AMIGO: ¿Cuántas páginas has escrito?

MARÍA S.: Treinta, nomás. Me pasa algo muy raro. En cuanto me pongo a escribir a máquina, me caliento. No puedo seguir. Hasta me viene fiebre. Te juro que no aguanto.

El viaje de la vida
. Monner Sans, el terror de los estudiantes de secundario y de la Facultad, en tiempos de mi juventud, apareció los otros días, tembloroso y viejísimo, en la ceremonia de los premios Konex. Vestía un traje azul, de cuyo saco no había nada que decir; de los pantalones sí: eran cortísimos. Guibourg, de 95 años, traía en cambio pantalones correctos y un saco rabón, más levantado en la parte de atrás que en la delantera. Pobres viejos. Como ven mal, los hijos los visten con lo que tienen y no les compran ropa nueva, porque de todos modos no la usarán por mucho tiempo.

Monner Sans tuvo una larga enemistad con Borges. En cuanto a mí, debo agradecerle su
Introducción a la literatura
. Cuando la leí a los doce o trece años, me estimuló mucho. Sé de memoria no pocos de los versos que cita a manera de ejemplo.

El viaje de la vida
. Muchas veces me admiré ante los amantes para conversar que tenían algunas mujeres. Yo era amante para copular; había otros para conversar. Después de los setenta años soy de alguna mujer amante para conversar. No por un impedimento mío, compréndame. Porque no me quieren para otra cosa.

En una pared de la peluquería hay fotografías de algunos clientes. La mía está al lado de la de Fernando de la Rúa. El peluquero me dice: «Es un gran muchacho De la Rúa. Para presidente yo lo voto sin vacilar. Para presidente de un club mediocre, no grande como Boca o River; un club de barrio».

El mismo peluquero: «Yo soy radical de siempre y mi padre era radical. Pero ¿a qué negarlo? Este gobierno hasta ahora no hizo nada de nada. Por eso no quiero darle un voto de confianza y, para el tratado del Beagle, voy a votar por el rechazo. Un cliente, que sabe mucho, me explicó que el arreglo es justo, que las islas fueron siempre chilenas. A mí no me importa. Me dicen que si no aceptamos el tratado podemos vernos envueltos en una guerra. Tanto mejor, porque así la perdemos y nos vamos todos juntos
a la mierda
. Dígame si usted ve otra solución para este país».

Curiosa acepción de
mirar
en expresiones coloquiales. «Mirá que va a firmar. Mirá que va a negarse a ser candidato al Nobel»: «Estoy seguro de que no va a firmar. Estoy seguro de que no va a negarse a ser candidato al Nobel».

Me dan el premio de letras del Recorrido Dorado de la Sociedad de Distribuidores de Radio. Pinky (Satragno) agradece en nombre de los premiados con una delicadeza y gracia que «bien se quisieran» la mayor parte de mis colegas. Además —pero esto no ha influido en mi aserto— dice que mis libros la acompañaron en muchos momentos de la vida y porque me pareció sincera me conmoví. Si me convenció por ser una buena actriz que supo interrumpir mi incredulidad también merece elogio y gratitud. Otro de los premiados era Enrique Cadícamo, letrista de tangos, autor de «Che papusa, oí» (que desentonadamente canto de vez en cuando) y de «Anclao en París». Si no es autor de ninguna de las mejores letras («Flor de fango», «Ivette», «Mi noche triste», «Volver», «Garufa», «Pero yo sé»; las parodias de «Entrada prohibida», de «El apache argentino»), está en el límite entre la buena época de los tangos y la decadencia, con la guaranguería de «Adiós, pampa mía». Si yo le hubiera dicho al oscuro escritor que yo era en 1930 o 32 que un día me darían un premio con el autor de «Che papusa, oí» hubiera estado muy feliz. Hoy mismo estoy feliz, porque por esa circunstancia me parece que ingreso en una muy grata mitología de Buenos Aires. Acaso no sea inapropiado señalar que por entonces, apoyándome en una colección del
Canta Claro
y del
Alma que Canta
, yo planeaba una antología de letras de tangos. Después de recibir los premios, con Cadícamo nos enredamos en un diálogo amistoso ante un micrófono de Radio Mitre. No sé cómo habrá salido eso.

En mi juventud, en un teatro de revistas alguien cantó «Che papusa, oí» y seguramente yo oí mal, porque a la salida canté:

Che papusa oí

Cómo surgen de este tango

los pasaste de tu ayer

por

los pasajes de tu ayer
.

No solamente oí mal, sino que, totalmente confundido, debía de esperar cualquier cosa de la literatura (era la época de mi surrealismo).

Las líneas que siguen son un ejemplo bastante típico del resentimiento y la amargura de los tangos:

Hoy te arrastra la corriente

mañana… ¡te quiero ver
!

Ejemplo de lo mismo, en otros tangos:

Ayer te vi pasar

en una voiturette

copera

te saludé

y vos te hiciste el gil

como si no

me conocieras
.

