Zombi: Guía de supervivencia (10 page)

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C. APARTAMENTOS

Los apartamentos y los edificios de apartamentos varían en tamaño y disposición y, por tanto, en la capacidad que tienen para servir como defensa. Sin embargo, desde los achaparrados edificios de dos plantas de Los Ángeles a las torres de cristal y cemento armado de Nueva York, se aplican ciertas reglas básicas.

Los apartamentos de la primera planta presentan el riesgo mayor simplemente por su accesibilidad. Los inquilinos que viven encima de la planta baja casi siempre están más seguros que los que viven en cualquier tipo de casa. Destruir las escaleras de manera efectiva aísla el resto del edificio. Con el ascensor fuera de servicio y la escalera de incendios demasiado alta para que los zombis la alcancen (la ley impone límites estrictos), cualquier apartamento puede convertirse en un refugio instantáneo contra los muertos andantes.

Otra ventaja de los complejos de apartamentos es que viven muchas personas. Mientras que un propietario privado puede verse forzado a mantener la residencia solo, un edificio de apartamentos puede ser defendido por todos los inquilinos. Esto también aumenta las posibilidades de contar con varios expertos cualificados, como carpinteros, electricistas, paramédicos y reservistas del ejército (no siempre es el caso, pero existe la posibilidad). Por supuesto, con el aumento de gente viene el reto del aumento de conflictos sociales. Este problema potencial, sin embargo, no debería disuadirte cuando elijas entre una casa y un apartamento. Dada la elección, escoge siempre el último.

NOTA IMPORTANTE: OLVIDA LOS MANUALES DE DEFENSA DEL HOGAR

Aunque casi todas las otras secciones de este libro recomiendan el uso de textos convencionales (sobre uso de armas, tácticas militares, técnicas de supervivencia y demás), aquellos escritos para proteger un domicilio no son recomendables. Los libros sobre la defensa del hogar están diseñados para reducir a un adversario humano, con habilidades humanas e inteligencia humana. Muchas de las tácticas y estrategias que figuran en estos libros, tales como el empleo de elaborados sistemas de alarma, bombas trampa y dolorosos pero no letales artilugios tales como el spray de pimienta o las cabezas de clavo en la alfombra, serían inútiles contra un intruso no muerto.

2. PREPARACIÓN. PARTE II: ABASTECIMIENTO

Una vez que la residencia privada es segura, el almacenaje para un asedio debe comenzar. No hay forma de decir cuánto tiempo tardará en llegar la ayuda. No hay forma de decir si llegará. Estate siempre preparado para un asedio largo. Nunca supongas un rescate rápido.

A. ARMAS

Mientras que en campo abierto debes viajar ligero para mantener la movilidad, en tu casa tienes el lujo de acumular y mantener una plétora de armas. Esto no significa que llenes tu casa con cualquier caprichoso instrumento de destrucción. El arsenal de cada casa debería incluir:

• Rifle y 500 cartuchos

• Escopeta del calibre 12 y 250 cartuchos

• Pistola del calibre 45 y 250 cartuchos

• Silenciador (para el rifle)

• Silenciador (para la pistola)

• Ballesta (en lugar de los silenciadores) y 150 flechas

• Visor telescópico (para el rifle)

• Lentes de visión nocturna (para el rifle)

• Visor láser (para el rifle)

• Visor láser (para la pistola)

• Catana Wakizashi u otra espada corta

• Dos cuchillos con cuchilla plana de 15 a 20 centímetros

• Hacha de mano

(NOTA: Esta lista se aplica a una sola persona. Las cantidades deben ajustarse dependiendo del número de personas que formen el grupo.).

B. EQUIPO

Ahora que todas las armas han sido elegidas, considera el equipo QUE necesitas para tu mantenimiento y quizá incluso tu supervivencia. A corto plazo, los kits estándares de supervivencia para catástrofes bastarían. Más allá y el material de abajo será necesario. Los artículos domésticos habituales como la ropa, el papel higiénico, etc., se da por hecho que se tienen a mano en una cantidad razonable.

• Agua, tres litros al día, para cocinar y lavarse

• Filtro de agua manual

• Cuatro filtros de repuesto

• Cisterna para recoger agua de lluvia

• Yodo o pastillas purificadoras

• Comida en lata, tres latas al día (son preferibles a los alimentos deshidratados aquellos que contengan algo de agua)

• Dos estufas eléctricas portátiles

• Kit médico avanzado (debe incluir instrumental para cirugía de campo y antibióticos)

• Generador eléctrico que funcione con la propulsión de una bicicleta

• Generador de gasolina (para usarlo sólo en casos de emergencia)

• 80 litros de gasolina

• Radio de onda corta recargable y de batería

• Dos linternas de batería

• Dos lámparas de batería y recargables • Dos radios de batería o solares y recargables

• Materiales apropiados de refuerzo, como tablas, ladrillos, mortero, etc.

• Kit amplio de herramientas, que incluya una almádena, un hacha, un serrucho, etc.

