Saga Vanir - El libro de Jade (24 page)

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—Había unos dioses que querían controlar a los humanos y otros que decían que mejor dejarnos tranquilos y a nuestro rollo, ¿no?

—Veo que lo entiendes.

Aileen siguió con la mirada a los dos chicos berserkers que daban vueltas a su alrededor.

—Lo intento, créeme.

—Bien. Los dioses no pudieron llegar a ningún acuerdo y hubo una batalla llamada Ragnarok.

¿Has estudiado mitología?

—No, pero tengo un amigo al que le volvería loco todo lo que me estás explicando —sugirió

Aileen cruzándose de brazos en un gesto no muy paciente. —Continúa, por favor.

—En esa batalla morían los buenos —aclaró As. —Los dioses aesir y los vanir se unieron a Odín
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y aportaron sus propias criaturas fantásticas. Pero a él lo mataban y entonces llegaba el fin del
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mundo. Los jotuns, los traidores liderados por el dios Loki, acababan con todos ellos.
deor

—Mmmm... qué tranquilizador —comentó Aileen con sarcasmo. —Menos mal que es una
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profecía.

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—Pero es muy real. Por eso Odín decidió encarcelar a Loki en una cárcel de cristal en el Asgard,
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el cielo, antes de que iniciara la rebelión. Pero Loki se escapó de alguna manera utilizando algún
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tipo de hechicería y descendió a el Midgard, la tierra. Aquí se quedó, conjurando su propia cárcel y
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haciendo la vida imposible a la humanidad que tanto detesta.

eire

—¿Descendió como un ángel caído?

S -ti

—Sí. Loki podría ser perfectamente el ser que la tradición cristiana conoce como diablo.
nel

—¿Y qué hizo Odín para ayudar a los seres humanos contra Loki?

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—Odín se sirvió de un ejército de seres mágicos que él mismo creó como las valquirias o los einherjars que eran guerreros implacables y también los llamados berserkers. Al principio, eran humanos einherjars, guerreros y fuertes, pero Odín entregó dones sobrenaturales a los más desarrollados en el arte de la guerra cuando les tocó con la punta de su lanza y les otorgó el od. Od quiere decir furia y berserker significa furia desenfrenada. Los dones que les otorgó fueron la capacidad de metamorfosearse. Es la extensión de los músculos doblando el tamaño original. Los incisivos inferiores y superiores se alargan, el pelo de la cabeza crece después de cada transformación, sale bello en la piel y los ojos se dilatan y se vuelven amarillos.

—Oh, por favor... —lo miró asombrada. —¿Cuánto hace que Loki descendió a la tierra?

—¿Cómo de antiguo es el demonio?

—No me lo puedo creer —susurró. —¿Cuántos años tiene tú? —Demasiados —contestó él sin querer darle importancia. —Vengo de uno de los originarios.

—¿Cuántos? —Tres mil años.

Aileen dejó la mirada perdida e hizo negaciones con la cabeza.

—Uff... demasiada información. —¿Te encuentras bien?

—Sí, sí... —sonrió para tranquilizarle. —Eres viejísimo.

As soltó una carcajada. Aileen no perdía el sentido del humor ni en esas circunstancias. Se sintió

orgulloso de ello.

—Odín y el resto de dioses no pudieron detener a Loki en su descenso al mundo de los humanos —continuó—pero, en cambio, y, para reprimir las futuras acciones de Loki, decidieron hacer descender al Midgard a integrantes de su ejército. Berserkers, guerreros einherjars y valquirias. Yo soy descendiente de esos berserkers.

—Y los desparramaron por el mundo para que fueran los protectores de los humanos... —

resumió Aileen intentando no reírse.

—¿Qué te pasa, bonita? —le dijo Noah algo irritado. —¿Te hace gracia?

—¿Gracia? —repitió ella mirándolo de reojo. —No es eso, es que... Tengo la inoportuna costumbre de reírme cuando estoy muy nerviosa.

—Aileen, todavía no he acabado de explicarte qué eres —advirtió As con severidad. —Presta atención.

Aileen se mordió la lengua y lo invitó con la mirada a que continuara.

—En teoría nuestros antepasados vinieron aquí a imponer justicia a Loki, a mantenerlo a raya para que no se propasara con los humanos. Y durante un tiempo, eso fue posible. Hasta que los

miembros del ejército de Odín se dejaron llevar por la energía del Midgard.
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—No te entiendo —dijo Aileen frunciendo el ceño.