En «Niño bien», tango uruguayo,
fifí
está usado para significar hombre joven, de buena familia (niño bien); hoy la palabra es abiertamente peyorativa y significa hombre excesivamente delicado, afeminado. Por razones de usos, la letra del tango se presta a confusiones: ponerse polvos en la cara, después de afeitarse, no era propio de afeminados, sino de los muchachos de las clases altas:

Llevabas en tu blanca

cara de fifí

más polvo que una carretera
.

También dice el tango:

Vos te creés que porque hablás de ti

fumás tabaco inglés

pasás por Sarandí

y te cortás las patillas

a lo Rodolfo

sos un fifí
.

(Sarandí es una calle del centro de Montevideo y Rodolfo es Rodolfo Valentino, el suspirado galán cinematográfico de
Los cuatro jinetes del Apocalipsis
y de
El Sheik
).

El taxista me dice: «Sin una viuda, de vez en cuando, o en su defecto sin alguna profesional, ya no podría vivir. Después de una tarde con una mujer, vuelvo a casa fortificado y dulce… Mi señora me parece la Virgen Santísima y la contemplo con una sonrisa de embeleso. Mi mujer me pregunta: '¿De qué te estás riendo, desgraciado? Si es de mí, ¿por qué no te vas un poquito al carajo?'».

Dolores lumbares, etc. Hay tratamientos excelentes para los que se conforman con poco.

Proverbios africanos
:

Si quieres el perro, debes querer también las pulgas (Benin).

El que no quiere saber nada con una mujer charlatana, que no se case (los de la lengua Mongo).

Hasta haber cruzado el río, no insultes a los cocodrilos (Benin).

Según David Bain, de la Universidad de Manchester (carta en el
Times Literary Supplement
),
lesbiana
para las literaturas griegas y latinas, era simplemente una mujer de la isla de Lesbos; entonces no se usaba la expresión
lesbianismo
para significar el amor entre dos mujeres. En confirmación de lo anterior diré que en mis lecturas de poemas latinos encontré no pocas Lesbias y que nunca sospeché que el poeta les había dado ese nombre para sugerir que tenían amores con otras mujeres.

Sueño
. Vivíamos en una cueva muy linda, muy limpia, muy ordenada, muy luminosa, bajo el agua. La superficie del agua estaba por encima de nuestras cabezas, a unos tres metros (o un poco más) del suelo. Mirar desde abajo esa superficie nos daba alguna ansiedad: el hecho de que viviéramos normalmente, sin verdaderas molestias, probaba el error de la gente que supone que debajo del agua uno se moja y se ahoga. A Florencio le daba por modelar, con plasticola, burbujas como las que suben a la superficie cuando se ahoga alguien. Lo reprendí, porque hacer eso me pareció de muy mal gusto; sí, la ocurrencia del chico nos perturbó un poco.

La forma del universo
. «Cuando yo era chico imaginaba que la última pared del universo sería como la de una casa y me preguntaba qué habría del otro lado. La imposibilidad de encontrar una respuesta racional me dolía como una falta de coherencia: la falla que estropeaba los esfuerzos humanos para establecer un sistema racional y acabar con los pasajes oscuros que dan ocasión a religiones y demás remiendos arbitrarios. Ahora encontré una solución, cuya coherencia será tal vez puramente verbal. ¿Un yelmo como el del Quijote? Probablemente, pero sirve de algo y es un comienzo. Descripción: el universo es el más grande de loa objetos y es único, en el sentido de que, aunque contenga infinidad de otros objetos, afuera de él no hay ninguno. Sus paredes exteriores son interiores. Es, pues, una esfera absoluta, en la que todos los rumbos, aun los ascendentes y los descendentes, conducen al punto de partida».

10 diciembre 1984
. Muerte de Mary Terán de Weiss, es compañera de tenis. Yo no era muy amigo de ella, por serlo de su rival, Felisa Piédrola, a quien entrenaba. Con Felisa, que también fue compañera, se odiaban. Después se hizo peronista, dicen que fue amante de Perón, directora de deportes y culpable de la conversión en canchas municipales de los clubes Buenos Aires (mi club) y Argentino. Cuando cayó Perón y se reincorporaron los clubes, en el Buenos Aires no la admitieron en el equipo para el interclub. Pasó el tiempo. En todas las ocasiones que nos encontramos, el trato fue de viejos amigos. Desde luego ella sabía que yo era antiperonista. Parece que últimamente estaba deprimida. Se tiró desde un octavo piso, en Mar del plata.

Idiomáticas
.

Fenómeno
. Muy bien. «¿Cómo está, señora?». «Fenómeno».

Tener calle
. Haber andado, tener experiencia.

Conversación entre Drago y Helenita Mallea:

DRAGO: Usted está muy nerviosa, Helenita.

HELENITA: No estoy nerviosa, Enrique, estoy loca.

HELENITA MALLEA: «Ya no puede uno leer
La Nación
. Trae la cara de Alfonsín, el nombre de Caputo, el elogio de Sabato. Es demasiado».

Los ladrillos del edificio de la cultura son los errores
. Briante, en una entrevista, me hace decir:

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