• Cal o suficiente lejía blanqueadora para mantener la letrina

• Telescopio de alta potencia (80X-100X), con lentes de repuesto y un equipo de limpieza

• Quince bengalas de emergencia

• Treinta y cinco barras luminosas

• Cinco extintores

• Dos pares de tapones de oído

• Repuestos para toda la maquinaria antes mencionada y manuales de usuario

• Una amplia librería de manuales, que incluyan manuales sobre desastres habituales

(NOTA: Como con las armas, los objetos personales como comida, agua y medicina deben multiplicarse dependiendo del número de personas que formen tu grupo.)

3. SOBREVIVIR A UN ATAQUE

Ha comenzado el asedio. Un enjambre de zombis alrededor de tu casa, atacando incesantemente pero incapaces de entrar. En este punto, tus preocupaciones están lejos de acabar. Esperar a que acabe un asedio no quiere decir que te sientes sin hacer nada. Debes realizar muchas tareas y repetirlas para sobrevivir en un espacio limitado.

A. Designa una esquina del patio trasero para usarla como letrina. La mayoría de manuales de supervivencia explican los mejores lugares para su construcción y su disposición.

B. Si el terreno y la lluvia lo permiten, planta un huerto. Esta fuente de alimento disponible debe consumirse primero, guardando las latas de comida para una emergencia. Mantenlo lo más lejos posible de las letrinas para evitar una infección, no por los desechos, sino por los efectos residuales que la cal y la lejía tendrán en el terreno.

C. Para la electricidad, utiliza siempre el generador manual (propulsado por una bicicleta). El modelo de gasolina no sólo es ruidoso y potencialmente peligroso, sino que su combustible es finito. Úsalo sólo en circunstancias extremas, tales como un ataque nocturno, cuando la potencia manual es impracticable o imposible de generar.

D. Realiza rondas por el muro de tu casa constantemente. Si sois un grupo, realizad patrullas dividiendo las veinticuatro horas. Vigila siempre por si se produce una infiltración improbable pero posible. Si estás solo, limítate a patrullar durante el día. Por la noche, asegura todas las puertas (las ventanas ya deberían estar entablilladas). Duerme con una linterna y un arma cerca. Duerme ligero.

E. Mantente sin llamar la atención. Si tienes sótano, haz allí tu comida, así como la generación de energía y el mantenimiento del equipo. Cuando vigiles la radio, cosa que deberías hacer todos los días, usa auriculares. Mantén cerradas las cortinas de todas las ventanas, especialmente de noche.

F. Deshazte de todos los cuerpos. Ya sea zombi o humano, un cadáver sigue siendo un cadáver. La bacteria que hay en la carne podrida puede resultar un serio peligro para tu salud. Todos los cuerpos que haya en tu perímetro deben ser quemados o enterrados. Los cuerpos que haya más allá de tus muros deben quemarse. Para hacer esto, simplemente coloca una escalera por tu lado del muro, vierte gasolina sobre el gul recién muerto, enciende una cerilla y déjala caer. Aunque esto atraiga a más no muertos, es necesario arriesgarse para deshacerse de un peligro que ya está presente.

G. Realiza ejercicio cada día. El uso de la bicicleta estática junto a la calistenia básica y la tensión dinámica mantendrán tu cuerpo en forma y lo suficientemente fuerte para cualquier situación de combate. De nuevo, asegúrate de que tu régimen se lleva a cabo en silencio. Si no tienes sótano, usa una habitación del centro de la casa. Insonorizadores básicos como colchones y mantas contra las paredes ayudarán a amortiguar cualquier sonido.

H. Permanece entretenido. Aparte de la necesidad de vigilar, el ocio es un deber. Asegúrate una buena reserva de libros, juegos y otro tipo de divertimentos (los juegos electrónicos son demasiado ruidosos y enérgicamente poco eficientes para ser considerados).

Durante un asedio largo y aparentemente interminable, el aburrimiento puede conducir a la paranoia, el delirio y la desesperanza. Es importante mantener tu mente en buena forma, al igual que tu cuerpo.

I. Ten a mano tus tapones para los oídos y úsalos a menudo. El gemido constante y colectivo de los no muertos, un sonido que persistirá a todas horas mientras el asedio continúe, puede ser una forma fatal de muerte psicológica. Personas que tenían sus casas bien protegidas y abastecidas han matado a otra persona o se han vuelto locos simplemente por el constante gemido.

J. Asegúrate de planear tu vía de escape y de tener listo tu equipo para irte. En la incertidumbre de la batalla, puede ser necesario abandonar tu hogar. Quizá traspasen el muro, quizá ha comenzado a incendiarse tu casa, quizá los equipos de rescate han llegado pero no están lo suficientemente cerca. Por la razón que sea, es hora de irse. Ten tu mochila de supervivencia y tu arma en un área fácilmente accesible, empaquetada, cargada y lista para la acción.