Ja

de

—Resultó que los hombres y las mujeres humanas eran hermosos y atrayentes. Uno de los
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mandamientos de Odín era que no se mantendrían relaciones sexuales con los terrestres. Pero ese
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mandamiento se quebró. Así que empezaron a mantener relaciones sexuales con los humanos,
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creando así un linaje que se ha extendido hasta el día de hoy. Los berserkers originales, los puros,
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eran incorruptibles, pero no así los hijos que tuvieron con los humanos. Muchos de ellos
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sucumbieron al poder de Loki y sus secuaces, y se unieron a él en su plan de atormentar a la
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humanidad. La mente del ser humano está llena de deseos y debilidades. Eso es muy atrayente
ire

para Loki.

S -ti

—Lo que intentas decir es que hubo una división entre la raza berserker, cuando os hibridasteis
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con los humanos, ¿verdad?

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—Inclúyete, cariño—susurró el moreno. —Tú también eres de los nuestros.
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—Adam... —le advirtió As.

Aileen lo ignoró por completo y siguió hablando con su abuelo. —La hibridación hizo posible que Loki pudiera influir en los hijos de los berserkers debido a su naturaleza humana, más débil,

¿no es así? As asintió.

—Loki mutó a los descendientes de los berserkers que se unieron a él y los transformó en auténticos monstruos. Esos son llamados los Dona-madadh o lobeznos, auténticas abominaciones salvajes en forma de lobos. La humanidad debe temerlos a ellos, no a nosotros. Nosotros somos buenos, Aileen. Quiero que lo entiendas y que no temas a lo que eres —tomó sus manos y se las apretó impregnándole fuerza y valentía.

—No es fácil comprender... —dijo ella confusa. —¿Y estos Dona-madadh están ahí afuera acechando a los humanos?

—Sí, cielo. Se alimentan de ellos. Están a las órdenes de Loki, son sus creaciones, igual que los nosferátums.

Aileen tragó saliva y asintió.

—Repetídmelo otra vez... ¿Vosotros estáis aquí para proteger a los humanos de estos seres?

—Sí. Intentamos aplacarlos y que no hagan más daño del que han hecho ya a la humanidad.

—¿Y qué hay de la profecía? ¿Cuándo se supone que va a cumplirse?

—No lo sabemos. Y espero que el destino se haya reescrito de nuevo con cada una de las acciones hechas hasta ahora porque si el Ragnarok llega de verdad, el infierno se desatará en la tierra —contestó As. —Pero, de momento, estamos peleando aquí por tus amigos. Ellos merecen una oportunidad.

—Y... ¿os lleváis mal con los vanirios?—era más una afirmación que una pregunta.

—Somos incompatibles.

—No sois tan incompatibles como para no tener hijos entre vosotros —comentó ella afilando las palabras. Ella era una prueba de su teoría. —Y nos sorprende.

—Y dime, abuelo As —su tono era algo desafiante, —¿qué piensa la manada de mí? Si tanta aversión tenéis a los vanirios... Mi padre, Thor, era uno de ellos... ¿Yo también os resulto repulsiva?

—Tú eres mi nieta, Aileen... —golpeó la mesa con el puño y se puso de pie. —Y mataré con mis propias manos a aquél que te insulte o te haga daño... Empezando por Caleb y el clan de Dudley. Noah y Adam se colocaron detrás de él y cruzaron los brazos. Con ese gesto le dieron a entender que ellos también serían sus protectores y que querían venganza.
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Aileen se acongojó y luchó por controlar las lágrimas. Odiaba ser tan emocional.
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—No creo que sea conveniente luchar contra ellos —titubeó Aileen. Aunque bien se merecían
de

un castigo ejemplar, sobre todo Caleb.

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—Aileen, tú eres de los nuestros y debes saber que quién hace daño a uno de nosotros, lo
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acaba pagando —comentó Noah mirándola fijamente.

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—¿Qué te hizo Caleb? —preguntó Adam como si fuera un inquisidor.
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Aileen se puso rígida. Apartó la mirada de los ojos dorados de Noah y apretó la mandíbula.
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—Lo hecho, hecho está. No quiero que nadie se haga daño.

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As negó con la cabeza a su nieta.

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—No, cielo. Creo que no lo entiendes. Hoy mismo vamos a por él.
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—Lo defiendes, Aileen —dijo Noah con tono acusador. De repente abrió los ojos y sonrió

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incrédulo. —¿Es él verdad? ¿Él te ha marcado así?

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—Basta... —gritó Aileen. No quería recordarlo, no quería pensar en él. —Escúchame abuelo As. Hace diecisiete años mientras el grupo de Mikhail nos perseguía, mis padres me pidieron que os encontrara y que os diera el libro de Jade y el puñal. Pero también me dijeron, que me llevarais hasta AnDuineDoch. ¿Qué es?

—Aileen, eso significa el hombre de la noche —le explicó como si ella fuese una niña. —Thor quiso que te lleváramos hasta los vanirios, pero eso no va a suceder. Tú misma has estado allí y no tienes un grato recuerdo. Ni hablar —se cerró en banda sin darle opción a rechistar.