4. DEFENSA INMEDIATA

Los muertos se han levantado. Hueles el humo, oyes las sirenas. Los gritos y los disparos llenan el aire. Has sido incapaz o no has querido preparar tu casa apropiadamente. ¿Y ahora qué? Aunque la situación parezca espeluznante, eso no indica tu deceso. Sí tomas las decisiones exactas en el tiempo exacto, puedes evitar que tú y tu familia os unáis a las filas de los no muertos.

A. ESTRATEGIAS PARA UNA CASA DE DOS PLANTAS

1. Cierra todas las puertas y ventanas. Aunque el cristal de una ventana no pare a un zombi, el sonido del cristal al romperse será el mejor aviso que puedas tener.

2. Sube corriendo las escaleras y abre el grifo de la bañera. Aunque esto suene estúpido, no hay manera de saber cuándo cortarán el agua. Tras unos pocos días, la sed se convertirá en tu mayor enemigo.

3. Encuentra las mejores armas posibles. (Véase capítulo anterior.) Deben ser ligeras y, si es posible, ajustables a tu cuerpo para que puedas hacer pleno uso de tus manos. Van a estar ocupadas en la siguiente hora.

4. Empieza a almacenar las cosas en la segunda planta. Usa la lista de las páginas 100 y 101 como guía. La mayoría de familias tienen al menos el 50 % de los objetos listados. Haz un inventario rápido para ver qué tienes. No lo cojas todo, sólo lo esencial: una o dos armas, algo de comida (ya tienes una bañera llena de agua), una linterna y una radio de batería. Como la mayoría de las familias guardan el botiquín en la planta de arriba, no necesitarás nada más. Recuerda: El tiempo puede ser corto, así que no lo pierdas recogiendo existencias cuando lo más importante está aún por hacer.

5. ¡Echa abajo la escalera! Como los zombis son incapaces de escalar, este método garantiza tu seguridad. Muchos afirman que una solución más fácil podría ser entablar las ventanas y las puertas. Este método es contraproducente porque unos cuantos zombis bastarían para romper cualquier barricada casera. No hay duda de que destruir las escaleras llevará tiempo y energía, pero debe hacerse. Tu vida depende de ello. No intentes, bajo ninguna circunstancia, quemar las escaleras con la esperanza de controlar el fuego. Varias personas intentaron ahorrar tiempo de este modo; sus esfuerzos terminaron en muerte a causa del fuego o en la total destrucción de sus casas.

6. Si tienes una escalera de mano, úsala para continuar almacenando tu refugio en la planta de arriba. Si no, haz una lista de todo lo que tienes, llena los cubos y otros recipientes de agua y prepárate para una larga espera.

7. Permanece fuera de la vista. Si escuchas la radio, hazlo al volumen mínimo. Cuando los cielos se oscurezcan, no enciendas las luces. No te quedes cerca de las ventanas. Intenta que parezca que la casa está abandonada. Esto no parará una intrusión ocasional de zombis, pero ayudará a disuadir una congregación de masas acercándose a tu casa.

8. No uses el teléfono. Como en todas las catástrofes, las líneas posiblemente estarán ocupadas. Una llamada más sólo servirá para saturar el sistema. Manten el tono del teléfono lo más bajo posible. Si te llaman, responde como sea, pero hazlo sin hacer mucho ruido.

9. Planea una alternativa de escape. Estarás a salvo de los zombis, pero no del fuego. Si estalla una tubería de gas o algún loco baja la calle con un cóctel Molotov, tendrás que abandonar tu hogar. Encuentra una mochila u otro modo de llevar lo esencial (véase «Huyendo», pp. 128-161), y tenlo todo preparado.

B. ESTRATEGIAS PARA CASAS DE UNA SOLA PLANTA

Si no vives en una casa de dos plantas, la buhardilla será menos cómoda pero un sustituto igualmente seguro. La mayoría pueden asegurarse simplemente subiendo la escalera plegable o quitando la escalera provisional. Los zombis no tienen la habilidad cognitiva para construir una escalera por sí mismos. Si permaneces callado, ellos ni siquiera sabrán que hay una buhardilla.

Nunca uses el sótano como refugio. Las películas populares de terror han mostrado que, en una crisis, esta habitación subterránea podía proteger a los vivos de los muertos. Esto es una falacia peligrosa. Un incendio, la asfixia o simplemente morirse de hambre en un sótano se han cobrado cientos de vidas durante años.

Si te encuentras en una casa de una sola planta que no tiene buhardilla, coge las provisiones que puedas, hazte con un arma y súbete al tejado. Si apartas la escalera de una patada y no hay un acceso directo (una ventana o una trampilla), los no muertos NO serán capaces de alcanzarte. Permanece tranquilo y permanece en silencio para evitar atraer a los no muertos. Los zombis que se encuentren en esa zona entrarán en la casa debajo de ti buscando a la presa y después desviarán su camino. Quédate en el tejado todo el tiempo que puedas, hasta que las provisiones se hayan acabado o llegue una patrulla de rescate. Puede que no sea cómodo, pero es tu mejor oportunidad de sobrevivir, finalmente, será inevitable abandonar este refugio. (Véase ni Huyendo, pp. 128-161, para los detalles.)

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