—Quiero ir con vosotros esta noche —dijo alzando la barbilla.

¿Por qué? ¿Quería volver a verlos? No, no era eso. Quería ver cómo se le quedaba la cara a Caleb cuando la viera. Ella era la hija de Thor y él era curiosamente su mejor amigo. Se moría de ganas de verlo arrepentido por lo que le había hecho. Quería devastarlo y hacérselo pagar. Y

quería... quería volverlo loco. ¿Cómo iba a hacer eso?

—No —contestó As.

—Sí —replicó ella. —Por favor, déjame ir.

—No quiero que te pase nada —As rodeó la mesa y le acarició la mejilla. —No, ahora que te he encontrado.

—No me va a pasar nada. No, estando con vosotros. Y no, teniendo los argumentos que tenemos para contactar con ellos. Son los deseos de mi padre.

—¿Cuál es tu argumento, Aileen? —preguntó Noah. —Ése no me sirve.

—Mi argumento es el de todos, N-o-a-h —contestó marcando cada una de las letras de su nombre. —Hay una sociedad secreta de humanos que están dando caza a berserkers y vanirios por igual. No es agradable saber lo que les hacen cuando los raptan, creedme —dijo recordando las palabras de Caleb. —Estos humanos están acompañados de nosferátums. Así captan las ondas mentales de ambas razas y también de los lobeznos. En Rumania, berserkers y vanirios se unieron para la causa. No se sabe exactamente por qué estos humanos nos acechan —Aileen se detuvo.

¿Sentía esa causa como suya? —Pero quieren obtener algo de nuestros cuerpos, algo relacionado con el estudio de nuestras mutaciones genéticas y creo que para ningún fin honrado.

—Nada que tenga que ver con nosferátums y lobeznos es honrado. Ellos son los jotuns, el ejército de Loki —explicó Adam.

—No tengo noticias de que los berserkers de los Balcanes trabajaran codo con codo con los vanirios —admitió As incrédulo.

—No tienes noticias porque no estáis en contacto. Y por eso, debido a vuestra poca comunicación, estas sociedades secretas se han hecho más fuertes. Mis padres regresaron para
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alertar a ambos clanes, pero... los cogieron antes. Y los cogieron aquí... En esta tierra. Yo no soy la
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verdadera sorpresa que ha traído el libro de Jade. La sorpresa es lo que el libro de Jade puede
de

cambiar. Mi madre dejó escritas unas palabras que proclamaban la necesidad de unir las razas, de
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luchar juntos por una causa justa.

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—Aileen, espera —As la miró fijamente. —Es cierto que han desaparecido muchos berserkers
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en los últimos dos años, pero lo atribuimos a pleitos con los vanirios. Los cuerpos que
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encontrábamos olían a ellos, no a humanos ni a lobeznos. No tiene por qué significar que...
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—Pero no es así —reprochó ella. —Se están aprovechando de vuestras diferencias para haceros
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creer que seguís en guerra los unos con los otros y mientras ellos siguen limpiándose las manos.
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Estas sociedades se han unido con los nosferátums y los Dona-madadh, o lobeznos o como sea

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que se llamen, para encontraros y reteneros. No digo que de repente os hagáis amigos íntimos de
nel

los vanirios, pero sí que formemos una buena empresa entre nosotros. Puede que sea el único
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modo de detener a estos cazadores y averiguar lo que hay detrás de ellos. Tenéis que hablar de esto. Hay que hacer algo...

—¿Por qué te interesa tanto, Aileen? —preguntó Adam. —Tú eres relativamente la nueva de la familia. No puedes removerlo todo y ponerlo patas arriba. Son muchos años de diferencias.

—Claro que puedo, Adam... —gruñó apretando los puños. —Mis padres murieron por culpa de esta gente. Las diferencias entre vosotros, vuestras prohibiciones, vuestros tabúes, todas esas cosas empezaron a matarlos... —le señaló con el dedo. —Puedo... Puedo porque me han robado mi vida... Y no es justo que a uno le quiten lo que es suyo... Me niego a quedarme quieta cuando me han revelado todo el pastel. Quiero venganza y... y justicia... Adam levantó una ceja, sonrió y le hizo una reverencia.

—Mis disculpas,
mademoiselle
. Pero no voto a favor de que nos acompañes. No es un lugar para una niña como tú.

—Eso lo decidiré yo. O ¿acaso no creéis que podáis protegerme? —preguntó con malicia. Si les daba en el orgullo, cederían.

—Vendrás —Noah la agarró del brazo con suavidad, pero era un gesto contrario a sus palabras.

—Vendrás y verás cómo nos comemos las entrañas de Caleb —buscaba la reacción de Aileen, pero sólo pudo ver cómo ella asentía con la cabeza— y verás cómo le dejamos bien claro a quién perteneces.

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